{☠️VIII} Rumbo al Grand Line
















Antes de zarpar directo a la Gran Ruta, los Mugiwara terminan sus actividades en Logue Town, y con ello, escapan como pueden del pueblo. Encontrándose por el camino a Buggy y al Capitán Smoker quienes complican más su salida teniendo que luchar contra los enemigos.

Hela había sido la primera en llegar al Going Merry derrotando a unos cuantos tripulantes del payaso quienes intentaban quemar el barco. Se sube al Merry para prepararlo y así escapar lo antes posible. Los primeros en llegar son Nami y Usopp pero detrás de ellos llegaron los de la Marina.

—Ya era hora de que llegaran! —Se queja Hela alzando la voz para que la escucharan.

La Marina suelta cañonazos hacía el barco—. Cállate, Hela!! Mejor ayúdanos a pelear contra los Marines! —Pide Usopp.

Rueda sus ojos—. Aha claro. Ayudarles. Mejor terminen de preparar el barco para zarpar lo más rápido. Les conseguiré tiempo! —Indica Hela bajando del barco en busca de una pelea.

Podía mantenerse peleando por un largo tiempo pero sería imposible acabar con tantos de la Marina llegando a la pelea. Se dispone a formar un plan en su cabeza cuando escucha la voz de Sanji por detrás del montón de los soldados—. Hela-luv!! Nami-san!! —Grita encantado.

—Sanji!! No sabes cómo me alegra verte. Ayúdame contra estos! —-Pide aliviada.

—Oohhh! Hela-luv está encantada de verme!! De seguro me va a pedir que volvamos a ser pareja!! Por su puesto que te ayudo, Hela-lwav!!! —Acepta ilusionado por el amor.

Aquello hace que la asesina pierda la concentración—. Qué?! Volver?! Estás loco?!?! —Se asombró tanto que llegó a distraerse de un soldado yendo a atacarla contra su talón, haciendo que se doble en dirección opuesta provocando que caiga al suelo.

Al ver que Hela cae derrotada, Sanji se apresura a rescatarla—. Ustedes hiriendo a una bella dama! De esto nadie se salva! —Se coloca frente a ella para evitar que los soldados se acercasen a la peliazul alejándolos con sus ataques.

Parecía que poco a poco la Marina estaría saboreando la victoria sobre los piratas, sin embargo, un extraño viento verde detiene los combates. Se lleva volando a la mayoría de los Mugiwaras lejos de la costa pero a su favor de encontrarse con los restantes, Zoro, Usopp y Luffy. Sanji se asegura de que Hela estuviese bien.

—Cómo te encuentras, Hela-luv? —Pregunta acercándose para ayudarla a levantarse.

Esto llama la atención de Luffy—. Huh? Qué pasa, Hela? —Cuestiona confundido.

Consigue levantarse sin la ayuda del rubio apoyándose contra el muro—. Un tobillo roto. No es nada. Mi regeneración ya se esta encargando de ello. —Los Sombrero de Paja bajan la mirada al tobillo de Hela el cual lo ven moverse regresando a la normalidad con un sólo click.

Tanto Luffy como Usopp se maravillan con lo que acaban de ver— Super!!! —Dicen embobados con las habilidades de la asesina.

—Luffy!!! —El grito de Nami los regresa a la realidad fijándose que el barco se estaba alejando más de ellos.

—Tenemos que hacer algo o se alejará demasiado. —Señala Sanji.

—Muy Bien! —Luffy no lo piensa dos veces y se impulsa sosteniéndose de una barrera— Gomu Gomu Rocket!! —Se suelta para así llevarse a sus nakamas y los cinco aterrizar en el barco.

Mientras que los chicos se recuperaban del golpe, Hela se encontraba como si nada, de hecho, estaba muy exaltada por la adrenalina—. Woah!! Eso fue divertido!! Deberíamos volver a hacerlo! —impulsa la peliazul emocionada.

—Definitivamente si!! —Concuerda Luffy compartiendo las mismas energías.

—No... lo incites... Hela... —Niega Zoro mareado.

Una vez recuperados, los Sombrero de Paja comienzan a emocionarse al estar consientes de que están a unos momentos de cruzar el Grand Line. A continuación, el cocinero les propone lo siguiente:— Hagamos una ceremonia para conmemorar nuestra partida hacia el gran océano! —Todos acceden a la idea ilusionados.

Colocan un barril en el centro del círculo que han creado y es el mismo Sanji en dar inicio—. Para encontrar el All Blue! —Expresa poniendo su pie encima del barril. Los demás imitarían su acción al revelar sus aspiraciones.

