DIECIOCHO
Comenten o hago que toda la historia fue un sueño de Jungkook y que en realidad aun sigue dormido mientras llueve y el gato sufre. 7-7
—Okey gatito, llego a las 7:00 p.m y de ahí, nos recogerá Jimin con la camioneta... alista lo que vayas a llevar y por favor–
—¡Vete o llegarás tarde como siempre! —el híbrido comenzó a empujar al humano hacia la salida —adios que te vaya bien, Kookie. —cerró la puerta y emprendía camino a la cocina, hasta que escuchó la puerta ser tocada.
Rodó los ojos y regresó a la puerta y la abrió, viendo a Jungkook con un puchero y los brazos cruzados.
—¿Qué se te olvidó?
Jungkook no dijo nada, seguía mirándolo pero esta vez con un semblante serio, Tae se sintió intimidado y se encogió un poco al ver que Jungkook se acercaba a él.
Jeon tomó de la cintura a Tae y lo acercó a su cuerpo y juntó ambos labios en un beso sin control, ambas salivas juntándose y saliéndose un poco de las bocas, ruidos extraños salían de sus bocas. Taehyung empezaba a acariciar el cabello de Jungkook de forma que este se despeinara y el contrario tomó del trasero del híbrido y lo alzó y pegó a la pared, sin romper el beso.
—Mgh, ¡Kookie, basta!
—S-sólo un poco.
—Ti-tienes clases, vete por favor. Te tendré lista la cena cuando llegues.
Jungkook respiró profundo y se acercó al cuello del híbrido para oler el rico aroma a vainilla, lamió, chupó y mordía ''ligeramente'' la zona para así dejar un chupetón rojo, que en unos minutos se haría morado, quizás verdoso o ambos.
—Humano tonto. —río Tae. —Me toca.
Hizo lo mismo que Jeon le había hecho, con la diferencia de que metió sus manos bajo la camisa del menor y comenzó a rasguñar la espalda de Jungkook, sacándole un jadeo.
—¿Seguro que quieres que me vaya? Podríamos quedarnos en la cama a follar todas las horas que se supone que tengo de escuela.
Tae se separó del cuello y quitó sus manos de la espalda de Jungkook.
—No, Kook, vete por favor. Llegarás tarde si no corres.
—Me iré en la moto. Cuídate, gatito.
—Igual tú.
Antes de que el menor cerrara la puerta dejó un pico en los labios de Tae y después le dió una nalgada, haciendo que brincara de la impresión y que Jeon le guiñara el ojo, haciéndolo sonrojar.
Una hora después, su maleta ya estaba lista junto con la de Jungkook... sólo faltaba unos detalles, y eso guardó en la mochila del menor.
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—¿Y que quieres hacer para el cumpleaños de Jungkook?
El plan principal de ir a Busan, era que festejarían el cumpleaños del menor de todo el grupo de amigos. Y Tae no sabía que hacer en esos días.
En estos momentos, Yoongi y Jin estaban en el departamento de la pareja menor, planeando que hacer.
—No sé qué se hace en fiestas. —contestó avergonzado —pero sé que le gusta las sorpresas, entonces que eso siga en pie, no sabrá qué vamos por eso.
Esta vez, Jin toma la palabra.
—De acuerdo, sólo es cuestión de ¡¡SABER QUE HAREMOS!! No tenemos nada; a pesar de todos estos años, Jungkook siempre fue muy cerrado y no tengo idea de lo que le gusta–
—Además, él en sus cumpleaños o festividades se iba a algún bar a fo–
—Grrr —gruñó el híbrido menor.
Era molesto saber que SU novio se la pasaba en cama en cama antes que él, no fue el único afortunado en apreciar tal cuerpo magnífico y un pene grande que te rom–
—Vayamos por algunas cosas al supermercado y en la noche partimos. —habló Jin levantándose del sillón, acto seguido por los híbridos —Y Tae, te llevaré a un lugar, tú ya sabes que le gusta más o menos a Jungkook en esas cosas.
—"¿Esas cosas?"
—Claro. —contestó sonriendo.
"Estos días doy a Taehyung por invalido, aunque esté embarazado". Pensó Yoongi.
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No fue mucho tiempo lo que tardaron en comprar cervezas, frituras, comida, y otras cosas comestibles aparte. Globos color púrpura y negros, envolturas de regalos y serpentinas.
Ah, supuesto, unos premios para Yoongi y Taehyung, porque a pesar de que en su forma humana ellos seguían queriendo sus premios de croquetas.
