"Escuela nocturna"
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—Stiles, ¿qué le pasó a tú capo?

—¿Qué? no tiene nada.

—Mmm... Tiene la cubierta arqueada —Katherine señaló.

—¿Cómo abollado? —se asomó por el hombro de Scott.

—No, dije arqueada.

—¡Qué diablos!

Uno de los vidrios se rompió por la batería que fue lanzada. Los dos adolescentes y la rubia se agacharon a tiempo. Stiles ilumino en donde cayó, se pudieron percibir las marcas de las garras del Alfa.

—Es mi batería —Stiles intentó levantarse pero fue jalado por la rubia y su amigo.

—No, ¿acaso eres suicida?

—Debemos irnos —habló Stiles con una mueca por no poder ir por su batería.

—Él podría estar afuera, Stiles.

—Está afuera.

—Sólo déjame ver.

Scott muy lentamente se asomó para ver por la ventana.

—¿Vez algo, Scott?

—No.

—¿Nos vamos? —Stiles miró a Scott.

—Vamonos.

Caminaron sigilosamente para salir del salón.

—Por aquí.

—No, no, no, no. En algún sitio sin ventanas.

La rubia lo detuvo junto a Stiles.

—Cada salón de este lugar tiene ventanas —les susurró.

—Entonces menos ventanas —Stiles sugirió con obviedad.

Se escucharon las respiraciones de los tres y los corazones de ambos chicos latiendo rápidamente.

—Los vestidores —comentó Scott.

—¡Sí! —murmuraron Stiles y Katherine.

Causando que ambos se mirarán y después fueran caminó a los vestidores.
Llegaron a dónde habían acordado, la rubia fue la última en entrar cerrado la puerta detrás de su espalda.

—Llama a tu papá.

—Y le digo. ¿Qué?

—¡No sé! Una fuga de gas, un incendio —un Scott tratando de dar ideas—. Sí, eso. Verá todo el lugar lleno de policías y se irá.

—¿Qué tal si no huye? La probabilidad de eso... ¡No huira!

Stiles asintió de acuerdo con ella.

—¿Qué tal si se convierte en terminator y mata a todos los policías, incluido mí papá? —Stiles alzó un poco la voz mientras hacia movimientos con sus manos.

—Pero, tienen armas —dijo Scott mirándolo.

—¿Y? —Katherine preguntó elevando una ceja.

—Sí, y a Derek le dispararon con una bala de wolfsbane para tranquilizarlo, ¿recuerdas? —dijo lo obvio Stiles.

—Entonces... Debemos —Scott suspiró—. Debemos encontrar una salida y correr.

—No hay nada cerca al menos de 1,5 km y medio —lo detuvo la rubia.

—¿Y el auto de Derek? —mencionó Scott.

Stiles abrió un poco la boca como si fuera una excelente idea.

—Puede ser, vamos afuera, nos llevamos las llaves y nos llevamos el auto.

—Y a él también —la rubia señaló con seriedad.

—Bien, cómo sea —Stiles se encogió de hombros indiferente.

Los tres caminaron a la puerta para salir de ahí. La rubia estaba por abrirla cuando Scott sujeto su muñeca.

—¿Qué? —dijo irritada.

La situación la tenía irritada, el hecho de Stiles estuviera en esta situación no la ayudaba porque de alguna forma le preocupaba y no quería ese sentimiento.

—Creo que escuche algo —susurró Scott en voz baja.

—¿Cómo qué algo? —Stiles dijo con voz aguda.

—Shhh —silenció la rubia.

Empezaron a dar pasos hacia atrás.

—Escondanse —les habló Scott.

Stiles observo el casillero que se encontraba a su lado derecho. Lo abrió haciendo demasiado ruido para el gusto de Scott y Katherine.

—¡Stiles, maldición! —mencionó su nombre entre dientes con frustración.

Stiles reaccionó rápido y la jaló con él, cerrando el casillero.

—No —dijo desesperado Scott y repitió su acción en otro casillero.

Ella quedó frente a él, sus respiraciones solo escuchándose y mezclándose. Lo cual la puse de los nervios.

—Stiles —susurró la chica tensa.

—¿Sí?

—¿No te haz dado cuenta en la posición que nos encontramos?

