013 || stephen
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Chapter Thirteen
Stephen
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VIOLET HABÍA AGRADECIDO INTERNAMENTE LA NOCHE QUE HABÍA compartido con Spencer. Desde los eventos del chasquido ni había sentido un momento de tranquilidad como el que había sentido la noche anterior mientras compartía aquella pizza con su compañero de equipo.
Por un momento el dolor pareció quedar de lado.
Sin embargo, para su desgracia esto no duró tanto como ella lo hubiera deseado. En cuanto ingresó al baño de su departamento para desvestirse y colocarse una pijama pudo volver a ver el anillo colgando de su cuello.
Por mucho que odiara la idea y quisiera negarse a ello, sabía que tenía que comenzar a asimilar que el amor de su vida se había ido, no volvería nunca, tendría que aprender a vivir nuevamente sin él.
Ahora solo le quedaban sus memorias, todos esos bellos recuerdos que tuvo la grandiosa oportunidad de vivir junto a Stephen. Los buenos, los regulares e incluso los malos... era todo lo que le quedaba de él.
Violet tomó la camisa de color gris que solía ser de Stephen y ahora usaba para dormir ya que olía a él, eso la hacía sentirse solo un poco mas cerca de él.
Una sonrisa cargada de nostalgia apareció en su rostro cuando recordó como fue su primer acercamiento con él.
Stephen había llegado al hospital en un grave estado, se le tuvo que operar de urgencia para no solo salvar sus manos, si no para en general salvar su vida. El hombre había permanecido un par de días sin consciencia después de eso, por lo que Violet al ser la mejor enfermera del hospital, le fue encomendado cuidar de Stephen hasta que se recuperara.
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La rubia no era muy fanática de la luz solar, pero sabía que eso traía alegría a muchos de sus pacientes, era por eso que cuando el reloj marcaba las 12 del día, se encaminaba a todas las habitaciones que estuviera atendiendo para abrir las cortinas y darle un poco de calidez a quienes se encontraban internados.
Ese día todo parecía ir bien. La última habitación que debía visitar para abrir las cortinas era la del doctor Stephen Strange, el hombre que había admirado desde que ingresó al hospital pero con quien no había compartido muchas palabras y que ahora por cosas del destino debía de cuidar como uno mas de sus pacientes.
— Oh, buenas tardes doctora Palmer— saludó Violet con cortesía al ver a la mujer sentada junto a la cama— No sabía que vendría hoy, volveré mas tarde...
— Buenas tardes Violet. No te preocupes, ya me iba— saludó de vuelta la doctora— Solo quería saber cómo seguía Stephen
— Aún no parece dar indicios para recobrar la consciencia. Sus golpes están sanando de manera correcta y me encargo de administrarle los medicamentos a las horas adecuadas para que cualquier golpe interno termine de sanar— explicó Violet mientras abría las cortinas del cuarto
La doctora Palmer asintió con una sonrisa cargada de tristeza, le dio una última mirada a su compañero y salió del cuarto.
El cuarto comenzaba a iluminarse por todo el sol, por lo que la rubia contenta con el resultado, comenzó a realizar el resto de sus tareas. Revisar el expediente, tomar signos vitales, revisar que los medicamentos estuvieran fluyendo de manera adecuada y por último, cambiar las flores que decoraban el cuarto.
Aunque eso último no era precisamente una tarea encargada por el hospital, a Violet le gustaba colocar algunas flores en los cuartos de los pacientes para darles un poco de color.
Las flores la hacían feliz y quería trasmitir esa felicidad a quienes estaban en un mal momento.
— ¿Qué demonios...? ¿Qué me hicieron...?— escuchó Violet mientras leía el expediente
Levantó la mirada y pudo ver como Stephen Strange intentaba abrir los ojos. Había despertado por lo que se apresuró a dejar los documentos de lado para acercarse y hacer las preguntas de rutina.
— Le pido de favor que no trate de hacer movimientos bruscos. Aún se encuentra en estado delicado— pidió Violet— Doctor Strange, tuvo un accidente y se encuentra en el hospital
— ¿Quién eres...?
— Soy la enfermera en turno. Mi nombre es Violet Petrova
Y en ese momento Stephen creyó estar en el cielo puesto que lo único que podía ver frente a él, era aquel bello ángel de cabellos rubios.
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Violet no creía en el amor a primera vista, pero vaya que sintió algo por Stephen desde la primera vez que lo vio, algo a lo que en su momento tal vez no le tomó gran importancia, pensando que era algo momentaneo.
