030 || peace and chaos

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Chapter Thirty
La paz y el caos

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EL EQUIPO ENTRÓ EN SILENCIO a la sala de juntas en compañía de Thor, quien aún miraba con hostilidad a todos los que lo rodeaban, pero específicamente a Violet, quien ni siquiera parecía inmutarse a aquellas miradas.

La rubia aún se encontraba sumida en sus pensamientos a causa de todo lo dicho por Thor momentos atrás.

¿Podría ser cierto? ¿Stephen entregó a la mitad del universo solo por salvarla?

No… eso no tenía sentido. ¿Por qué ella tendría que ser más importante que el resto de seres en el universo? Stephen no podría… él no haría eso…

Apretó los puños en su regazo, sus uñas clavándose ligeramente en la piel. No podía permitirse caer en esa trampa mental. No ahora, no aquí, frente a Thor, que seguía observándola como si fuera culpable de algo más allá de su comprensión.

Pero las palabras se negaban a desaparecer. Thor había hablado con una convicción que no podía ignorar, y eso la carcomía. Stephen no estaba allí para defenderse, y ahora ella estaba atrapada, ahogada por una verdad que no sabía cómo manejar. Una verdad que tal vez nunca quiso conocer.

— Violet, no pienses en lo que dijo. Está enojado y quiere desquitarse con todo aquel que lo enfrente— hablaba Natasha en un intento de animarla— Tú lo dijiste, él no estuvo presente en su batalla, no sabe lo que pasó…

— ¿Y si tiene razón?— preguntaba Violet sin poder mirar a nadie— ¿Y si Stephen permitió que Thanos obtuviera esa gema para que yo viviera? Yo… yo me desmayé y no supe qué pasó hasta que todo había terminado

— Se que Stephen te amaba con el alma, pero también sé que no sería capaz de entregar a la mitad del universo por una sola persona— decía Natasha sujetando su mano— Él sabía lo importante que era ser el hechicero supremo y que había ocasiones en donde se debían tomar decisiones que…

Natasha quiso continuar. Sin embargo, ambas entraron a la sala de juntas, por lo que Violet le pidió detenerse. Era suficiente con lo que el equipo había escuchado instantes atrás, no deseaba que supieran más… específicamente Spencer, quien eligió colocarse junto a Hotch, lejos de ella, dejándola con una extraña herida en en su interior…

— ¡Exijo que me entreguen a mi hermano!— habló Thor con firmeza en cuanto todos estuvieron reunidos— ¿¡Cómo pudieron mantenerlo preso todo este tiempo!? ¡Es un ultraje!

— Thor, puedes estar seguro que aunque mantienen a Loki aquí, no es en contra de su voluntad— habló Natasha con calma— Tu hermano está bien. No le ha pasado nada

— ¿Crees que voy a creer en tu palabra después de que me ocultaste la verdad todo este tiempo?— le cuestionó Thor con molestia— Eres una mentirosa…

— ¡Ya basta!— exclamó Hotch con molestia— Si la agente Romanoff no dijo nada fue porque así se le ordenó. Comprenderá que el hecho de que se tenga a alguien como su hermano en las instalaciones no es algo que deba de hacerse público.

— Ustedes no tienen derecho a mantener cautivo a mi hermano— decía Thor

— Con todo respeto, su hermano fue el responsable de una de las mayores tragedias en Nueva York. Tiene todo el sentido que en cuanto volvió a poner un pie en el país, se le capturara— habló ahora Morgan con la misma seriedad de su jefe

— Loki fue juzgado en Asgard por sus delitos. Cumplió su condena— respondió el dios

— Asesinó a 80 personas en solo tres días, eso sin contar por supuesto a todas las víctimas de su ataque a Nueva York— dijo Tara apoyando a su compañero— No creo que la condena fuera suficiente para hacerle justicia a los caídos…

Thor estaba por responder, hasta que la pantalla de la sala comenzó a mostrar interferencia, cosa que llamó la atención de todos.

Nadie supo de dónde salió la imagen, tampoco supieron cómo es que habían logrado acceder a las pantallas, muchísimo menos supieron cómo es que aquella persona supo en qué momento debía transmitir esas imágenes. Lo único que era un hecho, es que todos se desmoronaron al ver esa pantalla.

— Por favor, basta, no graben, no quiero que lo vean— suplicaba la mujer con lágrimas en los ojos mientras luchaba con quien la intentaba atar— No quiero que lo vean…

— No puede ser. Adeline…— dijo García con la voz quebrada

— ¿Pero qué?… ¡Yo la dejé segura en Nueva Asgard!— exclamó Thor viendo a la chica en la pantalla— ¡Le dije que se quedara ahí mientras volvía con mi hermano!