El chico rapado de lunares no respondió hasta que reaccionó y se puso nervioso. Stiles no sabía si era valentía o estupidez humana.

—Oh —fue su única respuesta.

—Sí, Oh.

Tenerla frente a él, le provocaban muchos nervios y a ella incómoda incluso si no lo deja notar.

—Maldición.

Stiles sintió su piel erizarse al escucharla cerca de sus labios. Aunque para ser sinceros ella también estaba nerviosa y estaba tan concentrada en esa situación en la que Stiles los puso que no se dió cuenta del pequeño espacio en el estaba metida.

La puerta se abrió lentamente y se escucharon los pasos de una persona. Paso rápido en frente del casillero en el que Scott se encontraba. Volvió para quedar enfrente y abrió el casillero.

El conserje dió un gritó cuando lo vió, ocasionando que Scott también lo hiciera.

—Maldito, shhh —dijo Stiles saliendo de su escondite junto la chica con su respiración agitada.

Cualquier persona hubiera malinterpretado esa situación pero Stiles podía sentir sus mejillas sonrojadas y Katherine juraba escuchar su corazón latir.

—Shhh —silencio la rubia enojada al terminar de calmarse.

—Cállate tú, ¡¿qué diablos?! ¡Intentan matarme! —se enojo el conserje.

—Cállese usted, así que no vuelva a intentarlo —lo calló la rubia—. Y ganas no me faltan en este momento —murmuró por lo bajo haciendo referencia a lo último que dijo pero Scott pudo escucharla.

Por lo que él la juzgo con la mirada y ella solo encogió los hombros con  indiferencia sin importarle en lo absoluto.

—Ustedes tres, ¡fuera! —gritó el conserje de nuevo.

—Sólo, escuché un segundo —intentó hablar Stiles.

—No está bien, salgan de aquí ahora —dijo jalando a la rubia del brazo y ambos chicos.

Katherine se soltó en menos de un segundo.

—No vuelva a ponerme una mano encima, porque le irá muy mal —lo enfrentó otra vez.

La frialdad con la que lo cuestionó en un segundo hizo que el conserje diera un paso atrás.

—Un segundo —intentó de nuevo Stiles.

—Sólo cállense y largo —los corrió sin dejarlos hablar.

—Ojalá y se muera —murmuró por lo bajo la rubia.

Después de eso, el conserje fue jalado adentro de los vestidores cerrando la puerta. El conserje fue estampado en la puerta misma, la cuál quedó manchada por sangre y fue arrastrado de nuevo.

Los gritos de terror, miedo y dolor era lo que se escuchaban dentro.

—¡Mira! Se cumplen los deseos —sonrió alegré y Stiles negó ante su ocurrencia—. Beacon Hills es mágico.

—No, no, no.

Scott intentó abrirla.

—Vamonos.

La rubia lo jaló del brazo sin paciencia y Stiles por la cintura. Los tres empezaron a correr a por otra salida, la cual estaba bloqueada.

—¿Qué demonios? —murmuró Katherine.

Scott se asomó por el hueco que había entre las puertas.

—Es un contenedor de basura —dijo asomando la cabeza—. Lo puso enfrente de la puerta.

—Para bloquearnos —Stiles intentó empujar.

—Rápido, ayúdenme.

—Stiles, ¡detente! —Scott lo jaló por la cintura.

Emprendiendo de nuevo su camino.

—No moriré aquí. No moriré en la escuela —mencionó en voz alta Stiles mientras caminaban.

—Lo que dijo el desconocido —la rubia le dió la razón.

Stiles se indignó por aquello, pero ella se hizo la desentenida al respecto observando a su alrededor. Aunque era obvio que Katherine no lo dejaría morir por nada del mundo, después de todo ella ya estaba muerta.

—No vamos a morir —Scott les habló a ambos.

—¡Dios! ¿Qué está haciendo? ¿Qué quiere? —miró Stiles a Scott, mientras decía desesperado haciendo un movimiento con las manos.

—Sí el fue quien lo mordió para convertirlo —Katherine argumento al lado de Stiles—. Viene por él.

—Sí, viene por mí —se detuvo un momento—. Derek dice que es más fuerte con una manada.

