{🌀LI} La versión chafa de la Asesina Aniquiladora
Hace dos años en el Archipiélago de Sabaody fue donde los Piratas Sombrero de Paja fueron derrotados por la Marina y fueron separados involuntariamente provocando que su capitán Monkey D. Luffy tomara la drástica decisión de prepararse y convertirse más fuerte para luchar contra los nuevos retos que los estarán esperando en el Nuevo Mundo. Fue así como el chico de goma lanzó un comunicado a sus nakamas para que estos también entrenaran durante ese lapso regresando aún más impotentes contra sus enemigos, en el caso de ahora nombrada Asesina Aniquiladora Atlas Hela fue entrenada por el padre de su viejo jefe, un señor quien era mucho menos agresivo y más compasivo, Sakkari Slade.
Su estadía en Wade no solamente implicó practicar nuevas técnicas de combate, sino también Slade le explicó que Hela había heredado el Haki del Conquistador, así como también aprendió a desarrollar Haki de Armamento y Observación siendo el último irónicamente el más complicado de dominar al cien por ciento. Añadiendo otras cosas vistas en los pasados años, el de tez morena instituyó todos sus conocimientos con respecto a la Akuma No Mi de Hela, es decir su fruta del diablo. Ciertamente todo su entrenamiento fue principalmente basado en aprender, controlar y dominar sus poderes y los secretos que este esconde pues Slade resalta que la fruta había aceptado a Hela como su usuaria creyendo fielmente en el futuro de la estratega.
Pese a que algunos de sus nakamas ya se encontraban en Sabaody, Hela sería una de las que llegaron al último ante el hecho de completar su entrenamiento a destiempo por lo que su viaje a la isla fue muy apresurado. Por supuesto que Slade ayudó a la asesina a llegar hasta su punto de encuentro escuchando durante todo su viaje lo emocionada y ansiosa que estaba por reencontrarse con sus amigos.
Chopper, Nami, Robin, Brook, Zoro, Franky, Luffy, Sanji. A cada uno de ellos lo extrañaba demasiado. No se podía aguantar las ganas de abrazar a cada uno de ellos.
Eran más que sus compañeros, más que sus amigos.
Se habían convertido en su familia.
Una vez pisando el césped del Archipiélago a Hela le llegan unos humeantes recuerdos sobre la última vez que estuvieron en ese lugar pensando en su difunto hermano. Se pone de rodillas para tocar del piso soltando un longevo suspiro—. Todo bien, niña? —Indaga Slade.
Alza la mirada al frente esbozando una sonrisa leve—. Este fue el último lugar donde Dusan y yo convivimos en armonía antes de lo acontecido. —Detalla recordando aquellos momentos—. Hice una promesa conmigo misma y era el no pensar en Dusan cada maldito rato, eso sólo me retiene y corta mi progreso.
—Recuerda que tanto Dusan como Ace te motivan para continuar tu aventura con tus nakamas. —Aconseja el de tez morena colocando una mano sobre el hombro de Hela.
—Pienso eso cada día, Slade. —Se incorpora del suelo volteando a ver a Slade regalándole una enorme sonrisa cerrada—. Muchas gracias por estos dos años, Slade-san. Estoy en una eterna deuda contigo.
Slade le regresa el gesto amable—. Gracias a ti por acabar con la vida de mi hijo. —Admite entre broma y agradecimiento—. Siendo sinceros, únicamente te enseñé las verdaderas habilidades de tu fruta, el resto del entrenamiento era perfeccionar lo que aprendiste de tu viejo mentor. —Recalca sorprendido.
La asesina hace memoria de su tan hablado mentor razonando que muy probablemente cruce caminos en el Nuevo Mundo pues la isla donde habita se encuentra en esa zona. Acaso estaría lista para reencontrarse con él? Qué le diría cuando se vieran? Acaso le iba a reclamar por abandonarla? No estaba segura de lo que fuese a pasar ya que presentía que no era el momento para reunirse con él.
—Mi meta era impresionarlo para al menos conseguir un aliado pero siempre se mostraba muy duro y estricto conmigo. —Admite encogiéndose de hombros—. Y cuando pensaba que habíamos conectado me abandona con Exequiel regresando a su tripulación. —La imagen de una Hela de once años intentando detener con lágrimas a su mentor atormenta su mente—. Desde ahí aprendí que no podía confiar en nadie ni debía encariñarme con otras personas que no fuera mi hermano
Slade estaba familiarizado con la historia entre Hela y su mentor pues la misma asesina le había contado todos los detalles, sumando que también conocía a su hijo quizá haya algún contexto que haga falta para conocer la verdad detrás del abandono de su mentor con la remota posibilidad de que Exequiel haya tenido algo que ver—. Con todo el sufrimiento que has pasado, lograste conseguir a unos fieles amigos con quienes puedes confiar profundamente. Nunca te despegues de ellos y manténganse unidos en todo momento. —Termina aconsejando para finalizar su viaje.