Violet tuvo que sujetarse de la mesa frente a ella. Sentía que en cualquier momento podría desmayarse, sentía como la respiración comenzaba a fallarle y como sus piernas se volvían débiles.

— Habla— ordenó el hombre que estaba junto a ella— Habla, ahora.

— Mi nombre es Adeline Ivanova— comenzó la pelinaranja deteniendo sus lágrimas— Nacida el 28 de septiembre del año 1990, secuestrada el día 1ro de Octubre del presente año…

Hubo un silencio.

Al ver que la mujer no seguía hablando el hombre se acercó dejando el cuchillo en su cuello, amenazandola para que continuará.

— Y… a continuación van a ver como me torturan— decía con dificultad— No vengan por mí, no quiero ser salvada...

Se logró ver cómo el hombre quitó el cuchillo de su cuello y golpeó su cara, haciendo que cayera a un lado con la silla a la cual estaba atada.

La rubia no podía soportarlo. Algo en su interior parecía encenderse de una manera que no podía explicarse. Era como si un fuego recorriera sus venas, caliente y abrasador, mientras las lágrimas rodaban sin control por sus mejillas. El aire a su alrededor se sentía más denso, más pesado.

Apretó los puños en un intento desesperado por calmarse, pero en lugar de alivio, lo único que consiguió fue sentir cómo sus uñas se clavaban en sus palmas, la presión creciendo sin parar. Su corazón latía con violencia, martilleando su pecho. Algo se revolvía dentro de ella, algo que nunca había sentido antes, algo primitivo. Una fuerza imparable que luchaba por salir.

El suelo bajo sus pies comenzó a vibrar, apenas perceptible al principio. Los vidrios de la ventana temblaron ligeramente, como una advertencia, pero ni Violet o el resto de los presentes se dieron cuenta.

— ¡Di lo que debías, cumple con tus órdenes!— exclamaba otro hombre con furia

— ¡No vengan por mí!— volvió a gritar, ignorando lo que el hombre exigía— ¡No quiero ser salvada!

— ¿¡Quién era la otra!?— preguntó el segundo encapuchado, golpeándola nuevamente— ¡Confiesa y tu castigo será menor!

— No sé de qué me estás hablando y aunque supiera no pienso responder nada— respondió Adeline escupiendo sangre

Mientras todo pasaba, Penélope intentó averiguar de dónde provenía la señal, sin embargo, había demasiados bloqueos, por lo que le estaba costando el triple de trabajo.

— No te hagas la tonta. Sabes perfectamente que la KGB se dedicó a estudiar a los posibles blancos para el proyecto black widow— respondía ese mismo hombre

El primer enmascarado que había salido en el vídeo ahora solo parecía estar observando todo lo que pasaba. Como si estuviera esperando alguna orden.

— Increible, no sabia que hasta para secuestrar eres un idiota— se burló Adeline— Si buscas a la viuda mas letal, te equivocaste de objetivo

— ¿De verdad no sabes, cierto?— preguntó el hombre mientras reía— A nosotros no nos interesa quien se encuentre en números rojos o quién sea más letal. En tiempos como estos, eso da igual… se necesita más que solo habilidades físicas para ser la viuda perfecta…

Ni Adeline o el equipo entendieron a lo que ese hombre se refería.

— Como te lo mencioné, la KGB hizo una ardua investigación para encontrar a las candidatas perfectas. Al hacerlo, encontraron grandes reclutas, mujeres excepcionales que con todo lo aprendido lograron destruir a las más grandes fortalezas del mundo… Natasha Romanoff es el más grande ejemplo de eso…

Natasha agachó la mirada al escuchar eso. Odiaba recordar sus días en ese lugar y que alguien más los mencionara.

— Sin embargo, pese a lo que todos creen, ella no es la joya de la red room— dijo el hombre, dejando a todos confundidos— Hubo dos niñas que desde su investigación mostraron el potencial para ser algo más que simples espías— seguía explicando el enmascarado agarrando a Adeline bruscamente del rostro— Tú, mon amour… eres una de esas niñas. Siendo más específicos, la paz, aquella que manipula a cualquiera con un simple toque...

Los puntos en la mente de Violet comenzaban a unirse…

El hecho de que desde que eran niñas, Adeline siempre logró hacerla sentir en calma.

