{☠️VII} Directo a Logue Town con un toque de dejavú







Los Mugiwara consiguen rescatar a Nami y al mismo tiempo salvan la aldea de la Navegante de Arlong y sus piratas. Y con ello, la pelirroja decide unirse a la tripulación para continuar de sus aventuras. Así que después del gran banquete y fiesta que organizaron en Villa Cocoyasi, los piratas se embarcan en su siguiente visita, el Grand Line, no sin antes indicando que pasarán primero a una pequeña isla.

—Logue Town. —Dice Nami señalando el mapa.

—Logue Town? —Pregunta Luffy sin tener conocimiento de aquella isla.

—También conocida como "La Ciudad del Principio y Fin." O eso había oído. —Responde Zoro.

—Ahí fue donde el Rey de los Piratas, Gol D. Roger nació. Y también donde fue ejecutado. —Relata Hela con voz seca.

El rostro de Luffy comienza a tornarse de emoción pero con un toque de seriedad—. La ciudad donde murió el Rey de los Piratas... —expresa abriendo los ojos.

—Quieres ir? —Invita Nami a lo que el capitán acepta.

Es así como los Sombrero de Paja navegan hasta aquella aldea en busca de su próxima aventura. No obstante, una vez que desembarcan en el puerto de la ciudad y se preparan para explorar, Sanji se fija que Hela comenzaba a ponerse tensa y preocupada. El rubio se acerca a la peliazul para revisar de que todo se encuentre en orden.

—Hela-luv? Está todo en orden? —Unicamente ellos dos habían quedado en el barco, el resto salió corriendo directo a la ciudad.

—Aquí es. —Traga saliva.

—Aquí es...?

—Aquí fue donde crecí. —Hela seguía con la mirada puesta en la ciudad recordando cada memoria que pasó en estas calles.

Sanji por su parte intenta relajar a Hela acercándose a ella para abrazarla pero la estratega comienza a alejarse adentrándose a la ciudad—. Necesitas que...

—Estaré bien. Hay algo que debo hacer antes. —Ignora al cocinero y se dirige a un rústico hogar en busca de alguien es especifico. Es inevitable que durante su caminata le sea imposible olvidar el dolor y la angustia que vivió junto con su hermano por al menos seis meses antes de la misteriosa oferta de trabajo que le ofrecieron a la asesina la cual cambiaria sus vidas para siempre.

Llega a su destino y sin tener idea de cómo se iba a dirigir hacia esa persona, toca de la puerta la cual tarda en abrirse dejando ver a un hombre adulto rondando los 40 años, aspecto levemente acabado pero manteniendo su buena forma. Hela poco a poco alza la mirada para conectar con la del hombre quien se asombra de ver a la peliazul para después fruncir el ceño y adoptar una expresión de desconfianza y enojo.

—Qué haces aquí? —Cuestiona el señor cruzando sus brazos.

Hela tarda en contestar—. Pensaba en venir a vistar.

Este se recarga en el marco de la puerta—. Oh si? Ahora te preocupas por mi? Luego de lo que le hiciste a mi esposa? Que conveniente. —Lanza quejándose.

—Yo estoy consiente de lo que provoqué y sé que no tiene remedio. Ni tampoco pidiendo perdón sanará heridas.

—Entonces para qué viniste?! —pregunta desesperado.

—Quería asegurarme de que Exequiel no te hubiera matado. —Confiesa con sentimiento.

El hombre suelta un bufido—. Más quisiera para así estar con mi esposa. —Agacha la cabeza al recordar a su difunta amada—. Creí que habías dejado en claro que no te importábamos. —Comenta sentido por lo de su esposa.

La peliazul niega a mostrar algún sentimiento en su rostro—. Dusan los quería como sus padres. Y debo confesar que me sentía celosa de que incluso los adoraba más que a mi.

—Bromeas? Cuando nos lo dejabas a cargo, de lo único que Dusan hablaba era de ti. Quería estar con su hermana mayor. Deseaba que los cuatro formásemos una familia, algo que Olga también estaba dispuesta a hacer. —Relata más tranquilo.

Le dolía mantener esta conversación a Hela. Estaba consiente de los deseos de su hermano pero por más que intentaba cumplir lo que fuera, esto no estaba en la lista—. Supongo que ahora sabe por qué no podíamos quedarnos a vivir con ustedes permanentemente.

—Y aún así Olga murió. —Reniega volviendo a ponerse molesto.

