Chapter 3:-

Ahí estaba ella, inspeccionando todo a su alrededor mientras esperaba a que la dueña de casa la atendiese. Mientras lo hacía, pudo percatarse y notar que, al ser una familia con grandes lujos, no lo demostraban con tanta decoración, pues la habitación era de un color neutro liso totalmente marfil y pocos cuadros decorativos, pero sí mantenían una esquina con fotografías y retratos de los integrantes sobre una mesilla de vidrio.

En una de las tantas, vio a detalle y hasta la tomó entre sus manos cierto cuadro de un pequeño Jimin, de apenas un año en un andador y sin saber el motivo, una sonrisa genuina se le dibujo en la cara al igual que poco a poco sus mejillas se fueron calentando de lo lindo que era.

-Que tierno.-chillo sonriendo aún más, aunque su felicidad se esfumó rápidamente al sentir una presencia ajena a su costado.

-¡Tú! .-exclamó la mujer señalándola junto al ceño fruncido.-¡¿Qué demonios haces aquí, estúpida?! .-forcejeo tomándola del cuello, ocasionando que la contraria se defendiera y con ello soltara el cuadro llamando la atención del resto que estaban en casa.

-Seulgi, ¡qué haces! ¡suéltala ahora! .-gritoneo el pelinegro liberando a la menor de Kang.-¡qué mierda tienes en la cabeza, mujer! ¡la estabas ahorcando!

-¡¿Por qué te preocupas tanto por esta mocosa, eh?! ¡Ella fue quien me golpeo la vez pasada, y no me iba a quedar con las ganas de vengarme! .-gruño mirándolo con rencor.

-Aun así, no es manera de arreglar las diferencias que tengas con esta niña.-se escuchó tras la espalda de la mujer, obligándolos a colocar la mirada sobre la recién llegada.-escuchame con atención, Kang Seulgi, en esta casa todos merecen respeto, si en la tuya se tiran los platos por la cabeza ese es tú problema. ¿Entendido? .-termino de decir con tono amenazante.-ahora, te pido que te marches, supongo que tus padres deben estar muy preocupados de que no hallas regresado después de una semana.

-Señora Park, escuche ...

-No, yo insisto.-dijo dándole una sonrisa forzosa, la cual fue notada a simple vista por la pareja. Jimin tocio falsamente llamando la atención de su novia, quien solo arrugo el ceño y bufando, finalmente se retiró relajando la atmosfera entre ellos.

-Señora, lo siento, yo no sabía que ella ... .-decía totalmente afligida.-creo que será mejor que me vaya.

-¿Cómo podrías irte?, si ya estoy aquí para que hablemos.-dijo invitándola a tomar asiento en el sofá cercano.-Jimin, déjanos a solas, por favor.-pidio tras darle una mirada rápida al muchacho quien solo asintió no sin antes mirar a la rubia fríamente, haciéndola tragar dificultosamente.-Bueno, Chaeyoung, soy todo oídos.

-Pues, vera ...

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Días después ...

La campanilla sonó informando que las clases habían dado por finalizadas, provocando que tanto sus compañeros de aula como sus amigas se preocuparan para irse.

-Ro, ¿vamos? .-inquirio a su costado mientras guardaba sus pertenencias en el bolso.

-No puedo, tengo que ir a otro lugar.-dijo sorprendido a la contraria, pues la rubia nunca se desviaba de ruta.

-No me digas que saldrás con Jaehyun, y harán cosas sucias.-insinuo picándole las costillas divertidamente.-no creí que darían el paso tan rápido, eres toda una pervertida, Rosie.-termino de decir junto a una sonrisa maquiavélica provocando nervios en Park.

-N-no es eso.-negó con un suave sonrojo en sus mejillas.-Jaehyun no tiene nada que ver en este asunto, ni siquiera mi madre lo sabe.

-¿De qué estás hablando? .-cuestiono sumamente curiosa.-¿acaso ... ? ¿estás en malos pasos? Amiga, q-qué ...

-Aun no les puedo decir.-pronuncio sutil.-pero no es nada malo, te lo puedo asegurar.

Lisa solo pudo mirarla interrogante y encogiéndose de hombros, ambas salieron juntas del salón como también del edificio. Ya estando en la acera, pudieron darse cuenta que había muchas chicas en la entrada chillando y murmurando cosas las cuales no podían entender, solo fue hasta que se hicieron un camino para llegar a primera línea solo para encontrarse con alguien que conocía muy bien a la chica del flequillo.

-Jungkook.-pronuncio Manoban junto a una gran sonrisa.-¡mi amor! .-chillo corriendo hasta el azabache quien la recibió de igual manera, completamente emocionado por verla.-no te esperaba.

-Quería darte una sorpresa.-dijo para luego desviar la mirada topándose con la rubia de hace una semana atrás.-¡oh!, tú eres ...

-¿Qué sucede? ¿acaso, ya se conocen? .-cuestiono dudosa.-¿desde cuándo? .-volvio a decir tras recibir una afirmativa por parte de Jeon.

-La semana pasada, Jimin la defendió de un idiota que quiso propasase con ella en el bar al que siempre vamos.-dijo sin medir sus palabras provocando que Lisa abriera sus ojos totalmente sorprendida, ya que desconocía que Rosé trabajara en un lugar tan peligroso como ese.

-Ros, no me digas que es ahí donde iras ahora.-pronuncio dejando un horrible silencio entre ellos.-¡Roseanne, dime algo!

-... No se lo digas a nadie.-musito por lo bajo preocupándola aún más.-perdon, pero voy retrasada.

