✧Chapter 6: Happy moments ✧
Sicheng llegó a casa rápidamente.
Cuando llegó, se dirigió al cuarto de Yuta desesperadamente.
Yuta abrió la puerta y lo recibió con un abrazo.
Sicheng lloró toda la tarde hasta que le contó a Yuta lo que pasaba.
—¿Me vas a contar?– dijo Yuta cuando Sicheng se separó del abrazo, ambos estaban sentados en la cama del mayor– Si quieres contarlo, hazlo, si no quieres está bien, lo entiendo– sonrió y limpió las lágrimas de Sicheng.
—Es que... Kun hyung...– miró a otro lado.
A Yuta le hirvió la sangre.
—¿Qué hizo?– dijo lo más suave posible.
— Él intentó tocarme...–
Yuta se iba a levantar para ir a la casa de Kun pero Sicheng lo paró y lo miró con ojos de cachorro.
—Cuentame más, pequeño Winwin–
—Bueno...no lo dejé hacerlo ya que lo golpeé– Yuta sonrió y aplaudió– porque me dijo que regresaramos– Yuta frunció el ceño– rechacé eso, el me pidió matrimonio llorando después, me dijo muchas cosas como que se arrepentía de lo que hizo y de que me ama–
Yuta rodó los ojos.
—Hansol apareció y le dijo algunas cosas, Kun le gritó y Hansol corrió llorando, entonces rechacé eso también, no lo quiero–
Yuta asintió.
—Entiendo, bebé, ¿Quieres que vaya a golpearlo?–
Sicheng rió, Yuta siempre quería golpear a Kun. Yuta rió también.
—Sólo déjalo, no creo que vaya a molestarme más–
—Está bien, Winwinnie...–
—¿Por qué...me llamas Winwin? Pensé que ya no volverías a hacerlo–
—Por que me gusta llamarte así, me recuerda a cuando éramos niños– sonrió.
—Aún lo recuerdas...–
—Claro, ¡Cómo no hacerlo! Me encantó como pudiste ganarle a todos aquellos niños aquel día– sonrió.
Recuerdo
Yuta y Sicheng estaban jugando en el parque.
Unos niños llegaron y los molestaron. Sicheng era muy valiente.
—¿Qué les pasa?–
—Ustedes son unos torpes, no saben cómo jugar nada de aquí y sólo están ocupando el lugar, váyanse– dijo un niño bastante alto.
—Claro que no, el parque es para todos, ustedes no son quienes para decirnos qué hacer– dijo Yuta.
Yuta tenía 13 y Sicheng 12, llevaban 2 años de conocerse.
—¿Ah si? ¿Qué tal si jugamos algo? Quién gane se queda y quién pierda se va– sonrió.
Eran 3 niños contra 2.
—¿A qué?–
—Papel, piedra o tijeras–
Yuta sonrió, Sicheng era el mejor en ese juego.
—Está bien–
—¿Quién de los dos?–
—Yo–
—Está bien–
Empezaron el juego y en la primera ronda, les ganó a los tres niños.
—¡Hiciste trampa!–
—No, no hizo trampa, sigan jugando y verán lo bueno que es.– Yuta estaba orgulloso.
Los 3 niños fruncieron el ceño y siguieron.
En 3 rondas, no pidieron ganarle ni una sola vez.
Yuta aplaudió.
—Bien, ustedes ganan, pero a la próxima ya verán–
Los niños se fueron molestos y Yuta abrazó a Sicheng.
—Te mereces un nuevo apodo, Sicheng bonito–
—¿Cómo cuál?– sonrió.
—hmm...pensé en uno...Winwin–
—¿Ganar ganar?–
—¡Si! Es perfecto para ti, eres un experto, siempre ganas en todo– sonrió.
Sicheng se sonrojó y sonrió.
—Desde ahora, tu apodo es Winwin o Winwinnie porque eres chiquito–
—Está bien, señor Yuta– soltó una carcajada y corrió.
—¡Ya te dije que no me llames así!– gritó riendo y corrió tras Sicheng.
Fin del recuerdo.
—Fue tan lindo...me sentí tan orgulloso de verte ganar en todo, que no pude resistirme a un nuevo apodo–
—¿Por qué te encantaba ponerme tantos apodos?–
—Porque quería llamarte de muchas maneras–
—Está bien– sonrió.
Aunque ambos estuvieran sentados en la misma cama, era algo normal, ya que cuando eran niños siempre estaban en la misma cama en Pijamadas.
Mientras jugaban, se cansaban y luego dormían en la misma cama.
Así que no era como cuando Sicheng estaba con Kun, que este tenía otras intenciones.
Yuta era comprensivo y puro siempre y aunque estuvieran así, seguramente no tenía segundas intenciones.
—Yuta...– se sonrojó.
—¿Si, bebé?–
—Tú...¿Me amas?–
Yuta sonrió.
—Te amo Sicheng, te sigo amando aunque hayan pasado tantos años– puso su mano en la mejilla de Sicheng.
Sicheng se puso nervioso de repente, que Yuta estuviera tan cerca de su rostro lo ponía de esa forma.
Se sonrojó y miró a los ojos de Yuta.
—¿Puedo besarte, Winwinnie?–
Sicheng abrió los ojos grandemente por la sorpresa, asintió decidido.
Yuta se acercó aún más y presionó sus labios contra los del menor.
El beso fue suave, sin mover sus labios, luego Yuta se separó de Sicheng.
Dong seguía sonrojado. En ese momento no tuvo el valor para mirar a Yuta, sentía que había hecho algo mal, no lo entendía.
Era su primer beso y había significado mucho para el, pero se sentía mal porque no estaba totalmente enamorado de Yuta o eso es lo que creía.
Sicheng se levantó sin mirarlo y abrió la puerta para irse.
Yuta, asustado, se levantó rápidamente y fue detrás de Sicheng. Tomó su brazo y luego lo abrazó.
—Por favor...no me dejes...–
Sicheng miró hacia arriba, Yuta era mucho más alto que él. Entonces lo miró a los ojos.
Nakamoto tenía los ojos llorosos.
Sicheng sólo lo abrazó más fuerte.
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