005 || the mission

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Chapter Five.
La misión

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CUANDO VIOLET LLEGÓ AL COMPLEJO DE LOS VENGADORES se encontró con la mirada atonita de Natasha Romanoff, quien al verla caminar con lentitud, siendo apoyada por Nébula, corrió para ayudarla a bajar de la nave y para darle un fuerte abrazo.

— Gracias, de verdad muchas gracias— susurró Violet a la mujer que los había rescatado del espacio

— No es nada— le susurró de vuelta la otra rubia— Recupérate

Desde que Natasha se enteró que Violet también había viajado al espacio en compañía de Tony Stark, Peter Parker y Stephen Strange, el miedo de perder a su amiga se hizo muy presente, sobre todo, después de que Thanos ganara y el grupo de los que viajaron al espacio, siguieron desaparecidos.

En cuanto Violet sintió la calidez de los brazos de su amiga, se aferró a ellos como si su vida dependiera de ello. Natasha también había sobrevivido al chasquido. Solo necesitaba a María y se refugiaría con ellas, después de todo sabía que podía  contar con sus amigas para manejar todo el dolor en su corazón.

Por un momento sintió que todo podría mejorar, porque aunque la presión en su pecho apenas le permitiera respirar, sabía que con el apoyo de quienes quería... tal vez podría sentir solo una poca de paz.

— Nat. Estás aquí... estás bien. Sobreviviste— exclamó Violet con lágrimas en sus ojos— Por un momento creí que también pude haberte perdido... Nat, lo perdí... desapareció en mis brazos y no pude hacer nada por salvarlo... ni siquiera pude decirle por última vez que yo también lo amo

Natasha no dijo nada y solo permaneció abrazando a Violet, quien a los pocos minutos cayó de rodillas al pasto por sentirse tan débil, no solo por lo mal que la había pasado en los últimos días con respecto a su alimentación o su manera dormir, si no también por tener el corazón tan roto.

Steve Rogers se acercó hasta las dos viudas, cargando a la rubia que aún lloraba la perdida de su gran amor.

Llevaba días llorando y el dolor aún no parecía querer disminuir, cada día se volvía mucho peor que el anterior, era una tortura vivir de esa manera y lo que estaba experimentando no lo había sufrido desde que supo que Adeline estaba muerta.

— ¿Dónde... dónde está María?— preguntó Violet levantando ligeramente la mirada en dirección al capitán y a su amiga— Necesito... necesito verla... ¿Y Clint? ¿Él también sobrevivió?

— Clint está con vida... pero su familia no— respondió Natasha bajando la mirada y tratando de evitar el tema de María— No quiere hablar con nadie y bloquea toda manera de comunicarnos

— ¿Y María?— volvió a insistir la rubia

Entonces hubo un gran silencio.

Ni Natasha o Steve pudieron pronunciar palabra alguna, ambos se miraban con tristeza y eso fue algo muy sencillo de notar para Violet, quien al no recibir una respuesta supo lo que estaba pasando.

María no lo había logrado.

El dolor en su pecho se intensificó a algo que parecía estarla quemando desde el interior de una manera lenta y extremadamente dolorosa.

No solo había perdido al amor de su vida, había perdido a su mejor amiga, a quien con el paso de los años se había vuelto esa hermana mayor que tanto hubiera deseado tener.

Porque si, Violet y Natasha eran muy cercanas, el cariño que se tenían la una a la otra era algo indescriptible, de eso no tendría que existir duda alguna.

Pero Violet y María eran algo por completo diferente. Ambas se volvieron la familia la una de la otra, se apoyaron en los peores momentos, se protegieron cuando existieron diferentes tipos de amenazas, se amaron con esa clase de amor que solo se ve en ciertas relaciones de hermanas, se comprendían mejor que nadie... eran todo la una para la otra.

Y ahora María también había desaparecido.

Las dos personas mas importantes en su existencia, sus pilares de vida, sus motivos para ser mejor persona, sus compañeros de vida... los dos se habían ido.

Violet cubrió su rostro con sus manos mientras seguía llorando, pensando en como podría salir adelante si las dos personas que la ayudaron en sus días mas oscuros, habían desaparecido.

•••

¿Cuántos días habían pasado desde que Violet había vuelto a la Tierra? ¿Dos? ¿Tres? ¿Siete?

No tenía ni la más mínima idea, la rubia solo podía recordar que cuando entró al complejo de los vengadores y vio las imágenes de los desaparecidos, su corazón se rompió aún más. Ver la fotografía de Stephen y de María entre los caídos era algo que Violet no podía ver, por lo que le pidió a Natasha que la ayudara a volver a casa. Necesitaba estar sola.

