✧Chapter 4: Jealous✧
El día anterior habían ido a la playa recordando muchas cosas y conversando amenamente.
Había sido domingo y este día era lunes, Yuta había dicho que iría con el porque ahí seguiría estudiando su carrera universitaria, junto a Sicheng.
Sicheng ya estaba listo y bajo a la sala, ahí estaba Yuta ya listo también.
—Ya estoy listo, hyung–
Yuta le miró y le sonrió.
—Vamos, Winnie–
Sicheng ya no iba a usar su carro, Yuta quería manejar para él como si de su chófer se tratara, pero no se quejaba.
Como siempre, Yuta abrió la puerta del carro para Sicheng.
Después de unos minutos llegaron y Yuta le dijo que se adelantara, ya que iría a estacionar el carro.
Sicheng estaba nervioso, extrañamente nervioso. Como si algo fuera a pasar.
Dong caminó tranquilamente hasta la dirección, esperaría a Yuta ahí. Estaba viendo hacia el suelo cuando vió unos zapatos, una persona se había puesto en frente de el. Miró hacia arriba y era nada más y nada menos que Kun.
—Hola–
Sicheng se quedó quieto y callado, no quería que Kun le hablara, algo le decía que se fuera pero no lo hizo, raramente le tenía miedo a Kun.
Kun le miró enojado, ya que no le contestó.
—Ya sé que te vas a casar, tampoco es para que no me hables, seguro ya me olvidaste porque te vas a casar con tu amorcito Yuta– rodó los ojos– Nakamoto siempre ha sido un perdedor, no entiendo por qué te quieres casar, hubiera sido muy bueno que me lo hubieras dicho, no te engañé antes hasta que supe que habías hecho tal cosa, Sicheng–
Dong estaba temblando de miedo, no entendía porqué me estaba aterrado.
—¿Qué? Te engañé con Hansol porque me estabas engañando con Yuta, aceptaste casarte con él y eso que estábamos bien, Sicheng.– frunció el ceño– ¿Qué tiene él que no tenga yo?–
—Modales, idiota– Yuta habló al lado y Sicheng pudo respirar– No le hables así–
—Ay, llegó el príncipe a rescatar a su princesa, me imaginaba que un día ibas a aparecer, tienes suerte de estar hoy– sonrió, pícaro– no sabes lo que le hubiera hecho a Si–
Fue interrumpido por un golpe de Yuta.
Sicheng puso sus manos en la boca, sorprendido.
—¿Qué te pasa, imbécil?– frunció el ceño.
—No hables tan asqueroso, ¿tus modales dónde quedaron? Ya olvidaste que querías ser una persona refinada. Ya sé quién te cambió, idiota–
—Ja, Hansol no tiene nada que ver en esto–
—No dije nombres pero al parecer quien hizo esas barbaridades en ti fue ese estúpido sinvergüenza– sonrió– Hansol siempre es como es, no creo que te quiera, llegará otro y el querrá estar con el otro, tú eres quien pierde aquí por infiel y codicioso–
—Por favor, no pierdo nada, Sicheng no es nada para mi– rodó los ojos, cuando en realidad estaba mintiendo.
—Que bueno, entonces aléjate de él o te las verás conmigo, ese golpe sólo fue una diminuta parte de lo que haré si no lo dejas en paz– frunció el ceño– vete de aquí–
Kun rodó los ojos– me voy por que quiero, adiós mi amor Sicheng– sonrió con malicia.
Yuta estaba que le hervía la sangre al oír tal cosa.
—Yuta...–
El mencionado volteó a Sicheng y se acercó a él y lo abrazó.
Sicheng correspondió al abrazo, el cual le hizo sentir seguro.
—¿Estás bien, cariño?, ¿Te hizo algo?– puso sus manos en las mejillas de Sicheng mientras le miraba atento.
—No, pero me habló feo– hizo puchero, triste.
Yuta le abrazó otra vez– Lo siento por tardarme, no encontraba donde estacionarme, ojalá hubiera venido antes, perdóname–
—No es tu culpa, no te preocupes–
—Está bien, Winnie, ¿Quieres que te lleve a tu aula?–
—Si, gracias–
Yuta tomó la mano de Sicheng, tímido y caminó junto a él.
Muchos chicos y chicas se quedaron viendo a esos dos, entonces supusieron que Sicheng había roto con Kun y ahora ya lo había superado.
Llegaron a la sección de Sicheng y Yuta no quería soltar su mano.
—Vendré a la hora de receso–
—Está bien, hyung–
Yuta no estaba seguro de lo que haría pero quería hacer lo que nunca había hecho.
Nakamoto se acercó al rostro de Sicheng, el menor se sonrojó y Yuta le dió un beso en la mejilla.
Sicheng se puso como tomate y sonrió.
—Nos hemos, Winnie–
Yuta se fue y Sicheng entró al aula y después se sentó.
—Sicheng...wow– dijo su compañero de asiento Taeil.
—¿Qué pasa?–
—Ya tienes nuevo novio, ¿Cómo tan rápido?–
—Uhmm...– no quería hablar de eso todavía.
—Sicheng– habló Donghyuck desde atrás– ¿Ese chico quién es?– preguntó curioso.
—Cierto, ¿quién es?– preguntó el compañero de asiento de Donghyuck, Mark.
—Chicos, creo que Sicheng no quiere decirnoslo aún–
—Está bien, entendemos–
Sicheng sonrió y miró a Taeil, como diciéndole "gracias"
Las clases comenzaron como de costumbre. Llegó la hora del receso y él esperó en la puerta de su sección por Yuta.
Nakamoto venía corriendo y paró al frente de Sicheng.
—Hola, vamos, cariño–
...
El camino a casa fue lindo, Yuta compró un helado para Sicheng porque quería verlo feliz y simplemente se le ocurrió hacer eso.
Sicheng era tan lindo para Yuta, era la cosita más preciosa que existía.
Nakamoto quería casarse verdaderamente con Sicheng porque lo amaba de verdad.
Lástima que no todo saldría bien.
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