🦋𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐓𝐫𝐞𝐬🦋
La misión terminó de forma excelente, pero Tae Hyung seguía con la cabeza en las nubes. No podía dejar de pensar en él como si algo en su interior lo impulsara a buscarlo «Entonces es verdad... el Sumiso está maldito».
El azabache estaba sentado en el césped con la mirada al suelo, tan solo descansando un par de minutos antes de retomar sus ejercicios, aunque por los nervios había encendido un cigarro de la cajetilla que estaba en su chaqueta. Yoon Gi tomó asiento a su lado una vez que lo vio encender otro cigarro.
—Has fumado dos veces Van ¿Estás bien? —preguntó en un susurro, la ubicación donde estaban no era precisamente muy desolada.
—Estoy normal —dijo al meter su cigarro en la boca y expulsar el humo—. Es solo el cansancio, no he dormido bien en días.
—¿Días?
—Sí, días.
—Oye, dime ya que putas te pasa, mírate.... —exigió—. Pareces un enamorado frustrado o algo así.
—Yo... —susurró un poco avergonzado—. Quizá lo esté... —Yoon Gi sonrió levemente, él conocía perfecto esa sensación—. Tae Hyung se nos enamoró ¿De quién, alguien del clan?
—No. De un hombre que está fuera de mi alcance...
—Ninguna persona está fuera de los alcances Min. A menos que te fijes en uno peligroso, como el sumiso —vaciló—. Eso sí sería una mierda —Tae Hyung chasqueó la lengua.
—Estoy enamorado de él, Agust... —el mayor comenzó a reír fuertemente pensando que era una broma, pero la mirada del menor para nada lo era—. Yo... lo vi desnudo... y... desde entonces no puedo sacarlo de mi cabeza.
—¿Cómo es eso posible? —susurró espantado—. No puedes hablar en serio, sabes bien que está prohibido para todos, no se le puede ver, ni hablar, ni nada... —sabía la existencia del Sumiso, pero nadie jamás lo había visto, era casi un mito. Tae Hyung le contó a su hermano lo que ocurrió aquel día, pero Yoon Gi si mantenía presente lo que decían sobre Busan y La voz de las Mariposas—. ¿Oye estás tonto? Cuando una persona escucha ese cántico es porque se va a morir —le regañó—, ¿Nunca has escuchado esa leyenda?
—No creo en nada de eso, además yo sigo con vida... y eso fue hace un jodido mes.
—Míralo como una señal, no te acerques a ese hombre, no lo pienses y si vuelves a escuchar ese sonido, no te acerques, no seas idiota Vante —él no creía en ello, no conocía a nadie que muriera por escuchar una cántico, pero su hermano sabía que la leyenda era verídica—. Es mejor que tengas tu maleta lista, partimos en cinco horas —dijo por último antes de irse.
El sumiso peinaba su cabello con las manos mientras estaba sentado en una tina baja con agua caliente, era un baño normal hasta que sintió una fuerte punzada en el pecho, seguido a esto de sus ojos salían espesas lágrimas involuntarias.
Había tocado sus mejillas húmedas y el color era rojo, entonces supo que estaba pasando, mucho más cuando el agua donde se bañaba se volvía de ese mismo color poco a poco. Cerró sus ojos y su mismo cerebro le mostró como si fuera un proyector la imagen de un hombre del cual nunca había visto antes. Cuando abrió sus ojos todo volvió a la normalidad, su rostro estaba húmedo por lágrimas normales y el agua seguía limpia.
Jung Kook limpió sus lágrimas rápidamente, no le gustaba llorar porque para él significaba derrota en todos los sentidos, aunque esta vez no lloraba por ello, por fin había entrado a D-3 y tuvo que eliminar a varios de sus compañeros en el intento, ahora estaba dentro y era parte del maldito clan. Le tomó varios años, pero por fin la vida le sonreía, por fin cobraría venganza.
Después del almuerzo los hermanos Min se dirigieron a la zona de los saunas que ofrecía en clan, debían mantenerse serenos antes de su misión en dúo y definitivamente, Vante lo necesitaba. Tomarían un tren con destino a Nam-gu, y eso requería de un par de horas de trayecto.
Yoon Gi vio una persona entrenando a lo lejos y no dudo en acercarse ya que no era conocido. Sabía que los novatos habían entrado ese día por la mañana. Tae Hyung por su parte se adentró al sauna así tomando asiento dentro de la banca con la puerta cerrada al igual que sus ojos, trataría de relajarse, pero no lo consiguió.
