—Y-Yoongi... llama a Jungkook... ¡AHORA!

—¡¡INHALA Y EXALA!! VERÉ QUE PUEDO HACER.

Por un demonio, Jungkook y Jimin estaban en la universidad y el híbrido estaba a punto de dar a luz.

Iría por el auto de mis suegros... ¡PERO NO SÉ MANEJAR!

Yoongi estaba más que desesperado, Taehyung no dejaba de quejarse. Tomó su celular y con manos temblorosas le mandó mensajes a Jin, a Bogum y después al grupo que tenían y después marcó a Jungkook.

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Ahora mismo los novios de los híbridos estaban en su clase de educación física, la profesora Park Bo Young se encontraba tomando lista a los estudiantes.

—Park Jimin.

—¡Presente!

—Park Roseanne.

—¡Presente!

Jungkook con extrañeza miró su celular que vibraba y lo tomó, siendo muy obvio.

—Joven Jeon, ya sabe que los celulares están prohibidos en clase.

—Lo siento mucho.

Jungkook guardó su celular en su bolsillo y comenzó a calentar.

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—¡POR TODOS LOS SALMONES! NO ME CONTESTAN

—Mgh, d-duele.

Comenzaron a escuchar golpes fuertes en la puerta, golpes desenfrenados.

—¡BOGUM! —gritó Yoongi, abriendo la puerta. —Ayúdame a bajarlo, ¿traes las llaves?

—Si, si, si. Rápido, vamos.

—¡No puedo ir rápido, imbéciles! ¡AYÚDENME! —gritó Taehyung esta vez.

—Cierto, cierto. Yoongi, a la cuenta de tres.

—Una...

—Dos...

—¡NO CUENTEN IDIOTAS, SÓLO ÁLCENME!

Ambos híbridos ayudaron a que Tae se levantara del sillón y salieron del departamento, Yoongi cerró de un portazo, sin llave, y comenzaron a bajar las escaleras rápido pero con precaución.

Subieron rápido al auto del híbrido zorro, Bogum de copiloto mientras que Tae y Yoongi atrás para que el menor apretara la mano de Yoongi.

—Respira Tae, llegaremos rápido con Miho.

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—¡JEON JUNGKOOK!

—¿Eh?

Jin y Namjoon llegaron a la cancha corriendo y desesperados, llamando la atención de todos, incluso el de la profesora.

—Chicos, deberían estar en–

—¡TAEHYUNG YA VA A DAR A LUZ!

Jungkook y Jimin se miraron con los ojos muy abiertos y le dieron una mirada rápida a la profesora y después ir corriendo a las bancas y tomar sus cosas.
Sus compañeros y profesora estaban desconcertados por tales palabras, pero no le tomaron tanta importancia.

—Yoongi y Bogum están llevando a Tae con el veterinario Minho, es el único que por el momento sabemos qué puede hacer con un parto de híbridos. —dice con la voz agitada Jin.

Los 4 chicos iban saliendo de la universidad, obviamente llamando la atención de casi todos los que cuidaban la entrada.

—¡OIGAN, NO PUEDEN SALIR!

—ESTO ES UNA EMERGENCIA SEÑOR OH. ¡DISCULPE! —gritó Namjoon.

—¡VUELVAN!

—¡NO LO ENTIENDE, SEREMOS TÍOS! —gritó con mucha felicidad Jimin.

—¿Eh?

Jungkook sacó las llaves de su moto y subió rápido, atrás de él, la camioneta de Jin fue prendida por el mismo y comenzaron ir a toda velocidad al hospital, al que suponían dónde estaría el doctor Minho.
Llegaron 5 minutos después, Jungkook estaba más que nervioso, entraron rápido y encontraron de nuevo a la híbrida conejo que les atendió el mes pasado.

—¿Dónde se encuentra Taehyung? El híbrido de gato.

—Puerta 13, joven Jeon. —sonrió coqueta la híbrida.

