🌹•EIGHT VIII•🌹

Me siento estúpida porque básicamente huí de Jeon, ¿y saben qué es lo peor? Qué Hanhi me dio su leche de fresa para que dejara de quejarme y yo como tonta le hice caso y ahora creo que compraré esa tonta leche los cinco días de la semana.

¿Cómo puede ser tan buena?

— ¿Irás con Jung?

— Sí, ¿por qué? —cuestionó con cierta sorpresa.

— Nada, sólo preguntaba.

¡Claro que no sólo estaba preguntando! Estaba alerta. ¿Recuerdan al chico que confesó tan valientemente sus sentimientos de no amistad? Bueno, ahora él parece estar más cercano a Hoseok que antes. Y joder, me mira y solo sonríe...

Es incómodo de cierta forma.

— Por cierto, ¿qué ocurrió con JoongGuk?

¿Por qué siempre tiene que sacar un tema que me incómoda? Tiene un puto Don para saber qué rayos pienso a veces.

— Nada. —respondí con simpleza.

— ¿En serio? —me miró dudosa—. Él le dijo a Hobi que encontraría una forma para acercarse un poco más a ti.

¿De verdad? Ahora tengo miedo de alguna manera, sin ofender.

— Dime que hoy no estará con Jung.

— No lo sé, ¿ya olvidas que no estoy en la misma clase que ellos? —insinuó con clara obviedad.

— Demonios. —murmuré

Sonrió burlona ante mi inquietud de saber si el pelinegro estaría ahí. Ni loca me sentaría ahí comiendo incómoda. Su mirada es demasiado pesada, claro que no tanto como la del idiota de YoonGi pero sí me haría esconderme de él un poco.

— Ya. No morirás en el intento. —dio palmaditas en mi hombro como consuelo.

— ¿Y quién dijo que quería intentarlo? —me dirigí a ella indignada.

— A mi parecer y al de Hobi, le gustas bastante a JoongGuk. —comentó—. Vamos, es un buen chico.

— Yo no estoy diciendo que no lo sea, pero es incómodo hablar con él, además, no quiero estar con nadie por ahora. —aclaré antes de que sacara sus propias conclusiones.

— ¿Y qué me dices de Jungkook? ¿Él no te interesa?

Pero al final sí sacó sus propias insinuaciones, y respondiendo su pregunta es un rotundo no.

No... porque sólo es un chico tonto y enamorado.

— No. —respondí con seguridad.

— ¿De verdad? Entonces, ¿por qué tu mirada dice otra cosa, mmh? —interrogó alzando una de sus cejas suspicaz.

— Deja de mirarme así, parece que me quieres secuestrar.

— ¿Cómo lo supo?

Ella ya ha visto demasiados memes, en serio que sí. Le di una mirada de "cierra la boca antes de que te haga algo y te arrepientas de no haber dejado de hablar", y afortunadamente entendió el mensaje, ¿genial? Quizás.

— Mira Weil, al parecer es tu destino tener algo así como-

— Cierra la boca, me largo.

— No, no te vayas, quédate conmigo, ¿¡sí!? —dijo alargando ésto último.

— No. —contesté tajante—. En ese caso mejor ven conmigo y asunto arreglado, las dos ganamos.

— ¡Weil! —chilló.

— ¡Hanhi! —imite su tono aniñado.

— ¡Hey! Yo no hablo así. —refutó con molestia.

— En ese caso, estás sorda.

— ¡Hobi! —exclamó llamando la atención de Jung junto a la de Kang.

La mataré.

— Vamos. —codeó mi brazo burlona—. Joong está ansioso por almorzar contigo.

Jaló de mi muñeca arrastrándome con ella hacia la mesa en donde se encontraban esos dos. ¿Por qué rayos mi mirada no lo intimida a él? Incluso Hanhi dice que doy miedo si la miro neutra por mucho tiempo.

— Hola, Weil.

