012 || pizza night

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Chapter Twelve
Noche de pizza

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VIOLET NO QUERÍA VOLVER AL DEPARTAMENTO QUE COMPARTÍA CON NATASHA, no quería volver y que las cámaras que se habían puesto grabaran el colapso emocional por el que se encontraba pasando. Por lo que decidió decirle a Natasha que se fuera con Steve y que ella prefería quedarse trabajando hasta tarde.

Steve trató de convencerla de irse con ellos, pero la rubia no tenía deseos de estar con nadie y prefería centrar su atención en todo el trabajo que ya había sobre su escritorio. No iba a quedarse para seguir llorando, solo quería pensar en cualquier otra cosa que no fuera que el amor de su vida y su mejor amiga se habían ido para siempre.

Natasha tampoco la quería dejar sola, pero sabía que nada podría hacer que Violet cambiara de opinión, por lo que cuando el reloj marcó las 8 de la noche se marchó en compañía del capitán.

El equipo comenzaba a irse y Violet se despedía con un simple adiós. Sabía que todos notarían su estado de ánimo, pero esperaba que ninguno hiciera comentarios al respecto y que solo abandonaran el lugar mientras que ella redactaba su informe o revisaba algunas carpetas.

Spencer por su lado siempre parecía ser de los últimos en abandonar las instalaciones. Le gustaba quedarse avanzando todo su trabajo de escritorio o simplemente se entretenía jugando ajedrez él solo, después de todo no había nadie esperando por él en casa.

El reloj ya marcaba las 10 de la noche y Spencer volvía al área de escritorios después de una reunión con el jefe de sección. Su sorpresa se hizo notable cuando vio a una figura femenina de cabellos rubios sentada en su escritorio mientras escribía algo en una hoja.

— Buenas noches— habló Spencer acercándose con cautela hasta el escritorio de la rubia— Creería que ya todos se habían ido

— Hola Spencer— sonrió Violet de manera ligera— Lo mismo creí. No te había visto desde que volvimos del caso

— Tuve una reunión con el jefe de sección que se alargó un poco— explicó Spencer— ¿Tú que haces aquí?

— No tengo muchos ánimos de volver a casa, supongo que era mejor quedarme aquí y avanzar con todo el papeleo del caso— respondió ella alzando los hombros— Además quería estar a solas y en mi departamento probablemente estén Natasha y Steve

— Entiendo, pues... si quieres estar a solas creo lo mejor será que me vaya

— No— exclamó Violet sorprendiéndose a si misma ante esa respuesta— Quiero decir, no me molesta tu compañía y si tu aún tienes cosas que hacer aquí... puedes quedarte. Puedo quedarme aquí sentada con los audífonos, será como si no estuviera

Violet sentía su cabeza demasiado confundida por negarse a que Spencer se fuera, pero tampoco quiso darle demasiadas vueltas al asunto, después de todo el castaño había sido muy amable con ella en los últimos días, aún cuando ella no parecía ser la persona mas accesible.

Hubo un silencio entre ambos y aunque Spencer comenzaba a sentirse nervioso, Violet aún trataba de organizar todos sus pensamientos. Quería comenzar a acercarse a todos los miembros del equipo, sin embargo todas sus habilidades para entablar conversaciones estaban un poco afectadas por toda la tristeza que estaba experimentando ante la perdida de los que quería.

Pero debía intentarlo, por la misión.

Para poder irse lo mas pronto posible e intentar continuar con su vida ahora que sabía que Stephen no volvería.

— ¿Entonces ya te vas?— preguntó Violet rompiendo el silencio

— Si... debo volver a casa, no porque alguien me esté esperando precisamente, pero debo volver antes de que cierren el metro y todo eso

— ¿Cómo que te vas a ir en metro a estas horas?— preguntó Violet nuevamente— Bueno, tiene mucho que no venía a Virginia pero no sé que tan seguro sea. ¿Qué te parece si te llevo en mi auto?

— No quisiera ser una molestia, de verdad no pasa nada...

