Narrador omnisciente.

Había sido una gran suerte, esa suerte tenía de nombre Kai, gracias a él no se había enfermado y habían llegado con bien al navío por eso de las diez de la noche dónde todos les estaban esperando.
Sin embargo por la mañana no se había sentido del todo bien, aún sentía esa sensación, tan extraña en sus hombros, sentía aún el calor de Kai en sus ropas pese a que ya tenía nueva ropa y más aparte se sentía muy cansada, muy confundida.
Eran tal vez las doce del medio día, pero ella aún seguía en cama con la mascada en su mano izquierda enredada entre sus cobijas.
Tal vez, ella misma estaba mal intencionado las cosas, tal vez ella estaba mirando mal todo.

— Pase. — dijo _________ al escuchar unos toques en su puerta.

— Hola. — le saludo P.I.X.A.L mientras escaneaba el cuerpo de la pelirroja apenas entró a la habitación—. Zane me pidió venir a ver cómo estabas, temía que te enfermeras por la mojada de ayer y al ver que no salias de tu habitación me mandó.

— Gracias. — le sonrió a su amiga —. La verdad es que no me siento mal, solo estoy algo cansada.

— No se mucho de sentimientos humanos. — dijo sentandose a la orilla de la cama —. Pero, siento una sensación extraña, justo aquí. — y tocó su pecho.

— Estoy confundida. — le confesó —. No sé que hacer.

— ¿Sobre qué estás confundida?. — le animo la androide —. Puedes confiar en mi.

__________ lo pensó por un momento, desde luego no desconfiaba de ninguno de ellos y mucho menos de la joven que lo único que había tenido con ella fueron atenciones. Decidida, por primera vez tuvo el valor de decirlo, ella ya lo sentía pero tal vez siempre evadió o negó lo que realmente sentía.

— Siento algo extraño. — dijo —. Justo aquí, como tú dices. Tal vez no lo quería ver puesto que es algo nuevo para mí, pero .... Siento algo extraño, cuando veo a Kai.

— ¿Algo raro. — sin entender en un principio hablo —. Te está acosando!?. — cuestionó preocupada casi gritándolo.

— No no. — negó riendo —. Es, lo mismo que tú sientes cuando estás con Zane, ese sentimiento también yo creo tenerlo.

P.I.X.A.L después de todo lo entendió y estaba algo preocupada también. Ya que, para la androide quien emocionalmente era algo inestable sin duda sería Kai, pensó que ella pudo haberse enamorado de cualquiera, de Cole o incluso de Lloyd, ¿pero de Kai? Después pensó más a fondo, el había sido muy especial con ella desde un comienzo, jamás le trató mal o la hizo aun lado.

— ¿Y se lo has dicho?. — pregunto.

— No, no podría —. Apenada se sentó y se recargo dónde la cabecera —. Temo que el me diga que no, después de todo yo sé que el ya tiene a alguien ... O puede que solo este confundida.

— Sabes. — hablo animada —. Probablemente te haga falta salir, que conozcas más gente para poder olvidar aquello que tanto ronda tu cabeza. Nya me habló de un Antro dónde hacen debidas deliciosas, ¿Por qué no vamos con ella? Algunos amigos de Jay también irán.

La pelirroja acepto casi de inmediato, tal vez su amiga tenía razón y debían conocer más gente.
Esa misma noche irían, claro que sin ninguno de los chicos del equipo, solo ellas tres y algunos amigos de Jay, tal y como P.I.X.A.L le había contando.
Por la noche, se colocó unos pantalones junto a una chamarra de mangas afelpadas color negra.
Las tres llegaron al antro donde los otros cuatro amigos de Jay las esperaban, este último dijo que llegaría más tarde pero que mientras podían estar con ellos y que nada iba a pasar.

— Tienes un lindo color de cabello. — le algo uno de los chicos a _________ —. Es como, el brandi.

— Déjala, la estás incomodando. — le defendió el otro chico de cabellos dorados, quien desde que la pelirroja había llegado, había llamado su atención fuertemente.

