CAPÍTULO 19: DÉJÀ VU
—— DÉJÀ VU ——
—¡Sí alguien está jugando, que sepa que el juego termina cuando yo lo diga!— Gritó Klaus al ver que no había rastro de nadie, era como si el cementerio estuviera completamente abandonado, y eso no era una buena señal.
—No hay señal.— Le informó Astrid mientras miraba su teléfono, dándose cuenta de que debía de estar pasando algo. —¡Yelena!— Gritó esperando que la vampira siguiera allí, o que por lo menos se hiciera ver, porque si había huido y con los restos del roble blanco iba a tener muchos más problemas que soluciones.
—Nos la ha jugado.— Sentenció Klaus con frustración, haciendo que Astrid supiera que Yelena no haría eso, podía haber cometido una imprudencia, pero no era idiota.
—No, no haría eso.— Aseguró esperando que ella tuviera razón,
—Crees conocerla pero ya nos ha traicionado.— La recordó Klaus haciendo que Astrid soltara un suspiro de frustración ante su comentario, no todas las personas eran traicioneras.
—Te ha traicionado a ti, no a mi. Conozco a Yelena, aunque este enfadada es fiel a su palabra.— Garantizó Astrid mostrando que confiaba ciegamente en la palabra y en las acciones de la chica, por lo menos tenía la esperanza de no estar equivocada. —¡Yelena!— Gritó de nuevo.
—No puede oírte.— Intervino una tercera voz, haciendo que los dos híbridos se dieran la vuelta, para ver que en uno de los laterales, se encontraba una chica encapuchada. —A decir verdad, muy pronto estará muerta.— Añadió haciendo que la expresión de los dos híbridos se endurecia al escuchar la amenaza de la joven. —Espero que hayáis acabado bien.— Dijo con un poco de burla.
—Muéstrate.— Ordenó haciendo que la chica se quitara la capucha, para después ambos darse cuenta de lo que estaba pasando. —Eres del aquelarre que trabaja para los Strix.— Asumió Astrid sabiendo que aquello debía de estar orquestado por ellos, ¿quien sino tendría bajo su mandato una bruja?
—Mis hermanas y yo venimos a por lo único que puede mataros.— Les informó mientras Klaus la miraba enfadado, mostrando que aquello no iba a terminar nada bien, la pregunta que quedaba en el aire era ¿para quien?
—Bueno, tal vez vaya a buscar a tus hermanas y les dé, de comer, tus restos.— Sugirió Klaus, haciendo que Astrid le mirase con una expresión de pocos amigos al darse cuenta de que era, exactamente, por esa actitud por la que estaban a la espera de descubrir quienes les iban a traicionar.
—Tengo una idea mejor.— Sugirió la bruja mientras hacía uso de su magia para romperle el cuello a Astrid, para a continuación alzar a Klaus del suelo por varios metros, para después dejarle caer y romperle el cuello.
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—Maldita bruja.— Murmuró Astrid mientras miraba a todas partes con frustración, sin creerse que aquella bruja se hubiera deshecho de ambos con tanta facilidad.
—¿Estas bien, lobita?— Preguntó Klaus mientras se levantaba del suelo, observando que la bruja no se había llevado la bolsa con los objetos oscuros, por lo que su único propósito podría ser, lo más probable, el roble blanco.
—Sí...— Comentó la híbrida mientras se levantaba del suelo y salía en busca de la vampira, sabiendo que debían de haber ido a por ella. —Yelena.— Astrid se acercó a ella, observando como está estaba apoyada en una pared con los brazos cruzados.
—Se lo han llevado, las brujas de los Strix.— Murmuró sabiendo que había cometido un error, y ese error podía condenar a cualquiera, incluso ella podía resultar afectada. —Lo siento.— Añadió mirando a los dos híbridos.
—¿Te das cuenta de que esto es culpa tuya?— Intervino Klaus mostrando lo enfadado que estaba, pero también entendía los motivos de la vampira, él hubiera actuado igual. —Nuestros enemigos se han aprovechado de tu intento de manipularme.— La acuso esperando que fuera consciente de que todos sus actos iban a tener su respectiva consecuencia.