—Intenté alejarme de ustedes para evitar que esto pasara. Jamás pensé que Dusan se encariñaría tanto con ustedes que los usarían como objetivo para llegar hacia mi! —Defiende Hela poco a poco perdiendo el control.

—Quieres saber qué pasó exactamente ese día? —Su tono era feroz y grave—. Tu pequeña organización vino en busca de secuestrar a tu hermano quien oh sorpresa! Él se había escapado para ir a buscarte. Tus aliados pensaban que les estábamos mintiendo con la locación de Dusan, por lo que nos amenazaron y eventualmente se llevaron la vida de Olga. —El hombre cae en lágrimas—. Él la mató frente a mis ojos... No había nada que podía hacer...

La estratega no sabía cómo reaccionar ante la depresión del hombre—. Virgil, yo...

—Ya tuve suficiente de ti, Hela!!! —Se alza con rapidez lleno de ira—. Tu y tu hermano no nos trajeron nada más que sufrimiento y desgracia!! —desata sin controlarse lleno de rabia—. Fueron una maldición!! Jamás debiste de existir!! Fuiste un error!!

El ahora nombrado Virgil consigue ahorcar a Hela quien se deja sintiéndose culpable viendo que el hombre estaba disfrutando de sus acciones, sin embargo el gusto le duró pocos segundos ya que alguien por detrás de Hela lo pateó en el abdomen alejándolo de la asesina.

—Tú pedazo de mierda! Quién te crees que eres para ahorcar a una dama?! Eres un...! —Era el mismo Sanji quien llegó al rescate.

Hela se interpone entre ambos antes de que el rubio lo golpee más—. Espera! —Saca sus fuerzas para poder hablar—. Déjalo en paz. El hombre ha sufrido demasiado.

Sanji y Virgil mantiene la mirada por unos instantes más hasta que Hela rompe el contacto visual caminando lejos del hombre quien lanza por última vez unas palabras a la peliazul—. Espero que Exequiel te encuentre y te haga pagar por lo que me hiciste, bastarda!!

El cocinero gruñe del coraje ante las palabras de Virgil pero es Hela quien dice que lo ignore y se van caminado lejos de lo sucedido llegando a un pequeño bosque inconscientemente. La peliazul pierde la noción del tiempo al recordar la primera vez que ella y su hermano pisaron Logue Town por primera vez.

Era de noche, los pequeños bajaban de un barco misterioso, cansados, exhaustos y hambrientos. Ninguno de los dos tenía ni idea de cómo habían llegado ahí o si quiera dónde estaban. De cualquier modo, cuando la niña se giró para saber cómo llegaron, se encontró únicamente el puerto vacío con las olas del mar moviéndose y brillando bajo la luz de la luna. El único recuerdo que se les concedió fueron sus nombres.

"Hela, Hela. Hela." Se repetía en la cabeza de la pequeña de cinco años.

Dirigió su vista al otro niño que la acompañaba, de nuevo su mente jugó con ella. "Dusan. Dusan es el nombre de tu hermano ahora." Hacía hincapié al de tres años—. Dusan? Interroga Hela provocando que el mencionado se gire a verla. Nota que su hermano temblaba del frío y se arropaba en sus propios brazos.

Se acercó al chico para abrazarlo así pues para transmitirle calor. Dusan consigue acurrucarse en el pecho de su hermana sintiendo además de calor, seguridad. Con ello, la chiquilla se dio la tarea de primero encontrar un refugio para pasar la noche de tal modo de la mañana siguiente salir en busca de alimento.

Le costó trabajo conseguir el más mínimo suministro de comida. Caminando en una ciudad desconocida, sola, sin saber a dónde ir; preocupada y asustada de lo que fuese a pasar. Hasta que finalmente logró conseguir suficiente comida para ambos robándole a un niño sin pensarlo, a pesar de ello, el niño llamó a sus demás amigos para tomar acciones en contra de Hela golpeándola sin restricciones tirando y pisando la comida que ella había tomado.

Eventualmente regresó a donde se habían resguardado la noche anterior con sólo un bolillo. El estómago de Dusan rugía sin parar haciendo que Hela tomara la más difícil decisión pero sin dudarlo dos veces: dejó que su hermanito se comiera todo el pan.

De ahí en adelante, durante seis meses aproximadamente, Hela estaría buscando trabajo para ganar algo de dinero. Algo que ciertamente fue casi imposible dado a distintos factores: la edad de la pequeña, el abuso de sus jefes hasta el punto de casi esclavizarla, el no ganar lo suficiente para tener que recurrir a crear planes para robar dinero o comida extra creando enemigos que acosaran de la niña constantemente que en consecuencia le creó una mala reputación.