—Para convertirme en el Rey de los Piratas! —Menciona Luffy.

—Para ser el mejor espadachín! —Revela Zoro.

—Para dibujar el mapa del mundo! —Contesta Nami.

—Pa- Para convertirme en un valiente guerrero de los mares! —Añora Usopp.

Ya sólo faltaba Hela con su deseo. Observa a los demás quienes esperan de ella con sonrisas y cuando mira a Sanji quien en su mirada reflejaba el apoyo que buscaba. Se contagia de las sonrisas de los demás y se alza para decir:

—Para reencontrarme con mi hermano!

—Allá vamos, Grand Line!! —Dice Luffy

—Sí! —Todos aciertan alzando sus piernas culminando la ceremonia.



































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Una vez conseguido cruzar el Reverse Mountain, admirando del paisaje que este otorgaba, lograron aterrizar del otro lado de la Red Line aunque no a salvo del todo. Los Straw Hats chocaron un una ballena gigante impidiéndoles el paso a seguir.

Como siempre siendo impulsivo, Luffy se atreve a golpear a la ballena en el ojo por haber quebrado el frente del Going Merry. Los nakamas se estaban muriendo del temor ante las acciones de Luffy pero Hela consiguió calmarse un poco.

—Vamos! Pelea! —Insita Luffy.

Zoro y Usopp patean a Luffy enojados—. Cállate!! —Le gritan furiosos.

Hela toma a Luffy por el cuello de su camisa—. Será mejor que te disculpes con esa ballena antes de que te ofrezca como su almuerzo!! —Amenaza Hela.

La enorme ballena ruge abriendo su gran boca para succionar el barco dejando a Luffy por detrás. Los tripulantes quedaron congelados al llegar a la conclusión de que habían sido devorados por la gigante ballena. Sin embargo, no pareciera que estuvieran dentro de la ballena debido a que se podía ver una especie de cielo azul y enfrente del barco se encontraba una casa varada en medio de lo que parecía una especie de lago.

—¿Es esto un sueño? —Cuestiona Sanji.

—Si. —Afirma Zoro.

Mientras tanto, la asesina era la que se mantuvo más relajada ante la situación—. ¿Quién imaginaba que dentro de una ballena luciría así? —Admira mirando al cielo.

—¡¿Cómo puedes estar tan calmada ante esto?! ¡¿Qué no estás consiente de que nos ha comido una ballena?! —Gruñe Nami exaltada.

—¡Oye! Relájate, miedosa. ¿Quieres? —Pide Hela aturdida—. Lo que cuenta aquí es que seguimos vivos y que nada nos pasó. Ahora tenemos que pensar en cómo salir de aquí.

De repente, dentro del agua sale una especie de calamar gigante a aterrorizar a Nami y Usopp. Los otros tres se preparan para atacar pero el calamar es neutralizado por tres enormes lanzas, seguido de un hombre extraño se deja ver saliendo de la casa. Este mantiene una mirada intensa con los Mugiwaras haciendo sentir a los piratas nerviosos por lo que esto podría significar. Pese a ello, el misterioso hombre se digna a sentarse en su silla a leer un periódico ignorando por completo a los nakamas de Luffy. Al principio, Usopp se atreve a amenazarle desde lejos  ganando la atención del hombre.

Antes de responder, alza su letal mirada queriendo intimidar a los piratas—. No me reten a pelear o morirá alguien.

El cocinero suelta una leve risa— ¿Quién va a morir? —Pregunta retando.

—Yo. —El hombre contesta con sencillez.

—¿¡Tú?! Maldito... —Sanji estaba a punto de perder la cordura sino fuera por Zoro.

—Tranquilo, no te enojes.

—¡Me está viendo la cara de estúpido! —El rubio se queja.

Zoro decide tomar las riendas— Oye, viejo, ¿podrías decirnos en dónde estamos y quién eres? —Pregunta relajado y de nuevo el señor intenta intimidar con su mirada. Seguido de compartir un par de palabras con Zoro haciendo ahora enfurecer a este.

La peliazul suelta una carcajada—. Me parece que el señor se está burlando de ustedes. —Comenta entre risas. 

Después de eso, el hombre reafirma que los Mugiwaras están dentro de la ballena, pese a ello, el señor les indica que pueden salir por la enorme puerta detrás de ellos a lo cual los piratas se sorprenden por tan absurda revelación. De un momento a otro, el interior de la ballena comienza a temblar haciendo que el ácido gástrico mueva el Going Merry y el ahora barco del hombre, quien una vez más explica que la ballena Laboon se está estrellando contra el Red Line. Los piratas se apresuran a acercarse a la salida pero justo en ese momento, Luffy sale volando junto con otros dos extraños desde la supuesta salida.

