🌹•TWENTY THREE XXIII•🌹

Si no puedes contra el enemigo, únete a él. En conclusión: básicamente, hazlo voluntariamente a fuerzas.

— Oh, hola JeWeil.

Ni si quiera sé el porqué exacto por el cual estoy aquí, con ella y otros cuantos estudiantes más. Esté no es mi lugar, ¿saben? ¿Acaso tengo cara de ser alguien con buena imaginación para hacer manualidades, mmh?

Joder, yo no soy quien va a actuar en esa estúpida obra de teatro de la escuela. ¿Qué culpa tengo yo, ah? Se hubieran llevado a Hanhi en vez de a mí, mierda.

— Hola. —saludé de vuelta, mirando a mi alrededor incómoda.

— Vaya, siendo sincera no pensé en ti cuando me dijeron que traerían a alguien para poner orden en esto. —dijo dándome una rápida mirada de arriba hacia abajo.

— Ah. —fue lo único que salió de mi boca ante su tan innecesario comentario—. Me dijeron que tú eres la líder aquí, supongo que no eres lo suficientemente dura para que ellos tengan ese orden. —comenté de vuelta con una leve mueca.

— Oh, no lo soy linda. —soltó una risita nasal avergonzada—. No soy buena para eso. —desvió su atención devuelta a las hojas de colores que tenía entre sus manos—. No soy más la líder porque ya llegaste tú. —suspiró antes de continuar diciendo—: Y eso es bueno, eso quiere decir que todo saldrá bien.

— No lo creo. —bufé mirando todo con pereza—. Yo ni si quiera debería estar aquí.

— ¿Por qué? —cuestionó con confusión trazando líneas rectas con un lápiz en cada una de las hojas ayudándose de una regla—. Yo creo que sí. Te he visto poner orden en varias ocasiones... —paró de hacer los trazos ante unos segundos de silencio—. Claro, a tu manera. —continuando con lo anterior después de decir aquello.

Agh, no sé si está diciendo esto de una buena o mala intención. Voto por la segunda, aunque voy a pensar que es la primera.

Iba a responder, pero las estruendosas risas de esos jodidos niños de primer grado me interrumpen, digo, no está mal que se rían de cualquier estupidez porque yo era igual, ¡pero mierda, mínimo disimulen!

— Ya les he dicho que guarden un poco de silencio, pero no me hacen caso. —explica OhYeon resoplando sutilmente molesta.

— Bueno, ¿en qué tono se los dijiste para que ellos sigan en su mundo? —cuestioné cruzándome de brazos, observando a ese grupo de tontos.

— No suelo gritarle a las personas, ni si quiera levantarles la voz aunque sea un poco. Me sentiría mal si lo hago con ellos. —confesó un tanto apenada.

— ¿Qué? —la miré con rareza—. ¿En serio vas a apiadarte de todos esos mocosos?

— Sí. —afirmó con una sonrisa que parecía más bien una mueca—. Ya sabes, también nos trataron a nosotros así alguna vez. ¿Por qué deberíamos hacerles lo mismo?

— ¿Por qué? —musité indignada—. De acuerdo, te la pasaría si ellos estuvieran ayudándote aquí aunque se estuvieran riendo, pero míralos, están haciéndose tontos allá atrás.

Detesto ser quien hace todo el trabajo mientras los demás idiotas se quedan sin hacer nada. Maldición, a parte de venir a hacer cosas que ni si quiera debería hacer, debo de cuidar a un grupo de mini estultos.

Estupendo.

— ¿Qué hay de los docentes y los maestros? —pregunté al no hallar a uno de ellos aquí.

— Se fueron en cuanto nos dieron las indicaciones correspondientes. —explicó con una mueca—. Dijeron que lo dejaban en nuestras manos mientras el profesor Choi llegaba.

Y para colmo ese profesor en específico, no entiendo porqué llega tan tarde para esté tipo de cosas. Es más, ¿cómo putas sigue trabajando en esto?

— No te preocupes JeWeil, tú y yo seremos un buen equipo.