— No es molestia, te prometo que no. A mi tampoco me esperan en el departamento y supongo que esto podría ser una oportunidad para acercarnos fuera del ambiente laboral... solo si quieres

Spencer pareció pensarlo durante unos segundos. Pensó en como Adeline reaccionaría cuando se enterara, la pelirroja era su mejor amiga y no quería tener conflictos con ella, pero también quería tener su propio criterio sobre Violet, él quería decidir si la rubia frente a el era alguien buena o alguien mala (como Adeline la hacía ver).

Y esa era la oportunidad.

— Está bien, acepto— asintió él— Pero... ¿Me dejarías invitarte un café como agradecimiento?

— No hago esto para recibir algo a cambio, pero creo que la cafeína y el azúcar podrían hacerme bien— sonrió Violet comenzando a guardar sus cosas en el bolso negro que había sobre el escritorio— Aunque quiero mencionar que solo tomo café frío... el caliente me da mucho sueño y ahora prefiero mantenerme despierta

— Lo que tú deses

Violet sonrió, solo que no fue algo forzado, todo lo contrario, la sonrisa brotó de manera natural y eso si dejó pensando por unos momentos a la rubia.

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La intención de Spencer era solo comprar el café en una cafetería, dárselo a Violet y después que lo dejara en casa. Sin embargo el plan cambió cuando la rubia recordó que por toda su tristeza no había comido en todo el día, por lo que decidió ir a un restaurante para cenar e invitando al castaño para que se le uniera.

Y es que aunque Violet había deseado estar a solas horas antes, la compañía de Spencer era bastante agradable. El castaño era muy amable, inteligente y aunque parecía estar nervioso, la conversación entre ambos era buena, existiendo algunos silencios entre ambos, pero nada que resultara incómodo.

— Tú que eres de aquí, ¿Sabes de alguna buena pizzería que esté abierta a estas horas?— preguntó Violet mientras miraba por los espejos del auto para evitar chocar o golpear a alguien— Estoy un poco acostumbrada a que en Nueva York todo siempre esté abierto y no sé si eso también suceda aquí

— Conozco un lugar, si quieres te pongo la ubicación en el gps— respondió Spencer a lo que Violet asintió— Entonces... ¿Eres de Nueva York?

— No, Washington. Aunque bueno, en teoría nací en Moscú, pero como comprenderás no soy muy bien recibida en Rusia— respondió Violet riendo ligeramente— Cuando me uní a S.H.I.E.L.D viví en Washington, pero después de su caída me mudé a Nueva York para tratar de iniciar una vida diferente, alejada de las redes de inteligencia y todas esas cosas. Me tenían bastante harta, odio eso de no saber para quien estoy trabajando 

— ¿A qué te dedicaste todos estos años?

— Fui enfermera en el Hospital General Metropolitano, aunque dejé de trabajar ahí hace algunos meses— volvió a responder la rubia, pero ahora sonriendo con nostalgia por el recuerdo de Stephen— Y antes de que me preguntes el motivo fue porque tenía otros planes de vida, planes que tal vez te cuente en otro momento

— Está bien, respeto eso— asintió Spencer colocando la dirección en el celular— Aunque tengo una duda y si no quieres responderlo está bien... ¿Por qué decidiste entrar a la UAC si ya no querías formar parte de las redes de inteligencia?

Violet esperaba esa pregunta y por supuesto que tenía una mentira lista para cuando quien fuera llegara a cuestionar su presencia en el lugar. Después de todo no podía contar cuales eran las verdaderas razones por las que había llegado al FBI.

— Natasha y el presidente Fitzgerald me buscaron poco después de que parte de la población desapareciera. Me explicaron que en específico la UAC había tenido grandes perdidas y que necesitaban encontrar personas que entraran al equipo, no como reemplazo porque se que jamás vamos a poder ocupar su lugar, pero de apoyo... solo quiero proteger a quienes sobrevivieron. No soy ninguna clase de heroína, pero si para ayudar gente tengo que salir de mi retiro, lo voy a hacer sin duda alguna— explicaba Violet mientras conducía— Por cierto, lamento mucho lo de tu equipo. No los conocí, pero llegué a escuchar noticias sobre la UAC resolviendo casos y bueno... eran grandes personas que no merecían nada de esto

La tristeza jamás abandonó a Spencer después de perder a parte del equipo. Aún había noches en las que lloraba por no poder comprender como es que todo había ocurrido, sin embargo sabía que el resto del país lo necesitaba y que sus compañeros hubieran deseado que él siguiera con su labor de proteger a cuantas personas fuera posible.