Y es que, ¿Quién no quedaría cautivado con un hombre como Stephen Strange?
Increíblemente atractivo, con una inteligencia sin igual, grandes deseos de proteger y salvar vidas. Tal vez para muchos era un tanto arrogante, narcisista con complejos de superioridad, pero aún con todos esos "defectos", para Violet era el hombre de sus sueños. Lo amaba como nunca había amado a nadie en la vida y estaba segura que así sería por el resto de sus días, aún cuando él ya no estuviera a su lado.
La rubia suspiró, lavó su rostro con agua helada y salió del baño para encaminarse a su cama. No tenía mucho sueño, realmente su cabeza comenzaba a doler, pero sabía que necesitaba dormir lo mas que pudiera para estar preparada en caso de que tuviera que viajar por algún caso.
Los casos...
Ya había realizado su primer caso como agente de la UAC y las cosas no fueron tan malas como lo pudo llegar a pensar. Todo lo contrario, se había sentido completamente bien después de atrapar al sujeto responsable de las explosiones y de salvar las vidas de las personas en el hospital.
Había vuelto a salvar vidas y eso la hizo sentirse nuevamente bien.
Y es que Violet disfrutaba ayudando y salvando a la gente. Por eso había accedido a formar parte de S.H.I.E.L.D después de traicionar a la KGB, por eso había decidido volverse una enfermera después de renunciar a las agencias de inteligencia. Su deseo de salvar cuantas vidas pudiera era genuino y aunque no lo quisiera admitir en voz alta sabía que la UAC era un buen lugar para hacerlo.
•••
Cuando Violet llegó al estacionamiento de las oficinas del FBI pudo ver a Natasha bajando del auto de Steve Rogers, cosa que la había hecho levantar una ceja confundida. Su compañera no había llegado a dormir al departamento que compartían y claro que lo había notado, lo que no esperaba es que eso hubiera sido por pasar la noche con Steve.
— Un gusto verte Violet, si necesitas algo no dudes en llamar. Me quedaré un par de días mas en Virginia para lo que a ti o a Natasha se les ofrezca— dijo Steve parando el auto que manejaba junto a Violet— Suerte en tu nuevo trabajo
La rubia asintió un tanto confundida y agradeció el detalle. Vio a Steve alejarse por lo que se acercó rápidamente hasta su amiga para preguntar que había pasado.
Sabía que años atras ambos se habían besado y tenía la teoría de que había pasado algo entre ellos durante los años que estuvieron escapando juntos después de los acuerdos de Sokovia.
— Necesito explicaciones ahora mismo y me niego a aceptar un simple "Solo somos amigos"— dijo Violet tomando del brazo a Natasha— Por algo no llegaste a dormir y hoy hasta traes la misma ropa de ayer
— No me molestes y prestame algo de la ropa que traes en la maleta de tu auto— pidió Natasha riendo— Que la mía está en mi auto en el apartamento
— ¿Y qué vas a hacer si hoy nos vamos de viaje?— preguntó Violet riendo y sacando nuevamente las llaves de su auto
— Robar tu ropa en lo que voy a comprar otra cosa— sonrió la viuda acercándose hasta la cajuela del automóvil— Ya no tuve tiempo de volver por mi auto o por mi maleta
— ¡Ya acepten que se aman desde hace años!— exclamó Violet— No sé quien me tiene mas harta. Tú negandote a aceptar amor o él aferrado a una mujer a quien solo besó una ocasión y ya está muerta
— Solo somos amigos. Peggy es su verdadero amor y yo no estoy diseñada para relaciones amorosas— decía Natasha mientras tomaba algo de ropa de la maleta de su amiga— Además, ya te dije que el único beso que nos dimos fue porque necesitábamos ocultarnos. Tú mejor que nadie sabes lo que una hace para pasar desapercibida en las misiones
Violet rio y prefirió no seguir indagando en el tema, aunque por supuesto no se quedaría sin volver a hacer mención del tema. Haría mas comentarios sin duda, pero por el momento solo esperaría a que Natasha pudiera pasar a cambiarse y llegar a su escritorio para continuar con su trabajo pendiente.
•••
La rubia entró a el área de escritorios, saludando a sus compañeros que ya se encontraban trabajando en sus lugares. Morgan y Tara, quienes respondieron a su saludo con una sonrisa amable.
Para cuando llegó hasta su lugar, le sonrió ligeramente a Spencer, quien de inmediato correspondió el gesto.
