{🫧XLIV} Camino para sanar heridas mentales
El Cirujano de la Muerte deja a Hela sola en el bosque para que termine de desahogarse pues el simple hecho de mencionar el nombre de Jinbe hizo que colapsara y de nuevo rompió el llanto, eso fue después de que Hancock se había ido y la asesina aprovechó para chillar por su amado por enésima vez. Por lo que Trafalgar decidió darle su espacio y eventualmente regresar para mantenerla bajo su observación en caso de que se lastime de nuevo.
Caminaba de regreso a su barco ahora con la daga de la estratega en mano provocando demasiada curiosidad en el arma. Descifró que ese objeto era lo único que podía acabar con la vida de Hela pues estaba hecha de seastone y magia combinadas creando aún más dudas sobre el sistema de la Mugiwara ya que era demasiado raro para el doctor, curiosamente esta no había recibido ningún otro daño más que las existentes heridas que tenía las cuales se volvieron a abrir y la terrible exhaustividad que llevaba.
Una vez llegando a su submarino se encuentra con el ex-shichibukai saliendo de este—. Oí despertar a Hela-chan. Cómo se encuentra? —Desea saber.
—Se encuentra bien, ha sanado de manera acelerada sorpresivamente. —Admite Trafalgar asombrado—. Sus heridas externas e internas empezaron a regenerase una vez que asesina-ya entró inconsciente, fue como si su cuerpo esperó a que ella se relajara y dejara de moverse para curarse a sí mismo, excluyendo sus dos cicatrices que tiene provocadas por esta daga.
—Oh si, la daga de su hermano menor. —Detalla Jinbe—. Es la única arma que puede matarla, el resto de su cuerpo es fruto de un experimento que sufrió. —Explica preocupándose por la estratega—. Hela-chan ha sufrido demasiado en su niñez, ahora añadiendo que el mundo entero sabe que es la heredera de Thorne y también con la muerte de Ace, es como si nunca pudiera descansar en lo absoluto. Justo cuando había encontrado estabilidad.
Trafalgar se atreve a mirar en dirección que daba hacia Hela pensando en ella. La manera en como Jinbe se expresaba de ella daba a entender que se había ganado su respeto hablando muy bien de la estratega—. Supongo.
—Iré a ver cómo se encuentra. —Avisa Jinbe caminando en dirección donde Trafalgar apuntaba pero este se interpone en su camino.
—No creo que sea buena idea. —Detiene colocándose frente al Caballero del Mar—. Asesina-ya no reaccionó de la mejor manera al mencionar tu nombre. En estos momentos está colapsando reviviendo lo que sucedió en Marineford.
—Con mayor razón tengo que ir a checar de ella! Puede que se esté lastimando ella misma con tal de distraerse del verdadero dolor! —Se queja enojado.
—Le he quitado la daga, cualquier herida que se haga su cuerpo es capaz de auto-regenerarse. —Despreocupa Trafalgar.
—Yo sé que te da igual lo que le suceda a Hela-chan, pero yo sí me preocupo por ella! —Reniega frustrado—. Ahora déjame pasar antes de que yo te quite.
Aquello no le sentó bien al capitán—. Estaba a punto de apuñalarse en el corazón con esto. —Alza la daga—. Evité que se suicidara. —Aclara excusando con el rostro serio—. Soy un doctor y mi tarea y orgullo es no dejar morir a mis pacientes. —Admite olvidándose por un segundo el orgullo de ser un pirata—. Además, no me conviene haber salvado a ambos si dejo morir a alguno con el otro persiguiéndome en busca de venganza.
Jinbe consigue relajarse—. Por qué nos salvaste? —Desea saber extrañado.
—Son asuntos personales que no pienso compartir, si no te molesta. —Se niega a dar explicaciones—. Yo cuidaré de asesina-ya en lo que consigue estabilizarse. Yo te diré cuando la puedas ver. —Se ofrece y con ello durante los próximos días Trafalgar Law mantenía bajo observación a la estratega.