Rescatan a Luffy y capturan a los otros dos individuos, un chico y una chica. Para el parecer de Hela, ambos se veían sospechoso al referirse entre ellos por apodos— ¿Aquí siguen, rufianes? ¡No me hagan repetírselos! Mientras siga con vida, no permitiré que le hagan daño a Laboon! —Exclama dejando en claro el viejo.

Los intrusos hacen caso omiso de la amenaza del señor lanzando cañones hacia el cielo pintado. No obstante, el viejo se lanzó para evitar que estos impacten contra el estómago de Laboon. Acto seguido, los enemigos comienzan a reírse burlonamente presumiendo sus ideales provocando que Luffy los noqueara con un sólo golpe y Hela consigue atraparlos con sus dardos media luna. Fínalmente, los Mugiwaras neutralizan a los rufianes y conversan con el señor quien les cuenta la historia detrás de Laboon.

Consiguen ingresar al canal que los llevará a la salida de la ballena. El hombre mayor les abre la puerta y así salen directo al mar. Al término de la trágica historia de Laboon, los impulsos de Luffy lo hacen cortar el mástil del barco y encajarlo directo en la cabeza de Laboon. El capitán estaba buscando pelear contra la bestia marina afirmando que su duelo aún no termina pues una vez que finalicen su viaje, Luffy volverá a concluir la pelea.

En lo que sucedía eso, Hela estaba inspeccionando a los intrusos en caso de que estos cargaran armas pero lo que encontró fue un Log Pose para que eventualmente los dejara ir, pues supuso que no representaban amenaza alguna contra ellos. En lo único que le importaba era el Log Pose, sabía su funcionalidad pero desconocía cómo usarlos.

Tiempo después, los Mugiwaras deciden quedarse un rato para arreglar el barco y descansar un poco. Hela ayuda a Usopp con las reparaciones del Merry cuando escuchan un grito de Nami diciendo que su brújula se había roto. En cambio, una vez más el señor explica que para navegar en las corrientes del Grand Line se tiene que usar un Log Pose.

—¿Acaso este puede servir? —Pregunta Hela a lo que el señor afirma.

—¿Tenías uno de esos todo este tiempo? —Cuestions Nami.

—No. Se lo quité a esos tontos de antes. Sabía que nos sería de ayuda. —Hela se lo lanza a Nami—. De nada.

Por último, enseña a los Sombrero de Paja cómo funciona aquella brújula usando las propiedades del magnetismo de cada isla que visiten llevándolos eventualmente a un destino en común, Laugh Tale. La isla donde la gente teoriza que el One Piece se encuentra. Mientras tanto, Luffy se había terminado toda la comida que Sanji había preparado para los demás, por lo que patea a Luffy ocasionado que el Log Pose se rompa gracias a la fricción del viento.

Nami se queda atónita por lo sucedido— ¿Sanji-kun?

—¿Si, Nami-san? —la voltea a ver.

—¡¡Vayan a tranquilizarse a otro lado!! —Grita con rabia lanzado tanto a Sanji como Luffy directo al mar.

La estratega se queda admirando lo sucedido—. ¿Sabes, Nami? Me sorprende la enorme capacidad que tienes cuando se trata de lidiar con estos. Se lo merecen. —Pese a estar destruido, el viejo decide regalarles su mismo Log Pose en agradecimiento por Laboon quien rescata a Luffy y Sanji del mar junto con los ya olvidados extraños. Hela se acerca a sus compañeros dispuesta a darles una lección—. ¿Bueno acaso ustedes son idiotas o qué? —Empuja las cabezas de Sanji y Luffy para que se golpeen entre estas—. Corrieron con la suerte de que ese Log Pose fue fácilmente reemplazado. —De nuevo imita su acción por última vez—. Chicos tenían que ser. —Rueda sus ojos alejándose de ellos.

—Discúlpame, Hela-luv. No volverá a pasar! Lo prometo! —Se levanta con rapidez para pegarse a la asesina.

Finalmente, los intrusos rogaron a los Mugiwaras que los llevaran a Whiskey Peak ya que no tenían un barco para navegar por su cuenta. Eventualmente Luffy acepta llevarlos y se preparan para ir a esa isla. Agradecen por el Log Pose y lo demás al viejo para después zarpar hacia otra aventura.


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