Fifteen: La apagaste
Capítulo medio corto y de agradecimiento a: EdgarRios005
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"LA APAGASTE"
La rubia bebe un poco del líquido dentro de su termo, cerró los ojos un segundo y saboreo el dulce sabor un tanto metálico de la sangre del recipiente mezclado con un poco de bourbon aunque era más sangre que nada.
Mientras ella estaba concentrada en eso caminando por el pasillo de la escuela, unos ojos color miel estaban puestos en su dirección al igual que los marrones del acompañante del primero.
—Se ve bastante... ¿rara? —Scott susurra en voz baja.
—Lo sé, no parece ser la misma Katherine que conocemos —Stiles le siguió mientras ambos se escondían rápidamente detrás de la pared de la escalera cuando la chica giró.
La híbrida observa a su alrededor con el ceño ligeramente fruncido, antes de que pudiera agudizar su oído, un chica chocó con ella con fuerza haciendo que ponga una mano en su abdomen para evitar la caída de la desconocida. El movimiento provocó que una gota de su bebida cayerá al piso haciéndola apretar los labios en fina línea.
—Ten cuidado —murmura fríamente mientras con su tacón cubre la gota de sangre del suelo.
—S-si, lo siento —se disculpa la chica avergonzada levantando su cuaderno del piso y yéndose de ahí bastante rápido.
Katherine la observa hasta que la perdió de vista, saca un pañuelo de su chaqueta y levanta su tacón, limpiando la sangre que tuvo que pisar, la tela se ensució con una mancha roja y con polvo, miró a su alrededor y limpió la del mismo suelo, antes de levantarse e irse guardando la tela todo bajo la atenta mirada de dos adolescentes.
Stiles y Scott se dieron una mirada antes de salir de su mal escondite, viendo como la rubia desaparece dando vuelta al otro pasillo, ambos caminaron a donde antes estuvo de pie la ojiazul. El adolescente lobo huele algo raro, mira a su alrededor, en un momento baja la mirada y se agacha apoyándose en una de sus rodillas.
—¿Qué haces? —Stiles pregunta confuso—. Si intentas pedirme matrimonio debo decir que no estoy disponible y que no eres mi tipo... Así que quedarías en ridículo.
Scott rueda los ojos ante lo que dijo su mejor amigo y jala de la camisa para que se agaché también con él, hasta que Stiles comprendió.
—Es sangre —le dice el morocho mientras con su dedo toca la muy pequeña gota, el color carmesí se notó en su piel.
—¿Y?
—Esa sangre cayó justamente cuando la chica tropezó con Katherine —le recuerda Scott dándole un golpe en la frente sin ejercer fuerza.
Stilinski frunció el ceño ante eso, ¿de dónde vendría esa sangre? Se golpea así mismo en la frente y después lo hace con su mejor amigo con fuerza.
—Oye —dice su amigo ofendido.
—Idiota, el pañuelo con sangre —señaló Stiles—. Es extraño e irreal, ¿por qué Katherine tendría sangre en su termo y lo bebe? ¿Y como llegué a esa conclusión justo ahora? —se dice muy confundido.
Su amigo ni siquiera puede responderle pues Stiles se levanta rápidamente y lo jala de la correa de la mochila llevándoselo fuera de la escuela de manera rápida, empujando a uno que otro alumno.
—Su curación, el extraño momento donde juro que la ví morir, cuando Lydia y Katherine desaparecieron, lo que ví, la sangre, no sé si son ideas mías... pero, ¿hay posibilidad de que ella sea...? Ya sabes, ¿sea un vampiro?
—Un vampiro, ¿en serio, Stiles? La mordieron, dudo mucho que una mordida de un antiguo alfa la cambiaría a un vampiro, no tiene sentido —Scott dice yéndose a lo lógico.
—No es eso, esto es más raro si más lo analizamos, Scott.
Ambos bajan las escaleras y van al Jeep de Stiles en donde ambos se subieron, el rapado suspira y piensa mientras pone la llave y enciende el auto.
—Estoy casi seguro que no son conspiraciones mías, Scott... Incluso cuando creímos que Derek murió, ella parecía bastante segura en quedarse al final y después volver sin algún rasguño del alfa —rompe el silencio relatando lo que habían vivido en la escuela por la noche.
Su mejor amigo, analiza las palabras del chico Stilinski pero para él, los vampiros no existen aunque es raro teniendo en cuenta que nunca creyeron que los hombres lobo existían y ahora es uno.