Jungkook no contestó y fue corriendo al cuarto que le habían dicho, encontró a Yoongi y a Bogum en la sala de espera y se saludaron sin mirarse, antes de entrar, unos doctores le pidieron a Jungkook que se pusiera un traje especial para adentrarse, se lavó las manos y de más cosas.

Escuchaba gritos de Taehyung, su pobre gatito.
Al fin entró y tomó las manos de Taehyung, este se sorprendió. Al parecer, lo que le dolía al híbrido eran las cortadas que estaban haciéndole.

—Tranquilo, amor, respira.

—¡Te juro Jeon Jungkook, que te romperé los huevos! —se quejaba Tae.

—¡Auch! Tae, no aprietes tanto mi mano... pero, ¿por qué grita?

—Por dramático y porque aún no le hace efecto la anestesia. —contestó Minho.

—Gatito, eres un dramático.

—¡TE AGUANTAS, MALDITO! QUE POR TU CALENTURA TENGO A DOS BEBÉS QUE VAN A SALIR.

—¡¿Qué?! ¿DOS? —Jungkook abrió más los ojos y miró a Tae, después la pareja escuchó lloriqueos.

Minho y otras dos enfermeras estuvieron ahí, esperando a que la anestesia hiciera efecto para iniciar la cesárea.

—¿Ya estás tranquilo, Tae? —pregunta una de las enfermeras. Taehyung asiente con una pequeña sonrisa y con un pequeño ronroneo. Jungkook le estaba acariciando el rostro.

—Un poco más Tae, ya salió uno. Falta el otro. —animó Minho.

—Me voy a desmayar... —dijo el menor.

—Te desmayas y esta vez no te salvas, Jeon.

Pocos minutos después, los pequeños híbridos ya estaban afuera. Cubiertos con una manta. Junkook alzó la cabeza y sólo veía unas cabecitas con orejas peludas y mojadas. Sonrió.

—Perfecto, una niña y un niño, Tae. Felicidades a ambos. Los llevaremos a revisión y en unos minutos les traeremos a ambos.

—Gracias, doc. —agradeció el menor de la pareja. Taehyung esperó a que Minho saliera para hablar.

—Jungkook... ¿por qué no contestabas las llamadas y mensajes? —preguntó débil.

—Lo lamento gatito, estaba en clases, iba a contestar pero me llamaron a atención, no creí que fuera esto la razón de la llamada...

—Bueno... llegaste a tiempo, es lo bueno.

—Dos gatitos más... ¿lo sabías verdad? —preguntó Jungkook con una sonrisa y acariciando el rostro del híbrido.

—Sí... perdón por no decírtelo.

—No importa... ¿sabes? Ya tengo el dinero suficiente para una casa y no un departamento pequeño. Y ya lo compré en realidad. Mis gatitos van a estar viviendo bien y como se lo merecen, eso te incluye a ti. —dice en susurro. Taehyung miró a Jungkook con sus pupilas notoriamente dilatadas y sus orejas se movían ligeramente.

—Te acariciaría con mi cola pero, estoy acostado en ella. —dijo con un puchero. Jungkook río y tomó las manos del híbrido para ponerlas en su rostro y así acariciarse.

—Gracias, TaeTae... ¿ya te dije que haré lo posible para que tú y mis hijos estén bien conmigo?

—Si, Kookie. —contestó en susurro —Te amo.

—Yo más gatito.

—¡Ya traigo a sus querubines! —dijo con voz alta Minho, haciendo que la pareja saltara por el susto —Yoongi y Jimin nos entregaron estas cobijas para sus bebés.

—Oh, muchas gracias... —agradeció Tae, quien tomó a la bebé y Jungkook al niño.

—Los dejaremos solos.

—Ow, aún no puedo creer su existencia, son tan bellos. —dijo Jungkook, acercó al bebé híbrido a sus labios y le besó la frente. —Mira Tae, sus orejitas peluditas... oww, sus colitas.

Taehyung vio a su pareja con ilusión, al parecer su menor está más feliz que él.

—Gracias, TaeTae... ahora tenemos a nuestra propia familia, y me aseguraré de que todos seamos felices. Pero tampoco los haremos consentidos, no quiero que crean que todo lo tendrán a la primera.