—He dicho que lo siento.— Insistió Yelena poniéndose a la defensiva.
—Tus disculpas no me devolverán lo que he perdido.— La recordó Klaus mostrando lo muy enfadado que estaba, ya que ahora cualquiera podía terminar muerto, el único que se libraba era Elijah o eso era lo que todos pensaban.
—Pues cállate y deja que Vincent localice a esa bruja.— Intervino finalmente Astrid la cual estaba cansada de la estúpida discusión sin sentido que estaban teniendo.
—¿A donde crees que vas?— Preguntó Klaus al ver que Vincent tenía la intención de marcharse.
—Yo también tengo interés en encontrarla, pero no puedo concentrarme. No con esta riña absurda.— Respondió con obviedad.
—Sí, claro, por supuesto. Ve a hacer tu trabajo, pero a ti no te quitaré la vista de encima.— Le indicó al brujo, haciendo que este se marchara, para después centrar su mirada en Yelena la cual se cruzó de brazos mientras ponía los ojos en blanco ante su comentario.
—¿En que estabas pensando? ¿Sabes al enorme peligro que te has expuesto? Casi te matan.— Alegó Astrid mirando a Yelena, sin comprender porque había llegado a tomar una decisión tan desesperada como la que había tomado.
—Lo hubieran hecho, por suerte tenía mis objetos oscuros. La vulnerabilidad que sentís ahora es la misma que siente cualquier vampiro siempre.— Alegó Yelena intentando defenderse de las acusaciones de ambos vampiros, pero aunque estaba intentando darles una lección ahora todos corrían un inevitable peligro.
—Puedes coger el teléfono, esta siendo insufrible.— La pidió Klaus a Astrid, haciendo que esta sacará de su bolsillo trasero del pantalón su teléfono para después separarse de ambos.
—No es un buen momento, Davina.— Comentó Astrid intentando no parecer borde, pero con todo lo que estaba pasando era algo casi inevitable.
—Las brujas van a por Yelena, saben que tiene el roble blanco.— Explicó la bruja creyendo que de esa forma podría ayudarles, lo que Davina desconocía era que llegaba tarde.
—Vienes un poco tarde, los Strix se lo han llevado.— La informó, sabiendo que todos corrían peligro, todos eran propensos a ser los siguientes en morir, cualquier linaje podía ser el siguiente en desaparecer.
—No, no lo tienen. Cuando se metió en mi cabeza yo también me metí en la suya, no trabaja para ellos.— Aseguró Davina, haciendo que los tres vampiros se mirasen entre ellos, al darse cuenta de que no estaban luchando contra los Strix, sino contra un nuevo enemigo que parecía que había estado conspirando, en todo momento, en las sombras.
—¿Para quien trabaja entonces?— Preguntó Astrid haciéndose una ligera idea de quien iba a ser la persona que ahora tenía en su poder los últimos restos del roble blanco que podían acabar con todos ellos.
—Aurora De Martel.— Dijo finalmente Davina confirmado las sospechas de Astrid, y en su defecto las de Klaus y las de Yelena.
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—Supongo que Freya no ha encontrado ha esa bruja.— Asumió Klaus al ver aparecer a Elijah, el cual había ido a preguntar a su hermana mayor si había conseguido dar con el paradero de Aurora o de la bruja.
—No en los últimos siete minutos desde tu última consulta.— Respondió el noble con obviedad, mostrando lo cansado que estaba por el simple hecho de estar, constantemente, interrumpiendo a Freya, ya que tiempo no era, precisamente, lo que debían de perder.
—Lo de Aurora lo cambia todo, si los Strix tuvieran el roble sabrían que tu no eres el objetivo, Elijah.— Explicó Klaus mostrando que lo que le preocupaba era el simple hecho de que todos ellos se habían convertido en los potenciales objetivos.
—Pero con el arma en manos de Aurora...— Comentó Astrid sabiendo que con Aurora en poder del roble blanco, cualquier suposicion podía ser errónea, ella era impredecible y cualquiera de ellos se había podido convertir en el principal objetivo de ella. Tal vez, incluso todos, eran su principal objetivo, porque era evidente que lo único que ella quería era venganza.