— Buenos días, Spencer— saludó Violet
— Buenos días, Violet— dijo de vuelta el castaño— ¿Anoche no tuviste inconvenientes para volver a casa después de pasar a dejarme?
— No, en lo absoluto— negaba Violet mientras sacaba su celular de su bolso— De hecho como ya era un poco tarde, no había nada de tráfico y llegué bastante rápido. Vivimos mas cerca de lo que pensaba
— Me da gusto. Gracias de nuevo por llevarme y por lo de la pizza
— No fue nada, cuando gustes— sonrió Violet antes de tomar una de sus carpetas para continuar con su trabajo— Y gracias a ti por acompañarme a cenar
Violet mantuvo esa sonrisa en su rostro al terminar de conversar con Spencer. El castaño lograba ponerla de un muy buen humor, lo cual le resultaba extraño puesto que no sentía que lo conociera lo suficiente como para pensar que es su amigo o alguien con gran peso en su vida.
Spencer tenía algo que hacía a Violet sonreír, y aunque ella no supiera de que se trataba, le gustaba.
La mañana inició bastante tranquila, Violet no sabía si esto era porque comenzaba a sentirse cómoda en la UAC o porque Adeline aún no llegaba. No quería culpar a la pelirroja de sus malos momentos en la unidad (sobre todo porque llevaba muy poco tiempo formando parte del equipo) pero era mas que evidente a Adeline no le agradaba su presencia y aunque ella dijera que pretendía actuar como si no existiera, no sabía que tan real podría ser eso.
Para cuando el reloj marcó la una de la tarde, García entró por las grandes puertas de cristal y le informó a todos sus compañeros que tenían un caso nuevo.
Violet volteó a ver a Natasha mientras reía. Su amiga no contaba con su maleta preparada para viajar, por lo que la vengadora comenzaba a suplicar internamente que el caso fuera local.
— Ah pero la señorita no llegó a dormir anoche y hoy no pasó por su maleta— se burlaba Violet mientras caminaban a la sala de juntas
— ¡No te burles! Que yo una vez te tuve que llevar ropa al departamento de Stephen porque los dos se pusieron de creativos y te rompió la ropa— dijo Natasha bajando la voz para contar lo último
— Prometimos no volver a hablar de eso— rio Violet
Y pese a que Violet sintió una punzada en el pecho ante la mención de Stephen, no pudo evitar reír ante el recuerdo de aquel día en donde tuvo que llamarle a sus amigas para que fueran a rescatarla.
Violet entró riendo a la sala de juntas y eso fue algo que para Spencer no pasó desapercibido, quien al verla de esa manera, sonrió de manera inmediata.
No habían interactuado mucho ese día debido a la carga de trabajo, sin embargo le hacía feliz ver que comenzaba a sonreír un poco mas.
Spencer veía a Violet como una mujer hermosa y todo ese atractivo parecía aumentar a grandes niveles cada que la rubia sonreía.
•••
Para el segundo caso, Violet supo que sería más útil trabajando detrás de los ordenadores en compañía de Penélope García, por lo que se decidió que permaneciera en las instalaciones junto a ella.
El ambiente entre ambas no era muy ameno. En realidad ni siquiera se hablaban y Violet podía sentir que no era mucho del agrado de la rubia con lentes. No se sentía sorprendida, después de todo había notado que aquella mujer era muy cercana a Adeline, compañera con quien tampoco se llevaba bien.
Pensó en si debía tratar de entablar una conversación o si debía intentar agradarle, al final de cuentas una parte fundamental de su misión era Penélope García. Necesitaba averiguar todo lo que la analista hubiera investigado sobre la población desaparecida.
Miró a su alrededor. El escritorio estaba lleno de animales y juguetes lindos para decorar el espacio, cosa que le parecía bastante tierno.
Pensaba en la cantidad de cosas que García tenía que ver a través de las pantallas, cosas horribles que dejarían a mas de uno con traumas, todo esto contrastando con la belleza y ternura de la colección de gatitos que había frente a ella.
— Me gusta lo que hiciste con el espacio— habló Violet rompiendo el silencio— Se que todos en su escritorio colocan cosas significativas, pero creo entender porque tienes lo que tienes aquí y me gusta
— Gracias— respondió García de manera cortante
Violet suspiró tratando de no ponerse de malas. Comenzaba a odiar un poco mas la misión cada que intentaba hablar con García y la rubia se comportaba tan cortante.
Entendía que de alguna manera era una intrusa en el equipo, sin embargo esto ni siquiera había sido por decisión propia (aunque claro, esto los demás no lo sabían).