Saludó Hoseok con una sonrisa dejando ver sus hoyuelos, y aunque mi respuesta no fue la misma no dejó de sonreír, admiro eso de él. Hanhi saludó al pelinegro al lado de su novio, mientras que yo ya había comenzando a comer centrando mi mirada en la comida.

— Hola, linda Weil.

Mierda, casi me atraganto con el arroz. A veces detesto mi hábito de llenar mi boca con demasiada comida.

Di pequeñas palmaditas en mi pecho como si eso fuera a aliviarme, bebí un poco de agua mientras veía avergonzada a JoongGuk sentado del otra lado de la mesa, frente a mí.

— ¿Estás bien? —iquirió Lim.

Casi muero ahogada, ¿crees que eso es estar bien?

— Sí, lo estoy. —dije con algo dificultad.

— Bueno... Linda Weil, ¿cómo has estado? Puedo notar que tu cabello ha crecido un poco.

Esperen, ¿qué? Eso ni siquiera lo había notado yo. Ahora Jung y Lim me miran como si buscaran en mí una explicación para las palabras de Kang.
Linda, linda, y linda. ¿Cómo puedo hacer que se calle sin que yo le diga algo hiriente como suelo hacer?

— Bien, he estado de maravilla. ¿Qué me dices de ti, mmh? Y sobre mi cabello, eso es lo que menos mi importa de mí, pero aun así gracias.

¡Agh! ¿¡Fui demasiado brusca!? Recibí un leve codazo por debajo de la mesa de Hanhi, supongo que eso es un sí.

— ¿Qué? —pregunté mirándola mal.

— Sí, bueno. —acomodó su cabello detrás de sus orejas—. A Weil le importa poco su físico, ya sabe que es hermosa, es mejor que encuentres un punto en el que ella se sienta realmente halagada por ello. —explicó Lim animada, dirigiéndose al castaño.

Miré sin expresión alguna a JoongGuk quien solo me sonrió. Es lindo, he de aceptar ello. Sus ojos son grandes e intimidantes, sus labios son delgados y rosados y su cabello algo fino.

Es lindo pero no hay algo que llame mi atención en él... aún.

— ¡Hobi, hyung!

Fue como si su jodida voz me hubiera sacado de mi burbuja, sin no antes mencionar que ahora estoy en pánico.

— Ahora vuelvo. Iré por algo de tomar... —me excusé incorporándome.

— Te acompaño. —hizo ademán de ponerse de pie pero lo detuve.

— ¡No! —los tres miraron con confusión—. Es decir, iré yo sola. —informé de inmediato—. Gracias, JoongGuk.

Alzó sus comisuras apenado, y cuando ya estaba por irme ese tonto llegó, pero como estamos hablando de mí, seguí con mi escape perfecto.

Quizás este paranoica y solo estoy alucinando pero literalmente siento que alguien me está siguiendo, no pienso voltear ni de coña.

Compré el jodido jugo de uva y me largué a mirar a la misma nada, y no volví a la cafetería para terminar mi comida.

Esperen, mi comida...

— Tengo hambre. —susurré para mí misma formando un puchero triste.

Suspiré. ¡Tengo hambre! Soy tan idiota a veces.

— ¡Aquí estás, chica extraña!

Lo miré de reojo mientras abría la botella para después beber el líquido que este tenía, ignorando el hecho de que el castaño estaba a mi lado mirando como una chica como yo bebía de su jugo.

— ¿JeWeil?

Suena lindo... Esperen, ¿qué?

— ¿Mmh? —musité mirándolo neutra.

— Es un buen nombre, además, suena tierno y a mi parecer tú eres todo menos eso.

Idiota.

— Un momento, ¿por qué me hablas tan informal, mmh? No somos amigos. —reclamé inconforme.

No porque me molestara, era más para que no me quedara sin palabras ante su presencia y compañía.

— Me conoces, y ahora yo te conozco. —señaló con un tono orgulloso.

— ¿Y? ¿Luego qué sigue? —inquerí vacilando.

— Cierto, a lo que venía. ¿Cómo es que sabes acerca de las rosas que yo dejaba en el casillero de OhYeon?