—Me pregunto a quien intentará matar primero, vosotros le hicisteis daño y yo me metí en su mente. Los cuatro compartimos el pecado del nada ceremonioso entierro de Tristan.— Comentó Elijah justamente cuando Leonidas se apoyaba en el marco de la puerta cruzándose de brazos, sabiendo que cualquiera tenía sus motivos para encabezar la lista de muerte de la vampira, por lo tanto lo único que debían de hacer era esperar.
—Antes suponíamos una amenaza para nuestros enemigos, resulta extraño. Hemos intercambiado los papeles, siempre he odiado la ironía.— Comentó Klaus con frustración sin comprender como de ser las criaturas más poderosas del mundo, habían pasado a convertirse en los principales objetivos de aquellos que deberían de temer por el simple hecho de estar en su contra.
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—He oído lo que ha pasado.— Comentó Taylor mientras la daba a su hermana una copa de bourbon para después, ambas, sentarse en uno de los sillones junto a la chimenea que la morena había prendido.
—Deberías de volver al complejo.— Sugirió Astrid, sabiendo que cualquiera que quisiera hacerles daño a ellos harían daño, antes, a las personas a las que querían.
—No puedo, todos esos problemas..., yo solo quería recuperar a mi familia y a mi manada. Solo me queda una parte de ello y corre el riesgo de desaparecer.— Alegó Taylor con frustración, ya que nunca se pensó que pudiera existir la posibilidad en la que perdería todo aquello que siempre había querido.
—Lo siento.— Se disculpó Astrid, ya que sabía que todo era culpa de ella. Fue su culpa tener enemigos, hacer matanzas y ser parte de la unificación de la manada, sino lo hubieran hecho nada hubiera ocurrido, y en aquellos momentos no tendría sobre su conciencia las muertes de personas a las que había querido tanto como si fueran parte de su familia, porque también lo eran.
—¿Por qué? ¿Por qué pensarais que no llegaría el momento donde necesitaríais ayuda? ¿Dónde todos vuestros enemigos se iban a quedar en las sombras temiendo hacer algo en vuestra contra?— Preguntó Taylor creyendo que aquella disculpa se debía a los enemigos, pero en realidad se debía a lo que podría pasarla a ella, Astrid había perdido a una hermana, no quería perder a otra por las malas decisiones que ella u otros habían tomado.
—Taylor, esto no es por enemigos. Sí, les tenemos. Pero no viene por ellos, la profecía... anticipa la destrucción de todos los vampiros, si los cinco caemos lo hará toda la especie vampírica, la naturaleza exige un equilibrio y es ahora cuando se está intentando restaurar ese equilibrio.— Explicó la Original sabiendo que aquellos mil años habían sido años donde había un desequilibrio que en aquellos momentos los espíritus naturales exigían que volviera a restaurarse. Ellos habían traído una plaga que debía de ser solucionada.
—Aún así hay que resignarse, ¿no? Es decir, esto es lo que conlleva estar relacionado con un Original, amenazas de muerte, muerte, destrucción y venganza.— Alegó la morena mostrando que muy en el fondo la daba igual todo aquello, solo quería ayudar aunque pudiera correr el trágico destino de reencontrarse con la muerte.
—Eres libre de irte y de esconderte, Taylor.— La recordó su hermana mayor queriendo evitar que la pasada algo malo.
—He huido por un milenio, no voy a huir de nuevo. Además, como te he dicho estuve mucho tiempo buscando manada y familia, puede que ya no me quede una manada, pero sí me queda una familia y no la voy a abandonar.— Sentenció con firmeza haciendo sonreír que Astrid con sus palabras. —Lo de la figura debe de ser irónico, ¿no?— Comentó cambiando de tema, haciendo que su hermana mayor pusiera los ojos en blanco.