Violet se volvió a quedar callada y mientras se encargaba de buscar todo lo que Hotch les había pedido para el caso, daba algunas miradas a las cosas que se encontraban frente a García. Ahí habían mas figuras de plástico con formas de animales o flores, pero también había algunas pequeñas fotos pegadas al monitor.
Eran fotos con los agentes que Violet sabía habían desaparecido a causa del chasquido de Thanos.
Y en ese momento, Violet volvió a odiar su misión.
Comprendía que aquel grupo quisiera averiguar que había ocurrido con sus seres queridos y estaban en todo su derecho de saberlo, no comprendía porque el gobierno quería esmerarse tanto en ocultar los hechos.
— ¿A quien perdiste tú?— le preguntó García— Conozco esa mirada y claro que he notado como miras las fotos de mi computador
— A varias personas en realidad— respondió Violet recordando su batalla en Titan y como vio desaparecer a los guardianes de la galaxia y a Peter— Aunque los que tuvieron el mayor impacto fueron mi mejor amiga y mi prometido
— Lo lamento— dijo García volteando su silla por primera vez para ver a la agente junto a ella
— Gracias. Yo también lamento lo de tu equipo— sonrió de lado Violet
Hubo un silencio en donde García parecía encontrarse en un debate interno sobre lo que debía decir.
La analista principal de la UAC no sentía mucho agrado por la rubia sentada junto a ella, pero tampoco era una insensible y realmente lamentaba sus perdidas, después de todo ella también entendía el dolor por el que Petrova debía de estar pasando.
— Escucha, normalmente no soy así... es que son muchas cosas para procesar. Mi familia desapareciendo de la nada, no obtener respuestas sobre que fue lo que pasó, tu integración y la de la agente Romanoff... saber que tienes una historia complicada con Adeline...
— Está bien, lo entiendo— asintió Violet mirando a García— Desde antes de integrarme al equipo sospechaba que esto no sería sencillo. Las cosas resultaron mas complicadas puesto que no esperaba un reencuentro con Adeline
— La verdad es que su llegada fue lo peor que pudo pasar, todo el progreso que tuvo Adeline... bueno, no es mi asunto, pero todo el progreso que tuvo durante estos años, es como si no hubiese sido nada..— dijo García a la defensiva y haciendo reír a Violet— Sin ofender... claro
— No me ofendes, entiendo a lo que te refieres y entiendo también porque estás tan a la defensiva. Crees que mi presencia aquí solo daña a Adeline o que solo vine a lastimarla, pero si te soy honesta hasta que la vi hace un par de días yo la creía muerta... las cosas no solo son difíciles para ella
Violet esperaba que García no hiciera otro comentario en relación a Adeline. Después de todo ese era un problema entre ambas viudas y no deseaba que nadie mas del equipo se metiera, ninguno de ellos estuvo presente durante los días en los que ambas eran las hermanas inseparables, no sabían todo lo que ambas tuvieron que pasar para llegar a ese punto de sus vidas, no comprenderían porque habían tomado las decisiones que tomaron en el pasado.
Ninguno jamás lo entendería.
— No espero que me aceptes como si nada y se que me sientes como una intrusa, pero te prometo que mi intención nunca será reemplazar a alguien de tu equipo porque se que eso será imposible— volvió a hablar Violet— Tampoco te voy a dar una explicación de porque mi relación con Adeline es tan caótica porque si ella no se los compartió, lo mejor será que yo tampoco lo haga... pero como se lo dije a ella, lo mejor será mantenernos profesionales y dejar de lado los problemas, problemas que sin ofender no son de tu incumbencia. Al final de cuentas son temas entre elle y yo
— Adeline es mi familia, me incumbe todo lo que tenga que ver con ella...
— Y me alegro por ella, de verdad que si. Desde que la conozco solo he querido lo mejor para ella y por lo que he podido notar ustedes de verdad la quieren, eso es maravilloso— interrumpió Violet— Pero aún entre familias existen temas en los que no todos pueden estar involucrados y uno de ellos es este
Violet giró su silla para seguir trabajando. Lo había intentado, pero era claro que Penélope García no iba a ceder y ella no insistiría.
Tendría que seguir investigando en las sombras, sin saber que el equipo de la UAC y su investigación estaban mucho mas cerca de descubrir exactamente todo lo que había pasado meses atrás.
Todo gracias a cierta agente pelirroja y su conexión con un prisionero.
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