"Formalidad – two

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Katherine terminó de dar los últimos retoques a su rostro. Está vez era un maquillaje un poco más sencillo a lo usual, algo que no se ponía hace mucho, extrañamente se sentía muy nerviosa que sus manos temblaban.

Aplicó un poco de gloss en sus labios pintados con otro labial de un tono más bajo de color rosa fuerte totalmente difuminado. Se colocó su collar, sus anillos y unos aretes en forma de gotas, pequeños pero llamativos. Su cabello esta agarrado con algunos mechones rubios sueltos, algo simplemente sencillo.

Su vestido era azul. Tenía el escote en forma "v" dejando un un poco a la vista un escote sencillo, lleno de pedrería hasta las caderas no de una manera extravagante pero si llamativa, por debajo de sus pechos la tela dejaba de ser azul cielo, dejando un color parecido al tono de piel. En la parte de su espalda era en "v" también, dejándola al descubierto hasta a la altura de su cintura, la parte de abajo era en forma de sirena sin llegar hacer tan pegado a sus piernas, con un corte en el vestido desde su tobillo hasta por encima de la rodilla izquierda dejando su pierna al descubierto.

Combinado con unos tacones color crema, haciéndola ver un poco más alta.

Escuchó el timbre de la puerta y se tomó de un trago su bebida de alcohol con sangre. Enjuago su boca con agua para que no quedara sus dientes manchados de sangre. Aplicó de nuevo gloss para dejar sus labios brillosos, otra vez.

Salió de su habitación y bajo las escaleras, tomó las llaves de la pequeña mesa que estaba en medio de los sillones y su cartera. Abrió la puerta encontrándose con Stiles de espaldas a ella, hablando sólo, por un momento quiso entrar y hacer como que no estaba.

—¿Stiles?

—¿Sí? —se dió la vuelta y se quedó callado, abrió la boca y la volvió a cerrar, repitió esa acción varias veces sin poder apartar su mirada de Katherine.

Ella con su mirada azulada no pudo evitar repetir su acción en él, aún le era increíble el parentesco entre ellos incluso si son edades diferentes, era como tener un especie de reencuentro.

—Yo no... Tengo palabras —murmuró él en medio de un suspiro sin poder separar su mirada de ella.

Le era complicado decir lo magnífica que se miraba en ese momento, casi quiso poner su mano en su pecho al sentir sus latidos de su corazón latir frenéticamente ante la presencia de ella.

Katherine parpadeó y con una diminuta sonrisa, dijo: ¿Nos vamos? —preguntó, sacando al chico de su trance.

Stiles asintió y caminaron al Jeep. Él abrió la puerta de copiloto para ella de manera inmediata.

—Gracias —susurró en voz baja.

—No hay de que, señorita Katherine —cerró la puerta apenas ella entro.

Rodeó su Jeep para subirse y manejar rumbo a Beacon Hills High School -escuela secundaria Beacon Hills- hablaban de cosas sin sentido mientras Stiles manejaba y la miraba de vez en cuando. No podía apartar su mirada de Katherine por mucho tiempo. No podía encontrar las palabras para decirle lo perfecta y maravillosa que se miraba esa noche.

━Mini flashbacks━

—Te vez preciosa, cariño —Steven se encontró diciendo en voz baja mientras sus ojos avellana recorrían cada centímetro del rostro de la rubia.

Katherine balbuceo y miró a otro lado pero aquel detective con lunares en el rostro la hizo mirarlo colocando su mano en su barbilla. La manera en la que la miraba era única. Sus ojos brillaban, tenía una sonrisa tonta, esa mirada de un hombre enamorándose.

—Gracias, ya lo sabía —dijo con un toque divertido.

—Lo sé, pero quiero que lo escuches de mí, una y otra vez, cariño. Incluso si ya lo sabes, hasta que te canses—el murmuró besando sus nudillos con una mirada juguetona.

—Jamás podría cansarme de esto, Steven.

━finalized━

¿Recordaba esa linda cena? Lo hacía. Sentía su pecho oprimirse, pero lo ignoró por completo, su mente era su peor enemigo de si misma, de eso no cabía duda.

—Wow... ¡Estás hermosa, Lydi! —murmuró Katherine haciendo que su amiga subiera la mirada y sonriera.

—¿En serio? —preguntó con inseguridad.

—Estás más hermosa de lo habitual y tu compañero de baile puede comprobarlo —la tomó de la mano y la hizo girar sacándole una risa.

Al menos la hizo sonreír de nuevo y olvidar ese mal rato que le hizo pasar Jackson con su trato. Stiles sonrío ante aquella interacción, inclusive el acompañante de Lydia.

—Katherine tiene razón estas hermosa —le aseguro con una sonrisa el chico y Stiles asintió de acuerdo.

Lydia sonrió mucho más y la rubia rodó los ojos un poco divertida.

—No me importa. No quiero halagos. No sucumbire a los deseos de la sociedad de volver a las chicas neuróticas emocionalmente inseguras que se quitan el vestido en el primer halago —hablo Lydia para sí misma y suspiró cuando terminó.