— ¿Tú y yo? —pregunté con mi frente arrugada—. Olvídalo, detesto hacer todo yo sola.

— Pero no estarás sola, estoy yo aquí, contigo.

Ese es el pequeño problema.

— Es como estar sola, OhYeon. —comenté—. ¿Cuánto tiempo nos dieron para hacer está mierda?

— O-oh, bueno... —giró un poco su cabeza para responder—: Nos dieron casi dos semanas.

— ¿Y cuántos escenarios son?

— Aproximadamente seis. —contestó casi en un inaudible susurro.

— ¿Lo vez? ¿Crees que tú y yo vamos a poder hacer seis estúpidos escenarios a mano solas y en dos semanas? —insinué alzando mis cejas.

— Tengo fe en ambas.

— Pues yo no. —admití—. Joder, OhYeon, se supone que eres alguien de poder que lidera. ¿Por qué no utilizas eso en esto y sobretodo en ellos?

— A ellos solo les interesa mi "poder" —dibujó comillas en el aire— para salir de fiesta o algo así. Pero para esto... —rió con ironía— está claro que no.

— Qué hijos de.-

— ¿Quieres que los llame para decirles que eres la nueva líder? —interrumpió de repente evitando que terminara de decir mi increíble insulto.

— Por favor. —pedí con un sabor amargo en mi boca.

Me sonrió un poco antes de dejar de lado lo que estaba haciendo, ponerse de pie y caminar hacia los estudiantes que se hallaban jugueteando cómodamente en el jodido auditorio de la preparatoria. No es que sea amargada, pero Dios, no puedo evitar desesperarme, y eso que recién llegué a está mierda.

Si yo estoy así, Hanhi ya hubiera renunciado y mandado todo al diablo. Así como ha de haber entrado, ha de haber salido.

— ¿Ahora qué? —murmuré en cuanto Song me hizo señas para que me acercara a donde ella—. ¿Qué? —interrogué una vez me encontraba con ella y con todos ellos jugando e ignorando a la peli-corto.

— Bueno, ellos no... —incómoda peinó su cabello detrás de sus oídos antes de terminar su enunciado— quieren hacerlo.

— No es que quieran, es que deben de hacerlo.

Con toda la actitud del mundo —más pereza que energía— caminé a paso pesado y firme hacia ese pequeño grupo de mocosos formado tanto de chicas como de chicos. ¿Quién muere primero? ¿Las chicas o los chicos? Recuerden que hay que ser justos con ambas partes.

— ¿Ya terminaron de hacerse tontos? —inquerí brusca.

— Oh, tú debes ser la tipa a la cual enviaron para poder "orden", ¿cierto? —insinuó un tipo de cabello color caoba un poco más alto que yo, no mucho—. Un gusto, soy WooSok. —se presentó con una sonrisa coqueta.

Aquello fue producto de pequeñas burlas de sus queridos amigos.

— Vayamos al punto niño. No me interesa en lo absoluto cuál sea tu nombre en esté momento, sólo quiero que tú y tus patéticos amigos hagan lo que se les pide. —expliqué sin tantos rodeos.

— Ay, por favor. —bufó vacilante—. Si no le hacemos caso a ella... —señaló con su mirada a OhYeon quien se encontraba a unos metros de nosotros—, ¿crees que a ti sí, hermosa? —cuestionó acariciando mi mentón con su dedo índice y pulgar descaradamente.

— Oye. —musité con una sonrisa amplia mientras jugaba con su corbata entre mis manos—. Primero que nada, ya sé que soy hermosa, idiota. —jalé tosca de su corbata hacia mi dirección, haciendo que él se sobresaltara y su grupo de niñatos se pusieran alerta—. Segundo: hoy tengo ganas de golpear a alguien, ¿quieres ser tú esa persona?

Su jodida risa me es irritante.

— Vaya, eres algo valiente, linda. —atrapó mi muñeca, la cual jalaba de su corbata, ejerciendo algo de presión sobre ésta—. Aunque, no creo que seas lo suficientemente fuerte para golpearme.