Cómo causaba que algunas viudas en el pasado se retorcieran del dolor con su simple tacto cuando llegaban a fastidiarla.

La manera en la que lograba calmar a cualquier persona con el poder de su voz y su tacto…

Siempre creyó que había algo excepcional en su hermana, solo que nunca pensó que fuera a un nivel como ese.

— Por otro lado tenemos al caos… y si me permites decirlo, mi favorita— dijo el enmascarado aventando el rostro de la pelinaranja— La única viuda capaz de destrozar una nación con el poder de sus gritos… y ella, vaya que es difícil de encontrar. Contrario a ti, los experimentos en ella se tuvieron que detener ya que por más que presionaron, jamás pudieron lograr lo que lograron en ti… y si continuaban presionando, se corría el riesgo de matarla o de matarnos en el proceso

— ¿Entonces para qué la quieres?— preguntó Adeline— ¿Qué te hace creer que yo sé dónde está?

— Porque a comparación de hace años, el caos por fin está surgiendo— decía el hombre con alegría en su voz— Sus gritos por fin son lo suficientemente potentes para darse a notar… y tú, mon amour, nos vas a decir quién es, porque la paz siempre está acompañada del caos

— Ya te dije que yo no sé de lo que me estás hablando… y aunque supiera algo, jamás lo diría. Yo ni siquiera sabía que los experimentos eran solo a dos viudas en particular… creí que a todas nos hacían lo mismo— negó Adeline— Lo único que tengo que decir es que no quiero ser salvada…

— Veremos si opinas lo mismo en unos instantes más— se burló el hombre, tomando a Adeline para cargarla sobre su hombro

Quien sea que estuviera grabando, se encargó de seguirlos. Adeline se movía de un lado a otro intentando liberarse, pero no tuvo éxito.

Fue entonces, que ante la mirada atónita de todos en la UAC, que el hombre enmascarado aventó a Adeline a un gran hoyo que había en el suelo.

Además de sentir una fuerte punzada en el corazón, Violet comenzó a sentir un ardor debajo de la piel, todo mientras veía como su hermana comenzaba a ser enterrada viva.

— ¡Dinos el nombre!— exclamó con furia el hombre con pala en mano

Adeline tomó una gran bocanada de aire antes de abrir la boca.

— Mi nombre es Adeline Ivanova, nacida el 28 de septiembre de 1990 — comenzó a hablar Adeline con su voz temblando ligeramente— Soy una hermana, una hija y una amiga…

Violet suplico que dijera el nombre de la viuda que buscaban, sin embargo, sus súplicas parecieron no ser escuchadas y la voz de su hermana pequeña se volvió más decidida.

— No deseo ser salvada, déjenme morir…

Y entonces, la imagen se cortó, mostrando en la pantalla un mensaje en ruso…

Скоро увидимся

— ¿Qué dice eso?— preguntó Morgan con confusión

— Skoro uvidimsya. Nos veremos pronto en ruso— susurró Violet

La rubia ya no pudo seguir fingiendo que podía mantenerse en pie. Sus piernas fallaron y se dejó caer al suelo mientras Spencer y Natasha se colocaban a sus costados para ayudarla a levantarse nuevamente, pero ella se negó.

La ira y la impotencia la comenzaron a consumir. Esto era más de lo que podía manejar. Ya eran demasiadas cosas como para fingir que todo estaba en orden o para no perder el control.

Las luces comenzaron a parpadear y todos lo notaron.

— Chicos… las luces— decía Tara volteando a ver fuera de la sala de juntas para ver si estaba pasando lo mismo en todos lados— ¿Qué pasa?

Y entonces ya no solo las luces comenzaron a fallar. Las lámparas de todo el alrededor comenzaron a balancearse.

Una alarma comenzó a sonar por todo el edificio.

Fue cuando todo sucedió. Una ráfaga de energía inexplicable explotó desde lo más profundo de Violet, extendiéndose por todo su cuerpo.

Las paredes vibraron con fuerza, y el suelo bajo sus pies se agitó violentamente. Ella no podía controlarlo. El miedo y la tristeza se mezclaban con la ira, alimentando ese poder salvaje que desconocía. Era como si la tierra misma respondiera a su dolor.

— Está temblando— anunció Hotch— Salgan todos…

Lo intentaron. El equipo corrió hasta la puerta, sin embargo, el crujido del puente que los unía a las escaleras los hizo darse cuenta que sería demasiado peligroso el cruzar.