—Claro Kookie...

—Wow...

—¿Qué pasa, Kook?

—E-el... Tae-Woo se co-convirtió en gato. —dijo tartamudeando y mostrando a un diminuto gato negro.

—Minho dijo que por ser bebés no tendrían control sobre eso. Así qué hay que tener mucho cuidado, y yo les enseñaré como controlar eso.

—Aún así... míralo, es tan precioso. Son tan preciosos... —los ojos de Jungkook comenzaron a mirarse más brillosos, quería llorar.

—Puedes llorar si quieres, amor.

—Ya e-estoy llorando. —contestó moqueando y limpiándose los ojos.

—¡TAEHYUNG! TU HIJA ES LA MÁS LLORONA.

Yoongi y Namjoon estaban de niñeros mientras que Tae descansaba en la cama, Jungkook se reía por el sufrimiento que sus amigos estaban pasando.

—Ustedes perdieron la apuesta, ahí su castigo. —gritó Jungkook desde la habitación. La pareja estaba acostada en la cama viendo televisión.

—¡Es que no se controlan, Tae-Woo es el que más se transforma y se pierde! —gritó Yoongi.

—Miauu...

—Oh, Woo, aquí estás pequeño. —dijo sonriendo Tae. Cargó al gatito negro y lo acarició de las orejas.

—¡¡JUNGKOOK, NO ENCONTRAMOS A TU HIJA CHILLONA!! —gritó Namjoon desde abajo donde estaba la sala de su nueva casa.

—Miauuu

—Aquí estás mi pequeña traviesa. —Jungkook se agachó para tomar a la gata que aún no aprendía a brincar alto como para subirse a la cama. —¡Están aquí en el cuarto! ¡Pueden irse! ¡Mañana vendrán a cuidarlos de nuevo! —gritó Jungkook.

Y abajo, Yoongi y Namjoon estaban sentados en el sillón.

—Menuda mierda... —se quejó Yoongi.

—Si eso es tener hijos... no quiero tener, y menos con un híbrido. —ahora habló Namjoon quien se limpiaba los rasguños que sus sobrinos le habían dejado.

—Agradece que Jin no es híbrido, o te habrías ido a la mierda. —río Yoongi.

—Pero tú si puedes tener. ¡Ja!

—Nop, yo no soy el pasivo.

—Como digas. Ya vámonos, estar aquí me da miedo, quién sabe en qué momento esos demonios bajarán. —avisó Namjoon mirando las escaleras de la casa.

—Cierto... además, Jimin ya tiene la comida lista, y tengo hambre.

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—Pobrecitos. —carcajeó el híbrido, quien estaba acostado encima de Jungkook.

—Pobrecitos de nosotros, que apenas tienen 3 semanas y son muy rebeldes siendo unos gatitos, y como humanos son muy llorones y tragones. —se quejó Jungkook, acariciando las orejas de su novio.

—Pero bien que quieres más hijos... —río Tae mirándole el perfil.

—Si... pero aún no, primero nos casamos y después tengamos otro. —Tae asintió y volvió su mirada a la televisión. —Ya se durmieron.

—¡Al fin! —exclamó Tae, mirando hacia la orilla de la cama a sus pequeños gatitos.

—Son unos demonios... pero son una completa ternura cuando están durmiendo. —habló Tae mirándolos con ternura.

—Si... —miró a sus hijos.

—Te amo, conejito.

—Yo más... espera, hay una palabra que quería decirte... —comenzó a recordar — oh, si. Piwkenyeyu.

—¿Piu Piu?

—Noo... —río bajito Jungkook —Piwkenyeyu.

—¿Y qué es eso?

—Que te llevo en el corazón.

—Dices cosas muy raras, dímelo en coreano mejor, así si te entiendo. —rodó los ojos el híbrido.

¡Bienvenidos al final!
Gracias por mucho y perdón por tan poco.

Final recomendado a:

- Burrito de Tamal 🤍