—Okey, Tae, sólo falta ir a una tienda, en la cual, tú escogerás los accesorios.
—Oh, me encanta escoger cosas.
—Si, y más estas cosas. —dijo rodando los ojos Yoongi. Taehyung era inocente.
Bueno... no tan inocente, pero sabía que no comprendía el echo de que irían a un sex shop especialmente para homosexuales.
Unos minutos en el auto, escuchando a todo volumen canciones en aleatorio y cantando como locos. Obviamente Tae tarareaba, pues no había escuchado muchas canciones más que unas del Justino Biberón... o algo así, uno de los cantantes favoritos de su amado y precioso novio.
Cuando el auto se detuvo y se apagó, Tae dirigió la mirada interesado hacia afuera, como si nunca hubiera salido a la calle, cuando literalmente había vivido en ella.
Pero bueno, ¿qué híbrido que estaba "agonizando" estaría turisteando?
—Baja, Tae. Aprovechando... quizás compre algo para Jimin también.
¿Qué pescados vamos a comprar y dónde estamos?
Junto a Jin, los 2 híbridos salieron del auto y entraron a una tienda que desde afuera se veía pequeña.
¿"S-sex... shop"? ¿Qué es eso y por qué vinimos aquí?
—Aquí, mi pequeño amigo, es donde compraremos algunos juguetes para Jungkook. —dijo sonriendo pícaro Yoongi.
—¿Jungkook también quiere bolas de estambre? —preguntó entusiasmado el híbrido menor.
—Estoy seguro de que ese tipo de juguetes no es de los que le guste a Jungkook. —soltó la carcajada Jin.
Taehyung hizo una mueca. Es una lástima, él creía que al fin podría jugar con el estambre junto a Jungkook.
Al estar adentro, uno de los chicos que atendía el lugar se acercó a los híbridos y al castaño.
—Hola, buenas tardes y bienvenidos. Mi nombre es Choi Soobin y los atenderé con lo que necesiten. ¿Buscaban algo en especial? —mientras se presentaba, había hecho una reverencia. Los otros 3 hicieron lo mismo.
—Uhm, de hecho, estamos buscando unas faldas que le queden a este pequeño. —dijo Jin. Tomó de los hombros a Tae, él se sonrojó.
—¿Algún modelo especial? —volvió a preguntar el de cabello azul.
—¿Tiene algo tierno? Quizás también algo negro... y un conjunto de cuerpo completo... —dijo con emoción Tae. Jin y Yoongi abrieron de más los ojos sorprendidos, al parecer el menor ya tenía una idea de lo que a Jungkook le gustaría.
—Claro, sería una lencería de encaje color negro el que tengo para cuerpo completo... tiene una cobertura en la parte del pene para que cuando estes excitado no... ya sabes, te incomode el poco espacio, igual en la parte del trasero tiene un agujero para que el pene entre. —comenzó a mostrar varios juegos de lencerías, pero a Tae le encantó el que estaba mencionando Soobin —Uh, ¿qué tal esta falda? Es color blanca y la tela es muy suave y delgada. También está esta bata de tela algo transparente, para seducir a tu pareja, puedes usarlo debajo de la lencería y ¡bam! Su pene saltará de una.
La parte gatuna de Taehyung y su forma humana... gruñó molesto. No le gusta que otros hablen del cuerpo de su Kook, no le parecía lindo.
—Claro, claro. Lo lamento, deja esos celos.
Taehyung bajó sus orejas y su rostro se había sonrojado más que anteriormente.
—¿Dónde está Yoongi? —preguntó Jin mirando a los lados. Tae le prestó atención y negó con la cabeza, dando a entender que no sabía. —Está bien, ve viendo más, lo buscaré.
Tae asintió y vio que Jin se estaba alejando. Volvió su vista al peliazul.
—¿Unas esposas con algo para que no me lastime en las muñecas? —preguntó cómo si nada el híbrido.
—Claro que si. —dio unos pasos hacia adelante, pasando al lado de Tae y se agachó y tomó una caja —Mira, por el momento solo hay 10 pares, colores rosa, blanco y negro.
Tae miró los colores, tomó dos pares, uno blanco y otro negro.
—¿Sería todo? —preguntó sonriendo Soobin.
—Quiero más lencería pero no de cuerpo completo. ¿Me los muestra?
El menor asintió.