En cuanto la rubia cruzó las puertas del departamento que compartía con Stephen, todo el dolor siguió incrementando... ¿Cómo era posible que cada día doliera aún mas? ¿Cómo era posible que sus ojos aún tuvieran lágrimas que soltar? ¿Cómo es que la presión en su pecho cada momento que transcurría se volvía más grande?

Había tantos recuerdos en el interior del que sería su hogar con Stephen, que no existía lugar alguno en donde pudiera pararse y no querer aventar todo lo que se encontrara a su alrededor.

El lugar se sentía tan vacío, tan frío, tan solitario... toda esa calidad y amor que existía cuando vivía con Stephen se había desaparecido, nada era lo mismo, nada volvería a ser igual.

El cuarto principal aún olía a Stephen y eso hizo que la piel de Violet se erizara al notarlo. Lo extrañaba tanto y de una manera que jamás nadie entendería, de maneras que no era capaz de expresar. No sabía como seguir sin él y eso la hacía perder la cabeza.

A los pocos días de su regreso, Wong llegó a verla. Por supuesto que el hombre estaba al tanto de que Stephen había desaparecido por el chasquido y se sentía feliz de comprobar que la rubia había sobrevivido, por lo que en cuanto entró al departamento no hizo ninguna pregunta y se limitó a abrazar fuertemente a su amiga. Así estuvieron por un largo tiempo, los dos sentados en el suelo mientras que Violet dejaba salir todo ese dolor en brazos de su amigo.

Esa tarde, Wong también llevó consigo las cosas que Violet había dejado en el santuario de Nueva York la última vez que estuvo ahí. Entre todo eso, se encontraba el celular de la chica, quien al desbloquearlo se encontró con el que parecía ser el último mensaje de texto que recibió por parte de su mejor amiga.

María: "Te veo la siguiente semana para que me entregues la invitación de tu boda y vayamos con Nat a elegir los vestidos para las damas. Estoy muy feliz por ti"

No sabía que le dolía mas, el saber que ahora tendría que llamar para cancelar todos los preparativos o que el último mensaje de María fuera para celebrar algo que Violet esperaba con ansias.

Su boda...

Aquel día que esperaba con tanta emoción, el día que se supone tendría que ser el mas especial de su vida y que la llenaría de alegría... ahora sería un día como cualquier otro en sus tiempos como una viuda. Llorando por una vida que anhelaba tener y ahora sabía que ya no tendría, en completa soledad, cargando con las pérdidas de aquellos que eran importantes en su vida...

— ¿Algún día dejará de doler? ¿Podré dejar de llorar o me quedaré seca de tanto hacerlo?— preguntó Violet con la voz quebrada — Se que los voy a extrañar por siempre... pero no he dejado de llorar ni un solo día desde que vi a Stephen desvanecerse en mis brazos, desde que volví y supe que María también había desaparecido... me siento demasiado agotada, mis ojos arden, mi cabeza duele... ya no quiero sentir más...

— El sentir es el recordatorio de que lo que estás viviendo es real, de que tus sentimientos existen... mientras mas real fue todo lo que experimentaste, mas te va a doler y lamento que tenga que ser así— le respondió Wong acariciando su cabello— Está bien que saques todo lo que tienes dentro, que llores hasta quedarte seca, pero ambos sabemos que Stephen no desearía que vivieras eternamente en duelo... él te amaba mas que a cualquiera en este universo, él solo desearía verte reír y vivir

— Y yo solo deseo que vuelva— decía la rubia limpiando su nariz— Es todo lo que quiero... no quiero nada mas, solo quiero que Stephen regrese y me diga que todo va a estar bien... que todo fue una horrible pesadilla

Wong se quedó en silencio consolando el tan destrozado corazón de su amiga. Sabía que no importaban las palabras que pudiera llegar a decir, nada tendría sentido. El corazón de Violet seguiría destrozado y la única persona que podría repararlo sería Stephen Strange...

¿Verdad?

•••

Para el final de la tercera semana desde su regreso del espacio, Violet se encontraba hecha un completo desastre. Se la pasaba encerrada en la habitación que compartía con Stephen, ignorando todas las llamadas que recibía, ignorando los toques a su puerta por mas intensos que fueran. Abrazaba una almohada que aún tenía impregnado el aroma de Stephen, todo mientras se quedaba mirando la pared durante horas.

