027 || when the lie begins to fall

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Chapter Twenty Seven
Cuando la mentira comienza a caer

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EL CAMINO PARA LLEGAR AL DEPARTAMENTO DE VIOLET fue bastante silencioso y tranquilo. La rubia y el moreno jamás habían estado a solas por tanto tiempo, por lo que ninguno de los dos sabía cómo interactuar con el otro, sin embargo, esto no parecía ser ninguna clase de problema para ninguno de los dos. Derek concentraba su atención en el camino, escuchando las indicaciones que la rubia le daba para llegar al lugar, todo mientras ella se encargaba de modificar nuevamente las imágenes de las cámaras y el sonido de los micrófonos del departamento.

Después de veinte minutos de camino, llegaron al destino. Morgan estacionó y ambos bajaron.

— En cuanto lleguemos, por favor no vayas a tocar nada. Te recuerdo que vivo con Natasha y es bastante especial con sus cosas— pidió Violet mientras caminaba en dirección al edificio— Tampoco hagas preguntas sobre lo que veas. Son cosas muy personales

— Está bien, no te preocupes— asintió el moreno siguiendo a la chica

Violet caminaba en silencio mientras repasaba mentalmente los lugares en donde las cámaras eran más visibles. La principal se encontraba en la sala de estar, y aunque en un principio estaba completamente a la vista, Natasha se encargó de disfrazarla para que no fuera visible. Había algunas otras en la cocina y en las habitaciones, pero no se preocupó por ellas, después de todo, Derek no tenía porqué ingresar a esos lugares.

Para cuando llegaron al departamento de ambas viudas, Derek tuvo que girar la vista para no ver el número que Violet colocaba en el panel de seguridad que permitiría que la rubia colocara la llave principal.

El moreno no se sorprendió en lo absoluto por la cantidad de seguridad que había en aquel lugar. Era el hogar de dos ex miembros de la KGB y ahora del FBI. Una vengadora y una agente del más alto nivel de S.H.I.E.L.D. Era muy obvio que ambas querrían proteger a toda costa el lugar en donde vivían. Después de algunos segundos, Violet le indicó a Derek que podía pasar y que la esperara sentado en el sofá mientras ella volvía con la información que se le había solicitado.

Derek asintió y mientras esperaba se dedicó a observar a su alrededor.

Había un florero con rosas rojas en el centro de la mesa del comedor. Los libreros estaban llenos e incluso algunos de los tomos que veía parecían estar drn diferentes idiomas. En una pared, había algunos marcos con fotografías colgados, cosa que fue lo que llamó más su atención.

En uno de ellos salían Violet y Natasha, junto a una mujer de cabello negro a quien no reconocía. Las tres abrazadas, sonriendo y con varios vestidos de novia de fondo.

Había otro de Natasha en compañía de los vengadores en lo que parecería la antigua torre de los vengadores.

Un tercero en donde Violet sonriendo en compañía y abrazada de Stephen Strange, con la torre eiffel de fondo.

Otro de Violet cargando en su espalda a la misma mujer de cabello negro a quien no reconoció de la fotografía en donde también salía Natasha. Ambas mujeres riendo y con la ciudad de Nueva York de fondo.

Pero sin duda, la que más llamó su atención: Natasha, Steve Rogers, Tony Stark, Violet, una mujer de color azúl y un hombre de cara redonda y cabello corto, todos sentados sobre una manta de color morado, rodeados de algunos aperitivos y lienzos con pinturas. Por la manera en la que Natasha y Violet lucían, logró darse cuenta que esta foto no tenía mucho de haber sido tomada.

La expresión de Violet era muy diferente a la de las fotografías anteriores. Aunque sonreía, esa sonrisa no reflejaba ni la mitad de la felicidad que se podía notar en el resto de las fotos. Se veía apagada, nostálgica... como si algo se le hubiera sido arrebatado

Se pregunto quien era la mujer de color azul, claramente no era alguien de la tierra, pues en el lado derecho de su cara tenia una especie de estructura metalica que llamaba mucho la atención. Las advertencias de Adeline sobre el par de rubias llegaron a su mente, y una idea alocada cruzó por su cabeza... ¿Sería posible que esa mujer azul tuviera algo que ver con Thanos y la desaparición de la mitad de la población?

