—Cuánto tiempo más va a estar dormida? —Cuestionaba una desconocida voz.

—Shh! Vas a despertar de mi amada! —Silencia una voz masculina.

—Estás seguro de que quieres a una pirata enemiga como tu esposa...? —En cuanto hacía la pregunta, los ojos de Hela se abren viendo unos rostros desconocidos frente a ella. Era una chica con el cabello rosado y un hombre con la trompa de un león cosida en su rostro.

—A ver! Háganse a un lado que tengo que curar a mi paciente. —Otra voz de hombre se origina en donde Hela se encontraba—. La pobre ha dormido dos días seguidos y apenas consigue levantarse. Necesito respuestas.

Hela planeaba salir del lugar pero cuando siente que está atada a la cama se mantiene quieta para analizar su situación: claramente no confiaban en ella, unos extraños estaban curando de su herida, su entorno parecía que estaba dentro de un castillo.

El doctor hace que Hela se siente en la cama para examinarla, primero le quita la venda de la cabeza para revisar de su cortada—. Dónde te hiciste esa cortada, niña? Nunca había visto una herida de este tipo, me tomó bastante trabajo para coserla. —Desea saber—. También tu genética indica que nuestras suposiciones son ciertas, eres la asesina aniquiladora, Hela.

La chica de cabello rosado ahoga un grito—. Así que hemos capturado a uno de los Mugiwara?! Moria-sama se pondrá muy feliz.

Si planeaba salir de ese lugar, tendría que seguir con su jueguito—. Vamos a aclarar una cosa! —Consigue mover sus brazos una vez que la liberaron—. Únicamente me uní a los Sombrero de Paja para satisfacer mis necesidades, y esas eran llegar a Enies Lobby y acabar con la flota de los Marinos. En ningún momento me considero parte de su estúpida tripulación. —Miente a la perfección con cierto dolor por emplear aquellas palabras.

—Una chica mala? Me agradan! —Se acera el hombre león demostrando interés hacia Hela.

—Entonces por qué los ayudaste a escapar de la Marina? —Cuestiona el doctor.

—El gobierno torció la verdad. Yo sólo llegué con el objetivo de acabar con la Marina. Los Mugiwara aprovecharon la distracción y escaparon. —Plantea—. Además, si los ayudé como ustedes plantean, quiere decir que me deben un favor. Así que sólo espero a reencontrarme con ellos para que me paguen por salvarles su pellejo.

Los tres extraños quedan sorprendidos por el tono de voz que Hela había empleado—. Los usabas? —Pregunta el hombre león.

—En efecto. Nunca me importaron.

—Esto es genial!! Puedes unirte a nuestra tripulación!! Estarás bajo las ordenes de un shichibukai!!! —Dice con entusiasmo la chica de pelo rosado.

—No tan rápido, Perona. —Detiene el médico—. Aún tenemos que informarle a Moria-sama de la situación de la asesina aniquiladora.

—De acuerdo, doctor Hogback. —Acepta la chica de cabello rosado.

—Espero que acepte, me gustaría casarme con ella. —El hombre león se atreve a tomar la mano de Hela pero esta lo golpea en la quijada levantando sospechas.

—Yo no estoy disponible! Aléjate! —Replica asqueada.

—Basta, Absalom. No queremos incomodar a las visitas. —Detiene el dr. Hogback.

—Una disculpa, es que no puedo con la belleza de esa chica. —Halaga babeando por la de cabello morado.

Una vez recuperada del todo, llevan a la estratega con el famoso Gecko Moria, uno de los shichibukai del mundo. A pesar de querer imponer temor e intimidar a Hela, esta era inmune a sus palabras pues no demostró tenerle miedo a Moria. Sin embargo, amenazó a Hela conque si algún día lo traicionaba, este le quitaría su sombra con el propósito de acabar con ella con rapidez. La asesina no le quedaba de otra que fingir estar bajo su mandato con el fin de estudiar a Moria y salir de su enorme barco, el Thriller Bark.

Con ello, se pasó los próximos días en compañía de Perona para plantear su salida con discreción y buscar a sus nakamas. Al mismo tiempo, recuperó sus cosas tales como su morral con su ropa desgastada, sus armas (dardos media luna, el látigo y la daga), y por último el sombrero de Ace el cual agradeció que los piratas Thriller no lo reconocieran a quien le pertenecía el sombrero.

Perona demostró mucha intriga y curiosidad en cuanto a la nueva recluta, por lo que ambas se la pasaban la mayor parte del tiempo juntas. Pese a que tenía que fingir que eran amigas, Hela le agradaba la de cabello rosado, al mismo tiempo que Perona le agradaba estar con la de pelo morado. Le prestaba su ropa al compartir casi el mismo tamaño de cuerpo y se puede decir que su estilo era casi semejante al de Hela.

No fue hasta el tercer día de su estadía en el enorme barco que las cosas se pondrían interesantes para Hela, pues escuchó unas voces familiares en el comedor de la mansión de Hogback. Se asoma para ver que efectivamente se trataba de Nami, Dusan, Chopper y Ussop cenando con el cirujano muy cómodos. La estratega contiene su emoción al ver después de muchos días a sus compañeros. Sin embargo, hubiera deseado que fuera bajo otras circunstancias.

Con ello, se regresa a su cuarto a reorganizar el plan de escape, ahora incluyendo a sus nakamas, Luffy podría derrotar a Moria mientras los demás detienen el plan de Hogback con respecto a los zombies. Si planeaba seguir siendo el elemento sorpresa, tenía que seguir actuando como si estuviera de lado de los piratas Thriller.