Este se levantó de su asiento salió en dirección al baño, el si había bebido demasiado y necesitaba probablemente vomitar, otro de los cuatro se levantó a a ayudarle mientras dos se quedaban en la mesa junto a las tres muchachas. El último conversaba tranquilamente con Nya y P.I.X.A.L sobre sus importantes viajes. Y el rubio, aprovechando la situación, decidió acercarse hasta __________ quien tomaba un jugo de moras.

— Jay nos contó que el y un amigo suyo lograron salvarte hace un par de meses, me alegro que no te haya pasado nada, con la inseguridad que hay por todo lados. — dijo el joven amablemente —. De no ser por Jay no las conozco a ustedes.

— Jay es un buen chico. — respondió pasandole de las golosinas que daban en las mesas y este acepto gustoso —. También es gracias a él que estoy aquí, tienes razón.

— Eres muy linda. — le confesó sin miedo a que ella le dijera alejate —. Me gustaría de verdad, ser tu amigo.

— Si claro. — le sonrió —. Ya todos nos pasamos nuestros números y puedes platicar conmigo cuando quieras.

El joven sonrió ante su respuesta. Habían pasado tal vez dos horas desde que habían llegado y todo iba bastante bien, platicaba de todo y la actitud simpática del muchacho hacia que ella se sintiera en total confianza, como si el fuera un amigo de su infancia, prestaba atención a todo lo que decía y viceversa. El otro muchacho también ya estaba muy tomado así que salió un momento a llamar a su casa, y Nya también debía llamar a Jay pues este no llegaba y ya era muy extraño.
Parecía que las cartas jugaban a favor de Einar, quien ya se había quedado a solas con la pelirroja, lo suficientemente como para platicar por muchos minutos, el también ya había tomado mucho pero estaba tranquilo, aguantaba muy bien el alcohol. Sin embargo sintió la necesidad de fumar y le pidió acompañarlo afuera, pues en el establecimiento estaba prohibido, al salir había más gente afuera fumando como chimeneas así que simplemente lo espero a su lado.

— ¿Y que harás mañana?. — le pregunto Einar —. Podría pasar por ti e ir al cine, hay una muy buena película que quiero ver.

— Creo que nada, nuestro maestro nos nos tiene misión. — respondió alineado el cigarro del muchacho, olor a fresas .... Fresas.

Ese olor, a fresas aunque algo fuerte le hizo suspirar, casi queriendo también suspirar su nombre. Y no se había dado cuenta que Einar ya se lo había terminado e iba por segundo, quería más tiempo a solas con ella.

— Vamos. — le insistió —. ¿O estás ya comprometida?.

— No ... — negó dudosa, aquel cigarro parecía una droga, una droga muy dulce que quería probar —. ¿Einar, verdad es que yo no fumo, pero me regalarías uno de tus cigarros?

— Si, ten. — dijo abriendo la caja color rosa con negro y le dió uno, _________ rápidamente lo guardo en el bolsillo trasero de su pantalón —. ¿Entonces, qué dices?.

— Si, no hay ningún problema. — dijo sin pensarlo, estaba más concentrada en el olor que en todo lo que el muchacho le estuviera diciendo, al levantar la vista a su al rededor, ellos ya estaban solos —. Ya entramos ...

No alcanzo a decir más cuando sintió los labios húmedos de Einar sobre los suyos, le había dado solo un corto beso, con sabor a su cigarro amargo y dulce a la vez. __________ le miro confundida, no sabía que había pasado.
La pelirroja le miro con seriedad y salió corriendo de nuevo al local, impidiéndole a Einar disculparse. Corrió en dirección al baño donde de un portazo cerro la pequeña habitación donde había un enorme espejo, empañado y algo descuidado.
Se lavo las manos y las seco con ayuda de su chamarra tratando de olvidar todo lo que había ocurrido hace un momento, tomo más agua del lavabo y comenzó a frotar su mano húmeda en sus labios pintados de rosa.

