005. ice cream.

𝟎𝟎𝟓. ⫶ ⠀⠀𝐆𝐎𝐃𝐃𝐄𝐒𝐒 ゚◝♡.°⑅ ˚
CAPITULO CINCO !
━━ 𝗛𝗘𝗟𝗔𝗗𝗢.


—¿Puedo preguntar porque ese chico te molestaba?— cuestionó Sun-oh mientras ambos caminaban por la calle.

Él aún siendo sujetado de la manga de su chaqueta.

—No.

—Entonces, ¿Puedo preguntar porque tenías lastimada la mejilla? Ya sabes, el otro día.

—No, tampoco puedes.— respondió rodando los ojos.

Si que era un curioso, no eran cercanos, no le contaría detalles, en absoluto. Que ella lo estuviera llevando casi de la mano, cual niño pequeño, no significaba nada. ¿Verdad?

—Pero si puedo preguntarte cuál es tu sabor de helado favorito. ¿Cierto?— replicó sonriendo bobamente ante los gestos de Areum.

El chico había pensado en varios escenarios sobre los que pudo haber pasado la adolescente para haber terminado lastimada y al no querer contarle, prefirió cambiar de tema.

La joven rubia se detuvo abruptamente con una creciente pequeña risa amenazando con salir, no entendía como pasó de preguntarle cosas personales a su sabor de helado preferido.

—Fresa y chispas de chocolate.— murmuró evitando su risita.

—De acuerdo, iré a comprarlo.— avisó risueño y corrió a la heladería, entrando a esta.

—¿Pero, cómo sabes...— Ko dejó sus palabras al aire al notar que el muchacho ya no estaba en su campo de visión.

Sin pensarlo, había conseguido llegar a su destino, su subconsciente era genial.

Por supuesto que ella no sabía que Sun-oh le había preguntado por su sabor de helado esperando invitárselo a ella, debido a que ya sabía que ese era el establecimiento que deseaba conocer.

Y que casualmente entre clases, vio en redes sociales sobre su apertura.

—Ni siquiera te di el dinero, tonto.— musitó acercándose a la heladería y entrando.

Al instante viendo a su alrededor, las bonitas luces, globos, confetti y adorables carteles en colores pasteles que allí estaban para la inauguración del lugar.

Sin embargo, no pudo acercarse al pelinegro, pues la mitad de población femenina que se encontraba lo comía con la mirada, y ni hablar del montón de alertas que sonaban, claramente de la Love Alarm de Hwang.

No pasó mucho tiempo reposando en la entrada de la tienda de helados, cuando Sun-oh se aproximó a ella con el helado rosa y uno color blanco, seguramente de vainilla.

—Aquí tienes.— extendió el postre a la adolescente, quien antes de tomarlo, vio a sus costados, las estudiantes ya la miraban con cierta curiosidad y algo de envidia.

—Esa chica es preciosa.

—¿Tiene su Love Alarm apagada?

—¿Es novia de ese chico? Ambos tienen suerte.

Antes de seguir escuchando más murmullos, tomó el helado y como ya se le hizo costumbre ese día, también la manga del joven para dirigirse ambos fuera del lugar.

—Ten esto. Te dije que yo invitaría.— musitó Ko entregándole un billete.

El joven lo tomó y enseguida lo guardó en el bolsillo de Areum.

—Guárdalo para la próxima vez.

—¿Crees que habrá próxima vez?— preguntó la rubia comiendo un poco de su helado.

—Podrías invitarme algo luego, ya que hoy lo hice yo.— negoció llevando su pulgar al extremo del labio de Ko, limpiando una gotita de helado de fresa que había escapado.

La menor retrocedió varios pasos ante el tacto de Hwang sintiendo sus mejillas comenzar a arder.

«¿Quién se cree para tocar mi labio?» pensó sin sentir incomodidad, más bien, algo de sorpresa.

—Sigue soñando, niño.— dijo volteando y caminado rápidamente dejándolo atrás.

Ahora debía dirigirse a comprar el regalo de la pequeña Eun jae.

—¡Oh, vamos! La hermosa Areum debería invitarme algún día.— exclamó desde lejos.

—¡No me llames así!— dijo en voz alta mientras seguía con su helado.

—¡Está bien! Pero déjame acompañarte a donde vayas.— pidió corriendo y colocándose a su lado.

—Que perseverante.— musitó en susurro con una débil risa que intentó ocultar.



Areum había comprado un kit de princesa para el cumpleaños de Eun jae, aquel regalo contenía pinta uñas, sombras con brillantes, peines, entre otras cosas, y esperaba que le gustase.

