{🫧XXIX} La verdad inicia con una mentira
Hela seguía luchando contra los soldados de la Marina para llegar lo más pronto posible a la plataforma de ejecución donde se encontraba Ace. Entre los aliados notables que ayudaban a la estratega se encontraban la emperatriz Boa Hancock quien proclama ser amiga cercana de la estratega, el caballero del mar Jinbe el cual Hela se sentía cada vez más en confianza con el shichibukai, y por último un pirata tripulante de los Piratas de Barbablanca, Marco el Fénix quién se burlaba amigable con respecto a la relación amorosa entre la estratega y el pecoso.
—Puedo ver por qué le atraes demasiado a Ace. —Halaga el rubio—. Eres una chica fuerte y despiadada. La verdadera pregunta es por qué Ace? —Cuestiona los gustos de Hela.
Esta suelta una risita—. De verdad quieres saber? —Alza una ceja pícara.
—Oh no! Ahórrate los detalles. —Niega entre risas.
—Gusto en conocerte, Marco. —Se despide y continúa corriendo a la plataforma.
—Lo que necesites sólo llámame, Hela. —Ofrece finalizando su conversación—. Lo que sea por la chica de Ace.
Mientras hacía su camino, Hela se rehusaba a usar sus habilidades en caso de que necesitara de todo su potencial para una situación critica, al mismo tiempo, aún no entendía el verdadero funcionamiento y propósito de sus poderes por lo que evitaría abusar de sus poderes en caso de estropear más la guerra.
Parecía que todo iba marchando bien hasta que un hombre de tres metros se interpone frente a Hela. Este lucía de un enorme abrigo rosa lleno de plumas, camisa abierta con detalles blancos, pantalones ajustados y unos lentes con mica roja que escondían sus ojos. Gracias a su apariencia, la estratega descifró que se trataba de otro shichibukai impidiendo su paso, por lo que se mentaliza que tendrá que usar sus habilidades para acabar con él.
—Te importa? Me estorbas. —Le pide grosera.
El shichibukai suelta una malévola carcajada—. Quién lo diría? La princesa de un reino tenryuubito convirtiéndose en una pirata. Dime, acaso papi te trataba de la mierda? —Responde burlándose de la situación de Hela.
—Aprecio que te muestres interesado en mí, pero no tengo tiempo para lidiar contigo. —Replica sarcástica.
—Oh no! No tan rápido jovencita. —Detiene el rubio—. Si quieres pasar sobre de mí tendrás que llegar a un acuerdo conmigo.
—Intentas chantajearme, viejo?
—Ouch! Cuidado como le hablas a los adultos mayores que tú, princesa. —Advierte acercándose intentando intimidar a Hela—. Mejor prosigamos con los negocios.
—Qué te hace pensar que aceptaré tu trato? —El shichibukai jamás puso nerviosa a Hela.
Vuelve a soltar la carcajada—. Oh si, especialmente porque si no te apresuras, tu noviecito va a morir. —Se aleja para dejar que Hela viera a Ace sufrir—. Y tu no quieres verlo ir, cierto? Lo quieres, cierto? Es tu adorado novio el cual te tiene rendida a sus pies.
Consigue controlar su enojo—. En qué manera te seré útil?
—Me alegra que preguntes. Verás, Thorne tiene el mejor sistema de defensa del mundo y al ser un reino tenryuubito, es muy respetable e intocable para cualquiera. Imagínate gobernar tal reino.
Ahora es Hela quien suelta una burlona carcajada—. Crees que alguien como tú te aceptarán? Planeas contraer matrimonio conmigo para gobernar Thorne?! Y creía que yo estaba más loca! —Responde sarcástica—. Créeme, no te conviene casarte conmigo. Estoy segura que mi padre me odia.
—Con más razón para que te cases conmigo. —Insiste—. Será un acto de venganza contra el rey.
—Y esto que tiene que ver con Ace?
—Yo te dejaré pasar para que vayas con tu amor. —Contesta—. Qué dices princesa Ashla?