Los dos se despiden para separar caminos con el propósito de que Hela se fuera reencontrando con sus amigos. No obstante, primero se dio el privilegio de irse a comprar ropa con el dinero que había ganado gracias a las apuestas que solía hacer en Wade que servían como ayuda para agilizar su mente y enseñarle a ser más inteligente cuando se habla de estrategias, con ello se consigue muchas prendas que llaman la atención, inclusive decide cambiarse de conjunto el cual consiste en unos shorts de mezclilla rasgados, un top que cubría únicamente su pecho el cual se amarraba por la espalda, una franela de talla grande que colgaba de un sólo hombro y por último unos tenis de plataforma que la hacían ver más alta de lo que aparentaba. Su outfit resaltaba su cuerpo ahora mucho mejor marcado en el abdomen, piernas y brazos remarcando su entrenamiento.
Mientras caminaba cargando todas sus cosas yendo al Grove donde se encontraría su entrañable barco, se encuentra con una multitud de personas asustadas y preocupadas apartándose de algo en concreto, al principio a Hela no le interesaba lo que ocurría pero hasta que una persona choca con ella tirando unas cuantas bolsas es cuando se gira dispuesta a confrontar a la persona pues nunca fue un accidente, sino la habían empujado intencionalmente.
Al cruzar miradas, la estratega se da cuenta que la persona con la que había chocado era una mujer que vestía con ropa muy ajustada, un grueso collar media luna que rodea su cuello, cabello morado oscuro con un lado de este cortado a la mitad imitando exactamente el estilo de peinado que alguna vez Hela usó. Su alrededor murmuraba cosas como "Esa chica está acabada." o "Que mala suerte para la chica." Sin embargo, algo que la sorprendió fue que una de las personas dijere "Oh no! Acaba de chocar con la Asesina Aniquiladora Ashla! Princesa de Thorne!!"
Ahora entendía lo que estaba pasando. Aquella mujer que la empujó se estaba haciendo pasar por Hela—. Mis disculpas, mocosa. No te vi por lo diminuta que eres! —Aprovecha para burlarse irónicamente de su parodia.
Las personas ahogan gritos pasmados de la actitud de la asesina, mientras la impostora asesina con la mirada a Hela—. Qué no sabes quién soy?! Soy la hija de un Tenryuubito!! Y también miembro de los Mugiwara! —Se ofende enojada.
—Ahh!! No me digas! —Replica fingiendo estar sorprendida—. No me lo puedo creer! Soy tu mayor fan! Puedo hacer una observación?! —Añade siguiendo con el acto.
La mujer se deja llevar por la farsa de Hela—. Lo que sea por una admiradora.
Hela esboza una sonrisa diabólica—. Me encanta tu estilo, casi idéntico al mío pero debo decir una cosa, ese ya no es mi estilo de cabello, impostora tonta. —Comenta disfrutando humillar a la mujer la ahora teñida de plateado con el cabello largo amarrado en una media cola de caballo con un chongo.
Esto hace que la impostora trague saliva de los nervios que la asesina le provoca. No obstante recupera su compostura—. Cómo te atreves a insultarme de esa manera!!
—Insultarte?! La única insultada soy soy! Digo, tu pobre intento de personificarme me ofende demasiado! Esperaba más de tipas como tú!
El público calla ante la discusión entre las mujeres, la frialdad y crueldad de las palabras de Hela herían hasta a los admiradores—. Suficiente! Acabaré contigo aquí mismo!! —Espeta la impostora alejándose de Hela para ponerse en posición de combate sacando su réplica de dardo media luna amenazando a Hela.
—Impresionante! Ma gusta tu arma, pero hay un pequeño inconveniente... —Decía Hela cuando la personificadora se preparaba para lanzar del arma, la estratega saca su látigo para amarrar su mano inmovilizándola—. Yo ya no uso esas armas. —Confiesa jalando a la impostora para darle un puñetazo en el rostro lanzándola muy lejos de donde se encontraban, llevándose miradas de asombro y terror por parte de la multitud. Acto seguido su látigo regrese a entrelazarse en su muñeca izquierda y recoge sus bolsas cuando se percata que las personas siguen viéndola—. Ok, adiós! —Ahuyenta a su alrededor continuando con su camino hacia el Thousand Sunny.
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