—¡Ah, genial! —sarcásticamente Stiles y Katherine murmuraron.

—Un hombre lobo que le gusta trabajar en equipo, eso es... Hermoso —la rubia susurró con una sonrisa falsa y siendo sarcástica.

Katherine se detuvo cuando observo por la ventana, estiró su brazo derecho deteniendo a los chicos. Ahí se encontraba el Alfa o la cosa horrible como Katherine decía, quién los observaba desde el techo desde la otra parte de la secundaria.

Empezó a correr a rápidamente en su dirección y estos hicieron lo mismo al ver tal acción pero en dirección contraria. El gran ventanal en ese momento fue atravesada por el Alfa, rompiéndola por completo. Estos corrieron escaleras abajo para el siguiente piso. La rubia quedó detrás de ellos, para cuidarles las espaldas, en todo caso incluso si eso la lleva a revelar lo que era.

Corrieron hasta poder "esconderse".

—Corran —les dijo la rubia en susurro.

— ¿Qué? — susurró Scott.

— ¡¿Estás loca?! —exclamó Stiles frunciendo el ceño nervioso.

—¡Qué corran! —susurró fulminandolos con la mirada.

Estos le hicieron caso con pesar después de unos segundos casi eternos. Segundos después la rubia apareció en el campo de la vista de ambos sin heridas.

—Debemos hacer algo —habló Stiles después de repasarla para buscar alguna herida, suspiró aliviado al no notar ninguna.

—¿Me lo juras? —preguntó sarcástica la chica.

—¿Cómo que? —lo miró Scott.

—No lo sé. Matarlo, herirlo, causarle angustia mental... Algo.

La rubia se dió bastante cuenta que bajo mucha presión como está, ninguno piensa con claridad para idear un buen plan. Stiles empezó a sacar sus llaves de su auto.

—¿Qué carajos haces? —katherine susurró con enojo.

—Shhh —Stiles la hizo callar.

Stiles lanzó las llaves dentro del pequeño cuarto, él en un movimiento rápido jaló hacia atrás a Katherine y a su amigo por la cintura. El Alfa entró a la habitación y Stiles la cerró recargandose en ella. Katherine movió el escritorio para bloquear la puerta con está. Stiles sonrío pero se borró su sonrisa cuando el escritorio se recorrió un poco.

—Bien, tal vez lo retenga por unos mínimos y pequeños segundos, lo saben. ¿No? Así qué no celebren todavía —la rubia miró a ambos que tenían una pequeña sonrisa por su "gran" cometido

Ambos asintieron.

—Venga, vengan para acá —Stiles hizo señas con sus manos.

Scott paso por encima del escritorio rápidamente. Ella se deslizó arriba de esté llegando a lado de ellos. Stiles intento asomarse por la pequeña ventana que tenía la puerta.

—¿Qué haces? —lo jaló Katherine.

—Quiero verlo —la miró él.

—¿Estás loco? —dijo ahora Scott.

—Está atrapado, ¿sí? —observó a ambos—. No saldrá —dijo muy seguro.

La rubia negó, no supo en que momento llegó a esto.

—Eso responde a tú pregunta, Scotty —dijo ella cuando vió a Stiles subirse al escritorio y empezó a burlarse de él.

Scott intentó callarlo.

—Está cosa no me da miedo —habló Stiles.

Después de eso el Alfa le gruñó y Stiles se hizo hacia atrás cayéndose del escritorio, Scott lo ayudo a levantarse.

La rubia apretó los labios para no reír.

—¿Decías?

—No te tengo miedo —Stiles miró hacia la puerta en donde se percibió las garras, Scott y ella lo miraron—. Porque tú estás adentro y nosotros aquí —decía en voz alta—. ¡No irás a ningún lado! —gritó Stiles mientras señalaba lo obvio.

El ruido del techo romperse lo hizo callarse. Katherine con su dedo golpeó el hombro de Stiles, este volteo para verla por encima de su hombro.

—Creo que no le importo en la más mínimo tu opinión —sonrió.

Él le hizo una mueca graciosa, los tres miraron arriba viendo el techo como se doblaba por las pisadas del Alfa.

Está los jalo de las manos y los hizo correr. Esta se quedaría detrás de ellos como lo hizo anteriormente pero Stiles la sujeto de la muñeca jalandola para hacerla correr junto a ellos.