—Así se habla —dijo Katherine—. Ahora ve y disfruta —le sonrió palmeando su trasero.

Lydia sonrió con diversión y se retiró. Hizo un mueca y suspiró, Stiles la haría sonreír de nuevo, no quería verla de esa manera, además se dió cuenta que no halago como merece serlo.

—Yo creo que... Estás preciosa, no creo que pueda expresarme bien... Pero sin duda mis ojos están siendo cautivados —pronunció Stiles a la ojiazul en un suspiró anhelador.

Ella volteó a mirarlo al escucharlo hablar de esa manera, trago en seco sintiendo esa sensación de calidez que quiso desvanecer.

—Eso fue... lindo de escuchar.

Él en respuesta se volteó y colocó su mano en jarra, mirándola con seguridad. La rubia se volteó para quedar frente a la escuela y entrelazo con duda su mano en el brazo de él.

Ambos caminaron para dirigirse dentro del baile. Katherine se sentía como una colegiala, actuando como adolescente normal, pero había razones. Aunque de normal ni el alma la tiene. Por primera vez no respondió con ego ante el halago, más bien no sabía como sentirse al respecto. O más bien sabía como se sentía pero como siempre prefería ignorarlo hasta que las cosas le exploten en la cara con un "te lo dije".

Sabía que cuando las cosas se compliquen uno de los dos saldrá lastimado y sabemos perfectamente quien lo será.

Estaban sentados viendo alrededor a los adolescente bailar, la música sonaba alto. Stiles ya se había quitado el saco de su traje y quedó con su camisa blanca de vestir y una corbata. Jackson y Allison se colocaron justo enfrente de la mesa de ellos, para comenzar a bailar lo que hizo darle valentía a Stiles quién lamió su labio inferior y se volteó a mirar a la rubia.

—¿Quieres bailar? —preguntó Stiles con una sonrisa, esperanzado.

—Paso —lo miró y después a su alrededor.

Era la primera vez que no se paraba y bailaba en una pista de baile, pero no sabia que hacer en uno repleto de gente adolescente y más si jamás estuvo en uno. Frunció un poco el ceño y negó cuando un recuerdo nuevo quiso volver para joderla, estaba harta de todo.

—Lo intentaré de nuevo —habló de nuevo y se puso de pie, mirándola fijamente apoyando sus manos en la silla e inclinarse—. Katherine, levanta tu bonito trasero y baila conmigo, ahora —pronunció firmemente y sin titubear

Katherine lo miró, lo señaló y sonrió un poco. Una técnica jamás utilizada que sin duda la hubiese hecho levantarse si no fuera porque no deseaba estar tan cerca del chico.

—Táctica interesante... Pero sigo diciendo que no —respondió y se recargo en la palma de su mano—. ¿Tengo un bonito trasero? —sonrió un poco repitiendo sus palabras anteriores.

—¿¡Qué!? —exclamó incrédulo—. ¡Claro que tienes un bonito trasero! ¡Katherine, levántate! ¿De acuerdo? Bailaras conmigo —exigió Stiles.

Ella suspiró y se recargo en su silla. No dijo nada, pero Stiles confirmó que miraba su trasero y quería saber más, por alguna razón quería saber más.

—No me importa que te hayas besado con mi mejor amigo. Por alguna poderosa y extraña razón —dijo haciendo movimientos exagerados con su mano, la rubia simplemente lo miró—. Katherine, me estás haciendo sentir cosas que no creí que fueran posibles, cuando se supone que estaba obsesionado de tu mejor amiga... Pero ahora, me estás haciendo dudar cómo no tienes idea —suspiró derrotado ante su revelación—. Y se que en algún lugar de ese —con su palma de su mano la fue señalando—. Frío exterior, está el alma de una persona increíble —suavizando su voz.

Stiles definitivamente no sabía lo que esas palabras le provocaron a Katherine en su interior. La hizo tragar saliva de nuevo, sus palabras la hicieron sentirse mal y bien a la vez. No se supone que esto pasaría.

—Y también estoy seguro que no soy el único, que sabe lo inteligente que eres... Ah —lamió su labio inferior un poco fuerte—. Cuando dejes de fingir ser otra persona, decidirás ser una gran persona triunfadora y maravillosa que te hará ganar cualquier cosa —exclamó Stiles terminando de hablar.

Ella bajó la mirada y lamió sus labios, elevó la mirada después de a verla bajado mientras pensaba. Porque sí, él supo que fingía ser algo que no era y lo dijo no de una manera tan recriminatoria. No le gustaba que pudiera ver a través de ella.

—Posiblemente pintora —susurró Adelina—. O detective, tal vez.

—¿Qué? —dijo Stiles con confusión y perdido.

Katherine se levantó con una sonrisa de labios cerrados y quedó frente a él con un poco de duda, era un riesgo pero apesar se no querer bailar, se estaba contradiciendo, necesitaba sentirlo de nuevo.

