Camille abrió los ojos al sentir calor por todo su cuerpo, miró a su lado y estaba la Swan dormida cómodamente, se sentó en la cama bostezando y cuando iba a volver a recostarse, en un rincón de la pared había alguien por lo que se levantó de inmediato.

— ¿Acaso los vampiros tienen una gran obsesión por observar desde el rincón de la pared?  — preguntó incrédula la pelinegra viendo al rubio extraño.

— No era mi intención, debía hablar contigo y como ví que estabas dormida no quise despertarte — dijo Jasper con sinceridad saliendo de su escondite.

— Eres extraño.

— Debo hablar contigo, me imagino que Bella no te contó todo, por favor ven. — le extendió su mano, Camille miró la mano pálida de este dudando, no confiaba mucho en los vampiros y Jasper no será la excepción — ¿Confías en mí?

— No — respondió rápidamente.

Jasper la miró con súplica, Camille rodó los ojos y tomo su mano, una corriente eléctrica recorrió su cuerpo por lo frio que se encontraba el chico. El chico la cargo en los brazos y salieron por la ventana, la chica sonreía, le daba gracia por la travesura mientras el chico la llevaba a un lugar se acomodo en sus brazos y llevo sus manos al cuello pálido de Jasper.

— Para que me lleves las cómoda — alzo una ceja mientras le sonreía de forma divertida.

Jasper soltó una risa y eso derritió más a la chica, la sonrisa, le gustaba su sonrisa.

❮¿Cómo se sentirá besar a un muerto? Debo preguntarle a Bella❯

— ¿Llegamos? — preguntó de repente al no sentir ningún movimiento.

— Si.

— ¡Suéltame! ¡Suéltame! — pidió moviendo su cuerpo.

Jasper sonrió de lado y la soltó pero no de una forma amistosa, la chica cayó en la tierra.

— Auch — se quejo al sentir dolor en su cabeza y espalda.

— Dijiste que te soltará — se burlo de ella y caminó hacia una roca gigante, la mima de ayer.

— Si vas a tratarme de la mierda me largo. — dijo molesta.

— Ya, perdón, ven.

Camille bufó y fue con el.

— No hace falta revelar lo que soy, te diste cuenta por ti misma pero se lo que tú eres y la verdad no me molesta solo que tienes un olor diferente — Camille confundida olió su cabello y olía a canela  — Y en pocas palabras tu eres mi mate, mi compañera, mi pareja destinada — ella se sorprende —. No me gustas, eso lo tengo claro pero a ti lado me siento completo, tranquilo y siento que si me alejo de ti me volvere loco — Jasper la miró — Me gustaría conocerte, como eres tu en realidad pero antes necesito saber que es lo que tu siente por mi.

Camille trato de hablar pero no pudo, es como si su saliva se atragantara con sigo mismo, es entendible, es muy confuso y de repente.

— Dime algo, por favor.

— Yo...no, la verdad, no siento nada lo que tú sientes por mi, me pareces atractivo pero de ahí nada más. — confeso con algo de pena.

— ¿Habrá alguna oportunidad?

Camille suspiró.

— Recién te conozco, no soy como los otros alfas, esa imprimación, impresión, como sea. Soy yo quien debe aceptarte al igual que mi lobo.

— No respondiste a mi pregunta. ¿Habrá alguna oportunidad? — Jasper volvió a preguntar mirando a la chica.

— Dijiste si podíamos conocernos y para que sepas, si te escuche esa noche, a pesar de estar dormida puedo oir lo que dicen. — sonríe — No te gustan las relaciones rápidas y que quieres conocerme más y que en algún futuro podíamos ser más que amigos pero...— pausó por un momento —. Es extraño, digo, te conozco hace tres o cinco días y eso que nos hablamos por matemáticas y ni siquiera somos amigos, es muy raro para empezar, ¿No crees?

— Si tienes razón, sería muy pronto pero la verdad quería hablar de esto contigo en cuanto antes, sentía una inquietud que no lo supieras — confesó el rubio mirando al cielo.

— ¿Es de todos los vampiros? — el la miró confundido — Me corrijo, conocer a alguien y luego sentir atracción.

— No, es solo cuando encuentras a la persona indicada.