Mientras sus nakamas seguían dentro de la mansión, citó a los tres misteriosos para otorgar una descripción con respecto a sus nakamas—. Puede que sus apariencias engañen, pero ellos son capaces de defenderse por su cuenta y son más listos de lo que parecen.

—Mmh, me encantó mucho la pelirroja. Creo que le pediré que sea mi esposa. —Saborea Absalom—. Aunque si aún quisieras ser mi esposa, de inmediato me deshago de ella.

El hombre león se acerca a lamer a Hela con su enorme lengua, a lo que la estratega toma de esta para torcerla—. Última vez que me vuelvas a saborear y te prometo que te mandaré lejos del barco! Entendido, cachorrito? —Advierte soltando la lengua en forma de que Absalom se pegue a sí mismo.

—Capturaremos a esos piratas corrientes! —Se emociona Perona con su forma de fantasma revelando las recompensas de Zoro y Luffy por arriba de los 100 millones de berries.

—Lo dices como si nada, Perona. —Detiene Absalom recuperado—. El Gobierno no pone una recompensa como esa a un pirata corriente.

—Y ahora que lo sabemos, usaremos todo nuestro poder para poder capturarlos, Absalom. —Afirma Hogback—. Esta noche vamos a tener mucho trabajo.

—Les advierto, los Mugiwara son muy escurridizos, no nos podemos plantear ningún error. —Avisa Hela ocultando el verdadero poder de sus amigos.

Los piratas Thriller Bark se preparan para el Ataque Nocturno en contra de los Mugiwara, como era tradición de ellos. Perona recluta a su equipo de zombies para dar comienzo a la cacería mientras que Hela miraba desde su cama como la chica de pelo rosado animaba a su ejército.

—Yo no sé por qué no te gustan estas cosas, Hela-san. —Replica Perona.

—Me temo que no comparto sus mismos intereses con ustedes, pero espero que cualquiera menos Absalom gane. Le prometí que si él ganaba se podía casar conmigo nomás para callarlo, así que por favor gana, Perona. —Revela Hela con un toque de incomodidad.

Pese a que sus amigos corrían peligro, le pareció a Hela aún no revelar sus verdaderas intenciones hasta el momento adecuado. Ahora es más donde tenía que cuidarse la espalda pues una vez hizo enojar a Moria y con ello, le quitó su sombra como venganza, por lo que Hela se encontraba atrapada temporalmente en su barco.

Decide salir de su cuarto para tomar aire fresco pero escucha unos ruidos de ataque provenientes del laboratorio del dr. Hogback, por lo que decide investigar en caso de que requiera salvar al doctor. No obstante, se encuentra con el guardia del corredor (un esqueleto de un Samurai de Wano) derrotando con facilidad a sus nakamas, junto con Hogback y Cindry.

—Hela! Llegas justo a tiempo. —Comenta el cirujano—. Ayúdanos a deshacernos de estos piratas debiluchos por favor. —Pide con amabilidad.

El zombie samurai se acerca a Hela—. Bella dama, me dejarías verte las bragas? —Pregunta.

La asesina ignora su comentario—. Qué quieres que haga con ellos?

—Envíalos al jardín de Perona para que se diviertan un poco! —Aconseja y con ello, Hela comanda a unos zombies a que hagan el trabajo por ella.

Cuando transportan a sus amigos en el ataúd con destino al jardín de Perona, Hela alcanza a escuchar a uno de los zombies hablar de manera familiar. Se enfoca en la voz de un pingüino con rostro de perro y se asombra al llegar a la conclusión de que Moria le había robado la sombra a Sanji y le haya otorgado su personalidad al zombie.

—Bueno, al menos el perro pingüino protegerá de Nami. —Aclara en un susurro.

Se esconde detrás de unos arbustos para esperar a salvar a sus amigos quienes son atacados por los zombies a excepción de ese pingüino extraño que defendía a Nami. No obstante, Absalom se acerca corriendo detrás de una jabalí zombie vestida con un enorme vestido. Mientras la zombie atacaba de los chicos, Absalom utiliza de sus habilidades para capturar a Nami y llevársela lejos de aqui.

Es en ese momento donde Hela le parece rescatar a sus amigos—. Alto, Absalom! —Se queda parada frente a ellos—. Estás segura que te quieres casar con una gata ladrona en vez de casarte con una asesina aniquiladora? —Arquea una ceja.

Esto provoca que Absalom se descontrole—. Hela-san!!! Acaso me estas aceptando como tu futuro esposo.

Mientras tanto los Mugiwara no se creían que estaban viendo a su amiga—. HELA!!! —Chillan los cuatro de la alegría y alivio al verla.

—Nos casamos con la condición de que dejes ganar a los demás en esta cacería. —Propone Hela con una sonrisa pícara alarmando a sus nakamas.

—Ehh... Hela? Qué no se supone que vienes a rescatarnos? —Cuestiona Usopp confundido.

—Tu crees que unos piratas como ustedes sean mi prioridad? No me interesan en lo absoluto. —Replica con remordimiento—. Te quieres casar conmigo o no? —Se dirige a Absalom.

Tira a Nami al suelo para cargar a Hela—. Mi querida y amada futura esposa!!! Me alegra que por fin te hayas dado cuenta del amor que sientes por mi. —El hombre león toma con sus brazos a Hela para recargarla en su pecho y salir corriendo. Hela se gira para ver a sus nakamas y decirles con sus labios que corrieran sin emitir ningún sonido de su boca.