{🫧XXXV} Planeando viaje a Impel Down







La emperatriz Boa Hancock invita a los Mugiwara dentro de su habitación pues planeaba mantendrían una seria conversación con ambos hablando acerca del símbolo que ella y sus hermanas compartían en su espalda. Al parecer, luego de su encuentro en la Arena, Hancock había sentido cierta confianza hacia los piratas una vez que se fijó que no representaban amenaza a su isla y gente.

—La princesa los recibirá. —Avisa una de las hermanas recorriendo las cortinas dejando ver a la shichibukai completamente desnuda de la parte superior de su pecho. Tanto Luffy como Hela no reaccionaban ante el deslumbrante hermoso cuerpo de Hancock pues en primera el chico de goma no sentía ninguna atracción hacia la emperatriz, mientras que Hela se consideraba una persona que únicamente le atraía el sexo masculino. En pocas palabras, los piratas eran inmunes a la belleza de la princesa.

Hancock se gira para que vean su espalda al descubierto admirado de su marca. Los Mugiwara habían confundido el símbolo con el que traía Hatchin en su frente. Sin nada más que decir, la shichibukai da paso a su cruel pasado.

Argumenta que cuando ella tenía doce años, junto con sus hermanas, fueron secuestradas por los tenryuubito y las esclavizaron eventualmente. La princesa revela que al ser su primera impresión de los hombres, les tomó odio y desprecio a ellos, por eso su comportamiento con Luffy. Continuando con la historia, las hermanas Boa no fueron liberadas hasta cuatro años más tarde que un pirata atacó Mary Geoise y consiguieron escapar el purgatorio. Añade por último que aquel símbolo en la frente de Hatchin es porque los Gyojin que fueron rescatados fueron parte de los Piratas del Sol y en orden para ocultar que alguna vez fueron esclavos, se les imprimió su símbolo por encima.

Dado por concluida la historia, Hancock terminó en lágrimas al recordar su trágico pasado. El relato sirvió para conocer la razón detrás del comportamiento y actitud de la emperatriz, sumando que agradeció a Luffy por guardar el secreto al resto de las amazonas—. No podemos bajar la guardia mientras vivamos! Nunca volveremos a ser esclavas! —Replica con coraje rompiendo el llanto.

Hela observó a Hancock sintiendo un dejavú, comprendía el dolor y angustía de la shichibukai con respecto a su pasado. El ser esclava y no ser libre para hacer lo que quiera era algo que te marcaba de por vida, como si fuera una enorme cicatriz cuando a la vez te llegan los dolorosos momentos que tuvieron que pasar. Ahora entendía a la princesa por su actitud con los demás, cada quien lidia con sus tramas de diferente modo.

La estratega se atreve a acercarse a Hancock alarmando a las dos hermanas pero su acción las deja con la boca abierta. Abraza a la emperatriz compartiendo su dolor—. Yo sé lo que se siente el entrar atada invisiblemente hacia los horribles seres vivos quienes sólo se disponen a sonreír disfrutando de tu sufrimiento. Mientras tu te ahogas por dentro del dolor, angustia, cansancio, enojo, coraje; Eventualmente llegando a los pensamientos del suicidio, cosa que ni ellos te dejan hacer. Sin embargo, el mantener con la cabeza en alto sosteniendo tu dignidad, elevas tu esperanza y tu esfuerzo al no rendirte te recompensará. —Revela desde lo más profundo de su corazón compartiendo parte de su experiencia—. Hancock, no te encuentras sola, tienes a tu reino que siempre te apoyará a pesar de lo que sucedió. No permitas encerrarte y mejor abre tus sentimientos para que sanes tus heridas.

El discurso de Hela hizo que Hancock se sintiera a salvo y en confianza con la estratega. Logró descifrar que la pelimorado había sido víctima de la esclavitud y por ello la quiso acoger para que no se sintiera sola. Las dos se separan—. Odio que me vean en mi punto más frágil. —Admite limpiándose las lágrimas.

—No te preocupes. te encuentras en un lugar seguro sin que nadie te juzgue o te haga daño. —Apoya la estratega.

La princesa les da la espalda mientras se pone su blusa—. Tu me odias ahora que sabes que fui una esclava? —Pregunta hacia Luffy.

—Ya te dije que odio a los tenryuubito! —Aclara Luffy con el ceño fruncido.

Hancock deja de temblar relajándose una vez aceptando el chico de goma—. Me agradas. —Expresa oficialmente sonriendo por primera vez—. También tú, Hela. Son buenas personas. —Adjunta amigable—. Tenían otra petición, cierto? Los llevaré a donde quieren.

Con ello, la shichibukai les ofrece su barco pirata para que se vayan la mañana siguiente a Sabaody, además que les dio de cenar y un lugar donde pasar la noche para descansar frente al largo viaje. Mientras Hela disfrutaba de la sabrosa comida observando como todas las amazonas atosigaban a Luffy, la anciana Nyon leía el periódico llamando la atención de la asesina al percatarse que el encabezado se trataba de cierto pelinegro pecoso que aún quería y se le hacía imposible sacarse de su cabeza.

Se acerca a la señora para ver con más detalle el periódico—. Disculpe la molestia, anciana Nyon. Pero me permite leer el encabezado del periódico? —Pide con delicadeza.

La anciana se fija en el título—. Oh! La ejecución del pirata Portgas D. Ace, comandante de la segunda división de los piratas de Barbablanca, tomará lugar en Marineford dentro de menos de una semana. —Lee provocando que Hela se atragante con su propia saliva.