— ¿Y si no lo soy? Puede ser una equivocacion del destino o tu intuición se equivoca.

— Intuición es muy diferente a lo que hablamos y si eres la equivocada siento que el destino no los dejará saber.

Camille sonríe y se acomoda en la roca.

— Soy Camille Khisfire, mucho gusto en conocerte eh...— extendió su mano hacia el.

— Jasper Hale — acepto su mano, ambos se sonríen — Y también es un gusto de conocerte, Camille.

Ambos rieron antes de soltar sus manos y volver a mirar el cielo.

— Me encantan muchas cosas, por ejemplo, subir a una montaña súper alta y ver la vía láctea, me hace reflexionar en la vida y en lo que merezco por todo lo que he pasado, mi color favorito es el rojo, me gusta el chocolate y la vainilla. — miró a Jasper para seguir continuando ❮Entonces que el destino se encargue y nos lo haga saber, porque quiero arriesgarme por primera vez y vivir mi primer romance así sea con un vampiro❯
— No conocí nunca a mi madre, murió cuando nací, mi padre me odia desde siempre, yo lo amé mucho y todos los días me encargaba de amarlo pero el nunca hizo el esfuerzo en nada — sus ojos empezaban a picar — Mi infancia fue con el amor de mi abuela y mi tia pero nunca con el de mi padre, cuando era su cumpleaños compraba un pastel de su sabor favorito y hacia pequeños arreglos en casa pero el llegaba tarde y yo me quedaba dormida y nunca podía festejar su cumpleaños la diferencia es que el olvidaba el mío o nunca lo veía por esas fechas, no importaba, lo seguía amando, viví con eso hasta mi adolescencia, nunca fue a eventos importantes en mi vida — solto un bufido — Luego conoció a su actual esposa que tiene una hija de mi misma edad, el dia que mi corazón se rompió en pedazos fue cuando lo escuche decirle a su hijastra que la amaba, ¿dónde quedaba yo? Incluso se acordó el cumpleaños de una desconocida y no de su propia hija, supe que era suficiente y por más que me doliera lo ignore y empecé a tratarlo de la misma forma que me trataba a mi....lo sigo queriendo pero me siento muy enojado y simplemente no puedo perdonarlo y no creo que llegue a perdonarlo nunca. — apretó sus labios y podía sentir la lastima de Jasper — Esa es mi vida.

— Lamento todo eso.

— Y pienso que si voy a querer a otra persona debo sanar todas mis heridas rotas en mi corazón porque es el único que está dañado.

— Entonces déjame ayudarte — Jasper tomo su mano — También déjame ser parte de tu sanación.

Camille asintió y sonrió.

— Ahora cuentame tú, tu historia.

— No es mucho. Nací en 1843, Houston, Texas. Cuando tenía casi 17 años, menti acerca de mi edad, alegando que tenía 20, y me uní al Ejército Confederado para servir en la Guerra Civil. Rápidamente ascendí de rango hasta convertirme en el mayor más joven del ejército sureño. Me  convertí en vampiro durante la evacuación de Galveston en 1863, por una vampira de nombre María, procedente de Monterrey cuando tenía 20 años. — explicó brevemente — Mi responsabilidad era entrenar a los jóvenes vampiros y matar a los que no fueran aptos para Maria, luego de un buen tiempo escapé de María y vague por el mundo con un viejo amigo pero aún me sentía deprimido con tanto sacrificio humano y decidí viajar por mi cuenta hasta que conocí a Alice, se volvió mi mejor amiga y ella me llevó a los Cullen donde pude vivir en paz. Esa también es mi historia.

— Me alegra que no te afecte a pesar que recuerdes tu pasado. Yo también tuve un tragico accidente cuando tenía 14 años. Maté a un vampiro pero fue por defensa propia, no lo hice a drede — se encogió de hombros.

— Cómo sabemos una parte de nuestras vidas, me gustaría ser tu amigo e iniciar una aventura, ¿Que dices?

Camille sonrió y asintió. Bajo junto a Jasper de la roca, decidieron caminar por el bosque hasta llegar a la casa de la contraria. Ella era rápida pero no tan rápida como un vampiro y pasaron cosas divertidas en el transcurso del camino.

Un buen comienzo para una relación.