—Aguarda, ¿oyen eso? —los detuvo Scott.

—¿Qué cosa? —Stiles preguntó.

Ella agudizo su oído y escucho a lo que McCall se refería.

—Es un teléfono sonando —les dijo Scott a ambos—. Conozco ese tono. Es el teléfono de Alliso.

Abrió los ojos en grande y miró a Scott. Ambos al parecer se entendieron. Stiles desde su teléfono marcó al de Allison.

—¿Stiles? —se escuchó la voz de su amiga.

—No, soy yo. ¿Dónde estás? —preguntó desesperado Scott.

—Estoy buscándote en la escuela, ¿por qué no fuiste a mi casa? —preguntó Allison.

—¿Dónde estás ahora?

—En el primer piso.

—En las piscinas —dedujo Katherine, Scott aún así pregunto.

—En las piscinas —respondió Allison confirmando lo que la rubia ya dijo.

—Dile que vaya al vestíbulo —le susurró la rubia y esté asintió.

Fueron hasta el vestíbulo para encontrarse con ella.

—¿Por qué viniste? ¿Qué haces aquí? —empezó hacer preguntas Scott.

—Por que me lo pediste —lo miró Allison confundida.

—Le pediste que viniera —le dijo entre dientes la rubia con molestia.

Allison la miró no tratando de comprender nada de la situación.

—¿Yo te lo pedí?

Allison le mostró el mensaje que había recibido.

—¿Por qué creo que tu no mandaste ese mensaje? —Allison murmuró nerviosa.

—Por qué no lo hice —Scott respondió.

La rubia trono un poco su cuello y cerró los ojos para suspirar. Se estaba saliendo de control esa maldita situación.

—¿Cómo llegaste aquí? —Stiles preguntó pero mirando de reojo a la rubia.

—Jackson condujo —Allison le respondió.

La rubia abrió rápido los ojos con pánico en su mirada, ¿qué más puede pasar?

—¡¿Qué?! ¿Jackson está aquí? —cuestionó enojada.

—Y Lydia, ¿qué pasa? ¿Quién mando el mensaje?

Stiles vió como la rubia estaba por entrar en pánico. Esta pasaba sus manos por cabello y caminaba de un lado a otro. La detuvo sosteniendo sus manos entre las suyas sin importarle nada.

—Inhala, exhala —Stiles dejó suaves caricias en sus manos y la hizo que repitiera lo que dijo.

Está recargo su frente en el hombro del chico haciendo lo que el le pidió. Se tranquilizó antes de tiempo y gracias a él, necesitaba concentrarse en sacarlos vivos.

—Gracias —susurró aún con su frente pegada al hombro del chico.

—No pasa nada —susurró de vuelta.

Oh, Katherine. La historia no debe repetirse, ¿recuerdas?

Está se separó rápido de él sin mirarlo y volteó cuando escucho la voz de sus amigos.

—Al fin, ¿podemos irnos? —Lydia habló, guardando su teléfono en su bolsa.

Todos asistieron a eso. Miraron al techo cuando se escuchó un ruido de pisadas. Todos se miraron, la rubia tenía la mirada aún puesta en el techo.

—¡Corran! —se encontró gritando Scott y ella.

Todos empezaron a correr, Katherine de manera instantánea sujeto la mano de Lydia y Stiles cuando Jackson corrió por si sólo. Entraron a otro lugar cerrando las dos puertas. Scott les dijo que pusieran cosas para poder bloquearla.

Stiles miró el gran ventanal de cristal que tenían en el lugar.

—Scott, espera aquí no —dijo Stiles.

—¿Qué fue eso? Scott, Lina, ¿qué fue eso? —les dijo en desesperó Allison.

—Chicos, esperen un segundo —intentó hablar Stiles, viendo como todos menos la rubia ayudaban a cubrir las puertas.

—Habla Stiles —dijo de nuevo Stilinski.

La rubia se hartó cuando vió que no le prestaban atención a Stiles... Y lo que intentaba decirles.

🦋 𝒥ℯ𝓃𝓃𝒾ℯ—𝒮𝓉𝒾𝓁𝒾𝓃𝓈𝓀𝒾 🦋