—QUÉ?! —Exclama pasmada por la noticia. Esto significa que Barbanegra consiguió derrotar a Ace y estuvo en manos de Hela poder prevenir tal suceso—. No, no, no... Esto no puede estar pasando. —Arrebata el periódico releyendo una y otra vez la noticia cristalizando sus ojos, lamentándose el permitirse bajar la guardia. Ahora por su culpa, Ace iba a morir.

Sin embargo, Hela no lo iba a permitir.

Se negaba a quedarse de brazos cruzados sabiendo que puede ir a rescatarlo. Sale en busca de su capitán para comentarle acerca de la ejecución de Ace. Por supuesto que esto altera los planes de Luffy y sin pensarlo, cambia de destino.

—Primero hay algo que tienes que tener en cuenta, Luffy. —Detiene Hela—. Marineford no será lo mismo que Enies Lobby. Allá se reunirán los tres almirantes, los siete shichibukai, capitanes marinos, infinitos soldados, absolutamente toda la flota marina del mundo. Tampoco contaremos con la ayuda de nuestros amigos y estaremos yendo a ciegas, improvisando toda la misión. —Advierte con bastante seriedad y preocupación.

Luffy no despegaba la mirada de su nakama—. No importa, llegaremos a Impel Down y si fallamos en salvar a Ace de la prisión, al menos confiaré que para ese entonces habrás creado un plan. —Afirma con certeza.

La estratega traga saliva—. Luffy, esto no es un viaje donde se nos permita equivócanos. Debemos mantener la frente fría y lejos de cualquier sentimiento que perjudique la misión. —Insiste frunciendo el ceño.

Toma a su nakama de los costados con firmeza—. Hela, quiero ir a salvar a Ace. Cueste lo que cueste. —Admite Luffy sin duda alguna.

—Muy bien, capitán. Entonces iremos juntos. —Confirma su decisión y con ello le proponen que con la ayuda de Hancock se vayan en el barco de la marina pues sólo así llegarán más rápido.

Los Mugiwara piden hablar con la shichibukai para avisarles que sus planes se han modificado, por lo que ahora necesitan ir a Impel Down a rescatar a Ace.

—Tenemos que salvar a Ace. Es el hermano de Luffy. Y alguien cercano a mí. —Confiesa bajando la voz y desviando la vista.

—Cómo conoces al pirata? —Cuestiona Hancock a Hela.

—Se acostaba con mi hermano y no deja de pensar en él. —Luffy es quien responde añadiendo información involuntariamente.

—Si serás!! Ella no necesita saber eso! —La pelimorado se queja gruñendo sonrojada por el comentario de su capitán.

Hancock se ríe de la ternura que le provoca los Mugiwara—. Ella preguntó cómo conocías a mi hermano. Yo sólo quería ayudar! —Defiende el moreno—. Puedes llevarnos en ese barco que los marinos te enviaron para llegar a la prisión donde está Ace? —Pregunta Luffy apresurado.

—Qué egoístas son! —Las hermanas saltan a la defensiva—. Mugiwara Luffy, sabes de las cicatrices en el corazón de nuestra hermana y aún así te atreves a pedirle que vaya a ese horrible lugar?

Seguían quejando cuando Hancock las interrumpe—. Entonces quieres que acepte la convocatoria de los shichibukai? Si es lo que deseas, entonces iré a donde sea! Por ti, Luffy. —Acepta la emperatriz clavando su mirada en el chico de goma observándolo con ojos de amor.

Hela se queda viendo extrañada de que una mujer como Hancock haya quedado flechada por un chico como Luffy—. Ok...? Esto resultó más fácil de lo que pensaba.

Es así como los piratas se preparan para el viaje. Las amazonas le entregan las armas a Hela, sus dardos media luna, su látigo y por último su daga que había tomado prestada de su hermano. Aún se rehusaba a usar su látigo luego de recordar las terribles memorias antes de conocer a los Mugiwara, por lo que únicamente seguiría usando sus dardos, añadiendo que a Ace le encantaban sus armas.

Unos pasos interrumpen sus pensamientos los cuales se acercan a la estratega, era la misma Hancock entrando al cuarto con una especie de atuendo cargando en sus manos—. Hela, me gustaría que usaras esto durante la misión. —Le entrega lo que parece ser una armadura en forma de vestido. El escote de este era de forma corazón, mientras que la falda era demasiado corta pero suficiente para cubrir su entrepierna y demás—. Es un conjunto que lo usan guerreras gloriosas de Amazon Lily generaciones atrás. Se puede decir que es una reliquia.

Admira del vestuario—. Oh, no, Hancock. No podría usar esto...

—Por favor. Me confortaste mientras hablaba de mi pasado, actuaste como si fuéramos amigas desde siempre. Creo que jamás he tenido una amistad con alguien de esa manera ni tampoco recuerdo que alguien me tratara como tu lo hiciste desde un principio. Esta es mi forma de agradecimiento. —Desmiente con una pequeña sonrisa.

Toma de la armadura con delicadeza—. Será un honor portar del conjunto, Hancock. Agradezco el detalle.

—Me agradecerías si me dijeras todo lo que sabes de Luffy. Cómo es? Qué le gusta? Acaso tiene un interés amoroso? —Pregunta embobada con el chico de goma.

La asesina suelta una pequeña risita—. Te prometo que Luffy no se encuentra en ninguna relación romántica. Está muy ocupado para esas cosas. —Responde.

—Crees que le interese estar conmigo? Porque yo lo dejo todo por él. —Afirma Hancock.

—No te aceleres, princesa. Todo a su tiempo. —Detiene sin dar ninguna esperanza y con ello, se enlistan para el viaje a Impel Down.


























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