017 || petrova vs fitzgerald

────────────────────────
Chapter Seventeen
Petrova vs Fitzgerald

────────────────────────

Para mi amado Stephen.

SE QUE NUNCA PODRÁS LEER ESTO, PERO NECESITO encontrar una manera de sacar todo lo que estoy sintiendo en estos momentos... hoy es 22 de Septiembre, hoy se supone que sería el día en donde nuestras vidas se unirían... hoy sería nuestra boda... boda que claramente tuve que cancelar después de aceptar que no volverás, que te fuiste y que no existía manera de hacerte volver...

El dolor lleva matándome los últimos meses y aunque no estoy físicamente sola, el vacío que dejaste en mi no puede llenarse con nada...

Estoy escribiendo esto con lágrimas en los ojos e incluso algunas caen en el papel, así que si por alguna clase de milagro llegas a leer esto, ignora las manchas del papel.

Amor de mi vida... no puedo terminar de aceptar que diste tu vida por el universo y aún así perdimos... aún así tengo que aprender a vivir con tu ausencia... algo que claramente jamás pensé o quise que fuera posible.

No te lo voy a negar, muchas veces pensé en como sería envejecer a tu lado y en todos los escenarios que había en mi mente... en ninguno tenía que vivir sin ti.

Se que viví una vida antes de ti, lo que para algunos podría significar que no eres indispensable, sin embargo desde que te incluíste en mi vida, supe que no existiría manera en la que aceptaría el no tenerte cerca...

Y aún así tengo que aprender a seguir adelante sin ti.

¿Sabes? Conocí a alguien, su nombre es Spencer Reid (realmente no importa el cómo lo conocí) es un gran sujeto, me cae bien y creo que se llevarían bien, ambos son doctores de alguna manera y creo que es fan de tu trabajo como médico.

Pero ese no es el punto que quería mencionar, Spencer me dijo que el dolor no duraría para siempre y que mi corazón sanaría cuando menos lo esperara... que estupidez tan grande.

No me mal entiendas, Spencer es un gran ser humano... creo que si quitamos a Natasha, Wong o incluso Steve, él es la persona que mas parece preocuparse por como estoy (cosa que aún me extraña porque no tenemos tanto tiempo de conocernos, pero ese es tema aparte)... es solo que no creo que él pueda entender de todo mi dolor...

Que bueno, por lo que se él también perdió a grandes personas por culpa del chasquido y no digo que eso no sea doloroso, por supuesto que lo es... lo que quiero decir es que él no perdió al amor de su vida... a la persona que le trajo luz cuando todo lo que lo rodeaba no era mas que oscuridad.

O bueno, no lo sé, no lo conozco lo suficiente para saber su pasado... pero según el idiota de Fitzgerald voy a tener que indagar en esa parte de sus vidas para cumplir mi misión.

Pero eso es tema para otra carta... de lo que menos quiero hablar ahora es del imbécil que tenemos como presidente.

Ay Stephen... no importa cuantas cartas escriba, jamás terminaría de expresar todo lo que siento desde que te fuiste. Te extraño mas de lo que las palabras pudieran explicar.

Extraño despertar con tus brazos rodeando mi cintura y que lo primero que hagas al abrir los ojos sea llenarme de besos para hacerme despertar.

Extraño el poder voltear en las mañanas para perderme en tu mirada mientras siento mi corazón acelerarse.

Extraño poder reírme de la vida a tu lado mientras tu mano acaricia la mía o me sujetas por la cintura.

Extraño verte regresar de tus entrenamientos y escucharte horas hablar sobre todo lo que aprendiste.

Joder Stephen, te extraño tanto que me quema el simple hecho de escribirlo. No sé como vivir sin ti, aún cuando llevo haciéndolo en las últimas semanas... meses... esto me duele bastante y a veces creo que ya no podré respirar de toda la presión que siento en el pecho cada que veo tu rostro en una foto o que algún recuerdo viene a memoria.

Te amé desde el momento en que te vi correr en el hospital para salvar la vida de alguien.

Te amé cuando te vi llegar al hospital herido y pedí que me asignarán tu habitación para estar al pendiente de ti.

Te amé cuando abriste los ojos y aún cuando sentías que toda tu vida había perdido sentido, traté de mejorar un poco tus peores momentos.

Te he amado cada momento en donde nuestras vidas se unieron y se que te amaré hasta que mi corazón deje de latir.

