07.

Al despertar me removí logrando sentir todo mi cuerpo frío y adolorido, note que estaba recostada en una habitación. Me reincorpore logrando recordar el como había llegado ahi, la mujer rubia, aquel sujeto con nombre Jigen, los recipientes dónde estaban los demás niños...

Niños... ¡Kawaki!

Me levanté como pude y sin percatarme antes ahí estaba el, recostado en la otra cama que está justo alado de la mía. Quise despertarlo pero el tan sólo pararme y colocar un pie en el suelo solo hizo que el dolor aumentará aún más. Caí al suelo adolorida.

Bueno, al menos está vez si llevo ropa.

Reuni fuerzas y alze mi mano a la cama del chico para moverla y así este se despertara, los movimientos no eran tan rápidos pero al menos sirvió para que se despertará. Abre sus ojos lento para así parpadear y recuperar la conciencia.

El al verme tirada en el suelo decidió ayudarme a guiarme a la cama, parece que el no tiene aquel dolor físico en el cuerpo.

-—Si te mueves el dolor no se irá, quédate quieta.— Me ayuda a sentarme en la cama.

—¿Dónde estamos? ¿Quiénes son ellos?— Fue lo primero que pregunte.

El niño se quedó unos segundos callado pero decidió finalmente hablar.

—Yo tampoco se quiénes son... mucho menos dónde estamos.—Se sienta alado mío teniendo su mirada baja.

Nos quedamos ahí sentados mientras que el silenció rondaba por la habitación, millones de preguntas comenzaron a inundarme y era más que claro que Kawaki estaba de la misma forma que yo.

—¿Cómo llegaste aquí?

Pude ver el cambio en su expresión, se había puesto serio más volteo a verme con una mirada melancólica.

—Mi padre me vendió a ese sujeto, ahora el me tomo como su hijo...— Sus ojos se dirigen a mi.—¿Cómo llegaste aquí?

—Bueno... mi padre...—No quería decirle lo que el estuvo apunto de hacer a si que me inventé otra cosa.— Yo me escape de mi casa y en el camino me encontré a una mujer rubia..., ella decidió ayudarme, pero veo que me engaño.

Su mirada curiosa se fue a mi frente en donde se quedó viéndola por un par de segundos para después mirar una de sus manos.

—¿Que sucede?

—Tu frente... esa marca es idéntica a la mía...

Lleve una mano a mi frente y la toque no logrando sentir nada. Busque en el escritorio en donde encontré un espejo, ahí en mi frente se encuentra una marca con forma de romboide. La toque confundida mirando nuevamente a Kawaki quien mostró su mano en donde igual lo tenía.

—¿Que es esto?—Aparte la mano de mi frente.

—Yo tampoco lo sé.

Rendidos sin saber Kawaki volteo a unas tunicas que estaban alado de nuestras camas. Se levanta y tomo una para así colocarla sobre su cuerpo.

—¿Que haces?—Le llame en cuanto abrió la puerta.

—Ire a buscar una salida.—Responde volteando a verme.—¿Vienes?

—Pero... ¿Crees que sea buena idea? no sabemos los lugares de este lugar.

Tenía miedo de ir por ahí y volvernos a encontrar ese sujeto, apenas y podía mantenerme en pie y todo era por aquel dolor en mi cuerpo. Kawaki ante que dijera algo comenzó a temblar sudando horriblemente callendo así al suelo.

—¡Kawaki!— Corrí a el y lo levante un poco.

—Me duele...— Se recargo sobre la puerta y miro la marca en su mano.— Debemos de irnos.

Obviamente no iba a dejarlo solo en esto así que tome su brazo y lo rodé en mi cuello para así levantarlo.

—Bien... te ayudaré.

Dicho esto abrí lenta y cuidadosamente la puerta de no hacer ruido, ayude a Kawaki a caminar en busca de alguna salida y mientras lo hacíamos de igual manera mi cuerpo comenzó a doler, pero el dolor era un poco más fuerte en donde estaba esa marca.

Estaba cansada, adolorida y con miedo. No sabía que hacer o a dónde ir solo se que llegamos a una parte alejada del cuarto y así desplómarnos en el suelo agotados. Nos dimos vuelta al escuchar a alguien caminar encontrando a un muchacho, aunque no lograba verlo bien debido a que mi vista estaba nublada.

—¿Quien eres tu?—Le pregunta Kawaki

—Me sorprende que sobrevivieran a eso.—El nos mira sonriente.— Pensé que habrían muerto.

Nosotros lo miramos confundidos a qué se refería.

—No pongan esa cara. Somos compañeros, los tres hemos sobrevivimos a eso. Incluso tu, y me sorprende que una niña allá sido capaz de sobrevivir, casi todas murieron en el proceso.—Aquel chico posó su mirada en mi.

—¿También estuviste ahí...?

—Si, hace un tiempo.

—¡¿Que fue lo que nos hicieron...?!—Pregunte queriendo tener respuestas.

—Eso no importa. Lo importante es que somos los elegidos que sobrevivieron. Yo perdí mis manos en el proceso y me hicieron unas nuevas.

Nosotros miramos a sus manos y vaya sorpresa topamos el ver qué este no tenía, si no que fueron reemplazadas por otras. Al dar unos pasos a tras dejamos caer la túnica que traíamos puesta, la mirada de Garō se sorprendió al verme intactos.

—¿Tienen el cuerpo intacto?.—El. La mira de arriba hacia abajo.—Increíble. tenía entendido que todos perdíamos una parte del cuerpo.— se da vuelta.—Todos los de Kara están boquiabiertos.

—¿Kara...?— Pronunciamos confundidos.

—¿No me digan que aún no saben el nombre de la organización?.—El muchacho suelta una risa.—No importa, vengan conmigo. Háganme caso y te enseñaré como funciona todo.

Garō comenzó a caminar y el pensarlo iba a también a seguirlo solo que Kawaki me jaló del brazo impidiendomeló.

—¿Que haces?— Me dice en voz baja.

—Si nos muestra el lugar tal vez nos diga dónde está la salida.

—No creo que sea buena idea seguirlo.

—Es la única op...

—¿Que pasa?.— Oímos nuevamente su voz llamarnos.

—No.

—¿Que?.

—Kawaki... no...

—Queremos irnos de aquí.

Esas palabras parecieron no agradarles al muchacho pues lo único que hizo fue fruncier el ceño disgustado.

—¿Podrías decirnos cómo salir de...?

Rápidamente el me sostuvo del cuello silenciandome al instante, le mire adolorida pues ejercía aún más presión en mi cuello.

—¿Que están diciendo?.— Me eleva, ahora respirar se me hacía más difícil.

—¡Suéltala!— Ordeno Kawaki jalando la blusa del sujeto, este lo ignoro haciendo aún más presión, mi vista comenzó a tornarse borrosa por la falta de oxígeno.—¡TE DIJE QUE LA SUELTES!

En tan solo un parpadeo la marca que lleva Kawaki cambio rápidamente y atacó a ese chico, mi cuerpo cayó al suelo iniciando a toser recuperando el oxígeno, mire a mi amigo quien solo parecía estar congelado tras lo que había hecho.

—¿Cómo...? ¿Cómo hiciste eso?— Le mire impactada adolorida del cuello.

—No lo sé...

El solo se quedó viendo las marcas que tenía en la mitad de su brazo y cuerpo para después estás comenzarán a desaparecer volviendo a si la marca de su mano. Fue imposible no llevar una mano a mi frente en donde todavía se encuentra mi marca ahí.

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