— ¡Bruja, detente, nos vas a matar a todos!— exclamó Thor viendo a Violet, quien aún seguía gritando y llorando con fuerza

La rubia ya no solo gritaba por el sufrimiento de su hermana. Gritaba por el gran ardor que sentía dentro de su cuerpo. Gritaba por esa extraña sensación en su interior… era como si algo estuviera abandonando su cuerpo de una manera violenta.

Las grietas comenzaron a abrirse en ciertas partes del edificio, serpenteando por el suelo, creciendo y amenazando con devorar todo a su paso. Pero Violet no lo veía. No lo entendía. Solo podía sentir ese poder desconocido, temblando en su interior, como si estuviera a punto de romperla por completo.

— ¡Resguardense donde puedan, ahora!— ordenó Aaron apresurandose a moverse

Aaron intentó tomar a Natasha para cubrirse junto a ella, sin embargo, la viuda se negó a moverse de lugar y permaneció junto a su amiga.

— ¡Natasha, me duele… haz que pare, que se detenga, por favor!— suplicaba Violet sin poder parar de llorar— ¡Haré lo que me pidas, pero que pare!

— ¿¡Qué tienes!? ¿¡Qué hago!?— preguntaba Natasha con preocupación— No entiendo… no sé que puedo hacer

La única viuda capaz de destrozar una nación con el poder de sus gritos…”

“Adeline, tú eres la paz…”

“Porque la paz siempre está acompañada del caos…”

Las cosas en la mente de Spencer parecían unirse como si el rompecabezas por fin pudiera ser armado. Todas las cosas que antes no tenían sentido con respecto a Violet, ahora eran tan claras como el agua.

Los temblores que se sintieron cuando Violet colapsó en el elevador y el día que le pidieron matrimonio a Adeline en las afueras del club.

Las pesadillas que Violet llega a tener en donde despierta gritando que la suelten…

— Chicos, es ella. La otra viuda a quien buscan, es ella— informó Spencer viendo a sus compañeros— Violet es el caos

La intensidad del temblor comenzaba a aumentar. Todos los que estaban afuera de la oficina ya estaban evacuando el edificio. El equipo de la UAC sabía que definitivamente no tendría tiempo para evacuar, no cuando la intensidad del temblor estaba generando que grandes muebles y pantallas cayeran al suelo.

— ¿Es ella? ¿Ella lo causa?— preguntó Morgan tomando a Tara para resguardarse debajo de la mesa— ¡Detenla!

— ¿¡Y cómo se supone que haga eso!? Parece que está en un trance y no para de gritar y llorar— respondió Spencer intentando cubrirse y a Violet— No reacciona…

— Violet, Violet vas a enterrarnos vivos si no te detienes— dijo Natasha intentando que su amiga la viera a los ojos— Por favor para…

— Me duele… que se detengan, ya no quiero— seguía quejándose la rubia entre lágrimas— Natasha, ayúdame por favor. Diles que paren, prometo ser buena...

Pero Violet no volvió a reaccionar después de esas palabras…

Todos comenzaron a temer por su seguridad, en especial cuando notaron algunas grietas en los muros y partes del suelo.

Spencer abrazó con fuerza a Violet, pensando que tal vez el contacto físico la haría reaccionar. Fue entonces que logró darse cuenta de algo…

— Chicos, ella también está temblando y puedo jurar que sentí algo recorrer su piel— decía Spencer con desesperación. No sabía qué hacer o cómo ayudar a Violet y eso lo irritaba

— Thor, ¿Puedes sacarlos de aquí?— preguntó Natasha acercándose al dios del trueno, el cuál protegía a García— Violet no reacciona…

— No creo que haya tiempo para sacarlos a todos— negó Thor viendo como todos la pantalla de la sala de juntas caía al suelo— Pero puedo inten…

— ¡Violet basta!— se escuchó una voz que hizo que Thor sonriera— ¡Detente!

Loki había llegado a la sala de juntas. Un brillo verde empezó a formarse en sus manos, arremolinándose como humo espectral. La bruma densa y verdosa comenzó a extenderse por el aire, avanzando con precisión hacia Violet, quien seguía inmersa en ese trance, ajena al caos que había desatado.

Los que observaban no podían apartar la mirada. Sabían que Loki estaba haciendo algo, pero no entendían del todo el alcance de su magia. Nadie entendía qué estaba pasando, pero lo que sea que el dios de las mentiras estuviera haciendo, estaba funcionando…

En cuestión de segundos, el temblor finalmente se detuvo, el suelo bajo ellos ya no vibraba. Violet, ahora rodeada por un resplandor verdoso, comenzó a ceder. Su cuerpo, antes rígido y sacudido por las convulsiones del poder, se aflojó, y sus párpados se cerraron lentamente.

