❄️「CAPÍTULO 6: 𝗕𝗥𝗘𝗔𝗞 𝗨𝗣」❄️

Capítulo 6 | 𝗕𝗥𝗘𝗔𝗞 𝗨𝗣

— ¡¿Dónde estás?! — cuestionó exaltado Alex a través del celular. — ¡¿Por qué no me contestas?!

— Ah... — suspiró. — Amor, ahora mismo no estoy en casa. — mintió Frank acostado sobre su cama desnudo con la sabana cubriéndole la mitad del cuerpo y a su lado estaba la persona con la que había engañado al menor, otra vez.

En realidad, ya había perdido la cuenta.

— ¡¿Dónde estás?! — repitió.

— Estoy muy ocupado ahora, ¿sí? Hablemos luego. — se peinó el cabello hacia atrás, tratando de que los gritos de su actual pareja no levanten al segundo en la habitación.

Alex colgó y, silenciosamente, metió la llave en la puerta del apartamento y la abrió para, segundos después, cerrarla de igual forma. Tratando de ser lo más cuidadoso en cada pisada hasta la habitación de Frank.

Y de golpe abrió la puerta.

— ¡¿Qué no estás en casa?! ¡Maldito infiel! — Alex no estaba dolido, ya se había acostumbrado a esa sensación, a la sensación de ver a Frank en cama con una persona diferente al lado.

Pero eso no quitaba que, ahora mismo, estaba hirviendo, lleno de rabia, porque dejó que lo engatusara, nuevamente.

Frank dio un salto, y el otro en la cama se removió.

— ¿Qu-qué haces acá? — cuestionó sin vergüenza alguna, levantándose de la cama buscando su bóxer, el cual estaba en algún punto del suelo.

— ¡¿Es enserio?! ¡Es la única puta cosa que me dirás! — apretó sus puños, y con fuerza tiro la bolsa que traía el pastel de cumpleaños hecho únicamente para Frank, hasta muy cerca de su cara.

El mayor la esquivó, pero se dio cuenta que la situación se estaba tornando peligrosa.

— Bebé, puedo explicarlo - — trató de rodearlo con sus brazos.

— ¡Bebé, ni una mierda! — Lo empujó, pero a la vez que lo hizo se acercó. — ¡Te dije que solo sería una oportunidad más, solo una! — le mostraba el dedo índice.

— Alex, por favor — resopló —. Los dos sabemos que eso no es cierto. Será lo mismo de siempre, dejaremos de hablarnos por unos meses, pero uno de los dos buscará al otro de nuevo y nos perdonaremos, así que deja el drama por esta vez. — camino de regreso hacia la cama y se sentó delicadamente en el borde intentando no levantar a su amante.

— ¿Por esta vez? — cuestionó sarcástico. — No sé, ni siquiera puedo contarlas con mis dedos cuántas putas veces me has engañado y dices ¿por esta vez?

— Ah... — bramó agachando la mitad de su cuerpo, rascándose el cuero cabelludo desesperadamente.

— ¿Es todo lo que dirás? ¿Ni siquiera te molestaras en pedir perdón? — pronunció, sus ojos empezaban a cristalizarse.

Estaba acostumbrado, sí y mucho, se suponía que no le debía doler, pero lo hacía, le dolía y mucho. Miles de cuchillos lo atravesaban, como siempre, cayendo en sus estúpidas promesas.

— ¿Quieres un perdón? — se levantó — Pues perdón, ¿okey? — se encogió de hombros. — pero sabes que ese no es mi deber.

— ¿Qué? — volvió a decir indignado. — ¿Estás diciendo que yo debo disculparme? — se señaló — te repito que ¡Tú me engañaste! — lo señaló.

— ¡Y ¿por qué crees que fue eso, maldición?! ¡¿Por qué?! — se acercó — ¡Llevamos más de cuatro años y ni siquiera lo hemos hecho! ¡¿Qué maldita sea crees que hice durante mis primeros celos?! ¡Me masturbe porque creía que era muy pronto para ti! ¡Pero ni siquiera mostraste el mínimo deseo cuando ya llevábamos buen tiempo! — dos de sus dedos punzaron el pecho de Alex — ¡No me mires con esos ojos de cuy echándome toda la culpa! ¡¿Dime, enserio crees que las relaciones son solo besos y abrazos hasta la muerte?! ¡Toda persona que decide estar en una relación siempre quiere sexo! Entiéndelo bien. — se volteó empezando a recoger la ropa regada en el piso.