Era una idea alocada, pero ninguna persona en la tierra podría tener ese aspecto sin ser viral en redes sociales y por ende famosa, y al nunca haber visto nada sobre ella, la idea de que esa mujer fuera nueva en el planeta y supiera algo sobre lo ocurrido no era algo tan alocado, ¿o no?

Se dijo a sí mismo que lo más probable era que se estaba comenzando a sentir desesperado por obtener respuestas sobre los desaparecidos y que tal vez Adeline le había contagiado su paranoia.

— Lindas fotos, ¿No crees?— preguntó la voz de Violet detrás de él, haciéndolo voltear— Natasha y yo somos muy reservadas con nuestra vida y tratamos de que nadie sepa con quienes nos relacionamos... pero creímos necesario tener un espacio que nos recordará por quienes hacemos lo que hacemos... un espacio de paz y felicidad

— Perdón, no quería ver de más, solo que esta imagen en particular me hizo recordar algo... — y eso no era mentira, pues el parque de fondo, la escena de todos sentados, sonriendo a la cámara, le recordaba a la última foto que se sacó con su hijo, esposa y hermanas, la última foto que se sacó con su familia. — Lo lamento...

— No te preocupes por eso. No me molesta— negó Violet acercándose a él para observar juntos el cuadro— La sacaron hace unos días... se supone que ese día debía celebrarse mi boda y bueno... sabemos lo que pasó. Mis amigos sabían que estaría mal y decidieron sorprenderme con un día de campo... fue un día medianamente feliz... aunque la mitad de la noche la tengo borrosa

Hubo un momento de silencio entre ambos. Cada uno recordando su propia tristeza, recordando a sus caídos, recordando las razones por las que su corazón se rompía cada mañana.

— ¿Me quieres contar en qué tanto piensas?— preguntó Violet después de un momento de silencio— No tienes que hacerlo si no quieres... pero si algo me ha repetido Spencer desde que llegué con ustedes... es que no debo de quedarme con toda la tristeza para mi, que está bien compartirla para desahogarnos... que no siempre sigo su consejo, pero vamos a fingir que si

— Recordé a mi familia, eso es todo... — admitió Derek dejando sorprendida a Violet, ella sabía que todos tenían una familia, pero no había llegado a la confianza con ninguno para hablar de ese tema. — La imagen se parece mucho a una foto que tengo con mi familia...

— Lo lamento mucho... no debes decirme más, entiendo— dijo Violet mirando al suelo con tristeza— Gracias por la confianza... se que no somos cercanos y no tienes por qué contarme nada...

— Ni lo menciones— negó Derek dando la media vuelta listo para cambiar el tema— ¿Encontraste lo que necesitabas?

— Si, aquí está— asintió Violet mostrando la USB— Nunca esperé volver a tener que usarla, pero aquí está. ¿Nos vamos?

El moreno asintió y ambos se dispusieron a volver a la UAC.

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Cuando Violet y Derek volvieron, de inmediato se reunieron con Hotch, quien al momento en que los vio, le dio a Violet la orden de que le entregara la USB a García y a Morgan de que se fuera a apoyar a Reid en la lectura de unos documentos.

La viuda lo miraba extrañada por su actitud y por la orden. Morgan, que ya lo conocía, notó que había algo de molestia en sus palabras, por lo que eligió no debatir con él y acatar su orden.

— Pero... yo sé en dónde buscar. Yo fui quien descifró toda la información— decía la rubia con confusión por la orden

— Apuesto que García sabrá buscar— le respondió con seriedad— A mi oficina. Ahora

Violet estaba muy confundida, al igual que todos los que la rodeaban y escuchaban lo que pasaba. La manera en la que hablaba no era normal. Claro que sabía que Aaron Hotchner era serio, pero jamás le había hablado de esa manera.

