—No logro comprender. —titubeó Jungkook.

El híbrido bufó.

—T-tengo hambre, ¿puedes darme ya de comer?

—El veterinario dijo que no podías comer dentro de 1 hora.

—El gato no puede comer en 1 hora. —respondió con una sonrisa pícara el híbrido.

—Es lo mismo, gato sarnoso. ¡No puedes comer aún!

Taehyung brincó asustado. Jungkook frunció el ceño.
Hasta que vió al chico chillar.

—Oye oye, no llores, ¿por qué lloras?

—E-eres muy c-cruel.

Jungkook se acercaba al híbrido.

—¡NO! Por favor no me jales mis orejas ni mi cola. —dijo exaltado, cubriéndose con las sábanas.

—Tranquilo, no te haré nada.

—No te creo... me... me gritaste. —soltó en suspiro.

—Eres un chico... sensible e impertinente.

—S-soy un híbrido, humano tonto.

—¿Ahora soy tonto?

Hubo silencio por un minuto, Taehyung solo miraba a su al rededor, todo lo que no fuera Jungkook.

—N-no me siento tan en confianza en mi forma humana, lo siento...

Dicho eso, Taehyung se convirtió en el gato negro de nuevo.

¿A esto se refería el veterinario cuando le dijo que este gato es especial?

—Así que, ¿no irás con nosotros esta noche a la fiesta? —preguntó Namjoon, estando al lado de Jungkook.

Jungkook rodó los ojos, puso su mochila negra sobre la mesa y se recostó en ella, sus brazos acomodándose de tal forma que le cubriera un poco la parte de arriba de su cabeza.

Ciertamente, el pelinegro ya se estaba hartando de tantas salidas, siempre era lo mismo: salir, tomar, embriagarse y tener sexo con la primera que se le cruce para después regresar al departamento todo ebrio.

Y ahora que llevaba 2 semanas con el híbrido en casa, al momento de salir de clases se iba casi corriendo a su departamento.
No le gustaba dejar al híbrido solo, tomando en cuenta que solo cuatro veces se a convertido en ese hermoso chico con trasero pequeño y redondo, y esas cuatro veces, el chico dejaba un desastre en casa.

—¿Te pasa algo? —habló Kunpimook Bhuwakul, más conocido por sus amigos como Bam. —Últimamente no has querido salir con nosotros y tienes la excusa de que no has alimentado a tu gato.

En parte, era verdad. Taehyung no era para nada bueno para cocinar, al menos eso descubrió las cuatro veces que se convirtió en chico con orejas y cola, así que tenia la excusa de ir a cocinarle a su pequeño híbrido.

—No te debería de importar, pero sólo me he aburrido de la misma rutina de cada semana, ademas, tengo trabajo también, ¿recuerdan?

Namjoon y Woojin asintieron, habían olvidado que Jungkook trabajaba.

—De acuerdo, si cambias de opinión, a las 9 p.m estaremos allá. —dijo Namjoon, alzando su mano en forma de despedida.

Jungkook alzó la mano e hizo la señal de amor y paz.

Al llegar a su departamento, dejó escapar todo el aire que tenía en los pulmones, estaba cansado. Pero una voz profunda y tranquila que le parecía irritante y a la vez linda, lo tranquilizó.

—Kookie~

Las pocas veces que Taehyung se había transformado hablaba mucho y había veces que se ponía realmente sensible.

Jungkook al preguntarle porque era tan bipolar, Taehyung se volvía a transformar en un gato. Era un híbrido bipolar. Impertinente pero sensible.

—Hola, Tae. —contesta con una pequeña sonrisa.

——— 🌧 ———

« Quinto día que Taehyung
está con Jungkook »

—¡Deja de llamarme bipolar, impertinente o molesto! Tengo nombre.

—¿Cómo quieres que no diga que eres molesto si no dejas de molestar y hacer desastres? No me dices tu nombre y ya llevas 5 días aquí en mi casa.

—Como soy tu híbrido, esta es mi casa también, puedo hacer lo que quiera. —dijo Taehyung, pareciendo molesto.

—¡Si! Pero no se supone que tengas que desquitarte con mi ropa cuando olvido alimentarte. ¡Puedes convertirte en un humano con cola y orejas y puedes servirte tu maldito salmón!

Taehyung se volvió a exaltar por los gritos, un pequeño cosquilleo en su cuerpo apareció haciéndolo temblar.
Fue la primera vez y única actualmente que Jungkook lo vió llorar.

—N-no t-tenias po-porqué gritar Kook... —tartamudeaba, con lágrimas en los ojos.