Los primeros días mantenía su distancia con Hela vigilándola a detalle en caso de que quisiera buscar de la daga y terminar con su vida, la pelimorado se rehusaba a regresar al Polar Tang pues aún no se encontraba lista para enfrentar a Jinbe ya que eso involucraba afrontar la cruel realidad y deseaba mejor quedarse encerrada en su propio mundo. Trafalgar notaba que al principio Hela se negaba a comer al estar hundida en su depresión y también se fijaba la falta de sueño que tenía, en pocas palabras, estaba hecha un desastre ante lo sucedido en Marineford.
Del otro lado, Hela se negaba a saber lo que pasara en el exterior, se hacía la idea de que estaba en una pesadilla esperando el momento para despertar y reencontrarse con sus nakamas en el Sunny rumbo a su siguiente aventura. Se imaginaba que seguía con su hermano y juntos resolvían sus diferencias y le contaba sobre su verdadero linaje, a tal punto de ignorar que siempre había sido una bastarda. Ahora cuando recordaba Logue Town culpaba furiosamente a Dracule Mihawk por encaminarla directo al mismo infierno, algo que jamás iba a perdonar al espadachín ni mucho menos lo iba a considerar su padre.
Quizá lo único bueno que se puede considerar es que ahora conoce su historia, su pasado antes de Logue Town cosa que la hacía sentir aunque más miserable. Sufrir bullying y abuso a su corta edad la había marcado demasiado hasta este punto dando a entender que su existencia no tenía ningún sentido, el rey la despreciaba, todo el reino la maltrataba, su madre era aún algo incierto sobre cómo se dirigía a ella. Su único espacio a salvo era su hermanito menor el cual era el único que la veía como una simple humana que la hacía recordar tener un motivo para seguir viviendo.
Ya no le dolía tanto la muerte de Ace porque estaba desviando su sufrimiento con su trágico pasado.
Ignoraba que el moreno vigilara de ella pero un día se harto de ello, por lo que decide confrontarlo por la noche—. Me desespera que me estes espiando e invadiendo mi privacidad. —Alza su mirada directo a donde Trafalgar estaba escondido.
Este sale de entre las sombras—. Soy un médico, tengo que ver tu progreso.
—Pues ya me encuentro bien! No me duele nada y mis heridas se han curado. —Replica cortante—. Yo no sé que más me ves.
—No has comido desde que has despertado ni tampoco has dormido. —Añade acercándose a Hela.
—No tengo apetito ni sueño...
—Te la pasas lamentando sobre Puño de Fuego, entre otras cosas...
—Podrías dejarme en paz para que pueda continuar lamentándome sobre cómo he llevado mi vida!? —Se levanta con brusquedad temblando del coraje debido a la situación—. Fisicamente me encuentro bien! Mentalmente estoy hecha una mierda! Era lo que tu lado médico quería oír?! —Agita su respiración al alzar su voz lastimando su garganta—. Sólo pido... que me dejes sola... por favor... —Sus lágrimas salen sin permiso cuando agacha la cabeza.
Trafalgar intuía que no nada más sufría por la perdida de Ace, sino que había algo más que aterrorizaba a la estratega. Tal como Jinbe había mencionado la vida de Hela jamás fue fácil, podía notar que la niñez de la pirata fue completamente inexistente y nula, el tan sólo hecho de saber pelear con maestría y ser llamada asesina hacía un perfecto resumen de lo que fue su pasado. Qué habrá descubierto que la estaba corrompiendo? Podría ser el hecho de enterarse que era la princesa del reino más poderoso del mundo?
—Jinbe me dijo que te has pasado toda tu vida alterada y sin descanso alguno. Creo que este es el perfecto momento para que consigas relajarte por unos días. —Inicia para descubrir la verdad con la intensión de ayudarla.
Esto hace que ella alce la mirada—. No quieras pretender sentir lástima por mí. Ahórrate tus palabras y mejor vete! —Le seguía teniendo coraje.
Estaba harto de su actitud y comportamiento, quería irse molesto consigo mismo por querer ayudarla pero fue rechazado. Esta chica era imposible e intratable, después de todo lo que ha hecho por ella, prácticamente salvándole la vida, así es cómo lo trata? Malagradecida e ignorante?