— Oh, ¿eso crees? —insinué con una mueca.

— ¿JeWeil? Creo que deberías parar. —opinó OhYeon en un tono preocupante.

— Ni loca. Esté idiota no debería subestimarme tanto, ni él ni nadie. —lo miré retándolo, alzando una de mis cejas burlona—. ¿Qué te hace pensar que no puedo golpearte los pocos testículos que tienes antes de que tú me hagas algo a mí?

— Wah, WooSok dejando que una chica de dos grados mayor que él lo ponga en una situación vergonzosa frente a sus amigos. —musitó el azabache riendo sin gracia alguna—. Pero que espectacular, ¿no lo creen?

Resoplé cansada soltando al tipo frente a mí, empujándolo con mi mano para que así me soltara.

—Espectacular va ser el momento en el cual yo jalo de tu cabello hasta que tu cuero cabelludo sea una total mierda como tú. —me dirigí al imbécil, digo, al estudiante—. Ahora, si no van y hacen lo que OhYeon les dice voy a golpearlos en serio, y poco me va importar si termino en dirección. Si es así, al menos ya les habré dado un buen golpe y habrá valido la pena terminar ahí.

— Vamos, noona. —habló el rubio con diversión—. Apuesto a que usted tampoco quiere estar aquí.

— ¡Exacto! —confirmé con una sonrisa forzada—. Y es una jodida lástima que no pueda irme porque un grupo de insolentes como ustedes no me lo permite.

— Unnie, no sea tan dura con ellos, usted también estuvo haciendo lo mismo que nosotros. —señaló la castaña mirándome como si se estuviera sintiendo superior.

— Hablarás cuando te lo pida. —ignorando sus palabras anteriores me acerqué a ella.

— ¿Qué?

— Muévete, levanta tu poco trasero de esa silla. —la tomé de los brazos obligándola a levantarse—. Ve con OhYeon y pregúntale cuál es tu trabajo aquí.

— ¿Eh? Yo no quiero hacer eso, es absurdo. —dijo con molestia.

— No te estoy preguntando si quieres o no niña, házlo. —le di un leve empujón en su espalda para que caminara—. Y ustedes, pequeños imbéciles, hagan lo mismo ahora.

— Noona.-

— ¡Maldición! Están peor que niños de primaria, un niño de kinder es más inteligente que ustedes, por Dios. —miré al resto de las chicas y chicos que ante mi mirada éstos tomaron una postura más derecha, borrando sus sonrisas—. Ustedes, ¿ya saben qué van a hacer? —negaron cabizbajos—. ¿Y qué están esperando? No creo que quieran que haga lo mismo que hice con estos bastardos, ¿cierto?

— ¡N-no, unnie!

— ¡No, noona!

Exclamaron al unísono caminando con prisa hacia donde Song.

— ¿Y ustedes? ¿Aún quieren que sea yo quien los lleve para allá?

— Pensándolo bien, noona... —me miró de arriba hacia abajo, posando su mirada en mis piernas mordiendo su labio inferior—. ¿Tiene novio?

— Ya decía yo que tú eras el más estúpido aquí. ¿Quién te crees, ah? —pregunté jalando de su corbata caminando hacia OhYeon.

— ¡Auch! ¡No hablaba en serio, noona!

— Discúlpate. —ordené sin dejar de jalar.

— ¡Agh, noona, era una broma!

— ¿De verdad? —asintió con dificultad—. Pues esto también es una broma.

— Esto es abuso de autoridad, ¿lo sabía?

— Por Dios, ni que yo fuera una empleada de está institución, dramático. —alcé su mentón con mi mano haciendo que me mirara.

— No lo es, pero ahora es nuestra líder aquí, noona.

— Sí que eres estúpido. —mascullé fastidiada.

— De acuerdo, de acuerdo, lo soy, ¿podría soltarme ya?

— No.

— ¿Qué? ¿Por qué? —alegó frunciendo su ceño confundido.

— ¿Si sabes que me faltaste al respeto, cierto, pedazo de animal sin nombre?