Él era como el viento, tan solo sintió unas manos suaves encima de su rostro e inmediatamente un beso en los labios que lo hizo abrir los ojos. Se horrorizó por completo, no salía la voz de sus cuerdas vocales, siquiera para responder, solo le cogió la mano para alejarlo, pero no iba a lograr mucho, menos cuando el sumiso estaba allí mirándolo a los ojos después de haberlo besado.
Yoon Gi miró al pelinegro que entrenaba completamente solo —¿Eres nuevo? —aquel arqueó una ceja y de mal modo le quitó la mirada de regreso a lo que hacía—. Oye ¿no hablas? —el castaño enterró su katana en la tierra y lo miró otra vez de forma antipática.
—No me interesa, ahora largo —con mucha fuerza la volvió a tomar para irse a otra parte del campo.
—Me llamo Agust D, por si quieres saber —volteó a mirar una vez más con desprecio y se alejó por completo de él.
A Yoon Gi le pareció graciosa la actitud de aquel castaño, él solo quería saber conocerlo y quizá apreciarlo de cerca, pero Jung Kook no quería tener amistades con ninguna persona del clan, sabe cuál es su objetivo y desconfía absolutamente de todos.
Ji Min se cruzó de brazos mirando fijamente al muchacho castaño que caminaba en su misma dirección, a lo lejos pudo ver a Yoon Gi, pero este en vez de seguirlo se alejó. El castaño volteó a mirar al pelinaranja que tampoco le quitaba los ojos de encima —¿Qué? —retó Jung Kook de forma amenazante.
—Nada —le había dicho mientras lo miraba fijamente—. Estoy apreciando la... nueva carne del Clan —continuó con burla.
—Imbécil.
—Sí sigues con esa actitud, todo el clan va a odiarte, tu cara bonita no ayudará con eso, si no moriste en las prácticas, morirás aquí si le hablas mal al equivocado —Jung Kook se mantuvo callado mirando de pies a cabeza el bonito muchacho de cabellos naranjas—. Agust... supongo que ya lo viste, de una vez te advierto que te mantengas al margen con él —el menor se había reído entre dientes mientras miraba a Ji Min.
—¿Me estás amenazando?
—Lo hago.
—Él no tiene nada que me interese —Jung Kook lo miró de forma desafiante—. Los tipos que son mi tipo, son tipos más como tú —dijo de forma graciosa—. No me provoques, puede que mis gustos cambien —Ji Min no dijo nada, pero de algo estaba seguro, su puesto en el clan y en el corazón de Agust D no los perdería jamás.
El sumiso estaba con ropas cortas bajo un traje negro con capucha, su rostro y ojos claros eran brillosos, malditamente hermoso, se veía algo diferente, pero eso ya dejaba de importarle a Tae Hyung que tocaba su cuerpo con cariño mientras se besaban en silencio, ¿por qué tendría miedo?, muchas respuestas para su poca comprensión.
¿Se estaba volviendo un lunático? Probablemente.
—No, no entiendo —balbuceó Tae Hyung nervioso sobre los labios de sumiso, estaba casi encima de él, en cualquier momento podía entrar alguien y eso era la muerte asegurada. El castaño de cabellos largos sonrió alejándose de él sin decirle nada—. ¿Ya me habías visto?
—Pude sentirte esa vez —le hizo saber por medio del lenguaje de señas, pero Vante no entendió.
—No hablas... —susurró, lo vio asintiendo y seguido a esto solo se fue de ese cubículo cerrando la puerta.
Un beso que sin duda lo había marcado, ya no sabía si para un duelo o para el amor, pero estaba maldecido ahora, porque un sutil sabor de arándano no se desprendía de sus húmedos labios que quizá por varios años nadie había probado.
Tae Hyung vio la puerta abrir de nuevo y miró a Yoon Gi —Acabo de ver un hombre precioso... lo único malo es que es demasiado antipático ¿Oye qué tienes? —preguntó mirando a su hermano casi pálido y saboreando sus labios, pero él no respondió—. Parece que hoy nadie me quiere cerca —se quejó al sentarse junto a él.
Tae Hyung mantuvo silencio desde entonces, no le comentó a su hermano para no preocuparlo, pero la sensación no se iba de su cuerpo, ni de sus labios. Estaba más que advertido en no mirarlo, ni hablarle o acercarse, pero ¿cómo iba a evitar que el castaño se acerque?
Ya estaba marcado.
Muchas gracias por leer 💜
-: ✧ :-゜・.FairyWin
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