—La he dejado a mi hija jugar con un objeto muy peligroso, y a su vez me hace preguntarme cuantas figuritas habrá. Eliana murió porque hicieron una estaca con una, asumo que Aurora no hará algo así, querrá destruirnos a todos así que a saber lo que hace con ella.— Murmuró mientras miraba al vaso que estaba entre sus menos.
—La encontraremos, no te preocupes.— La tranquilizó comprendiendo a que se debía su preocupación y su temor, todos se habían acostumbrado a la inmortalidad por lo que pensar en una posible muerte era algo extraño.
—Quien me preocupa, en realidad, es Yelena. Esta en una fase entre apagar y no su humanidad, y eso me preocupa, también me preocupa que se ponga en nuestra contra porque eso supondría algo que nunca he hecho: matar a quienes me importan o me han llegado a importar.— Admitió sabiendo que si llegaba a suceder aquella posibilidad no dudaría, su familia era más importante que cualquier amistad o promesa, ante todo era una Original y si debía de matar lo haría sin el más mínimo sentimiento de piedad, tal y como había aprendido.
—Espero que entre en razón.— Murmuró sabiendo que su hermana, muy en el fondo, lo pasaría mal al saber lo que le podía ocurrir a Yelena.
—Sí, yo también.— Suspiró mientras se llevaba el vaso a los labios.
—¿Descubriste lo de mi linaje?— Preguntó Taylor con algo de curiosidad, esperando que por alguna razón no llegara a estar vinculada a su hermana.
—He hablado con algunas brujas y tú linaje es único. Eres híbrida por Hope.— Admitió finalmente, haciendo que la morena respirase aliviada mientras cerraba los ojos y echaba la cabeza hacia atrás, al saber que si su hermana en el hipotético caso llegara a ser asesinada ella no sería la siguiente en morir, tal y como pasó la noche en la que Hope nació.
—¿Entonces soy la única sobre la faz de la tierra que se ha convertido gracias a una Tri-híbrida, y no corro peligro de morir si vosotros morís?— Preguntó incrédula mientras miraba a su hermana la cual asintió mientras la sonreía. —¡Qué alivio!— Exclamó eufórica mientras Astrid la miraba de mala forma para después sonreír, ya que comprendía su alivio. —Perdón, pero describir algo así es como quitarse un peso de encima. Aunque eso no significa que también estaré en el punto de mira de quienes quieran destruiros.— Añadió haciéndola ver que era consciente del peligro que corrían por el único detalle de que ella era la medio hermana de un Original, pero no la de cualquier Original sino la de la híbrida Original.
★★★
Os aseguro que no me esperaba que una bruja de los strix les traicionera, osea sí me esperaba que Aurora o Lucien estuvieran detrás, pero lo de la bruja no. Y eso que suelo ser bastante avispada en estas cosas.
Bueno dicho eso, este es un capítulo muy revelador.
Primero por el robo, que si mal me centro en el episodio, me encantó hacerlo, no sé le daba el toque. Y ame la intervención de Davina, porque muestra que todavía ella y Astrid se llevan bien.
Con respecto la escena donde los Originales debaten sobre que hacer..., a ver, entiendo que Aurora quiera vengarse, pero... esta jugando a un juego demasiado peligro, y ya sabemos como termina todo eso, aún así me encanta que la usen, porque al mostrar un personaje impulsivo y nada evidente, no sabes muy bien por dónde iría, aunque esta claro que el primero sería Klaus (en respecto la serie) en mi trama... bueno esta claro también, o eso creo.
La escena de las hermanas... ame que ambas hablarán de Yelena y mostrar la preocupación de Astrid con respecto a que alguien cercano e importante para ella cometa sus mismos errores, pero también adore cambiar la temática de la escena con un poco de humor por parte de Taylor.
Y creo que, sin duda, lo más importante es la revelación del final.
Taylor es híbrida por parte de Hope, como en su momento lo fue Hayley, y si he decidido hacer eso, es para que cuadre con los acontecimientos que pronto vendrán, aunque también creo que le daba el toque de tensión y de interés. A fin de cuentas, Taylor también es la primera de una estirpe.
¿Qué os ha parecido el capítulo?
Os leo ♥️
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