— Para empezar, sí tengo nombre, noona.

— ¿Ah sí? —asintió con una sonrisa que pretendía parecer inocente—. ¿Cuál es?

— YulSwo, noona. —se presentó con orgullo.

—Vaya, no sabía que existía esa clase de ocioso animal, pero gracias por el dato.

Lo solté con brusquedad una vez OhYeon se acercó a nosotros. Cuando pensé que había terminado con esto, resultó ser que no, maldición, ¿qué acaso no pueden controlar sus jodidas hormonas?

Cuando di media vuelta me encontré con la grandiosa y morbosa mirada de los otros dos idiotas sobre nada más y nada menos que mi trasero.

Hijos de puta.

En cuestión de segundos ya los tenía a los dos quejándose porque me encontraba jalando de su cabello caminando hacia donde se encontraba el resto.

— ¡Auch, noona!

— Cierra la boca, mocoso que no conozco. —ordené con firmeza.

— ¡Ay, no era necesario hacer esto, noona! —opinó uno de ellos.

— ¿No? No lo hubiera sido si hubieran controlado sus ojos. —argumenté.

— ¡Auch, noona, lamento haber dicho que usted no podría tener tanta fuerza!

El sonido de la puerta principal de auditorio siendo abierta me hizo parar de caminar sin soltar al par de su cabello.

— ¡Oh, Kookie estás aquí!

Kookie, Kookie, Kookie, Kookie.

— Hol.-

Su saludo se vio interrumpido al verme a mí y dos estudiantes en una escena bastante sorprendente, para él, ya que OhYeon se acostumbró con rapidez a mi forma de poner orden.

— Jungkook, ¿encontraste a OhYeon?

Solté de inmediato al par de imbéciles en cuanto escuché la voz de JoongGuk cerca. No estoy lista para que vea mi parte agresiva, no hoy, gracias.

— Agh, noona, ¿así trata a todos acaso?

— Cierra la boca, mocoso. —dije entre dientes jugando con mis manos.

Caminé hacia OhYeon fingiendo que no había maltratando a cuatro estudiantes hace menos de diez minutos.

— Tranquila. —susurró Song con diversión—. JoongGuk no se enterará de está parte de ti, Weil.

Bufé con indiferencia ante su leve risita. Y no sé si Jeon estaba mirando a su crush o estaba mirando a la tipa que golpea a chicos menores que ella.

Da igual, ni que fuera JoongGuk.

— JungKook, ¿la encontraste o no?

— Claro que sí, y no sólo a ella. —le explicó mirándome como si me estuviera pidiendo una explicación.

— Oh, hola linda Weil.

Le sonreí en forma de saludo, sintiendo al instante un leve codazo en mis costillas de parte de OhYeon.

— No te preocupes demasiado. Me aseguraré de que Kookie no diga nada al respecto de lo que vio.

No es Kookie, es Jeon para mí.

— Da igual si le dice o no. —articulé restándole importancia.

— De todos modos se lo pediré.

Es extraño saber que él y ella se han acercado tanto el uno al otro. Aún así, sigo sin confíar en que ella quiera algo con Jeon. ¿No creen que fue muy rápido?

— Como quieras. Y OhYeon, no saques conclusiones acerca de JoongGuk y yo, ¿de acuerdo?

— Prometido.

Eso me dice que es un rotundo no.

Bueeeeeh, ya llegó por quien lloraban LOL XD

Primera actualización del mes v: y no tardé está vez más de una semana, es un avance ⊂(・▽・⊂)

Man, imaginé a JeWeil con OhYeon y los estudiantes, modo:

He estado pensando en que no sé, ¿Soy yo o estoy escribiendo los capítulos aparte de largos algo aburridos?

Si es así, háganmelo saber,
por favor, sean sinceros, si es un sí trataré de no hacerlos de esa forma.🥺

También me disculpo si hay alguna falta de ortografía, es que lo escribí en la madrugada con Pretty Savage de las BLACKPINK de fondo >:v

MJ☁️

•••

¡Gracias por leer!💙

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