Ahora junto con Sun-oh se encontraban en el autobús rumbo a casa de la primera, debido a que luego de terminarse sus helados, el pelinegro se le había pegado como chicle, pues decía que ya era tarde y no podía regresar sola a casa.

Y aunque no le agradaba la idea de que supiera dónde vivía, ya estaba sentado en el asiento detrás de ella e incluso le pagó su pasaje, por lo tanto, lo dejaría tirado en alguna calle al llegar cerca del vecindario.

—¿No encenderás tu Love Alarm, linda Areum?— cuestionó apoyando sus codos sobre el espaldar de la silla de Ko.

—Lo tengo encendido.— mintió con el afán de molestarlo, todo habría sido normal sino le hubiese preguntado aquello.

—Déjame verlo.— musitó mirándola con una sonrisa tierna.

—Mi celular es privado.

—No puedo creer que lo tengas encendido, porque debería escuchar tu alarma, o la mía.

—Debes dejar de preocuparte de esa cosa, niño alarma.— apodó mirando a la ventana.

—Estoy seguro que está en silencio, o no la tienes, porque tu Love Alarm sonaría.

—¿Ah, sí? Pues nunca lo sabrás.— se encogió de hombros.

Sin más que decir, el transporte aparcó en la parada del vecindario de Areum, por lo que la chica se levantó tomando sus bolsas para salir y empezar a caminar a casa, sólo a unas cuadras de donde estaban.

Al llegar a la acera frente a su casa, se detuvo y dio vuelta para mirarlo.

—Ve a casa, esta es la mía. Adios, Hwang Sun-oh.— se despidió y sin esperar respuesta cruzó la calle hasta su puerta y buscó sus llaves.

Impidiéndole entrar, una mano se posó sobre la suya y al levantar su mirada vio al chico a su lado, había cruzado inesperadamente rápido y estaba muy cerca.

—Areum, te pareces a tu helado favorito.

—¿Qué quieres decir?— frunció el ceño ante su comentario.

—Porque es rosa igual que tus labios y mejillas.— la miró con un brillo en sus ojos. —Y las chispas de chocolate son como tus pequeños lunares del rostro.

Sí, bueno. Tú eres pálido igual que tu helado de vainilla, nos vemos.— mencionó rápidamente alejándose y entrando a su hogar.

Apoyó su espalda en la gran puerta y suspiró tocándose las mejillas, con aquellos lunares difíciles de ver.

Tal vez los había apreciado cuando se conocieron, en el autobús, o incluso ahora en su puerta.

«Eres más dulce que el helado.» confesó Areum mentalmente.

Sonrió de lado pasando por la segunda puerta y buscando a su nana para contarle sobre su día.

—¡Uh, su número! ¡Olvidé pedírselo de nuevo! ¡Idiota!— exclamó Sun-oh regañándose a si mismo y suspirando antes de caminar a rastras a su casa.



—¡Amo este regalo! ¡Gracias, unnie!agradeció una feliz Eun jae a Areum mientras le daba un abrazo.

—Me alegra que te guste, bonita.— respondió Ko al mismo tiempo que correspondía al gesto de la menor.

Al día siguiente de aquel espontáneo día junto a Hwang Sun-oh, Areum se encontraba en una habitación rosa de hospital junto a Eun jae.

La mayor había decorado el lugar con algunas serpentinas y globos, le dio su obsequio y ahora ambas veían videos musicales del grupo de chicos favorito de la pequeña castaña.

Sin embargo, se sentía distraída, no podía evitarlo, pero por alguna razón, recordaba las acciones tiernas de cierto joven alto y azabache e incluso lo comparaba con uno de los idols que veía.

—Unnie, has estado un poquis despistada hoy. Acaso... ¿Tienes novio?— preguntó la joven Park en tono sugestivo, uno muy tierno a sus ocho años de edad.

—¡Claro que no!— vociferó regresando de sus pensamientos.

—¿En serio? Entonces, ¿En qué pensabas?— interrogó batiendo sus pestañas una y otra vez.

—Sólo...— pensó un poco antes de responder. —En helado de vainilla.

—¿Helado de vainilla?— repitió la niña confundida.

—Sí, en un pálido y dulce helado de vainilla.





HOLA CORAZONES, LES GUSTÓ? ME EXTRAÑARON?

lo sé y lo siento! me demoré mucho pero ya mismo entro a clases y quería descansar un poco. :')

este es uno de mis capítulos favoritos porque es muy soft y lleno de interacción de mis bebés.

me inspiré en la canción ice cream de twice, si la buscan pueden encontrar referencias en las palabras de areum !

ya saben, areum no pensaba en helado de vainilla literalmente lol

voten, comenten mucho y esperen el siguiente, que estará: dramatic. *brillitos*

los adoro, nos leemos pronto!

-Lia.

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