Acaso Hela estaba dispuesta a dejarse chantajear y poner en riesgo su reino el cual no se siente participe de este por el tan sólo hecho de salvar a Ace?
—Quién eres?
—Donquixote Doflamingo. —Responde repasando su lengua por sus labios.
Esa acción termina asqueando a Hela sintiéndose incómoda—. Prefiero pelear contra una escoria como tú que casarme.
—Muy bien, si así lo deseas. —Doflamingo saca una mano de sus bolsillos y empieza a mover sus dedos de forma extraña. Al principio la asesina no entendía lo que intentaba hacer pero su vista se desvía hacia Ace quien parecía como si lo estuvieran ahorcando. Estaba consciente de que era el mismo shichibukai lastimando a Ace.
Los nervios de Hela fueron incrementando al ver que su amado estaba sufriendo más. Al parecer Doflamingo estaba dispuesto a arriesgar su puesto de shichibukai con tal de casarse con Hela. No quería seguir lastimando a Ace, por lo que haría lo que sea con tal de salvarlo. Tal como le dijo a Luffy, tenían que hacer criticas decisiones—. BIEN! Me casaré contigo con la condición que no lastimes a ninguno de mis amigos!! —Propone.
—Mmh no sé si me guste tus condiciones.
—Tendrás prácticamente todo el control sobre mi reino! Qué más quieres?! Si deseas algo así de grande entonces yo también estoy en condiciones para negociar algo parecido! —Defiende sus ideales—. O cuál es el problema? Temor a perder el honor de un pirata al no poder cumplir un simple trato? Que cobarde! —Aquel comentario hace explotar a Doflamingo por lo que ahorca a Hela con sus propias manos—. Cuidado, Doflamingo. No querrás perder tu boleto de fortuna o tener un reino tenryuubito pidiendo por tu cabeza al asesinar a su princesa. Tik-tok.
El shichibukai arroja a la pelimorado al suelo a regañadientes mientras que esta se reía en bajo—. Te prometo hacer nuestro matrimonio el mismo infierno! —Amenaza ferozmente.
—Bueno, al parecer hemos llegado a un acuerdo, no es así? —Le guiña el ojo.
Donquixote saca unos papeles que ambos tienen que firmar para oficializar su matrimonio—. Eres una bastarda despreciable! —Escupe sus palabras y se aleja de ella.
Hela ignora lo que acaba de pasar y prosigue con su destino. Había perdido demasiado tiempo con el shichibukai y con el temor de que aún se encuentra lejos de rescatar a Ace, corre a toda velocidad y al mismo tiempo intenta encontrar a mr. 3 quien les ayudará a liberarlo de las cadenas. No obstante, alguien más se interpone entre Hela y Ace, sólo que esta vez era un viejo conocido, más específico regresando a sus aventuras en East Blue.
—Ay no! No me digas que también quieres negociar conmigo para que me dejes pasar. —Rueda sus ojos renegando harta de esto.
Las expresiones faciales de Mihawk eran difíciles de determinar al mantener su estado neutro—. Tenemos que hablar. —Responde calmado.
Le regala una extraña mirada al shichibukai—. Te odio por lo que le hiciste a mi amigo Zoro, pero ahora no es momento para que tome venganza ni tampoco soy la persona indicada para ello. —Contesta recordando lo sucedido en el Baratie—. Sólo dime que diablos quieres conmigo para acabar lo más pronto posible. Por si no te has dado cuenta, estoy contrarreloj aquí.
Mihawk se queda viendo fijamente el collar con la gema amarilla colgando en el cuello de la pelimorado—. Quién te dio ese collar? —Desea saber.
Toca de la gema—. No lo sé. Lo tengo desde que tengo memoria. Acaso es lo que deseas saber? —Responde burlona.
—Ese collar es un hechizo de glamour hecho por la bruja Clea, es decir que oculta rasgos físicos tuyos a vista de todos. —Detalla ocasionando un enorme vacío dentro de Hela.