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—Media hora ahí adentro... valió la pena. —dijo con una sonrisa Yoongi, mirando su bolsa negra con una sonrisa y mordiéndose el labio traviesamente.
—¿Crees que use esas cosas que compraste para él? —preguntó Tae, poniendo su barbilla en los hombros del asiento de Yoongi.
—Si, se verá precioso con estas orejas de gato, y el camisón gris le quedará bien por su color de piel y cabello.
Los híbridos sonríen, estaban emocionados.
—¿Compraste esposas?
—No, pobre de mi Jimin, una vez lo intentamos y lloró y me dijo que no le gustó. Me arrepentí mucho, pero dejamos de usar cualquier cosa que lo lastimara o no le guste. —sonrió tierno el híbrido mayor.
—¿Podrías guardar mi bolsa en tu mochila? No quiero que Kookie lo vea y ya están listas nuestras maletas.
Yoongi asintió, no era necesario personificar las bolsas para no confundirse después. 1• porque no era idiota. 2• porque la bolsa de Tae era más grande y pesada que la suya.
Jin ya estaba manejando hacia los departamentos, estaba a punto de llegar.
Taehyung estaba más que emocionado, esperaba que a su novio le gustara tal lencerías y que ojalá le quedara por la pequeña barriga que tiene.
Obviamente, el de cuerpo completo no lo usará por ahora, lo tendrá guardado y después de que sus pequeños nazcan los usará muy bien.
—¡Ya llegaron! —dijo contento y con ojos dilatados vio a Jungkook, quien bajó de la moto junto con Jimin atrás.
Cuando los híbridos sintieron que la camioneta de Jin se había detenido, bajaron rápido. Yoongi corrió y al brincar se convirtió en un gato.
Taehyung sólo trotó. No tenía permitido convertirse en su forma gatuna estando embarazado y mucho menos correr, pero Jungkook hizo eso por él, corrió y lo cargó dándole vueltas, al bajarlo lo besó en los labios y se separaron a causa de la mordida que el tatuado dio en el labio inferior del mayor.
—Mi gatito, ¿a donde fuiste con esos dos? —preguntó Jeon, ambos juntaron sus frentes sonriendo.
—Fuimos de compras. Tu maleta ya está lista y también la mía. Solo hay que bañarnos antes de irnos.
—¡Chicos! —gritó Jimin, quien estaba atrapado entre los brazos de Yoongi, el híbrido le estaba dejando unos besos en el cuello —ah... e-en cuarenta minutos tenemos que estar ya listos, ¿okey? Las reservaciones en el hotel ya están, pero necesitamos llegar a tiempo.
La pareja menor asintió, se tomaron de la mano y entraron al departamento.
Subieron las escaleras, con cuidado, porque Jungkook era un completo exagerado, según Tae.
—Puedo subir bien las escaleras, humano tonto. —río Tae, mirándolo a los ojos.
—No importa, tú y mi bebé tienen que estar bien en todo momento.
El híbrido rodó los ojos.
Cuando llegaron a la puerta, el menor abrió y cerró cuando estuvieron adentro.
—Deberíamos bañarnos juntos, gatito.
—Jm... de acuerdo. Pero no quiero segundas intenciones de tu parte, ¿está bien, Kookie?
—Si, gatito.
Ambos se quitaron la ropa deprisa en el camino hacia el baño, entraron a la bañera y se mojaron.
Tae se quejaba porque el agua estaba un poco más fría que tibia, pero pasando dos minutos, ya se había puesto fresca el agua. Jungkook le ponía el shampoo.
A ambos se les vino un recuerdo a la mente.
Jeon sonrió sacando una risa nasal.
—¿De qué te ríes? —pregunta Tae ladeando la cabeza, sus orejas moviéndose cada vez que el contrario le pasaba las manos por ellas para limpiarlas.
—Recordé el primer baño que te di, estabas algo sucio y tú pelaje estaba como un estropajo. —sonrió más ante el recuerdo. —El veterinario Minho no te lavó bien.
—Aún recuerdo que me pediste acariciar mis orejas.
—Tenías miedo... —dijo con un poco de tristeza.
Recordó el mal estado en el que había encontrado al gatito. La sangre que tenía y lo mal que maullaba. Recordó como lo encontró y la situación esa mañana.
Las veces que llegaba de la universidad y su híbrido lo recibía con una sonrisa y un abrazo y con una comida asquerosa.
—¿Por qué estás triste? Puedo sentirlo... no estés triste por algo que ya pasó y que sabes muy bien que estoy bien ahora. Estoy muy bien contigo.