Me haces tanta falta amor mío...

Sueño con el día en donde nuestros caminos se vuelvan a unir y pueda volver a fundirme en tus brazos para inhalar tu aroma.

Como sea, Stephen, te amo y espero que en alguna otra vida podamos coincidir nuevamente, que si te soy honesta, se que sin importar en que vida o universo me encuentre... siempre buscaré la manera de volver a ti.

Con todo mi amor,
Violet Petrova.

●●●

Violet no tenía ganas de levantarse de su cama. Ni siquiera había dormido, había pasado casi toda la madrugada llorando en los brazos de Natasha.

La rubia creía que ya había pasado la etapa en donde todo lo relacionado a Stephen la hacía llorar, sin embargo la fecha la puso demasiado emocional y no se sentía con la fortaleza para levantarse de la cama.

— ¿Crees que algún día dejaré de llorar?— preguntó Violet en brazos de Natasha— Pensé que estaba continuando con mi vida y que al menos dejaría de llorar...

— Vi, sufriste una perdida y lo hiciste de una manera bastante trágica. Es natural que aún sufras...

— Uno pensaría que el dolor disminuye conforme pasan los días, pero sigue siendo una tortura para mi el despertar y no tenerlo al lado— le decía a Natasha, mientras ella acariciaba el cabello de su amiga en forma de consuelo...

El timbre del departamento interrumpió los lamentos de Violet, quien extrañada levantó la mirada.

— Te juro que si es Fitzgerald le voy a azotar la puerta en la cara— dijo Violet limpiando las lágrimas de su rostro

— Iré a ver quién es— dijo Natasha levantándose— Aunque no tengo idea de quien podría ser. Le avisé al agente Hotchner que hoy no nos íbamos a presentar y son las únicas personas aquí en Virginia que nos buscarían...

Violet levantó los hombros indiferente. En esos momentos nada podía interesarle menos...

Del mueble que se encontraba al costado de la cama, sacó la que sería la invitación a la boda.

Su corazón volvió a romperse al recordar que ese diseño de invitación había terminado de ser elegido por María, quien la ayudó a ella y a Stephen a decidirse por uno de los diseños...

Ahora su corazón no solo lloraba por la ausencia del amor de su vida. También sufría por la perdida de su mejor amiga... la mujer que le había dado la oportunidad de volver a empezar...

María Hill.

— Vaya que esto fue una sorpresa, te vienen a ver— dijo Natasha entrando al cuarto— Y que no pretenden irse hasta que te vean

Violet levantó la mirada, encontrándose así a Tony, Steve, Wong e incluso Nebula, todos junto a Natasha cargando bolsas de plástico en donde se veían sodas, caramelos, botanas e incluso algunos lienzos de pintura.

— ¿Qué hacen aquí?— preguntó Violet limpiando las lágrimas de su rostro

— Nos necesitabas, es obvio— sonrió Tony acercándose a la rubia— Así que por el día de hoy dejaré atrás cualquier conflicto con el capipaleta y nos concentraremos en alegrarte un poco la existencia

— No tenían...

— Claro que teníamos. Eres importante para nosotros y no queremos dejarte sola— habló ahora Steve— Natasha me contó como te sentiste en los últimos días y...

Un teléfono sonando interrumpió las palabras de Steve. Era el de Violet.

— Debe ser una jodida broma. Denme un momento y lamento si llegan a escuchar un sin fin de maldiciones o cosas por el estilo— dijo la rubia al ver el nombre de Fitzgerald en la pantalla— ¿Ahora que quiere?

— Buenos días agente Petrova— saludó sarcásticamente Fitzgerald— ¿Qué tal su misión? ¿El trabajo en la UAC?

— Va bien y usted lo sabe— dijo la rubia frotando su cien con gran molestia— En realidad, usted sabe absolutamente todo lo que he estado haciendo en las últimas semanas

Los presentes en la habitación se miraban extrañados, a excepción de Natasha, quien rodó los ojos con molestia al darse cuenta con quien hablaba su amiga.

— Que bueno que mencione esa última parte, porque justamente ahora puedo observar que ni la agente Romanoff o usted se encuentran realizando su misión, de hecho, las veo en compañía de mas personas— mencionó el hombre del otro lado de la línea

— Nat, por favor, llévalos a la sala. Denme un momento a solas— pidió Violet cubriendo el micrófono del teléfono— No necesitan escuchar esto

Romanoff asintió y aunque quienes escuchaban aún miraban confundidos la escena se negaron a alejarse, tuvieron que acceder al ver las miradas de las viudas cargadas de seriedad.