Clea. La misma bruja Clea que conoció en el submarino de Exequiel? Cómo es posible que Mihawk supiera eso? Acaso ambos sostenían una relación? Y cuál era la forma que conectaba a Hela dentro de esto?
—Estás demente. —Ignora Hela—. Intentas manipularme para perder mi tiempo y no salvar a Ace...
El espadachín actúa con rapidez al arrancarle el collar a Hela confirmando su teoría. Mihawk observa asombrado y pasmado ante el cambio físico de la estratega quedando atónito por la revelación—. Sobreviviste... —Suspira al sentir que su respiración se aceleraba—. Lograste ocultarte del Gobierno y al mismo tiempo cuidaste de tu hermano.
Aquello comenzaba a darle vueltas en la cabeza a Hela—. De qué diablos hablas? Cómo sabes que tuve que cuidar de mi hermano...? —De repente, conectó la información que conocía—. Acaso tu fuiste quién nos llevó lejos de Thorne directo a Logue Town?! —Cuestiona temiendo por la respuesta.
El shichibukai retrocede un par de pasos asimilando lo que estaba pasando—. Tu madre me pidió que lo hiciera... —Desvía la mirada evitando entrar en contacto directo.
—Mientes. —Interrumpe Hela con voz grave—. Dime la verdad. Merezco saberla! —Demanda controlando sus sentimientos.
—No puedo. Sólo nos traerá más problemas...
—Necesito saber la verdad, maldita sea! —Exclama desesperada—. Tu nunca entenderías el vivir toda tu vida engañada sin tener ni puta idea de dónde vienes o cómo diablos llegaste a un lugar. Si sabes algo de mi pasado dímelo ahora...
Se interrumpe ella misma cuando Mihawk saca a Yoru la cual provoca que Hela se vea a través del reflejo y admire el pequeño cambio en su rostro. Todo este tiempo ella pensaba que sus ojos eran cafés naturales, cuando en realidad son de color amarillo, justo el mismo color que los de Dracule Mihawk. Su reflejo en la espada hace que apriete sus puños con fuerza a tal punto de lastimar la palma de sus manos. Hacía su mayor esfuerzo en contener sus lágrimas dentro de sus ojos y no mostrar señales de debilidad.
—Qué me estas queriendo decir...? —Se rehusaba a creer lo evidente. No quería escuchar lo obvio, ni tampoco quería confirmarlo.
Este traga saliva para dar paso a la revelación—. Me temo que compartimos el mismo ADN...
—Ja! Ni siquiera te atreves a decir que soy tu hija. —Replica descontenta—. Esperaba más de un hombre como tú.
—Cometí un error al involucrarme con tu madre...
—Entonces admites que soy un error no deseado dentro de tu vida? —tuerce las palabras de Mihawk haciendo más grande su vacío dentro de ella.
Seguía sin poder mirarla a los ojos—. Lo siento...
—Es por eso que te deshiciste de mí?! De mi hermano?! Simplemente no querías lidiar con nosotros?! —Alza la voz enojada y al no obtener respuesta deja escapar una lágrima—. Eres un cobarde egoísta. —Reclama con la respiración agitada—. Oh si! Que los dos niños aprendan a cuidarse solos mientras yo vivo mi vida como pirata, qué más da! Después de todo ni me interesa que una niña de cinco años tenga que ganarse la vida trabajando para un asesino! —Recrimina sacando todo su coraje—. Decepcionaste a mi madre, espero que te quede claro o al menos sientas pena. Aunque lo dudo. —Le quita su collar para volver a ponérselo—. Sabes? Pensaba que tener al rey como mi padre que siempre te miraba como la peor desgracia de su vida era triste y desgarrador, ahora contigo las cosas son peores. —Admite relajada—. Nunca más pienso volver a verte, así que te pido que te alejes de mí.
Se alejaba del espadachín cuando este consigue hablar de nuevo—. Entiendo que una simple disculpa no bastará para arreglar el daño que te hice.
—Aha, y lo peor es que ni lo admites o te arrepientes en su totalidad. —Continúa corriendo con lo único que importaba este día, Ace.
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