— Aún no logro entender como es que todo esto está pasando y detesto que sea así... de verdad que lo he pensado por varias noches y no parece existir una manera lógica de explicar lo que está pasando... como es que tantas personas se hicieron polvo en un abrir y cerrar de ojos

La rubia notaba la tristeza en la voz y la mirada de Spencer, era la misma que había en Natasha, en Steve, en Tony, en Wong, en Nébula... en ella.

Estúpido Peter Quill, no debiste golpear a Thanos cuando ya casi tenían el guantelete.

Estúpido Thanos.

— Si... creo que puedo comprender el como te sientes— habló Violet sin despegar la mirada del camino— Esto también me arrebató a personas importantes y aunque no pretendo hablarte de ellos, prefiero decirte que no estás solo... que el dolor no va a durar para siempre y que es increíble como a pesar de tu tristeza, sigues haciendo todo por proteger a los demás...

Violet desearía poder poner en práctica sus propias palabras, sin embargo ella sentía que había perdido todo cuando Stephen desapareció en sus brazos y cuando volvió para descubrir que María también se había ido, sin mencionar también que Barton había sobrevivido pero decidió desaparecer.

Solo le quedaban Natasha y Wong, pero no quería cargarle mas problemas a ninguno de los dos. Después de todo, su amiga también tenía una misión que completar y Wong tenía una vida demasiado ocupada ahora que era el nuevo hechicero supremo.

— Podría decirte lo mismo. Desconozco a quienes perdiste, pero me parece muy noble que decidieras salir de tu retiro para proteger a quienes sobrevivieron— dijo Spencer viendo a la rubia

Ella volvió a sonreír. 

— Pero ya no hablemos de cosas tristes. Mejor cuéntame ahora algo sobre ti— dijo Violet cambiando el tema antes de que las ganas de llorar volvieran a aparecer

— Las Vegas

— Que gran lugar— rio Violet— Hace un año fui y de lo ebria que me puse casi me termino casando

— ¿Qué lo impidió?

— Que él no estaba tan ebrio. Tuvo un poco de consciencia y dijo que no deseaba que un imitador de Elvis nos casara mientras yo estaba a un shot mas de vomitar en algún jarrón— contaba Violet con nostalgia

Todas sus historias parecían estar conectadas de alguna manera a Stephen o a María y eso amenazaba con hacerla llorar de nueva cuenta.

— Entonces... ¿Estás casada o comprometida?— preguntó temeroso el castaño

Spencer temía hacer esa pregunta y no estaba seguro de la razón.

Buscó en los dedos de la rubia señal de algún anillo de compromiso pero no había rastro alguno, por lo que con curiosidad y escudándose con la conversación, se atrevió a preguntar.

— Yo... no, no estoy casada— negó Violet con tristeza en su voz— Y creo que ya tampoco estoy comprometida

Había tristeza en el tono de voz de Violet y Spencer no quiso hacer mas preguntas. Él era inteligente y no había necesidad de seguir haciendo preguntas al respecto, comprendía que había pasado.

Tenía mucha curiosidad sobre aquella persona con quien Violet había estado comprometida, pero ahora sabía que él había sido parte de las personas que desaparecieron y prefería no adentrarse en ese tema, después de todo él había sufrido perdidas por ello y aún no se sentía listo para hablar.

La entendía.

— Lo lamento mucho— dijo Spencer sinceramente

— Si... yo también— asintió ella soportando las ganas de soltarse a llorar— ¿Qué me dices de ti? ¿Sales con alguien?