Todos salieron y la puerta se cerró.

— Escuche, llevo los últimos meses sufriendo por la perdida del amor de mi vida y de mi mejor amiga, pero aún con todo eso me levanto todos los días para cumplir esa estúpida misión en la cual me vi forzada a participar— comenzó a decir Violet con gran molestia— He sido puntual para entregar todos mis reportes y he sido bastante eficaz en cuanto a todo lo que se me pidió.

— Agente Petrova...

— ¡Lo único que estoy haciendo es tomarme un día para llorarle al amor de mi vida, porque le recuerdo que usted vino a incluirme a su estúpida misión el día que me encontraba pasando por mi duelo!— gritó la rubia con furia— ¡Solo estoy tomando un día y después volveré a ser su estúpida marioneta!

Silencio...

El presidente Fitzgerald no respondió nada y las lágrimas de Violet rodaban por sus mejillas mientras sentía sus mejillas enrojecer por todo el coraje acumulado en su interior.

— Ni una sola palabra a nadie en esa casa sobre lo que están haciendo. Recuerde que las estoy vigilando, una palabra y...

— Seré deportada, si, ya se. A la mierda con eso— respondió Violet rodando los ojos y colgando la llamada— Imbécil. Y si, ya sé que probablemente me escuchó por los estúpidos micrófonos y no me interesa

Violet necesitó unos momentos para calmar su gran coraje. Ahora ya no solo quería llorar por la cantidad de recuerdos, ahora quería llorar por la furia que sentía ante el hecho de ser la marioneta del gobierno de los Estados Unidos.

Sabía que alguien como Natasha no podría ser deportada, eso llamaría demasiado la atención, después de todo era una de las seis vengadoras originales.

¿Pero ella? Ella no era una vengadora, había vivido los últimos años debajo de los reflectores, nadie sabría de su existencia. No la extrañarían, no como a su amiga...

Aún así, después de tanta investigación sabía que su destino no era ser deportada a Rusia en caso de no cumplir su misión.

Su destino sería muchísimo peor...

Respiró hondo por última vez y se dispuso a salir de su habitación.

— ¿Qué está ocurriendo exactamente con ustedes dos?— preguntaba Tony a Natasha— Y no digas que nada porque es claro que algo está pasando. Las dos trabajando para el FBI, sin decirle nada a nadie... no me malinterpreten, son muchas cosas bastante increíbles, pero policías no es una de ellas

— ¿Con quién estaba hablando Violet?— preguntó ahora Steve— Lucía demasiado molesta y aunque se que tiene un carácter explosivo, ella no reacciona así con cualquiera

— Con nadie importante— respondió Violet haciendo que todos voltearan a verla— No tienen por qué preocuparse de nada, estamos bien

— Algo está pasando y eso es obvio, no ganan nada mintiendo...

— Tony, los asuntos que Violet tengamos son personales y no tienen por qué involucrarse. En realidad ninguno de ustedes tendría por qué hacerlo— hablo ahora Natasha— Los apreciamos y lo saben, pero esto no es asunto suyo

— Y honestamente, eso es de lo que menos quiero hablar el día de hoy. Ustedes lo dijeron, no es un buen día para mi y no quisiera amargarlo con otros problemas— siguió diciendo Violet— Así que les propongo algo, salgamos de aquí. Vamos a cualquier otro lado que no sea este y tengamos un buen día... por favor

Tony y Steve se miraron no muy convencidos, pero conocían a las viudas y sabían que no existiría manera de hacerlas revelar algo que ellas no quisieran.

Nebula se había mantenido en silencio en todo el rato, pero eso no significaba que no le importara la situación. Todo lo contrario, estaba bastante intrigada, por lo que sin decir nada se dedicó a escanear todo el apartamento, encontrando así la señal de varias cámara y micrófonos ocultos.

El lugar no era seguro para hablar.