La rubia lo siguió hasta su oficina, repasando mentalmente todo lo que había hecho antes de irse como para obtener una reacción de esa magnitud.

— ¿Está todo bien? — preguntó Violet al cerrar la puerta. Se preocupó cuando Hotchner no dijo nada — ¿Hice algo mal?

— No es sobre lo que tu hayas hecho, es más bien sobre lo que Adeline te dejó... — alzó con dos de sus dedos la tarjeta que la rubia le había entregado antes de irse

— No entiendo... yo ni siquiera sé de quién es esa tarjeta— decía Violet confundida— Adeline me la dejó, si, pero ni yo sé a qué problemas se refería.

— ¿Has escuchado hablar de Olivia Pope? — la mujer negó. — Fue la que logró que Fitzgerald se convirtiera en el actual presidente de los Estados Unidos. Tiene una consultora cerca de la casa blanca y se dedica a "hacer desaparecer problemas"...

— Perdone, sigo sin entender el por qué Adeline me dejó esa tarjeta y porque eso parece ser un problema para usted...

— Porque la única persona en Estados Unidos dispuesta a hacer desaparecer a Adeline es Olivia Pope, y si te dejo su tarjeta, es porque necesitas encargarte de un gran problema o desaparecer... — Hotch se cruzó de brazos. — ¿Qué tipo de problema tienes para que Adeline te entregue el contacto directo de alguien como Olivia?

Violet se quedó callada. Su problema más grande ahora era el mismo presidente quien parecía estar obsesionado con ella al punto de que su casa se convirtió en la casa de Gran Hermano. Ella frunció el ceño, ¿Acaso Adeline le entregó esa tarjeta para que Olivia Pope se encargará del presidente?

— Siempre tengo problemas. Es parte de ser una antigua viuda— respondió Violet intentando desviar el tema— Tengo enemigos por todos lados

— Violet. — habló con fuerza Hotch y la mencionada se sintió intimidada ligeramente— Quiero la verdad.

— ¡No sé a qué problema se refiera!— exclamó levantando la voz en un intento de no demostrar como la voz de Aaron la hacía sentirse ligeramente intimidada— Ya te lo dije. Tengo muchos enemigos y siempre estoy en riesgo. No sé si Adeline notó algo que yo no...

Hotch no dijo nada, la miró directamente a los ojos, y Violet se preguntó si el hombre le creía o no. Tenía una cara de poker mezclada con un toque de enfado que hacía sentir incómoda a la rubia.

— Entonces alguien tiene que ir con Olivia y preguntarle por Adeline — Hotchner se levantó de su asiento y lanzó la tarjeta frente a Violet, aún molesto. — Son 40 minutos en auto, te recomiendo ir y solucionar tu problema...

Violet sintió una punzada de culpa en su estómago.

Aaron Hotchner había sido un gran jefe y una excelente persona, aún cuando al inicio no parecía estar de acuerdo con su integración al equipo. Le había ofrecido apoyo cuando la notó decaída. La había ayudado a entender las cosas que aún no quedaban del todo claras con respecto a cómo debía manejarse dentro de la unidad. Incluso la había defendido en uno de los casos en donde un ignoto amenazó su vida...

El mentirle estaba siendo complicado para ella. No le gustaba hacerlo, odiaba que así fuera...

— Hotch... no puedo, perdoname pero no puedo— negó Violet con la voz algo quebrada— Existen cosas que son más grandes que tú y yo... y aunque lo odie, no puedo contar nada. Por tu seguridad, por la seguridad del equipo... e incluso por la mía y la de Natasha

Hotch asintió y Violet creyó que este por fin la había entendido y comprendido, pero lo que salió de su boca hizo que su corazón se parara dentro de su pecho.

— Bien, en ese caso, te quiero lo más alejada de este caso... — Violet abrió su boca sorprendida, ella no era una mujer que se sorprendiera con facilidad, pero Aaron Hotchner lo había logrado. — Ayudaran como consultoras en los casos desde este momento, pero no tendrán ni acceso a información ni se encargaran de hablar con las familias de las víctimas.