En cuanto todo se detuvo, Violet cayó inconsciente en los brazos de Spencer, quien llenó de preocupación comenzó a tomar sus signos vitales para asegurarse que la rubia aún respiraba.

— ¿¡Qué le hiciste!? ¿¡Qué le hiciste!?— preguntaba Spencer viendo a Loki con molestia— Violet… Violet despierta… por favor despierta

Todos comenzaron a salir de sus refugios improvisados, observando como Spencer parecía estar por soltarse a llorar al ver a Violet sin consciencia.

Aaron se acercó hasta Natasha, quien al igual que Spencer estaba agachada para intentar que Violet volviera a abrir los ojos.

— Calma… ella va a estar bien. Tuve que hacerla tener un recuerdo positivo… si seguía con la imagen de Adeline, nos iba a enterrar vivos— respondió Loki visiblemente afectado, después de todo, para entrar a la mente de Petrova, tuvo que ver lo último que ella había visto antes de desmoronarse

— ¿Por qué debería de confiar en ti?— preguntó Spencer de manera hostil— No por algo te dicen el dios de las mentiras…

— Reid… Reid, confía en él— dijo Natasha esperando no arrepentirse de sus palabras— Ella… aún tiene pulso y solo parece estar dormida, si le hubiera hecho algo más ya lo hubiéramos notado, ¿Cierto? Thor… conoces a tu hermano y a su magia…

La viuda volteó a ver al dios del trueno, quien parecía estar en un estado de shock por lo que había frente a él.

— Hermano…— dijo Thor con asombro viendo al pelinegro frente a él— ¿Realmente… realmente eres tú?

Todos se sorprendieron al ver al dios de las mentiras arrodillarse ante su hermano, Natasha sobre todo, sabía que Loki no era una persona que se arrodillara ante los demás. Usualmente era él quien exigía esa clase de acciones por parte de los demás.

— Mi Rey… — dijo el pelinegro con la cabeza gacha, sorprendiendo aún más al resto de los presentes. — Lamento mi ausencia...

— Hermano, levántate… — La voz del dios, aparte de autoritaria, sonaba con felicidad. — Saluda a tu hermano como debe de ser…

El dios de las mentiras se levantó solo para recibir un golpe en su mejilla izquierda que lo hizo caminar un par de pasos lejos de su hermano.

Todos hicieron una mueca al escuchar el fuerte impacto.

— ¿Eso es por aquella vez cuando teníamos 8 y la serpiente verdad?— preguntó el dios con dolor y Thor soltó una carcajada antes de acercarlo a él y envolverlo en un abrazo— Ya decía yo que tenías bipolaridad, mamá nunca me creyó…

— Finge tu muerte una vez más y yo mismo te mato… — dijo mientras soltaba una carcajada

— En mi defensa, yo no planeé esto. Sinceramente, a mi también me sorprende estar vivo— respondió el pelinegro uniéndose a su risa

Ambos hermanos se abrazaron con fuerza dejando confundidos a los presentes.

— Jamás voy a acabar de entender las relaciones entre hermanos— dijo Tara— Y eso que yo tengo uno…

— Oigan… no me gustaría ser yo quien arruine el momento— habló Morgan— Pero creo que deberíamos desalojar el edificio… a menos que queramos que un pedazo de techo nos caiga encima

— Yo no me voy a mover de aquí, no sin Violet…— negó Natasha

— Yo tampoco… no la voy a dejar aquí— negó también Spencer

— Yo la llevo, puedo cargarla sin problemas— habló Thor acercándose— Los demás, salgan rápido

Spencer no tuvo mucha confianza.

— ¿Tú? ¿Tú la vas a llevar? ¿Después de su pelea minutos atrás y de que te golpeó?— preguntó Spencer no muy seguro

— A estas hermanas parece que les encanta golpear dioses— se burló Loki recordando su enfrentamiento con Adeline

— Reid, déjalo, no le hará nada— dijo Aaron— Tenemos que evacuar rápidamente y Thor es el más apto para cargarla de todos nosotros

Spencer no estaba muy seguro, sin embargo, buscó en Natasha una respuesta, después de todo, la viuda parecía ser la única persona en esa habitación que se estaba preocupando por el bienestar de Petrova.

Natasha asintió, por lo que Spencer se rindió y dejó que Thor la cargara.