—Bien, lo tomamos en cuenta pero dudo que sea una vampiro, Stiles —responde con un suspiro pero para su amigo es un indicio bueno.
La original no dudo mucho en escaparse de la vista de sus propios cazadores y de Dayn, había tardo pero había llegado al destino que tanto quería en ese momento.
Adelina se encontraba en New York, Brooklyn. Visitando a su amigo brujo inmortal de miles de años, el famoso brujo de brooklyn. Nada más y nada menos que Magnus Bane.
Siempre tenía buenas amistades de brujos de su lado y más aparte lo conoció un año antes de la llegada de Katherine Pierce, antes de toda la tormenta que se avecinaba.
Hoy se encontraba caminó a un edificio en específico, donde sabía que estaba Camille, una vampira muy patética y odiosa. Le gustaba ir a molestarla, decía que esa vampira no era nada comparado con ella. Piel pálida, los colmillos siempre al aire y de más. Si había tanta diferencia, los típicos vampiros creados por un libro de fantasía pero no quería decir que no dieran miedo y terror cuando tienen su cara enterrada en tu cuello con sus colmillos encajados en tu piel bebiendo de tu sangre sin piedad, ¿no?
Llego al hotel de ese edificio, escuchó precisamente la pelea que había, llegando justo en el momento perfecto para hacer su entrada. Entró sigilosa detrás de una pelinegra que rompió una pared dejando entrar luz al oscuro lugar.
—Deja al chico, Raphael —murmuró la original en un murmullo indiferente, llamando la atención de los shadowhunters.
Izzy se volteo en seguida para ponerse en alerta, alejándose algunos pasos. Raphael sólo la miró con seriedad sujetando a Simon, no le caía bien. Jamás se llevaron bien.
Clary y los demás se quedaron atentos y alertas pero la rubia ni se inmutó, estaba tranquila y eso no los calmaba en lo absoluto pues no se veía muy amigable.
—¿Puedes o...? —murmuró con calma pero al ver que el vampiro no hacía caso, rueda los ojos—. Bien.
Antes de que todos pudieran hacer algo, la Salvatore ya tenía al vampiro contra el piso con su pie en su garganta, quién se encontraba tratando de quitársela de encima, lo cual es inútil y el amigo de la pelirroja ya se encontraba con la misma mencionada.
En su "distracción" de ver al de runas come le hizo creer a Ralph, esté se puso de pie para atacarla, Adelina lo tomó por el cuello de una manera tan tranquila.
—Porque no te vas a comer y le dices a la perra de Camille todas sus verdades —le ordenó con diversión en sus ojos pues estaba aburrida y solo venía a molestar.
Raphael parpadeó y se fue después de eso. Creando confusión en los rostros de los cazadores y incluso de los mismos vampiros a su alrededor.
—¿Esperan una orden para irse? —los miró con una ceja alzada al verlos quietos, como si esperarán ser atacados.
Rodó los ojos una vez más y paso entre medio de los parabatai empezando a salir con los demás siguiéndoles el paso al reaccionar.
—¿Qué eres? —preguntó Claire con confusión.
—Algo y tú eres igual a él —murmuró viendo a Alec con el ceño fruncido fingiendo estremecerse—. El mismo rostro serio y malhumorado.
Ella miró detrás de Jace con el ceño fruncido provocando que los demás lo hicieran y cuando no vieron nada se voltearon a verla pero Adelina ya no estaba en aquel lugar.
—¿Enserió caímos en eso? —Alec bufó incrédulo.
Camina tranquilamente por la calle después de haberse desaparecido de los shadowhunters, su mirada firme al frente, Katherine ahora se encontraba cerca del hotel de Magnus Bane en donde se hospedaba él y más gente, tuvo que investigar, detuvo sus pasos, claramente podía sentir la barrera en señal de que lo compraron... hinoptizo a un humano para que entrará y fuera por su amigo al llegar al lugar.
Observa como minutos después las puertas del ascensor se abren y de ahí sale el brujo de Brooklyn.
—Pero si es mi Salvatore favorita —Bane pronunció con alegría de brazos abiertos mientras la señalaba sin dejar de caminar —. Puedes pasar mi hermosa niña.
La rubia lo miró sin embargo no hizo ningún movimiento provocando confusión en el brujo pero este al observar sus ojos azules en un frío silencioso pudo entenderlo casi todo.
