🍃


━━━━ ・ ━━━━

Agonía

Edward se encontrará con la noticia de la muerte del caballero pirata, lo cuál le hará replantearse la decisión que tomó cuando volvió a ser Barbanegra.
;mi versión de lo que podría ser la segunda temporada. character study, angst, pov de edward.

❴ ━━━━━━・❪ 🍃 ❫ ・━━━━━━ ❵


El sonido de las olas rebotaba contra la fuerte madera del barco y las golondrinas sobrevolaban el cielo encima del mástil. Era ya la primera hora del día, e Izzy esperaba a que su capitán saliera de su camarote para empezarlo oficialmente.

Y Barbanegra, acostumbrado a la rutina en alta mar, no tardó en salir fuera. Izzy gira para contemplarle y reprime los pensamientos que amenazaban con formarse en su mente; los ojos de su capitán, rodeados de un oscuro negro, se encuentran tenuemente descoloridos a su alrededor, además de unas manchas debajo del párpado que corren en línea recta y descontinua hacia abajo, notándose incluso en el área que antes era ocupado por su barba, anteriormente negra y colorida con canas.

Izzy intenta ignorar aquello, así como hace las noches que el llanto de Barbanegra resulta tan desconsolado que hasta es capaz de escucharlo en su propia habitación, o cuando por el día éste dice que necesita un trago y se retira a su habitación a ahogar sus penas y lágrimas en la soledad de su habitación.

Izzy intenta convencerse de que el kraken es mucho más fuerte y poderoso que lo que sea que está amenazando con romper a Barbanegra.

—Capitán —le saluda, como sinónimo de "buenos días". A sabiendas de que no son buenos— ¿Qué tenemos planeado para hoy?

Barbanegra aclara sus pensamientos, tardando un corto período de tiempo en contestar.

—Atracaremos en la República de los piratas; se nos están acabando las provisiones y no debe estar lejos.

Izzy asiente en silencio, sólo para decirle a Fang a continuación que marque el ritmo para dirigirse hacia dicho lugar.

━━━━━━━━━

Tardan unas cuantas horas en llegar a su destino. Barbanegra, con el rostro apagado, contempla el paisaje mientras los demás miembros de su tripulación desembarcan, excepto, por supuesto, los dos de la anterior tripulación que se quedaron en el barco que ahora pertenecía a él, y alguien para vigilarles.
Los últimos días ellos dos habían estado muy tranquilos, quizá demasiado, pero Edward intenta no preocuparse demasiado por ello porque tampoco tenía planeado quedarse mucho tiempo en la isla.

Y aún así, cerca del muelle, no puede evitar que le llame la atención un cártel de un tablón que visualiza, en un principio de pasada, en la distancia.
Lo hace porque se da cuenta que reconoce el dibujo grabado en el papel y al instante siente cómo cierta intranquilidad recorre su cuerpo cuando recuerda que aquél específico tablón se usaba para anunciar la muerte de los piratas, independientemente de su rango o popularidad, aún si los más conocidos habituaban a tener a más personas delante de él examinándolo. En éste, sin embargo, no había casi nadie, lo que dejaba un ambiente delante despejado.

Justamente, el que él veía era de tamaño algo más pequeño que otros del alrededor, como uno a su lado que anunciaba la desaparición de Calico Jack, al que tampoco prestó mucha atención.

Edward se acercó, queriendo adoptar un ritmo normal al andar pero fracasando en el intento al tropezar por las ansias de querer ir a un trote mucho más rápido.

Cuando observa la hoja y lo que ésta tiene escrito, siente cómo se le hiela la sangre;

«El Caballero Pirata, También Conocido Como Stede Bonnet, Ha Muerto el pasado día»

Edward se vio obligado a leer el cártel de nuevo, varias veces e inspeccionándolo con gran atención y minuciosidad, tanto esas últimas palabras, que aunque no sabía leer, era capaz de entenderlas por la de veces que las había visto, como así el dibujo que acompañaba el dicho texto, como si todo aquello hiciera más fácil el creerse lo que ya había leído.

Desesperado, Edward arrancó la hoja, la miró aún más de cerca y, al comprobar rápidamente que nadie le estaba mirando, se la guardó.

━━━━━━━━━

Ivan e Izzy caminan hacia el barco, subiendo así las últimas cajas de madera con comida y otras provisiones, para después desplegar el puente que habían colocado para aterrizar, en un principio, en el muelle.

—¿Se ha subido el jefe? No lo he visto desde que nos bajamos —pregunta Ivan, mientras retira el dicho trozo de madera.

Izzy reflexiona sobre lo que Ivan le ha contado, lo cierto es que lleva casi todo el día sin verle apenas.

—Voy a buscarle en el barco. —dice el segundo al mando, para después retirarse.

Había buscado en la cubierta, por toda la superficie del barco y ahora examinaba los distintos camarotes. No encontró a su capitán en ningún lugar hasta que se atrevió a girar el pomo de la habitación donde Edward descansaba por las noches, la misma que habría usado el caballero pirata antes de que le robaran su barco. Intentó abrir la puerta pero no pudo, algo le indicaba que estaba atascada.