Directo al punto, ¿eh?

— ¿La conoces?

Qué estúpida pregunta, ¿quién rayos no la conoce? Su voz es tan chillona.

— ¿Quién no? Esa sería la pregunta, Jeon. —corregí—. Sólo sé su nombre, al igual que el tuyo. Dime, ¿te gusta?

— No. —contestó enseguida.

— Ni siquiera lo pensaste, ah. —bufé mirándolo de pies a cabeza—. No le eres fiel entonces, ¿es eso?

— ¿Qué? —musitó confundido—. No, digo sí... ¡Ah! Me confundes.

— Ese es el punto, chico tonto.

— No soy tonto. —alegó con su ceño fruncido.

— En ese caso, te engañas a ti mismo, chico tonto.

— En ese caso también te pondré un apodo. —sonrió con victoria.

— Me da igual. —dije cruzándome de brazos, borrando así su sonrisa, ja.

— ¿Qué tan cercana eres a Hobi hyung? —preguntó con interés.

— Más que tú, no. —respondí mirándolo de pies a cabeza.

— ¿Qué hay de su novia?

Maldito curioso.

— ¿Por qué no vas y se lo preguntas tú, ah? —dije alzando mis cejas exasperada.

— No la conozco, solo sé su nombre. —contestó encogiéndose de hombros.

— Qué mal.

— ¿Cómo es que sabes sobre las rosas? —insistió tomándome de los hombros.

¿Y a esté que le pasa? No quiero que me pegue su idiotez. Es más, Lim ni siquiera hace eso porque sabe que le haré lo mismo y peor, y llega él de la nada y hace lo mismo con tanta tranquilidad. Debo ser justa con todos y este tonto no va ser la excepción solo porque es el chico a quien acosaba días atrás.

— Escucha —retiré sus manos de mis hombros brusca—, suelo odiar el contacto físico, ¿entiendes eso?

Me miró como si me estuviera estudiando para después volver a poner sus manos sobre mis hombros y comenzar a jalar de estos sin fuerza.

Parece que está haciendo un berrinche, Dios.

Agh, él en serio es peor de cerca.

— Suéltame, ¿quieres? —le ordené más que pedir.

— No, chica extraña. —se negó con un toque de diversión en su voz—. Dime, ¿me responderás todo? Puedo jurar que tengo miedo de ti.

¿Miedo? Ya somos dos. La única diferencia es que yo no tengo miedo exactamente de él.

— No me interesa. —contesté empujándolo con fuerza lejos de mi anatomía.

— Así que... —se acercó un poco a mí, no demasiado. Ni siquiera le afecto que lo empujara, vaya mierda—, ¿Cero contacto físico?

— Para ti lo es. —apunté.

— ¿Y para los demás?

¿Siempre ha sido así de entrometido? Comienzo a arrepentirme de haberme acercado a él solo por eso.

— Tú no me agradas, no somos amigos y eres bastante tonto. —dije mostrándole tres de mis dedos.

— Ahí va de nuevo... —puso sus ojos en blanco, perdiendo paciencia. Qué gracioso—. ¡No soy tonto! —exclamó con molestia y cabreado.

— Si no lo fueras no te estarías quejando solo porque te estoy llamado tonto. —resoplé poniendo mis manos sobre mi cintura—. Simplemente me ignorarías, ¿no crees? Dah.

Sonreí con burla pasándolo de largo, quizás también sea de procesar lentamente las cosas. No me imagino como se ha de poner en la clase de álgebra.

— ¡Oye, no te vayas! ¡Aún no termino contigo, chica extraña! —gritó a mis espaldas.

— Sí, como sea. —vacilé sin mirar atrás.

— ¡Hablo en serio!

— Yo también.

— ¡Weil!

¿Qué si me agrada como suena mi nombre saliendo de su boca? No, me causa una sensación extraña, inquietud para ser exacta, pero debo de admitir que me gusta más que venga de su parte ahora, que de parte de JoongGuk.

¡Gracias por leer!💙

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