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OKI Y TOKUI empezaron a ponerse nerviosos al ver como la gente moría.

—¿Por qué se mienten entre si? —preguntó el chico de Overol con desespero en su voz.

—Bueno, era de esperarse... Nadie quiere morir en este lugar —contestó Chishiya.

—Como supuse, cuando la desesperación con la desconfianza se unen, solo te queda abrazar a la muerte como una vieja amiga —declaró Mirana.

Noveno turno, comiencen.

La latina apreció como el grupo de Urumi decaía poco a poco, sabía que eso iba a pasar tarde o temprano.

—¿Disfrutas verla así? —le preguntó el peli teñido sentándose al lado de ella.

—Tal vez si, tal vez no.... —sonrió para poder comer un snack—. Están buenas, supongo que por el hambre.

—Debe ser —asintió.

—Apostemos —sugirió Mirana al japonés—. El que elija que jugador morirá pronto, podrá ganar.

—¿Y qué tiene a cambio? —cuestionó.

—No lo sé, no lo había pensado —resopló para pensar—. Ya sé... el que gane podrá saber un aspecto de la vida del otro.

Chishiya levantó una ceja.

—Oh vamos... esto se está poniendo aburrido —le sonrió recostándose en la mesa—. Yo comienzo, creo que Urumi morirá en esta ronda.

—Bien... el que morirá en esta ronda será el señor que no para de sudar por el miedo.

La latina asintió para ver como el japonés seguía comiendo sus galletas.

Aunque cuando ambos salieron de sus celdas, se dieron con la sorpresa que ambos jugadores habían muerto.

—Parece que es un empate.—El peli teñido asintió apoyado en una barra. 

—Esta porquería es una locura —admitió Oki con desesperanza.

Tokui le dio la razón, estaba igual que él.

—Diamante —Chishiya le dijo su símbolo a Oki mientras que Mirana le decía a Tokui el suyo.

La compañera de la latina se sentó en el suelo sollozando.

—Ya no puedo —musitó.

—Pensé... que eran buenas personas —habló el chico con overol.

El peli teñido lo miro—. Vivían en una ilusión... ¿Pero saben algo? —les preguntó —. Esta es la cruda realidad, la que todos vivimos.

—Por ahora, solo podemos decir... nuestro símbolo para lograr sobrevivir —añadió Mirana.

—Ahora... díganos —dijo Chishiya para que el y la latina se voltearan esperando saber su símbolo.

—Corazón —respondió Oki al peli teñido.

—Trébol —le dijo Tokui a la latina.

Mirana vio el cuerpo ensangrentado de la que había sido su compañera. Suspiro pesadamente yendo hacia Chishiya sabiendo que el compañero de él también había muerto.

—Perdimos a nuestros compañeros —le habló la pelinegra.

Ambos ya se encontraban en el almacén donde estaba la comida. Pero no hablaban, estaban esperando a alguien.

—Tú habla con él, no lo soporto —le susurró Mirana viendo entrar al que la había acusado. Agarro su snack y se fue del lugar, sin antes escuchar un poco de su conversación hasta que le puso atención en una parte.

—¿Sabías que tu compañero...es un asesino?

—¿Qué?

—Lo vi en las noticias, Banda Sunato, es un famoso asesino —le informó a Matsushita—. Mato a cuatro mujeres... creo que tiene pena de muerte.

—Es mentira, claro que no.

—Es cierto, creo que él es el Jack de corazones y su cómplice es la latina que antes acusaste —admitió Chishiya—. Solo quedamos seis, estoy seguro de que el Jack se empezará a poner agresivo... hay que aliarnos.

Mirana negó sonriendo levemente para irse del lugar.

Paso un largo tiempo hasta que decidió entrar otra vez para encontrarse a la pareja del que tenía aspecto de gangster, Kotoko.

—Solo quedamos cinco personas... y yo ya perdí a mi compañera.

La chica la ignoro y empezó a caminar en paso acelerado hasta que la latina le tomo su brazo sin rudeza.

—Linda, ¿me podrías decir mi símbolo? —le preguntó, pero al ver que no había una respuesta prosiguió a seguir hablando—. Mira, sé que estás muy encaprichada con Yaba, pero el parecer es un estafador.

Mirana la volvió a mirar—. Tu símbolo es un corazón, ¿el mío es espada? Eso me dijo Banda, pero no confió en él ni en el peli teñido.

Pero Kotoko no le respondió y salió del almacén.

Mirana rodó los ojos, pero no se quejó, ella también salió de ahí para dirigirse al único japonés que le agrado.

—Posiblemente por fin podremos saber quien es el Jack —le dijo la latina a Chishiya haciendo que el este de acuerdo.

—Ya empezó la ronda final.

Llegó la hora de responder, por favor, elijan una celda y entren en ella ahora.

Los jugadores empezaron a dirigirse otra vez a sus celdas. La latina eligió una al azar confiada en su respuesta.

Por favor, den su respuesta.

Matsushita empezó a reírse creyendo que había ganado, pero su sonrisa se borró al ver a la única mujer que quedo en pie.

—¿No te han dicho que no hay que celebrar antes de tiempo? —dijo mirando sus uñas.

Una puerta más se abrió dejando ver a Chishiya—. Sabíamos perfecto que eras el Jack de corazones.

—¿Cómo?...

—Porque ambos vimos que hiciste equipo con Banda, el mismo que dije que era el famoso asesino.

—Lo que él quiere decir, por muy abrumador que fuese su discurso... nadie se dejaría someter así y menos por un extraño —admitió Mirana.

Los dos restantes jugadores empezaron aparecer dando sus argumentos.

—Ellos dos son sospechosos —señaló el Jack tratando de culpar a la latina y al peli teñido.

—Al estar en la cafetería, casualmente ustedes dos iban por lo mismo de comer —dijo Chishiya—. Cada turno, el mismo postre.

—Tú y Kotoko se comunicaban por ese medio... y ambos pretendían ser controlados por alguien más —añadió Mirana—. Los postres son de cuatro sabores y por medio de eso, ustedes dos... se comunicaban que símbolo eran.

—Y después, le dijiste a Kotoko que me engañara —prosiguió Yaba.

Matsushita se veía desesperado—. Díganme... ¿Cuándo empezó todo eso?

—La premisa sobre este juego es... que tanto puedes confiar en tus compañeros, ¿no? —dijo Yaba—. Eso fue todo lo que hicimos.

Mirana veía al Jack atenta.

—Pero eso no es prueba de que yo sea el Jack de corazones.

Chishiya camino hacia él—. No lo sé, si ellos dos pensaron que tú eras el Jack y entre ambos decidieron que...no te matarían en el último turno de este juego que ha sido tan tedioso —paró en frente de él—. Es porque lo pensaron bien y lo hicieron para intentar sacarte información.

Turno catorce, comiencen.

Los gritos de Matsushita se empezaron a escuchar, pero Mirana no le tomo importancia al igual que Chishiya. Cuando termino el juego, ambos salieron de la prisión viendo como todo se destruía.

—Hacemos buen equipo —dijo la latina al peli teñido.

—Pienso igual.

NOTAS:
[🧿]: Créditos por el separador a TheWalkyrie
[🧿]: Espero que les haya gustado este capítulo, mañana también habrá uno.
[🧿]; Gracias por el apoyo.
[🧿]; Créditos al banner a antiherqshit
[🧿]; Recuerden que si les gusta Twilight y Wednesday también tengo historias en mi perfil, gracias.

With love, Arly