Esa tarde, cerraron las instalaciones del FBI para revisar todos los daños causados por un misterioso temblor cuyo epicentro fue Quantico, Virginia. Pero además, se necesitó cerrar toda el área para intentar encontrar al prisionero más importante para el gobierno.

Esa tarde vaya que el caos se desató.

•••

En vista de que se les dio el resto del día para reponerse de lo ocurrido, el equipo decidió ir al lugar que para ellos era el más seguro después de las instalaciones del FBI. La casa de David Rossi.

Durante el camino, todos se pusieron en contacto con sus respectivas familias para asegurarse de que todos estuvieran bien. Afortunadamente para todos, así era. Sus familias se encontraban a salvo y sin problemas.

Lo raro para todos, era que el único edificio en toda la zona que pareció sufrir daños significativos era en donde la UAC se encontraba…

Los miembros del equipo viajaron en su propio auto.

Thor y Loki por su parte, tuvieron que viajar en el auto de Aaron Hotchner. Después de todo era la única manera en la que ambos podrían salir sin llamar más la atención. Loki tuvo que usar su magia para hacerse pasar por otro agente y para manipular la mente de los guardias que buscaban a Thor por la escena que había generado minutos atrás en el corazón de la UAC.

Por último, Natasha conducía el auto de Violet, mientras ella permanecía inconsciente recargada en las piernas de Spencer en la parte de atrás

Todos se encontraban realmente sorprendidos de lo que acababan de presenciar. Y es que si bien el mundo de los superhéroes no era ninguna sorpresa para ellos, jamás habían estado tan cerca de una situación como la que habían vivido momentos atrás.

Spencer tenía demasiadas dudas. Y no solo por lo ocurrido por Violet, si no también por las cosas que Thor había confesado en su llegada… no quería sentirse traicionado, pero sabía que era así. Violet le había mentido de manera descarada durante meses, aún cuando ella prometía que no era así.

— Natasha… se que no es el momento, pero realmente necesito respuestas a las cosas que dijo Thor— dijo Spencer después de algunos instantes de silencio en donde buscó cómo organizar sus pensamientos— ¿Violet supo todo este tiempo lo que pasó con la población que desapareció?

Natasha suspiró. No quería contestar, pero sabía que era necesario. Spencer había defendido a Violet durante todo este tiempo… merecía la verdad… o al menos parte de ella.

— Si… si lo supo— asintió Natasha sin despegar la mirada del camino

Una parte del corazón de Spencer se quebró al oír eso.

Esperaba que todo se tratara de un mal entendido, que tal vez Thor la hubiera confundido con alguien más... pero tristemente no fue así.

— Y… ¿Es verdad que Stephen Strange entregó la gema del tiempo para que Violet viviera?— preguntó con algo de temor

— No lo sé— respondió la viuda, generando una mala mirada por parte del castaño— Te digo la verdad, no lo sé. Yo no estuve presente en esa batalla… y si le preguntas a Violet, ella tampoco va a saber

— ¿Cómo es posible que no lo sepan? Creí que los vengadores pelearon juntos en Wakanda— dijo Spencer haciendo reír ligeramente a Natasha

Claro que él sabía sobre esa batalla. Sería ilógico que no supiera ciertos detalles, en especial cuando tenían al dios de las mentiras de su lado.

— No todos enfrentamos a Thanos al mismo tiempo— dijo Natasha deteniéndose por una señal de alto— Debes de saber que después de los acuerdos de Sokovia, los vengadores quedaron disueltos… y aunque intentamos unirnos nuevamente para enfrentar a Thanos, la verdad es que hubo dos batallas diferentes… una en Wakanda, que fue en la que yo estuve presente… y fue en la que perdimos definitivamente y dónde Thanos realizó el chasquido que hizo desaparecer a la mitad de la población…

Natasha tomó aire antes de proseguir.

Sabía que el tema de la batalla en Titán era algo que Violet prefería mantener en secreto. En especial por la enorme cantidad de pesadillas que tuvo al volver y por los terribles días que pasó a la deriva antes de que Carol Danvers la localizara junto a Tony y Nebula.

— ¿Y la otra batalla?— insistió Spencer

— ¿Llegaste a ver la noticia de que ese día en la mañana, Tony Stark había desaparecido y que algo estaba atacando en Nueva York?— dijo Natasha, a lo que Spencer asintió— Bueno… Tony tuvo un enfrentamiento con parte del ejército de Thanos, pero no estaba solo… con él estaban Stephen y Violet. Y aunque Violet ya estaba retirada, en cuanto vio que la nave estaba por llevarse a Stephen, ella no lo dudó y corrió detrás de él para intentar salvarlo

Spencer bajó la mirada, deteniéndose en el rostro de la rubia.