Ya no podía llorar más, era como si se hubiera terminado todas las lágrimas que su cuerpo pudo almacenar. Sus ojos parecían haber quedado secos, lo que logró que las lágrimas en la vida de Violet se detuvieran... aunque no su deseo de apagarse y unirse a Stephen en donde sea que se encontrara.

Pero entonces alguien interrumpió su tarde de soledad, alguien había no solo entrado a su departamento, también habían entrado a la habitación y la veían con tristeza.

Natasha Romanoff estaba ahí, justo frente a ella, mirándola con una gran tristeza, cosa que Violet detestó (odiaba que la gente la viera con lástima).

— Vete, por favor, vete— ordenó Violet sin voltear a verla— ¿Acaso no dejé en claro mi deseo de permanecer a solas? No tengo la energía o las ganas de convivir con absolutamente nadie, eso te incluye a ti

— Lamento mucho el estar aquí y el entrar a tu casa a la fuerza, sabes que respeto tu dolor, se que lo que menos quieres es tener a alguien cerca y mucho menos hacer lo que te vengo a pedir... pero esto se encuentra fuera de mi control y lo lamento— dijo Natasha acercándose a su amiga— Te prometo que traté de que no te involucraran en esto, pero las ordenes fueron claras

— ¿Qué pasa?— preguntó Violet confundida y sentándose en el colchón— ¿Estás bien? ¿Necesitas algo?

— El presidente del país está en la sala y nos necesita para una misión— respondió Natasha, haciendo que Violet la mirara aún mas confundida— Yo sé, yo sé que ya no trabajas para nadie y que dejaste tus días como una viuda atrás, pero los altos mandos insisten en que seamos nosotras quienes hagan el trabajo... aún no entiendo el motivo

— ¿Tienes alguna idea de lo que podría estar pasando?

— No realmente... pero aunque yo me ofrecí a hacerlo sola, insisten en que vayas conmigo— explicaba Natasha mientras observaba a Violet encaminarse al baño para lavar su rostro— Aún no sé de lo que se trata, pero tiene que ser muy importante para que el propio presidente venga a hablar contigo y que me hiciera abrir tu puerta en vista de que no contestas llamadas o abres cuando tocan el timbre

— Bien... en un momento salgo— suspiró Violet mojando su rostro— Dile que solo pretendo escucharlo cinco minutos. Tú lo dijiste, ya no trabajo para nadie y eso claramente lo incluye a él

Natasha asintió y salió del cuarto.

Violet no tenía ninguna intención de ver al presidente (o a alguien que no fuera María o Stephen), sin embargo sabía que el hombre no se iría hasta hablar con ella, por lo que sin pensárselo mucho, decidió lavar su rostro, cepillar su cabello y cambiarse la pijama. No saldría vistiendo para una noche de gala, pero al menos algo un poco menos informal como lo era la camiseta larga de Stephen que había estado usando para dormir durante los últimos días.

Solo unos minutos mas tarde, Violet salió del cuarto y encontró a su amiga sentada en el sillón, mientras que el presidente observaba las fotografías que había en la sala de estar.

— Por favor no toque eso. Es personal— habló Violet al ver como el presidente tomaba un marco en donde estaba la foto del día donde se comprometió con Stephen— Natasha me dijo que nos necesitaba a ambas y pese a que le explicó que yo ya no trabajo para el gobierno, usted y su gente no hicieron mucho caso. Así que dígame, ¿Qué necesita de nosotras?

— Es directa, me gusta que sea así y lo agradezco, así que le regresaré el favor, seré directo con ambas— dijo el hombre volteando a verla con una expresión seria y dejando el portarretratos en su lugar— Mucha gente tiene preguntas con respecto a lo ocurrido con Thanos y ya se comienza a hablar de la pelea en Wakanda, creímos que podríamos mantener a la gente satisfecha con la respuesta de que todo había sido producto de algo que aún no comprendemos... pero pese a que algunos parecen aceptar eso, otros no lo hacen y están comenzando a investigar por su cuenta

— Es obvio que lo harían. Muchos perdimos todo gracias al chasquido y la gran mayoría de esas personas no saben lo que ocurrió y buscan respuestas, eso no es algo que ni usted o cualquiera de sus grandes inteligencias pueda controlar— respondió Violet con seriedad

— El conflicto no es que sepan sobre lo de Thanos. La gente comienza a averiguar que la batalla ocurrió en Wakanda y si eso se llega a descubrir, terroristas o gobiernos podrían ir detrás de toda la tecnología que se encuentra— siguió explicando el presidente de la nación— No nos conviene que eso suceda...

— Y pensar que por un momento creí que lo estaban haciendo por un intento de proteger a los Wakandianos— dijo Violet rodando los ojos— Pero por supuesto, siempre tienen que existir segundos motivos...