— No, ya no— negó Spencer viendo a Violet— Estuve saliendo con una chica hace unos meses, pero ocurrió un conflicto con otra persona y aunque se pudo resolver, optamos porque lo mejor para ambos era seguir por caminos separados

Violet se quedó pensando durante unos momentos. El amor en estos momentos parecía ser un tema difícil de tratar para ambos, cada uno con su respectiva historia que aunque eran muy diferentes, llevaban al mismo punto, a ambos solos.

— ¿Cuál es tu libro favorito?— preguntó Violet— Si, ya sé que es un cambio muy contrastante en el tema, pero creo que es mejor hablar de cosas alegres, creo tenemos suficiente con las cosas que vemos en el trabajo como para continuar hablando de cosas negativas

— Me parece bien— rio Spencer— La narrativa de John Smith. ¿Y el tuyo?

— Creo nunca lo he leído, pero entrará a mi lista de libros pendientes— sonrió Violet— Mi libro favorito, Harry Potter y la Orden del Fénix. Se que es un libro que ya podría ser considerado como algo infantil, pero me recuerda buenos momentos. La película no le hace justicia

— No lo he leído, pero si lo consideras bueno lo leeré algún día

— Voy avisando que es el quinto libro de una saga. Son siete libros y ocho películas porque dividieron el último de los libros— explicaba Violet—Pero te voy a dejar que tu sepas todo por tu cuenta, que si me pongo a hablar de esa saga no voy a terminar

— Me gustaría escucharte hablar de eso en algún momento— sonrió nuevamente el castaño

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La cena fue muy amena y Violet se sorprendió por ello, no esperaba que Spencer fuera una persona tan interesante y con quien pudiera hablar durante tanto tiempo sin que llegaran a existir momentos incómodos o que los temas se terminaran.

Ambos eran dos personas con pasados muy diferentes, pero que tenían el mismo objetivo en común, el bienestar de los inocentes. Cada uno tenía habilidades muy específicas y aunque en su momento Violet fue forzadas a usarlas para objetivos negativos, en la actualidad solo deseaba hacer el bien, justo como Spencer.

El castaño por su parte solo parecía sentirse cada vez mas intrigado por todo lo que Violet representaba y expresaba, una mujer con un pasado sumamente triste pero que había sabido salir adelante aún después de muchísimos impedimentos y que además tenía un corazón de oro.

— Un día iba llegando al hospital para comenzar mi turno y una mujer entró en labor de parto justo en el estacionamiento— contaba Violet entre risas— Tuve que tirar mi dona y mi chocolate caliente para ir a auxiliarla, un evento sumamente triste debo de decir

— ¿Y tuvo a su bebé en el estacionamiento?— preguntó Spencer intrigado

— No tuvo opción. Intenté hablarle a algunos camilleros para que me auxiliaran, pero ya no se podía mover— respondió Violet antes de tomar de su refresco— La buena noticia es que todo salió bien. La mujer tuvo una preciosa niña a quien quiso ponerle mi nombre como agradecimiento

— ¿Violet?

— En realidad prefirió ponerle mi segundo nombre, uno que muy pocas veces uso— dijo Violet levantando los hombros— Arinka

— Lindo nombre, me gusta— le sonrió él— Yo también llegué a ayudar a una mujer que dio a luz durante uno de nuestros casos. El niño también terminó con mi nombre

— No hubiera imaginado que tuvieras los conocimientos para ayudar a una mujer a dar a luz— exclamó Violet con sorpresa— Quiero decir, se que eres alguien muy inteligente pero pensaría que estabas enfocado en otras áreas

— Aprendí mucho cuando una de mis mejores amigas quedó embarazada. Leí muchos libros al respecto para estar preparado en caso de que llegara a dar a luz en el avión o durante algún caso— explicó Spencer bebiendo de su limonada— Aunque debo de decir que nada de lo que leí fue suficiente para prepararme emocionalmente a vivir un momento como ese, mucho menos porque el ignoto nos estaba amenazando y la presión era demasiada

— En eso concuerdo contigo, ningún libro jamás nos prepara para atender un parto. Sientes que tienes todos los conocimientos, pero al mismo tiempo temes hacer algo mal, que se te olvide algún detalle, lastimar a cualquiera de los dos... 