—La apagaste —susurra en voz baja, bajando sus brazos a sus costados, en su mirar podía notarse la preocupación.
Se preguntaba en su mente, ¿qué la llevó a apagarla? Nunca lo hizo, ¿por qué ahora si?
—Hola, Magnus —dice la rubia con una media sonrisa ladina y un tanto burlona.
—¿Por qué? —no pudo evitar preguntar observando a la vampiro pasar a su lado con confianza.
—¿Qué? Oh, eso... —dice indiferente caminando por el pasillo con él siguiéndole el paso—. No es de tu incumbencia, ni tuya, ni la de nadie —respondió en un tono muy tosco.
Presionó el botón del elevador al penúltimo piso, cuando las puertas se abren ambos entran y al segundo las puertas se cierran.
—En ese caso, ¿qué haces aquí? —la cuestiona entrecerrando los ojos en su dirección.
El elevador comienza a ponerse en marcha pisos arriba a donde sabía que se hospedaba, Bane. El brujo estaba en alerta, pues no sabía que esperarse y de cierta manera no había esperado encontrarla así, sin humanidad.
—Estoy aburrida y no esta mal venir por... nuevos aires una vez más —responde en un tono bastante obvio, que había probabilidades que haga de las suyas aquí.
—Suficiente tenemos ahorita con Valentine queriendo la copa mortal como para que vengas queriendo la sangre de la gente.
—Sí, no me importa, Magnus. Nada en lo absoluto, solo vine por esos cócteles que haces —dice con un encogimiento de hombros mirando al frente en todo momento de manera indiferente.
Magnus suspira y mira al frente también, está no era su pequeña niña de cabello de oro.
—Pero si alguno se atreve a desafiarme, no me verán siendo razonable con ninguno de ustedes —habla de nuevo rompiendo el silencio denso que se comienza a formar ante su frialdad—. Me importará muy poco acabar con sus vidas.
—¿Es una amenaza?
—Una advertencia, una amenaza, tómalo como quieras.
Su indiferencia al decir aquello lo hizo suspirar, Katherine no tendría piedad contra nadie, ni con él, mucho menos Dayn o otras personas.
La rubia recarga sus antebrazos en el balcón del brujo, después de beber su quinto cóctel, observa la ciudad mientras la luz del día comienza a desvanecerse lentamente con los minutos hasta que puede notarse un atardecer de tonos naranjas.
Sus ojos observan eso pero toda tranquilidad que Magnus le había dado al irse a sabe donde se fue a la borda cuando escucho los pasos de alguien que conoce a la perfección.
—¿Qué haces aquí? —cuestiona la rubia sin girarse.
—Alguien me aviso que estabas aquí —dice tranquilo Dayn mientras avanzaba a donde ella—. ¿Por qué no regresar?
Katherine lo escucho pero no dijo nada, al menos no en ese instante, ¿les era tan difícil dejarla en paz? La fastidiaba. Rueda los ojos pues claramente sabía que ese "alguien" había sido el brujo.
—Sí veniste con el fin de que prenda mi humanidad, vas cansarte —dijo tranquila mientras se da la vuelta para verlo.
Dayn la observa, aquellos ojos azules, podía notar la determinación en ellos pero también Adelina podía notarlo en los del cazador.
Una con mantenerla apagada y el otro con encenderla.
—Jamás me he cansado, mucho menos contigo. Y encontraré la manera de traerte de vuelta a nosotros —esa fue su única respuesta del azabache.
🕷: Hola, ¿cómo están? ¿Qué tal va su lunes? Cuéntenme su día.
No es el capítulo más largo pero pues de eso a nada, mejor esto, es totalmente diferente, iba agregar un poco de la otra versión pero no me convenció, así que...
Quise subirlo antes de que mis ganas se fueran, lo iba hacer antes pero pues me enfermé, lamentablemente.
Ya saben, voten, no se hagan lectores fantasmas, comenten. ¿Cuál versión les gustó más? (Yo siempre los leo)
Aquí les dejo un pedazo del anterior (no lo pondré en ningún capítulo que siga)
𝒥ℯ𝓃𝓃𝒾ℯ—𝒮𝓉𝒾𝓁𝒾𝓃𝓈𝓀𝒾 🌙
Tiktok: Agl.Kennedy —Aquí subo contenido de mis historias, siganme, yeih, llegamos a los 600 en tiktok.
¡Bye, bye! Coman bien, tomen agüita, besitos
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