— ¿A dónde quieres ir?— preguntó Nebula a su amiga

— El parque Potomac. Es tranquilo y me gusta mucho— dijo Violet— Además venden un helado de fresa bastante delicioso

— El parque Potomac será— dijo Wong comenzando a formar un portal— Después de ti, Vi

— De menos me hubieran dado tiempo para lavarme la cara, la tengo hasta hinchada de tanto llorar— dijo Violet riendo ligeramente— En definitiva no es de mis mejores momentos estéticamente

— No Violet, no digas eso. Que tu te tardas como dos horas arreglandote para salir— se quejó Natasha riendo— Te prometo que te ves bien, no hace falta que te arregles

— No me culpes, mi autoestima depende de como se me acomode el cabello para salir— sonrió Violet moviendo para atrás su largo cabello rubio— Denme solo diez minutos y nos vamos. Al menos quiero que se me quite la cara de muerto que se me ve cada que acabo de llorar

•••

El parque Potomac era uno de los favoritos de Violet. Lo había conocido una de las noches en donde salía de la UAC y no tenía ganas de volver a su departamento.

Había encontrado en ese lugar bastante calma y tranquilidad, algo que añoraba después de todo lo que había vivido.

Tanto disfrutaba de ese lugar, que durante sus caminatas logró encontrar una sección del parque en donde había un pequeño largo en donde nadaban algunas aves, había varios árboles e incluso algunos pocos rosales.

— Que bonito lugar— sonrió Natasha mirando las flores— ¿Cómo lo encontraste?

— Lo encontré un día que no quería llegar a casa, solo caminando sin rumbo fijo— respondió Violet sentándose en el pasto— Pocas personas llegan hasta aquí, entonces normalmente está vacío

— Es lindo, me gusta— dijo Nebula con su ya acostumbrado tono serio

— ¿Qué traen para mi entonces?— preguntó Violet sonriente

— Se que te gusta pintar, entonces traemos algunas pinturas y unos lienzos. Tal vez eso te ayude a sacar todos esos sentimientos que aún no pudes expresar— dijo Wong sacando unos botes de pintura de la bolsa de plástico que él cargaba

— Yo te traigo muchas hamburguesas con queso porque no existe nada que una hamburguesa con queso no pueda sanar— sonrió Tony mostrando el contenido de su bolsa

— Yo te traje algunos caramelos que en alguna ocasión me dijiste que te gustaban. Traté de recordarlos todos, perdón si me equivoqué en alguno— dijo Steve extendiendole la bolsa a la rubia, la cuál sonrió agradecida

— Si, ehhh, ellos me dijeron que comprar porque no tengo idea de las cosas que te gusten de este planeta— dijo ahora Nebula extendiendo su bolsa

— Es un gesto increíble, gracias a todos. Esto es perfecto— agradeció Violet observando todo lo que había en las bolsas— Esto significa muchísimo para mi

— Todo sea por verte sonreír. Stephen quería que estuvieras bien, María querría que volvieras a sonreir y nosotros queremos lo mismo— le respondió Wong, recibiendo una ligera pero triste sonrisa por parte de su amiga— Todos extrañamos a quienes se fueron, pero debemos de intentar continuar con nuestras vidas por mas doloroso que suene...

Violet sabía que Wong tenía razón. Sus palabras no eran nada que no hubiese pensado antes, sin embargo aunque su cabeza parecía comprenderlo, su corazón aún se negaba a esa triste realidad.

•••

Durante el día, Spencer se sintió bastante distraído. Todo gracias a que no dejaba de preguntarse porque Natasha y Violet habían faltado al trabajo.

Lo único que Hotch había dicho es que las viudas tenían un asunto personal que resolver, sin embargo eso no parecía ser una respuesta suficiente para que el castaño dejara de pensar en la ausencia de las rubias... o mejor dicho, de una en específico.

Habían pasado solo unos días desde aquel encuentro con Violet en el restaurante. Encuentro que solo generó que la imagen de Violet fuera aún mas constante en su cabeza.

Diario pensaba en ella, a diario pensaba en si la rubia se sentía mejor, en si estaba teniendo un buen día, incluso en si ya había almorzado algo...

Y es que por mucho que lo intentara, Spencer no encontraba la manera en la cual dejara de pensar en Violet.

La rubia había ingresado a sus pensamientos y se había atascado como si fuese goma de mascar en la suela de un zapato.

Y eso era algo que el castaño no sentía correcto, no cuando sabía que Violet escondía tantos secretos y le había mentido en la cara.

Pero no podía evitarlo, Violet Petrova había ingresado en su cabeza y no parecía querer salir de ahí.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top