La reacción por parte de Violet no se hizo esperar, quien al oír eso olvidó toda la culpa que estaba sintiendo por mentirle a Hotch.

No podía creer lo que estaba escuchando. Era una tontería. ¿De verdad la sacaría del caso solo por un problema que para ellos era completamente desconocido?

— ¿Qué? No... eso jamás— negó Violet con gran molestia— ¡Estamos hablando de mi hermana, no me voy a alejar de esto!

— Y yo no voy a dejar que arruines ningún caso porque no puedes mantener tus desastres personales lejos de mi equipo. — El hombre se intentó acercar a la puerta. — Tu y Natasha están fuera de todos los casos a partir de ahora, es una orden.

— No me importan el resto de los casos, me importa el de mi hermana y no me importan tus órdenes, no me vas a alejar de esto— decía Violet con firmeza e impidiendo su paso— Y si, se que eres el jefe y que debo acatar tus órdenes, pero aún con eso te recuerdo que no tienes el poder para alejarme de esto. Le respondo directamente al jefe de sección o incluso al propio presidente, el cual te recuerdo fue el que me puso aquí.

Hotch sonrió, ahí estaba la personalidad escondida de la cual Adeline les había advertido tanto, el hombre sabía que todas las viudas tenían ases bajo la manga, y en este caso, el jefe de sección era la carta maestra de Violet. Se quedó callado unos segundos repasando nuevamente lo que había dicho la mujer delante de él antes de entender.

— ¿Entonces tu problema es con el presidente? — dijo analizando y perfilando a la mujer.

Violet parpadeó desconcertada.

— Mi problema es contigo, por pensar que tienes el poder de alejarme del caso de mi hermana— respondió ella tratando de respirar para no explotar. Se negaba a darle la razón al hombre frente a ella

— Tiene sentido que tu problema sea el, ni tu ni Natasha querían estar en la UAC, todo el tiempo han estado obligadas a mantenerse aquí... — hablo en voz alta ignorando lo que acababa de decir la mujer. — Supongo que le responden a él y por ende han estado vigilando constantemente nuestra forma de trabajar y la información que hemos estado guardando, ¿Es por los pocos casos que hemos estado aceptando? ¿O por algo más?

— ¡Deja de intentar perfilarme!— dijo Violet con más fuerza— Esto no tiene nada que ver con el jefe de sección o con el presidente. Si tienes una fuga de información en tu unidad, no es mi problema o el de Natasha, que seamos viudas no significa que tengamos que ser las responsables de sus conflictos

— Es por algo más, saben que no podemos confesar lo que tenemos pero saben que lo tenemos, ¿Es por eso no es así?

— Es imposible hacerte entender y me niego a seguir hablando contigo— dijo Violet sacando la placa y el arma de su bolsillo para azotarlas en el escritorio— ¿Crees que estoy aquí para espiar? Bien, problema solucionado, me voy. Pero ten presente que no importa que ya no trabaje aquí, voy a seguir buscando a Adeline, con o sin su apoyo

— Violet, deja de mantener la mentira, todos saben que están aquí para espiarnos, creíamos que era la CIA, pero acabas de confirmarme que era el presidente, gracias por eso... — El hombre sonrió. — ¿Estás segura que quieres irte? Tendrás muchos problemas por eso...

— Puedes creer lo que quieras. Eso ya no es problema mío— dijo Violet aún manteniéndose firme— ¿Crees que me asustan los "problemas"? Crecí en un ambiente que no me permitía tener ni 24 horas de paz, en un ambiente en donde buscaban el más mínimo error para reprendernos, en un lugar donde si no eras perfecta te torturaban hasta lograr esa perfección. No me asustas tú, no me asusta tu gobierno, no me asustan sus estúpidas consecuencias

— Es increíble cómo mantienen sus mentiras... — dijo el hombre más para sí mismo que para la mujer frente a él. — De todas formas no la encontrarás sin la ayuda de García y sin la información que nosotros tenemos sobre ella... Si quieres irte, vete, no lograras salir del edificio sin que el presidente se entere, lo que será un gran problema mientras intentas encontrar a tu hermana, de igual forma, ¿No te has dado cuenta que tu hermana es otra persona?