Pensó en lo valiente que era aquella mujer por correr detrás de algo que ni siquiera sabía que era solo con tal de salvar a la persona que amaba...

— Para no expandir tanto la historia… ese día no solo Tony desapareció, también Violet— siguió explicando Natasha mientras retomaba el camino— Ambos terminaron junto al hombre araña en el espacio… y por lo poco que Violet quiso contarme, terminaron conociendo a otro grupo de héroes… se enfrentaron a Thanos para defender la gema del tiempo y…

— Perdieron— completo Spencer, a lo que Natasha asintió

— Violet no habla mucho sobre lo que pasó ese día, pero se que en un punto de la batalla quedó inconsciente, y para cuando despertó, Thanos ya se había marchado con la gema del tiempo— terminó de contar la viuda— La única persona que sabe el porqué Strange entregó la gema es Tony… y tampoco habla del tema

Spencer sintió un nudo en el estómago de tan solo imaginar lo que Violet tuvo que vivir al enfrentarse a Thanos… todo para proteger a la persona que tanto amaba.

— Violet ni siquiera pertenecía a los vengadores. Ella se negó por muchos años a ser de nuevo una viuda… y el día que salió de su retiro, fue el mismo día que perdió casi todo lo que conocía— suspiró Natasha con tristeza, recordando también a sus caídos

Y fue cuando lo supo…

Spencer supo que el amor que Violet sentía por Stephen Strange era incondicional e intenso, de una manera que pocas veces había visto… definitivamente era más intenso de lo que él había imaginado.

La rubia probablemente ni siquiera entendía lo que estaba pasando, tampoco tenía las herramientas suficientes para enfrentarse a una amenaza como esa… y aún así, ella no había dudado ni un segundo en ir tras Stephen.

Dolía aceptarlo, pero Violet jamás lo podría ver como a Stephen Strange.

— ¿Qué ocurrió después?— preguntó Spencer negándose a llorar— Porque hasta donde recuerdo, Tony Stark pasó días desaparecido… o al menos eso dijeron los medios

— Quedaron perdidos en el espacio… Tony, Nebula y ella— decía la viuda— Al parecer la nave en la que podían volver, se dañó durante la batalla y… aunque la intentaron reparar, terminaron en el espacio a la deriva durante más de dos semanas…

El castaño levantó la mirada con sorpresa. ¿Cómo era posible que Violet sobreviviera más de dos semanas a la deriva?

¿Era por eso que Violet parecía presentar episodios de ansiedad cuando se quedaba mucho tiempo encerrada en espacios pequeños y sin luz?

— Si te soy honesta, cuando hicimos la búsqueda inicial, solo buscábamos a Tony, no tenía idea de que Violet se encontraba con él… en realidad, cuando no respondió mis llamadas después de la batalla creí que ella también había desaparecido. Pero entonces logramos comunicarnos con Wong y nos informó que Violet había ido detrás de Stephen— confesó Natasha divisando a lo lejos su punto de llegada— Y aunque por un momento sentí alivio de que podría seguir con vida… esa sensación desapareció en cuanto reaccioné a lo que eso podría significar realmente… por eso cuando la encontramos y volvió, me prometí a mi misma no dejar que algo volviera a herirla de esa manera…

Spencer no sabía qué responder. Su cabeza daba vueltas y no podía decidir qué hacer con toda la información que había recibido en las últimas horas. Era demasiado para procesarlo.

Sabía que tenía dudas con respecto a esas batallas y las gemas del tiempo... sin embargo, su cabeza no parecía poder formular las preguntas correctas, todo gracias a que ahora en su mente solo parecían existir dudas con respecto a una cosa en particular.

Stephen y Violet.

— ¿Cómo era él?— preguntó Spencer sin dejar de ver el delicado rostro de la rubia recostada en sus piernas y confundiendo a Natasha— Stephen… hablo de cómo era él en su relación

— Él era arrogante y egocéntrico, no te lo voy a negar. A veces un cabeza hueca, en especial cuando se trató de comprender que existían cosas que la ciencia no podía explicar— rio Natasha ligeramente— Pero amaba a Violet… la amaba profundamente. Ambos eran lo mejor el uno para el otro. Él la hizo sentirse merecedora de un amor que para todas las viudas, nos resulta complicado aceptar… ella sacó las mejores partes de él. Se complementaban bastante bien…

