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𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 𝕮𝖚𝖆𝖙𝖗𝖔: 𝕯𝖚𝖑𝖈𝖊 𝕷𝖎𝖇𝖊𝖗𝖙𝖆𝖉

                      La incertidumbre rondaba en aquel hospital. Amanda y Daniel hicieron rápidamente los trámites necesarios para ser los tutores legales de Aimée, Tory y Brandon.

                     Brandon ahora se encontraba en casa de los LaRusso en compañía de Anthony y Samantha. Por otro lado, Devon y Robby estaban junto a Tory en todo momento.

                      Miguel y Johnny ahora están acompañando a Carmen, después de que dió a luz a una pequeña niña. El nombre de la bebé es Laura, como la madre fallecida del sensei Lawrence.

                       Axel no se había despegado por mucho tiempo de la sala de hospital. No se iría de aquí hasta ver que Aimée estuviera bien. Sentía esa gran preocupación, sabía que no estaba en sus manos la recuperación de la chica. Pero quería estar con ella en el proceso.

                       Axel sabía que lo que sentía por Aimée era incluso más fuerte que lo que llegó a sentir por Sam. Con Sam sintió una especie de calidez interna, al sentir que al menos había una persona que podía escucharlo y entenderlo. Pero con Aimée, ella abrió las puertas de su corazón y entró sin reparos. Su sinceridad, protección y amabilidad formaron un sentimiento intenso dentro del joven.

                         No era precisamente cariño lo que sentía por ella. Era algo más fuerte, más inquebrantable.

                       Axel Kovačević está enamorado de Aimée Nichols.

                         ──Axel, ¿Quieres pasar a ver a Aimée?── Axel levantó la vista al escuchar la voz de Sam── No sabía lo mucho que te importaba Aimée, pero creo que es correcto que lo hagas. Después de todo gracias a ti es que Aimée aún esta aquí con nosotros

                         ──¿Tory está de acuerdo?── El joven preguntó con duda en su tono de voz

                         ──Por supuesto que si, ella está más que agradecida contigo── Sam le regalo una sonrisa tímida── Anda, Aimée está en la habitación 403. Ve con una de las enfermeras para que te den todo lo necesario y puedas entrar.

                          Axel se puso de pie y le dio una ligera mirada a Tory. La joven lo miró con una pizca de esperanza.

                           El joven acató todas las peticiones de las enfermeras y entró lentamente a la habitación de Aimée.

                           La expresión dura de Axel se ablandó al ver a Aimée conectada a diversas máquinas para mantener su ritmo cardíaco y respiración con la mayor estabilidad posible. Su labio y nariz se encontraban verdes. Su brazo aún estaba yesado, sus costillas estaban vendadas y con múltiples cortadas y moretones. Su pierna derecha vendada ya que al parecer con el forcejeo, la prótesis daño de manera considerable parte de su pierna.

                            Las lágrimas salieron de los ojos de Axel sin que las pudiera detener.

                              Sentía como si algo aplastara con fuerza su pecho. Un dolor que podía identificar como impotencia.

                             Axel Kovačević jamás había llorado en su vida. Sólo Aimée Nichols pudo lograr ese sentimiento en él.

                              ──Tu padre es un monstruo, ¿Cómo fue capaz de lastimar a alguién tan fuerte y alegre como tú?── Axel acarició lentamente la mano sana de Aimée── Tu vida fue una pesadilla, pero cuando despiertes te darás cuenta que la pesadilla terminó. Tu padre está en prisión, tus hermanos están a salvo y tú estarás junto a ellos para seguirlos cuidando y protegiendo

                              El sonido de las maquinas comenzó a acelerarse considerablemente. Aimée movió con delicadeza uno de sus dedos. Axel sonrió inconscientemente al ver que Aimée abrió sus lindos ojos avellanas.

                               ──...¿Es verdad lo que dijiste?── Lágrimas de felicidad escaparon por el rostro de la joven── ¿Se acabó esta pesadilla?

                               ──Si, eres libre── Axel acaricio con delicadeza una de las mejillas de Aimée mientras limpiaba sus lágrimas── Eres dueña de tu propio destino a partir de hoy

                               ──... ¿Me salvaste la vida?── Los ojos de Aimée se abrieron ampliamente── Tú fuiste el ángel guardían que mamá mandó para mí──Una sonrisa tímida se formó en el rostro de Axel

                                ──No me considero un ángel, pero si tú piensas eso de mí no te haré dudar de que lo soy── Una risa tímida inundó la habitación

                               Aimée Nichols estaba riendo por las palabras de Axel.

                              Axel Kovačević sintió algo maravilloso al escucharla reír.

                              Axel estaba dispuesto a hacerla feliz todo lo que pudiera.

                               ──Espero que papá jamás salga de prisión── Aimée le dedicó una mirada de tristeza── Mi padre asesino a mi mamá

                              ──¿Qué?── Axel se encontraba en shock luego de la confesión de Aimée── ¿Estás segura?

                              ──Papá me lo confesó antes de tratar asesinarme── Los ojos de Aimée estaban llenos de lágrimas retenidas── No pudo soportar que nosotros y mamá estuviéramos bien sin su compañía. Mi padre no está en sano juicio, cuando pueda tengo que declarar esto para que lo archiven en su sentencia.

                             ──¿Cómo fue capaz de hacerles eso?── Axel sintió impotencia al ver como Aimée parecía estar dentro de un conflicto interno── Lo que hizo fue muy grave

                              ──Prométeme que no le dirás esto a nadie. Mucho menos a Tory──  Aimée le suplicaba con la mirada── No quiero sembrarle más odio hacía papá. Brandon es más fácil de convencer con una historia, pero Tory es demasiado intuitiva y vengativa, no quiero que su corazón se plague de rencor si se llegara a enterar de esto.

                               ──Te lo prometo── Axel señaló con su mano su corazón en señal de promesa

                               ──¿Me permitirías hablar con mi hermana? Necesito que sepa que estoy bien── Aimée le pidió con sutileza

                              ──Por supuesto── Axel salió con una pequeña sonrisa

                             Tory y todos los presentes se quedaron sorprendidos cuando vieron a Axel sonreír de manera cálida.

                               ──¡Aimée despertó!──Dijo Axel y todos gritaron de emoción. Tory por instinto abrazó a Axel

                                 ──¡Tengo que ir a verla!── Tory se expresó felizmente mientras varias lágrimas salieron por sus ojos

                                 ──Debes hacerlo, ella ansía que lo hagas── Axel le regalo una sonrisa amena

                                 Tory se fue directo a la habitación, mientras todos aún celebraban. Axel por su parte solo pudo sonreír mientras agradecía a Dios por hacer que Aimée despertara.

                                 Porque Aimée era el rayo de sol que necesitaba para alumbrar su mundo oscuro.

Nuevo capítulo

Espero les haya gustado

Este capítulo va dedicado a Patrick Luwis. Nuestro querido Axel Kovačević, quien cumplió años el día de ayer.

Nos vemos pronto

Felices fiestas les desea

zyalle