Violet río. Estaba perdiendo la cabeza y eso nunca parecía ser una buena señal.

— Aaron, Aaron, Aaron— reía la rubia— ¿Acaso crees que por qué estuve retirada por años, no mantuve mis contactos para salir del radar? ¿Crees que necesito de ustedes? Te creía más listo Aaron...

— Lo que creo es que estas aferrada a la idea de una hermana tuya que ya no existe, ¿Tus contactos? — preguntó con gracia. — Tus contactos ni siquiera sabían que tu hermana estaba viva, pasaste años buscándola sin encontrarla...

— Y tú pasaste años sin conocer a la verdadera Adeline. Claro que sé que ella confía en ustedes y que los considera su nueva familia, pero aún con eso estoy segura que ni la conocen— respondió tratando de no mostrar que el comentario sobre su hermana le había afectado

— Tienes razon en eso, no nos a hablado de su vida en la red room, y probablemente no sepamos mucho de cómo trabajaba ella antes, pero nosotros no la hemos dejado atrás, desde que llegó a nuestra unidad la aceptamos y se nos hemos encargado cada día en este lugar de hacerle saber que es importante para nosotros...

Violet volvió a abrir la boca para replicar pero el hombre siguió hablando.

— A nosotros no nos interesa quién fue antes de llegar a la unidad, nos interesa quien es ahora y el esfuerzo que ha hecho para volverse una mejor persona. Lo quieras o no Violet, no conoces a nuestra Adeline, conoces a una versión de Adeline que desapareció hace años.

Esas palabras se sintieron como una gran puñalada en el pecho. Violet ya no estaba pensando de manera racional. Ella no había dejado atrás a Adeline por gusto, ella luchó por volver por su hermana y Aaron lo sabía, se lo había confiado cuando tuvieron aquella conversación cuando estaba deprimida días atrás.

No lo pensó. Ya no quería escucharlo. Su mirada se oscureció y pese a que sabía que lo que estaba por hacer podría ser el final para ella, no le importó. Aaron no comprendería jamás el porqué ella tuvo que irse. Para él todo fue sencillo, nunca en su vida tuvo que preocuparse por no tener la oportunidad de despertar porque a la loca que las "cuidaba" se le ocurrió que no eras lo suficientemente perfecta, él no tuvo que luchar por sobrevivir desde la infancia, él no había sido forzado a convertirse en un asesino.

Fue entonces que Violet sacó su celular y se encargó de modificar las imágenes de las cámaras de seguridad de todo el recinto. Nadie sabría que el sistema se encontraba comprometido, por lo que todos continuarían en calma sus labores, nadie vería que pasaría una vez que las persianas de esa oficina fueran cerradas en su totalidad.

— ¿Eres muy valiente o solo muy estúpido?— preguntó ella mientras jugueteaba con el cordón que se encargaba de cerrar las persianas

— Estás dolida porque tengo razón y antes de que intentes hacerme daño ten en cuenta que será Adeline la que va a sufrir, no porque vayamos a hacerle algo, porque nosotros somos parte de su familia, una familia en la que tú ya no formas parte...

— ¿Dolida?— preguntó Violet riendo nuevamente— No confundas el dolor con el desprecio. Tú hablas de familia como si supieras lo que significa, pero... ¿Qué sabes tú de cómo se protege una familia? Tú no eres capaz de cuidar a los que te importan, preguntale a Haley... espera, no puedes...

Aaron asintió, dándole la razón y volviendo a su expresión seria, por más que le dolía recordar a Haley, ella había muerto por su culpa.

— He luchado con mis demonios, Violet, puedes decirme lo que quieras, pero eso no cambiará el hecho de que Adeline te dio un auto de escape y que tu no lo estas tomando... — se acercó nuevamente al escritorio y tomó la tarjeta de la mujer para entregarla a Violet. — Limpia tu problema.