—Hay muchas cosas que me gustan, la principal sería el arte, la pintura —arregló la corbata del chico dejando a Stiles con la boca abierta—. Se que soy maravillosa, gracias por recordarmelo —dijo con modestia—. Lamento lo del beso, de verdad lo hago y me gustaría algún día tener al menos un cuadro en una exposición de arte y sé que sabes que ocultó algo. Eres muy listo, Stilinski.

Se puso a su lado y él volteó para quedar de nuevo de frente. Stiles seguía sin hablar, así que jaló de la corbata al chico a la pista de baile. Sin notar el movimiento de victoria que hizo Stiles a sus espaldas cuando reaccionó y siguiéndole el paso sin rechistar.

Scott desde lejos sonrió al verlos.

Stiles se limitó a mirarla maravillado, tomó las manos de Katherine con suavidad y con seguridad las guió detrás de su cuello, ella se limitó a mirar sus acciones sintiendo las manos de Stiles dirigirse a su cintura, haciendo que soltará un suspiro tembloroso.

Se siente bien, pero también tan mal.

La rubia puso su mirada en los ojos avellana del adolescente, quién la miraba de vuelta, había un brillo especial en los ojos de Stiles e incluso un poquito en los ojos azules de la vampiro que se negaba a sentir de nuevo.

Se sentía bien, era como poder abrazar de nuevo a su Steven, pero sabe que no es él y aún así se siente bien. Parece que ambos están perdidos en su propia burbuja que han creado mientras se mueven al ritmo lento de la música.

La mirada de Katherine bajó hasta clavarse en los labios entreabiertos del rapado, él lo notó incluso cuando el mismo ya estaba mirando los lindos labios de la chica en sus brazos. Adelina no cuestionó, se permitió dejarse llevar sólo un poco, recargando su frente con la de Stiles, dejando sus labios a centímetros del otro, una tentación provocadora que les roba el aliento.

Esa tranquilidad no les duró demasiado, Lydia llegó con ella para avisarle sobre algo y al mismo interrumpiendo lo que pudo haber sido un primer beso sin ataduras.

Aclaró su garganta y se separó, quitando su brazos de él y obligándolo a soltarla cuando dió un paso atrás sin mirarlo.

—Ada —la pelirroja pronunció—. ¿Me ayudas a buscar a Jackson? —le murmuró apenada.

Ella miró a Stiles un segundo ya que se estaba tornando incómodo.

—Está bien —suspiró resignado y con disgusto, sin creer que estuvieron a punto a de besarse.

La rubia beso la mejilla del chico como silencioso agradecimiento. Él sonrió sabiendo las razones incluso si nos la dijo, Katherine era complicada, mientras la rubia seguía a Lydia, en algún momento ambas chicas se separaron de Stiles quienes las acompañaba y salieron de la escuela por otra entrada.

Se detuvieron en medio de la cancha. Las luces empezaron a encenderse una por una al rededor de ambas chicas dejándolas confundidas.

—Jackson, ¿Jackson eres tú? —Lydia preguntó a la sombra que se aproximada a ellas.

Katherine maldijo al visualizarlo.

—¡LYDIA¡ ¡KATHERINE! ¡CORRAN —Stiles les gritó metros lejos de ella corriendo hacia ambas.

Esa fue una distracción para la rubia.

Peter Hale la aventó muy lejos de Lydia para morder a la pelirroja. El cuerpo de Lydia cayó al césped en un golpe en seco, Katherine llegó en menos de un segundo, dejando a un Stiles impresionado pero siguió corriendo, la rubia empezó a pelear con Peter pero en un movimiento la tomó por el cuello pegando su espalda a su pecho.

Sin darle tiempo a contraatacar sabiendo su siguiente movimiento, no iba a equivocarse, sacó sus garras y las pasó por la garganta de la rubia, enterrandolas profundamente.
La ojiazul con sus manos agarró su cuello, como si quisiera detener la hemorragia o esa horrible sensación de ahogarse con su propia sangre.

Pudo escuchar al último el gritó de terror de Stiles llegando a sus oídos antes caer muerta al césped con su vestido manchado en sangre, su cuerpo cayó con fuerza en el campo con los ojos mirando en dirección por donde venía el humano.

Esta vez no fuiste tú quien ha gritado.

Peter se inclinó entre ambos cuerpos y le gruñó a Stiles quién llego a ambos cuerpos con lágrimas en sus ojos.

Quería que fuera un mala pesadilla, acaba de verla morir de una forma aterradora que lo tiene con las manos temblando sin poder procesarlo.

—No la mate... Por favor —dijo Stiles viendo a la pelirroja.

Él sabía cual importante era para la rubia. Peter sabía mucho más, miró a ambas sacando sus garras y después a Stiles quién tenía sus ojos rojizos sin dejar de llorar mientras miraba el cuerpo de Katherine. Cerró sus ojos con fuerza mientras negaba con su cabeza sin entender las palabras que él le decía.

Lo sensación que sentía era extraña pero una era bastante clara, ese dolor en su pecho que quería sacar...

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