—Gatito, yo... no quería–

—Mi nombre es Taehyung. —dijo en un susurro alto.

"¿Taehyung? Uhm... que nombre tan... bonito, para un gato tan molesto".

Se transformó en el gato chonchito.

Fue ahí cuando Jungkook prometió ser más delicado con Taehyung, pues supo que no le mentían, él era un gato especial, diferente.
Si, no le importaba la gente ni sus sentimientos, pero vamos, este híbrido a veces lo sacaba de quicio sin hacer esfuerzo.

¿Por qué el híbrido lo escogió?

——— 🌧 ———

—Te hice la comida. —susurró Taehyung a su lado.

Oh no. Diablos.

—Dime que es una broma.

Taehyung hizo un puchero, obviamente indignado.

—Q-quiero decir, ¡genial! ¿Qué me hiciste de comer? —sonrió Jungkook.

Taehyung hizo una sonrisa mostrando los dientes y dio unos brinquitos yendo a la cocina, se giró y notó que el otro pelinegro no lo seguía.

Taehyung bufó y regresó hacia Jungkook para después tomar su muñeca y traerlo a la cocina.

—Hice pescado... intenté empanizarlo.

Jungkook levantó una ceja y con un tenedor tomó el pescado, algo crudo de un lado y por el otro quemado.

Paciencia, Jeon, paciencia...

—V-vi videos en internet y no salió como en el video.

Jungkook carcajeó. Su gatito era adorable y despistado.

—Por supuesto que no, revisa bien la temperatura con la que estás cocinando. Parece que no aprendes tan rápido.

Taehyung se indignó y se cruzó de brazos.

—¡Entonces véndeme y cómprate un conejo!

¿Acaso este pulgoso me está haciendo un maldito berrinche? Se arrepentirá, gato sarnoso.

—Ahora que recuerdo... llevas muucho tiempo sin darte un baño. —exclamó Jungkook, acercándose al híbrido para olerlo y hacer una mueca de desagrado.

Tae volteó lentamente hacia Jungkook, y viceversa, pero Jungkook con cara de malvado y el híbrido lo miraba asustado.

Jungkook abrió los brazos.

—Ven aquí gatito. Vamos al baño.

—¡Jamás en tu mugrosa vida, humano tonto!

En ese momento, el híbrido se convirtió en gato. Movió su cola y maulló, para Jungkook, sonó engreído.

Atrápame si puedes.

Jungkook de alguna forma entendió el maullido de su gato, por lo que le puso una mirada amenazadora.
Emprendió un ataque hacia Taehyung, éste maullaba egocéntricamente mientras brincaba por los pequeños muebles de toda la cocina y sala.

Bastaron solo 5 minutos para que el humano tomara desde el lomo al gatito, dejándolo estático, pero quejándose por ese agarre, siendo un poco ignorado por Jungkook que iba directo al baño

Rrr... odio que esto pase.

Y es que, los niños que maltrataban a Taehyung, eran astutos y sabían como inmovilizar a un gato, siempre lo tomaban desde ahí para poder pellizcarle u otra cosa.

Triste y melancólico por el espantoso recuerdo, se convirtió en humano, haciendo que Jungkook lo soltase.

Taehyung seguía viendo el piso, dejando caer la primera lágrima.

—P-por favor... no vuelvas a hacer eso.

—¿Tomarte de esa forma? Perdón pero era la–

—Era la forma en la que me inmovilizaban para herirme, Jungkookie. —interrumpió el híbrido.

Hubo silencio por unos segundos, Jungkook procesando lo que su híbrido le acababa de decir.

—¿Có-cómo? —preguntó el menor confundido.

—Los niños de la secundaria que están a tres calles de aquí. E-ellos me jalaban mi colita, me aventaban piedras, mis orejas me las jalaban... y–

—Basta, no sigas... ¿quisieras que fuera a hablar con ellos?

—¿Qué caso tiene Kook? Estoy aquí, estoy aquí contigo y jamás me había sentido protegido como ahora, eres mi amo, mi humano.

—No quiero que digas que eres mío, no así. —dijo Jungkook, queriendo sonar tranquilo, y queriendo ocultar sus mejillas sonrojadas.

—Es la verdad, Kookie.

Jungkook sonrió, de repente le entró la curiosidad.

—¿Nunca tuviste otros dueños?

—Sip, pero eso fue hace como quince años, pronto te contaré esa historia.

Jungkook sólo asintió.

—Ahora, a bañarte.

Jungkook tomó las manos del híbrido y empeñó viaje hacia la bañera.

—¡Nooooo!

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