— ¿Tus demonios? No tienes idea de lo que son verdaderos demonios. Hablas como si supieras lo que es vivir con la culpa de ver a tu hermana sacrificarse por ti, de ver cómo la persona que más amas en el mundo se convierte en una moneda de cambio para que puedas continuar respirando— respondió cerrando lentamente la persiana— Y si, claro que sé que tienes razón y Adeline ya no es la persona que conocí en el pasado, tal vez ella me dio un auto de escape, pero dime, ¿De qué me va a servir eso si cada que cierro los ojos veo su rostro, sabiendo que durante años pagó por el precio de usar ese auto de escape por primera vez?

— Si vieras a Adeline como es actualmente sabrías que a ella en verdad no le molesta pagar ese precio por ti... ¿Crees que no hablamos de ti? ¿Crees que no se odio por odiarte por algo lo cual no era tu culpa? — Aaron negó con la cabeza. — Siempre creíste que fue alguien inferior a ti, siempre creíste que debias de cuidarla, hasta hoy, pero Adeline puede cuidarse sola ahora, Violet, y si la estamos buscando, es solo para decirle que no importa cuando vuelva, la estaremos esperando, que si necesita ayuda aqui estaremos.

Violet estaba cansada y estaba por irse sobre el hombre frente a ella. No lo iba a asesinar en ese lugar, no era ningúna estúpida, sin embargo era claro que no dejaría las cosas así.

Conocía mil y una maneras de hacer sufrir a alguien. Conocía tantas maneras para asesinar a alguien de manera tan discreta y lenta. Conocía tantas formas de hacer que Aaron Hotchner se tragara sus palabras, que en ese momento le resultaba difícil decidirse por una sola manera.

Pero entonces, cuando estaba por actuar, la voz de Natasha entrando a la oficina la hizo maldecir.

— Vete— ordenó Violet sin voltear a verla— Natasha, vete, ahora

— ¿Violet? ¿Qué está pasando?— preguntó la mujer extrañada, notando como la rubia parecía mirar al hombre de traje como si estuviera apunto de matarlo— Violet, baja ese puñal

— ¡Te he dicho que salgas de aquí! No te metas en esto— dijo Violet con el tono de voz más elevado

Natasha volteó y pudo darse cuenta que el equipo volvió a centrar su atención en lo que pasaba en la oficina de su jefe, por lo que se apresuró a hacerles una señal para explicarles que ella se encargaría. Entró por completo a la oficina y cerró la puerta detrás de sí.

La rusa sabía que tenía segundos antes de que Violet atacará a cualquiera de los dos. Sabía que si llegaba a Aaron sería imposible detenerla, no al menos sin causar algo que podría provocar una gran confrontación.

Fue con un movimiento tan rápido que apenas pudo ser percibido por Violet, pero para cuando fue así, ya era tarde, Romanoff la había sujetado por detrás, envolviendo su brazo izquierdo alrededor de su cuello, cuidando de no cerrar las vías respiratorias. Aplicó presión en los lados, justo sobre las arterias carótidas.

— De verdad perdóname, Violet— se disculpó la mujer mientras continuaba apretando con delicadeza y con la fuerza necesaria para dejarla inconsciente

Violet intentó luchar, pero no había mucho que hacer. La falta de aire la había debilitado.

Tras diez segundos, la tensión en los músculos de Violet desapareció, haciéndola caer en los brazos de Natasha.

— Mas te vale que tengas una buena explicación para todo esto, porque acabo de dejar a mi mejor amiga inconsciente y a ti te acabo de salvar de una muerte segura y terrible— le dijo Natasha con seriedad al hombre frente a ella— Quiero la verdad. ¡Ahora!

sección de memes:

(Natasha siendo la salvadora de Hotch, porque casi me lo mandan con San Pedro)

(Hotch aplicó la de "El que tenga miedo a morir que no nazca)

se viene algo muy grande, jsjs...

K. 🦋

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