— ¿Qué quieren que hagamos?— preguntó Natasha para evitar que Violet siguiera hablando (sabía que eso podía escalar a algo mas grande y deseaba evitarlo)

— Desconozco si alguna de ustedes está familiarizada con la Unidad de Análisis Conductual, pero la mitad de ellos fue víctima del chasquido y ahora los que permanecieron con vida, se están dedicando a averiguar lo ocurrido— respondió el hombre con firmeza— Además, tengo entendido que una de sus perfiladoras tiene cierta conexión con el hermano de Thor

— ¿Loki?— preguntó Violet confundida— Eso es imposible... él está muerto... Bruce Banner me dijo que vio como Thanos lo asesinaba

— Esa información es confidencial, pero les puedo decir que cuando Loki llegó a la tierra, lo hizo en un muy mal estado... todos tememos que en cuanto abra los ojos, tenga algún otro plan para conquistar el planeta o que haga alianzas que nos puedan perjudicar. Despertó hace dos días y se niega a cooperar con nosotros

— ¿Qué no se supone que ustedes pueden controlar esa clase de incidentes?— cuestionó Natasha levantando una ceja

— Hemos intentado separar a Loki de la perfiladora, pero es la única persona con quien habla... tratamos de enviarle a algunos agentes para que intenten sacarle información, pero ninguno parece ser lo suficientemente inteligente o astuto para obtener algo— dijo el hombre mirando a Natasha— Nuestras fuentes nos dicen que días antes de los sucesos de Nueva York, usted fue la única que pudo hablar con él. Lo manipuló para descubrir su plan

— ¿Y qué con eso? ¿Me quiere mandar a hablar con él? ¿No sería mejor idea decirle a Thor que su hermano está con vida?— cuestionaba Natasha— Si Loki sobrevivió a lo mismo que Banner, debe querer estar con alguien que le inspire confianza y déjeme informarle, que yo no soy una persona así para él

— Pero es lo suficientemente inteligente para obtener algo que el resto de mi gente no podrá, porque se llegó al acuerdo de no permitirle saber a Thor sobre su hermano, es capaz de querer llevárselo, justo como cuando ocurrió el ataque en Nueva York— dijo el presidente mientras giraba su vista y ahora veía a Violet— Y sobre usted señorita Petrova, su expediente dice que es experta en la tecnología, ciberseguridad y todo lo que se le asimile. Por su perfil, se llegó a la conclusión que sería la única capaz de entrar a los servidores de la analista técnica de la UAC, Penélope García, quien en estos momentos se encuentra descifrando todos los códigos que protegen la información de la batalla en Wakanda y muchos otros secretos mas del estado

— Si se supone que está haciendo todas esas cosas y por lo que parece, es un peligro... ¿Por qué no solo la despiden y hacen que nunca vuelva a tocar una computadora en su vida?— cuestionó ahora Violet

— Penélope García es alguien demasiado importante para el FBI, no podemos perder a alguien como ella— dijo el hombre— Es por eso que recurro exclusivamente a ustedes dos. La señorita Romanoff tiene que hablar con Loki y convencerlo de decirnos todo lo que sabe. La señorita Petrova tendrá que eliminar toda clase de información que Penélope García pudiera encontrar sobre los incidentes, y para cumplir sus misiones, tendrán que infiltrarse a la UAC

— ¿Y cómo por qué accedería a algo como eso? Le recuerdo que solía trabajar para S.H.I.E.L.D, la cual cayó hace años, después de eso yo no volví a trabajar para alguna otra agencia de inteligencia— dijo Violet molestándose por recibir aquella orden

— Porque si ninguna de las dos accede a esto, serán deportadas y enviadas a Rusia para que cumplan una condena por todos sus crímenes antes de unirse a S.H.I.E.L.D— sentenció el hombre, dejando boquiabiertas a ambas viudas— La decisión es suya

Por supuesto que Violet no quería infiltrarse en ningún lado o volver a trabajar para alguna agencia de inteligencia que probablemente estaba corrompida por gente igual de corrupta que todos a quienes odiaba y enfrentó en algún punto de su vida, pero tampoco quería ser deportada y menos regresada a Rusia, por lo que mirando mal al hombre que se encontraba frente a ella, terminó accediendo a su petición.

Al final de cuentas sería una misión de infiltración más. Nada que no hubiera hecho

Oh Violet, oh Violet

¿En qué te metiste? ¿De verdad crees que todo sería tan sencillo como cualquier otra de tus misiones como viuda?

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