— ¿Estás bien, __________?. — pregunto P.I.X.A.L entrando al baño y caminando hasta ella —. Nya me dijo que viniera a verte, ella ya viene.

— No quiero que Nya sepa esto. — le respondió aterrada —. En un momento salgo.

— ¿Qué pasa?. — volvió a preguntar pasándole una toallita húmeda y un labial rosa desde su cabina abdominal —. Quizás podría ayudarte, porque soy tu amiga es lo menos que puedo hacer por ti. Hemos venido hasta aquí para que pudieras distraerte, y el chico que esta afuera parece estar muy interesado en ti.

— ¿Te dijo algo?. — pregunto preocupada pasando la toallita por sus labios.

— A mí no, a Nya. — dijo —. Si no salimos, el vendra a buscarte seguramente aquí.

— P.I.X.A.L, quiero irme de aquí. — soltó sentandose en el frío piso, casi a punto de llorar —. Creí que, podría quitarmelo de la cabeza si intentaba salir con alguien, pero veo que a sido una muy mala idea.

— No puedo entender tu situación del todo — la androide entonces se sentó junto a ella —. Verás, en el corazón de Zane siempre e estado yo y viceversa, porque nuestra situación es tan diferente a la tuya. Zane es muy diferente a Kai, así que supongo que es por eso que no puedo entender por lo que estás pasando. Aveces no suena tan malo tener un corazón de batería.

— Tines toda la razón. — sonrió jugando entre sus dedos con el labial de la androide —. Zane es tan distinto a Kai .... Es como si, tu hubieras sido construida para el, comparten un mismo corazón, son compatibles. Pero definitivamente Kai y yo no somos compatibles, no tengo su corazón pero el si tiene el mío, ¿Entiendes?. Es un amor imposible, es como querer tocar el fuego con mis propias manos, voy a terminar quemandome.

Antes de que P.I.X.A.L pudiera responder a aquello había entrado Nya al baño muy preocupada porque sus dos amigas no habían regresado del baño, pensó que tal vez la pelirroja estaría ebria y vomitando, pero su sopresa fue verlas platicando como si nada en el suelo donde a a un metro de distancia había un retrete.

— __________, el amigo de Jay está preguntando por ti. — dijo la azabache —. Te siento rara, ¿estás bien?.

— Le revise sus signos vitales y hay una anomalía en su presión arterial. — dijo la androide cubriéndola —. Creo que, sería conveniente llevarla a casa.

— Si, debe ser porque no estás recuperada del todo. — sonrió comprensiva —. Vámonos, les diré a los chicos que nos veremos en otra ocasión.

Nya salió entonces a aquello y las otras dos se quedaron unos momentos más en el baño.

— Lo que dije no fue del todo falso, es verdad que tu corazón no anda del todo bien. — dijo P.I.X.A.L —. ¿Te estará enfermando incluso toda está situación, __________ en verdad todo lo de Kai te está afectando mucho?.

— Seguramente si. — respondió —. Tranquila, ya mañana estaré bien, después me encargaré de Nya.

— Tal vez Nya ni siquiera este enterada, de que estás muy enamorado de su hermano mayor. — dijo jalandola del brazo para salir hasta la mesa donde ya estaba Nya despidiendose.

No quiso si quiera hablar más con Einar, simplemente se disculpó y salieron de aquel lugar, lastima por Jay quien apenas había llegado.
Al llegar al Navío cada quien se fue a su habitación. Pese a que algunos de los chicos estaban en la sala jugando UNO, la pelirroja solo les sonrió y dijo que moría de sueño, mientras Nya y P.I.X.A.L se quedaban un rato más con ellos a jugar.
A puerta cerrada y con seguro se cambió de ropa a su cómoda pijama. Aún sentía en sus labios aquel beso que le había robado aquel muchacho que, estando tan distraída en otras cosas ni siquiera recordaba su nombre.
No era que aquel chico le provocara asco, pero pasa que cuando de verdad te gusta otro chico no puedes besar los labios de nadie más, es como estar tracionandolo, sin ser nada.