Spencer sonrió por escuchar la manera en la que Violet se expresaba. No sabía que había en ella, pero algo en la rubia lo hacía sonreír y sentirse tranquilo, feliz, en maneras que eran un tanto desconocidas para él.

Sin embargo no parecían molestarle en lo absoluto.

La cena continuó y los minutos se volvieron horas de manera veloz, al punto que el encargado del lugar tuvo que acercarse a la mesa para informarles que el establecimiento no tardaba en cerrar.

Ambos agradecieron con una sonrisa y pidieron la cuenta, con la cual pareció iniciarse una pequeña batalla sobre quien la pagaría. Spencer argumentó que él había prometido invitarle un café por llevarlo a su departamento y Violet argumentó que lo que habían consumido no había sido un café.

Al final lograron llegar al acuerdo de irse a mitades.

La cuenta fue pagada y ambos salieron del establecimiento mientras se entretenían hablando sobre algunos datos sobre sus series favoritas.

Spencer se entusiasmó con el hecho de que Violet parecía escuchar cada una de sus palabras sin que estas le parecieran molestas o repetitivas.

Violet por su parte encontraba fascinante la manera en la que Spencer Reid hablaba con tanta pasión sobre una serie televisiva de la que jamás había escuchado hablar. No sabía como expresarlo, pero la manera en la que el castaño explicaba todo tan a detalle e incluso con algunos datos curiosos la hacía enfrascarse mucho mas en toda la conversación y lo disfrutaba bastante.

•••

Spencer pudo divisar su edificio a la distancia y no pudo evitar sentir un poco de tristeza de saber que su momento con Violet estaba por terminar.

Sabía que la volvería a verla al día siguiente, pero no sería lo mismo. Violet en el trabajo era alguien seria y que pocas veces parecía sonreír, pero fuera de ese ambiente laboral era una mujer sonriente y llena de cualidades espectaculares que hacían sonreír a quien fuera.

No quería que ese momento se terminara, no cuando a su lado había logrado sentir tanta tranquilidad en niveles que no había experimentado desde que parte de su equipo había desaparecido.

— Listo. Hemos llegado— anunció Violet estacionando el auto frente al edificio— La pasé bastante bien, gracias por acompañarme a cenar

— Gracias a ti por traerme a casa— agradeció Spencer con una cálida sonrisa— Yo también la pasé muy bien... espero que después de esta noche podamos seguir hablando

— Por supuesto que si— asintió ella— Se que en el trabajo me comporto bastante seria... aunque hubo momentos en donde parecía muy feliz... parecería que tiendo a cambiar de humor con bastante facilidad pero te prometo que no es así. Pasé todas las pruebas psicológicas, lo prometo

Ambos rieron ante ese comentario.

— Es solo que los últimos meses han sido demasiado complicados emocionalmente... se que para todos, pero aún no me hago a la idea de que muchas de las personas que conozco no volverán— dijo Violet suspirando

— No creo que nadie espere que lo aceptes de un momento para otro. Todos estamos en duelo y no creo que exista alguien que ya lograra aceptar lo que pasó— le dijo Spencer volteando a verla— Quisiera decirte que todo mejorará en algún momento y que podrás soltarlo después de algunos meses. Pero como alguien que perdió a personas importantes en su vida aún antes de esto, te puedo decir que esto no se trata de soltar a quienes ya no están, se trata de aprender a vivir con su ausencia y para llegar a ese punto... es demasiado tiempo

Violet volteó a verlo y le brindó una tímida sonrisa como agradecimiento de sus palabras, un agradecimiento no solo por este último comentario, si no por la maravillosa noche que habían compartido.

Sin duda, el acercarse a Spencer Reid había sido una grandiosa idea.

notita para decir:

feliz aniversario de amistad a mi adorada pyxissagitta

corazón mío, sin ti este crossover no estaría completo, te amo infinitamente mi adeline ivannova. <33

K.🦋

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