Esto le dio la pista a Izzy de que allí se encontraba su jefe, pero se extrañó ante la extraña actitud de éste.

—¿Barbanegra? —preguntó Izzy, mientras daba pequeños golpecitos a la puerta.
Esperó un momento, perplejo. Su capitán tardó en aproximarse hacia la puerta para así desatascarla.

Cuando Izzy visualizó el aspecto de Edward, le surgieron muchas preguntas; la pintura de sus ojos y de dónde se había encontrado su antigua barba era más fuerte y oscura, como si se la hubiera aplicado de nuevo a conciencia y de forma simbólica.

No obstante, sus pupilas parecían estar mucho más dolidas, pero expresando una tristeza diferente a la que él había estado intentando esconder los últimos días.

Edward se detuvo un momento delante de la puerta, para después apartarse, lo que Izzy tomó como una especie de invitación, aunque no supo exactamente para qué.

Sin embargo, rápidamente lo comprendió cuando miró hacia la mesa y observó unos de los carteles típicos de piratas fallecidos, acompañado de la profunda, oscura y cortada voz de su capitán.

—Stede Bonnet ha muerto.

Edward se encontraba con la mirada perdida en algún desconocido lugar de la habitación, optando por una posición confusa y un tanto contradictoria, lo cuál era lo más lógico pues aquél era el mismo estado de sus sentimientos. Izzy entonó una irresistible mueca de felicidad al escuchar la noticia, pero rápidamente la desvaneció de su rostro, y aclaró su voz.

—¿Y qué planea hacer de ahora en adelante, Barbanegra?

Un pinchazo de dolor se dirigió al descosido corazón de Edward.

Barbanegra era aquella personalidad que había querido adoptar como barrera para el dolor, sólo para darse cuenta de que Barbanegra era una persona estrictamente falsa, ficticia, que ni siquiera bastaba para ello, pues sólo le alejaba de sus posibilidades de sanar.

La muerte de Stede Bonnet le había supuesto un golpe de realidad, y es que de por sí el abandono de éste una vez le ofreció su corazón, sólo para romperlo en mil pedazos por el suelo del muelle sin ningún tipo de misericordia, había supuesto la verdadera razón por la que dejó entrar al kraken en su interior.

Pero ahora, todo aquello únicamente parecía una cruel mentira, que le llevaba hasta las dudas más desgraciadas.

¿Y si Stede Bonnet no había querido abandonarle, como él creyó, y por otra parte había caído en las garras de un asesinato fríamente premeditado la noche que habían decidido marcharse?

En su momento ni siquiera encontró una razón por la cuál Stede se hubiera decidido por dejarle a solas en un mar de agonía. Quizá su muerte era realmente la única explicación con lógica a aquello.

Pero también planteaba una oscura realidad en sus decisiones y actual pésame, y es que todo esto que había realizado, todo el amor propio que había desechado para volver a ser Barbanegra y esas horribles decisiones que el dolor le llevó a cometer, las había realizado por absolutamente nada; por una mentira que él mismo había decidido inventarse para contarse a él mismo.
Sólo como una manera de detener el dolor.

Pero quizá todo esto le había hecho un favor. Quizá no necesitaba seguir esperando a Stede, porque eso ya no era posible.

Qué más daba si él le había abandonado o había muerto en el camino hacia su escapada. El Caballero Pirata ya no estaba, y jamás volvería hacia él.

—Si todos han vuelto ya, dile a Fang que ponga en marcha el barco hacia estribor.

Izzy asintió, pero miró con dudas a su capitán, pues la respuesta que él le había dado no era justamente la que esperaba. No cuando acababa de descubrir que Stede Bonnet había muerto y su capitán, hace unos segundos, parecía tan perdido en sí mismo.

—¿Barbanegra?

Preguntó Izzy, queriendo sonar lo más dócil posible, de alguna manera. Edward conocía ese tono, así como Izzy también sabía que su jefe lo conocía. Era un tipo de pregunta indirecta, que, realizada en el tono de voz equivocado, haría que Izzy perdiera el único meñique del dedo que le quedaba en su cuerpo. Barbanegra sabía que Izzy le estaba haciendo una advertencia, fruto de su casi nula reacción a la noticia del fallecimiento del caballero pirata.

Barbanegra se dio la vuelta y ésto le permitió a Izzy observar su rostro, cuyos rasgos ahora parecían haberse reforzado en su fiereza. Una ola mezclada de emoción y terror recorrió el cuerpo de Hands.

—Abandona tus pensamientos de lo que insinúas, Izzy. Si Bonnet está muerto, mejor para nosotros. Así nadie buscará venganza por su tripulación muerta y secuestrada. Al fin y al cabo, lo único que ha hecho la persona que lo haya asesinado es adelantarnos el trabajo a nosotros.

Y así Barbanegra, finalmente, procedió a dejar la habitación.

❴ ━━━━━━━━・❪ 🍃 ❫ ・━━━━━━━━ ❵

N/A: Sinceramente, no sé qué obsesión tengo con el Edward de los últimos episodios, pero confieso que este es de mis escritos favoritos que he hecho de ellos. Es probable le añada una segunda parte en algún momento.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top