—No puedo creer que arriesgué a mi tripulación para salvar a alguien como tú. De haber sabido, te hubiera abandonado en Marineford cuando tuve la oportunidad. —Escupe sumamente ofendido caminando lejos de ella.
Las palabras de Trafalgar impactaron en Hela haciéndola reaccionar por primera vez. Estaba tan hundida en la miseria que alejaba a aquellos que la querían ayudar siendo grosera y agresiva con ellos. Quizá su orgullo también jugaba un rol en esto, pero principalmente era la depresión el rol principal de sus actos.
Ya no se iba permitir cavando su hoyo de tristeza, por lo que camina hasta alcanzar al capitán de los Heart Pirates—. Espera! —Toma de su brazo haciendo que este la mire con cara de pocos amigos—. Lamento comportarme como una imbécil contigo, estaba siendo imposible contigo cuando pensaba que había progresado con mi dolor. —Da una pausa para revelar sus sentimientos—. Tienes razón, no me encuentro estable. —Traga saliva para evitar romper el llanto—. Pensaba que el tema sobre mi linaje lo había superado pero en realidad únicamente lo ignoraba. Es muy difícil tener que lidiar con la muerte de tu amado y al mismo tiempo enterarte que toda tu existencia fue una farsa, es mucho que tengo que asimilar que terminó consumiéndome mentalmente a tal punto de casi llevarme a la locura. —Admite controlando sus emociones—. Me ha estado costando trabajo superar estos dos aspectos y tú solamente observándome como un pervertido me hacía meterme más en presión, yo sé que me vigilabas por si acaso terminaba haciendo una locura pero me la estaba pasando mal.
El moreno comprendió la situación—. Entonces serviría si te doy tu espacio alejándome completamente de ti? —Desea saber.
—Sí... —Responde dudosa al debatirse si en realidad quería estar sola. Quizá lo que le frustraba era el hecho de que Trafalgar se quedaba específicamente a mirarla sin ofrecer su ayuda.
—Está bien. Si es lo que deseas, no te molestaré más. —Se deshace de su agarre para caminar lejos de ella sintiéndose a gusto al haber aclarado las cosas.
No obstante, la estratega no se sentía conforme con su decisión, por lo que de nuevo impide que el capitán se vaya—. Espera! —Lo vuelve a tomar ahora sin fijarse que rosaba su mano—. De hecho... —Da una pausa—. Creo que me sentiría mejor si te quedaras a mi lado en vez de andarme espiando a lo lejos. —Admite relajada.
La confesión sorprende al cirujano—. Hablas enserio? —Desea saber extrañado.
—No quiero sentirme sola. He estado viviendo toda mi vida así, sin que nadie me ayude. No me parece justo que rechace tu ayuda por mi simple orgullo. —Confiesa con la vista fija en él.
—De acuerdo... —Responde Trafalgar dudoso.
—No quiero verte presionado o algo por el estilo. Sino quieres quedarte lo entenderé...
—No te preocupes. —Niega calmado—. Sé de lo que estás hablando.
Acepta quedarse con ella durante los próximos días sin apartarse más que para ir por comida y agua. Algunas veces ni siquiera hablaban pero el silencio jamás fue incómodo, otras ocasiones Hela recordaba la angustia de su pasado por lo que lloraba levemente, la diferencia era que Trafalgar ahora si conseguía consolarla de su dolor. También logró que fuera comiendo poco a poco para que no se enfermara del estómago, al mismo tiempo que ayudó a que Hela pudiera conseguir un par de horas de sueño al sentir el cálido cuerpo de Trafalgar el cual se iba pegando a ella conforme pasaban los días.
Esto ayudó a que su relación evolucionara pese a que ninguno de los dos nunca mostró afecto al otro, no estaban interesados de esa manera pero sí se fueron preocupando entre ellos al estar casi dos semanas conviviendo juntos. Era incierto lo que pasaría en un futuro entre Hela y Law, todo dependía que se volvieran a encontrar en el Nuevo Mundo pero no iba a pasar hasta que Luffy se recuperara.
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