— Honestamente no lo juzgo. A mi me resultó bastante complicado aceptar mucho de lo que vino a partir de la aparición de Thor en el planeta…— dijo Spencer recordando aquellos días— Por años creí que la ciencia explicaría todo… y bueno, ahora, por mucho que lo pienso, se que la ciencia no me va a dar la explicación de lo que pasó hoy con Violet y el temblor, o sobre las cosas que hacía Wanda Maximoff, incluso sobre los desaparecidos…

— Para todos fue complicado digerirlo… nos educan con ciertas cosas y nos hablan de diferentes amenazas, pero jamás esperas que esas amenazas vengan de otro planeta— dijo Natasha

De nuevo hubo un silencio, pero uno bastante breve, ya que Spencer aún tenía dudas.

— Entonces… ¿Tú realmente crees que ellos estaban hechos el uno para el otro?— preguntó Spencer

— Sabes, cuando me dijiste que tenías dudas pensé que serían sobre la batalla contra Thanos, sobre los experimentos de la KGB, incluso sobre cómo sabía lo de Loki, verdaderamente no esperaba responder preguntas sobre la vida amorosa de mi mejor amiga— respondió Natasha mirándolo por el espejo— ¿A qué se debe todo esto?

— Natasha… por favor... necesito... necesito saberlo

Ella suspiró.

— Está bien. Realmente no creo que importe mucho lo que yo crea, después de todo la que se iba a casar era ella, no yo— dijo Natasha alzando los hombros— Pero respondiendo a tu pregunta… no lo sé. Creo que ambos tenían más diferencias que similitudes… ya sabes. Stephen se volvió un héroe y Violet buscaba una vida más tranquila. Él era extrovertido y ella más introvertida… y aún así se volvieron el complemento uno del otro… pero…

— ¿Pero?

Natasha pareció pensarlo durante unos instantes, como si estuviera debatiendose en si decir más o no.

Aprovechó que todos los autos que la acompañaban se metían a lo que parecía ser su lugar de destino.

— Lo que te voy a decir, es algo que se tiene que quedar entre nosotros. Jamás se lo dirás a Violet, ¿De acuerdo?— preguntó Natasha deteniendo el auto y recibiendo un asentimiento como respuesta— Stephen es una persona muy pública, siempre lo fue, desde que era doctor, pero se volvió el triple después de volverse hechicero… y aunque Violet siempre dijo que no tenía problemas con eso, yo sé que esa no es la vida que ella desea… al menos no del todo

— ¿A qué te refieres?

— Violet fue alguien muy importante en la red room. Estuvo en la mira durante años y ella odiaba eso, es por eso que cuando fuimos libres de elegir que hacer de nuestras vidas, ella eligió ser enfermera y rechazó ser una vengadora…

— Aún ayudaría a salvar vidas, pero se mantendría oculta. Sin captar atención indeseada— completó Spencer, recibiendo el asentimiento de parte de la mujer

— Ella solo quiere una vida tranquila. No más misiones, no más estarse preocupando porque su pareja llegue con vida… solo una vida junto a alguien que pueda darle esa calma que tanto anhela— suspiraba Natasha— Y ambos sabemos que esa no era la clase de vida que Stephen podría ofrecer… no mientras siga siendo un hechicero

— ¿Violet nunca te mencionó algo sobre eso?— preguntó Spencer

— Se que llegaron a tener discusiones sobre las responsabilidades de Stephen como hechicero supremo, pero eso no es algo que yo deba de contar— respondió Natasha— En realidad, muchas de las preguntas que asumo estás por hacer, son cosas que yo no debería de contarte

Spencer se quedó en silencio mientras Natasha estacionaba el auto.

— Sé lo que sientes por ella, solo un tonto no lo notaría… pero, ¿Me dejas darte un consejo? No es el momento— negó Natasha— Ella está muy herida por todo lo que está pasando y por lo poco que te conozco y puedo darme cuenta… tus sentimientos son reales. Vas a salir herido...

— ¿Es posible salir más herido?— preguntó Spencer mientras abría la puerta para salir

¡Y por fin se resolvió una de las dudas sobre las habilidades de Adeline y Violet!

Quiero decirles que esto fue mas planeado que mi futuro.

¿Qué opinan? ¿Se lo esperaban?

Y como si eso no fuera suficiente, tenemos Spencer lidiando con sus sentimientos y descubriendo las mentiras de Violet.

Se vienen capítulos intensos, así que espero verlas comentar y votar mucho, saben que eso me anima a seguir escribiendo de manera continua.

K. 🦋

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