— ¡Pero! Pero... — sus ojos bajaron, suspiro tratando de secar sus lágrimas, si es que eso era posible. — ¡Se supone que eso se debe hacer cuando nos casemos!

— ¿casarnos? — se volteó arqueado una ceja. — Estas de broma, ¿no?

Alex no respondió, mas toda su cara mostraba duda.

— Alex, maldita sea, ¿es enserio? ¿Sabes cuantos años tenemos? ¿Realmente crees que llegaremos a casarnos?

— ¡Se supone que las personas inician una relación pensando en el futuro!

— ¡Pues yo no, joder, yo no! ¡Ni siquiera estamos en la universidad! ¡Tú crecerás, yo lo haré, conoceremos gente nueva! ¡Y también a la persona con la que estaremos de por vida!

— Entonces... — su cabeza se agachó, apretando con fuerza el filo de su abrigo tratando de esconder las gotitas que empezaban a mojar sus mofletes. — ¿sólo volvías conmigo porque querías hacerlo?

— ¿Eres idiota o qué? Eso es obvio. —pronunció molesto, como si fuese lo más evidente del mundo. — Las relaciones de la adolescencia no duran... recuerda eso.

Frank rebusco el bolsillo de su pantalón y prendió un cigarro, sin ningún cargo en la conciencia.

Alex no dijo ni una palabra después de eso, solamente se dio la vuelta y se fue.

Con el corazón roto, por milésima vez.

— ¿Te entretuviste con la escena? — cuestionó Frank, inhalando el humo, a la persona en su cama dándole la espalda.

— No me dijiste que tenías pareja. — respondió agarrando su ropa y cambiándose debajo de las sábanas.

— Te dije que no tenía, y como lo estás viendo ahora, es verdad.

El contrario carraspeo terminando de colocarse los zapatos.

— ¿Te vas? — pregunto volteando y alzando las dos cejas.

— ¿Qué esperas? ¿Qué desayunemos o nos bañemos cómo una pareja recién casada? — rio.

Risa que le pareció adorable a Frank.

— No estaría mal. — bromeó, aunque la verdad, no le molestaría.

— ¡Pfff! ¿Crees que estaría con alguien como tú? — se levantó y comenzó a buscar su mochila.

— ¿Alguien como yo?

Frank se puso de pie acercándose por detrás al contrario.

— Un completo infiel, arrogante, sin vergüenza, capullo. — se detuvo. — podría seguir, pero no pienso gastar mi saliva. — se volteó dándose cuenta de lo cerca que estaba el mayor. — ¿vas a comerme, serpiente?

— Puedo hacerlo de nuevo si me sigues molestando. — El pelinegro pego a su amante a la pared, colocando un brazo a cada lado dejándolo sin escapatoria.

— En primer lugar, no me hubiera acostado contigo si hubiera sabido que tenías pareja. — Él encontró una salida fácil, agachándose, liberándose de la trampa. — Adiós, idiota infiel, — sonrió, Frank hizo lo mismo. — y algo más... La tienes muy pequeña para ser una serpiente. — Está vez el pelinegro no sonrió, él podía aceptar cualquier broma, menos que se metieran con su gran amigo.

El contrario se marchó.

— ¡Pues suerte encontrando a alguien que esté dispuesto a acostarse con un asqueroso gordo como tú!

Lolito regresó y abrió la puerta con fuerza.

— Si supieras cuántos alfas me han dicho eso después de que insultara a sus junior's.

Se carcajeo y salió huyendo, de nuevo.

[*] Dato curioso: Un omega no está totalmente enlazado con un alfa hasta que este lo muerda en la nuca, mientras no haya mordida, el omega puede estar con quien se le da la gana.

❄️ ¿Frank infiel? ¡¿Y Lolito amante?!

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