Pese a todo ello, Hela se aguantaba por Dusan. Se estaba sacrificando por su hermano menor.

"Eres ingeniosa, niña. Te propongo un trato..."

Las memorias de Hela se esfuman cuando Sanji coloca su mano en el hombro de la estratega provocando que regrese a la realidad—. Estás bien, Hela-luv? —cuestiona preocupado por la chica.

Decide recorrer con su mirada el bosque hasta clavar la mirada en cierto árbol. Se acerca a este y toca la corteza donde se encontraban unos tallados formando una especie de letras y dibujos—. Aquí fue donde Dusan y yo vivimos por seis meses. Justo en este árbol. —Menciona aún viendo el árbol.

Sanji se queda callado intentando descifrar qué haría ante esto. Deseaba ayudar a Hela a que se sintiera bien pues quería saber porque Logue Town era un tema delicado para la asesina—. Qué fue lo que te pasó antes de que te conociera? —Pregunta con delicadeza.

Estaba segura que podía contarle a Sanji lo que fuera. Él la escucharía y la iba a hacerle sentir mejor. Además, necesitaba contarle a alguien sobre su pasado, aunque sea lo que recuerde—. Para que mi hermano y yo pudiéramos sobrevivir, me uní a una organización secreta llamada la Corte de las Sombras. Uno de mis mentores me dio esta oportunidad de trabajar para ellos. El entrenamiento fue intenso pero el dinero era más que suficiente. Hice mi mayor esfuerzo para mantener oculto a mi hermano de ellos porque conocía de lo que eran capaces, pero el que era el peor de la Corte era mi jefe, Sakkari Exequiel.

El cocinero no sabía cómo reaccionar, por lo que dejó que Hela siguiera hablando—. Las atrocidades que cometía no tienen descripción alguna. No le bastaba con triunfar, su ambición lo hizo bastante poderoso e influyente en otros. Es una persona con la que no se puede lidiar o cambiar de parecer.

—Si conocías cómo era tu jefe, por qué decidiste quedarte en el Baratie conmigo? —Era una duda que no dejaba a Sanji en paz.

Hela se atreve a mirarlo a los ojos por primera vez—. Por ti, Sanji. —Dio una pausa para pensar en sus palabras. No quería precipitarse y decirle que en aquel entonces llegó a quererlo demasiado, casi llegando al nivel de su hermano. Se negaba a aceptar esos sentimientos que tuvo, o quizá siga teniendo—. Creía que todo lo tenía bajo control, que Exequiel desconocía de la existencia de Dusan. De cualquier modo, lo subestimé y me dejé llevar por ti... —Admite lamentándose con un tono de arrepentimiento en su voz.

Este adopta una expresión de asombro ante la confesión. Por un lado se siente aliviado al conocer que aquel tiempo que estuvieron en una relación fue real, por el contrario, Hela se había expresado como si nunca lo hubiera deseado hacer—. Si alguna vez le enseñaste a Dusan cómo protegerse a sí mismo, seguramente se encuentre bien. Te aseguro que tu llevas la ventaja sobre Sakkari al este no tener bajo su custodia a Dusan.

—Si, pero si nunca me hubiera distraído contigo, no estaría en esta situación. —Replica con un toque de coraje.

Aquello le dolió a Sanji pero empatizó con su dolor—. Yo creo que esto tenía que pasar... —Se estaba explicando cuando la estratega lo asesina con la mirada—. Espera, Hela-luv. Déjame terminar. —Relaja—. Sino fuera por tu hermano, no hubieras conocido a Luffy. Y Créeme, he visto como brillan tus ojos cuando navegas en el Going Merry. Disfrutas pasar aventuras con la tripulación. —Convence haciendo entrar a Hela en razón—. Claro y también sino fuera porque te enamoraste de alguien como yo, nada de esto hubiera sucedido. —Dice tomándose todo el crédito.

Pese a lo último, la peliazul ya no lo escuchó pues analizó lo que Sanji le dijo. Quizá era obra del destino que esto pasara. Su capitán le había dado una segunda oportunidad para reacomodar su vida—. Tienes razón, Sanji. Te agradezco por tus palabras. Eres el mejor. —Se atreve a guiñarle un ojo provocando que el cocinero pierda el control y actúe enamoradizo con ella.

—Lo que sea por mi querida y adorada Hela-luv!! Siempre estaré disponible para ti!! —Añade embobado por la asesina.


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