—Pasamos por mucho... y hemos cambiado, casi un año y tendremos un hijo... y todo porque no me cuidé, lo lamento.
—¿No quieres tenerlo? —preguntó asustado el híbrido.
—¡Claro que lo quiero! Quiero tener otro gato desmadroso y que cuando llegue del trabajo me reciba con una sonrisa. Despertar y que tú me digas "buenos días, amor" y que mi hijo o hija me diga "buenos días, papá Kook".
Jungkook se agachó y tomó con ambas manos la pancita redonda de Tae, comenzó a dejar varios besos, ocasionándole cosquillas al híbrido.
—Me había asustado. —abrazó con fuerza a Jungkook, el agua cayendo sobre ambos cuerpos, se sentía tranquilo el ambiente.
Después de que ambos terminaron de ponerse el jabón en sus cuerpos, duraron poco tiempo más bajo el agua.
—Te extrañé. —rompió el silencio el menor. Se estaban abrazando, mantenían los ojos cerrados como si estuvieran a punto de dormir, pero era más que nada por la relajación del momento
—Yo más, mi humano bobo; sin embargo, tienes que estudiar y trabajar... y lo entiendo muy bien. Es por el bien de los cuatro.
—¿De los cuatro? —levantó una ceja Jungkook, abriendo los ojos y mirando a Tae.
Mierda.
—Q-quiero decir, los tres. Si, los tres.
—Ah... okey. Salgamos, en 30 minutos tenemos que estar listos.
Eso estuvo cerca.
Se secaron y fueron al cuarto para cambiarse con algo cómodo.
—Déjame peinarte la cola. —habló Jungkook al ver que la cola gatuna de su híbrido estaba echa un lío de pelos parados.
Tae volteó a ver su cola y asintió.
Solo faltaban 20 minutos, ambos ya estaban listos, sus maletas en la puerta y ellos sentados en el sillón, esperando a que alguno de sus amigos les marcaran para bajar.
—Por mientras esperamos... ¿que tal unos mimos para tu gatito? —al decir eso, Tae se puso encima del regazo de su novio y le comenzó a acariciar el cabello con delicadeza.
Jungkook sonrió y asintió, abrazando a su híbrido y dejando besos en el pecho que estaba frente a él.
—Gatito, que lindo eres.
—Y tú muy guapo, mi conejito.
Jungkook sonrió, sus ojos arrugándose un poco y tomando posesivamente pero esta vez con mucho cuidado la cintura del contrario y así acostarse en el sillón. Tomó el trasero redondo de Tae y comenzó a acariciarlo.
—Si no estuvieras embarazado, te follaría muy duro en este momento. —susurró.
—No te estoy deteniendo. —contestó Tae —Pero yo prefiero que cuando estemos en Busan me cojas con delicadeza y por mucho tiempo. —sonrió para después besarle los labios al menor.
—Mmm... si, suena bien. O quizás en el auto de Jimin.
—¡No! No quiero que escuchen tus gemidos.
—Es verdad, y yo no quiero que vean tu perfecto culo y tú preciosa cara cuando te estás quejando.
—Me has corrompido, humano.
—Te he corrompido, mi gatito travieso.
Duraron unos minutos besándose y diciéndose cosas, la llamada en el celular de Jungkook fue lo que hizo que se separaran y tomaran sus maletas para así salir, cerraron ventanas y puertas con seguro.
Namjoon, Jin, Yoongi y Jimin ya estaban listos, todos arriba de los autos.
Cuando entraron al auto de Jimin y se acomodaron el los asientos de atrás, Yoongi habló.
—¿Interrumpimos algo?
—La verdad no. —respondió con sinceridad el menor de los cuatro.
Y así, emprendieron camino hacia Busan. La pareja de pelinegros se habían quedado dormidos en todo el transcurso.
Fuera de broma, desde un principio planeé en que la historia terminara con que Jungkook solo había escuchado a un gato llorar y que despertó muy triste al ver su cruda realidad JAJAJA. Obviamente salvando al gato y que Tae fue producto de su imaginación y su tipo ideal.
Pero sé que si una historia con la cual me hubiera enganchado terminara así, me mato JAJAJAJA. 🥲 Así que no pasará, ya tengo un final mejor y feliz. 💜
En los comentarios están a quien les dedico el capítulo, son pocos Tamalitos je.
LOS AMO, y gracias por sus comentarios y votos.
- Burrito de Tamal.
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