Y así, sin decir más, se alejó de la pareja en total silencio y sin siquiera mirar atrás.

-¡Ro- ! ...

-Lisa, déjala.-interrumpió deteniéndola a tiempo tomándola del antebrazo.

-Kook, es mi amiga, no puedo dejarla sola en esto.-protesto mirándolo suplicante.-¡Es peligroso que ... !

-Lo sé, y comprendo tu preocupación, pero ella ya es bastante grande para saber que es lo bueno y lo malo.

Manoban ante la respuesta del contrario solo pudo suspirar con pesades mientras observaba por donde se había marchado la chica anterior, preguntándose si era correcto dejar las cosas de ese modo o intervenir.

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Termino por tomarse el cabello en una coleta alta para iniciar su horario laboral. Su jefe, un hombre gordo, corpulento y de mal genio la llamó altaneramente provocando que un terror la invadiera por completo, ya que no era la primera vez que le gritoneaba por algún error que él mismo cometía.

-¿M-me llamo, señor Lee? .-pregunto tímidamente ante la mirada del mayor.

-¿Qué tanto haces niña que tardas? .-la regañó severamente avergonzándola frente al público.-hoy tendrás que hacer hora extra, asique, comienza por atender la mesa siete y sin chistar, estudiante.

-P-pero ... .-trato de decir, mas, el hombre entro a su oficina dejándola completamente sola en el local.

Eran cerca de las diez con cuarenta cuando la campanilla del bar sonó alertándola, eso significaba que aún no podría irse a casa ni alcanzaría a visitar a su madre en el hospital. Estaba tan centrada en sus pensamientos, que ni siquiera se percató que una figura más alta que ella estaba enfrente mirándola con curiosidad.

-Creí que habías dejado de trabajar aquí.-pronuncio llamándole la atención.-te advertí que este lugar no es para una niña como tú, deberías renunciar ya.

-Jimin-ssi.-musito chocando miradas con el contrario.-y-yo ... .-susurro con la voz quebradiza, y sorprendiendo al pelinegro, lo abrazo soltando todo lo que sentía en ese momento.

Jimin aun perplejo, segundos después le correspondió rodeándole la cintura mientras le acariciaba los dorados cabellos con dulzura, reconfortándola.

-Oye estudiante, ¿qué crees que haces?. Aquí se viene a trabajar, ¿por qué estas coqueteando con la clientela? .-solto el jefe rompiendo la atmosfera tranquila entre ellos.-tienes que ir a limpiar los baños, ¿qué esperas que no te mueves? .-insitio al ver que no se alejaba del muchacho a su lado.

-Vámonos.-dijo Park tomándola de la mano con firmeza.

-¿Qué intentas hacer, mocoso? esta chiquilla ni siquiera ha terminado el mes de prueba.-reclamo tomándola de igual manera, tironeándola.-tú me debes mucho, Chaeyoung. Nadie más que yo te dio la oportunidad de trabajar sin experiencia, así que, piénsalo muy bien si quieres cruzar esa puerta.

-No tiene nada que pensar, la decisión ya está más que tomada. Vámonos, Rosé.

-¡¡Te vas a arrepentir, maldita malagradecida!!

Ante el reclamo, el pelinegro no lo pensó dos veces y de un solo golpe en la quijada lo mando al suelo.

-No te atrevas a insultarla con tu sucia boca, imbécil.-mascullo mirándolo con frialdad y con unas inmensas ganas de matarlo a golpes.-si intentas siquiera acercarte a ella, te cortare las pelotas y te las haré comer.

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La caminata entre los dos era silenciosa, pues la fémina no sabía qué hacer o decir tras escuchar tal amenaza por parte del chico.

-¿Crees que fue muy extremista lo que le dije? .-cuestiono él primero rompiendo el silencio muerto entre ambos.

-Pues ..., si lo observamos desde otra perspectiva ... Sí, creo que lo traumaste. Fue como si fueras un gánster.-dijo junto a una linda sonrisa.-creo que miras muchas películas, ¿no?

-No te equivocas.-termino de decir, hasta que doblo una de las esquinas del pavimento encontrándose con las llamativas canchas de baloncesto de la ciudad.-¿jugamos un partido? Necesito deshacerme de la tensión acumulada -dijo una vez más mientras hacía maniobras con la llamativa pelota anaranjada.

-No soy muy buena en baloncesto.-refuto haciendo una mueca débil.

-Quien anote diez canastas, gana y el perdedor, deberá invitar la cena.-comento dándole una mirada triunfante.-¿trato?

Las mejillas de Rosé estaban más que calientes y rojas ante la actividad física, pues creyó inútilmente que el contrario se la dejaría fácil, pero obviamente se equivocó. Pudo darse cuenta que el chico era muy competitivo y con los dos puntos que llevaba de ventaja estaba más que segura que perdería.

-¿Cansada? .-pronuncio rebotando la pelota contra el suelo sucesivamente.-supongo que tienes dinero para que cenemos, ¿verdad?

-¡No es justo! .-gruño arrebatándosela de un solo manotazo.

Jimin simplemente la observo sonriente al mismo tiempo que corría tras ella para quitarle la pelota, pero claro, no calculo bien el suelo y tropezándose con una piedra ambos cayeron al suelo. En toda la cancha se escuchó una maldición masculina y un quejido femenino, pues ella se había golpeado parte el brazo izquierdo y él rasmillado parte de sus manos y rodillas, donde se podía apreciar un lindo carmesí en sus vaqueros.

-Diablos.-mascullo apartándose de la chica.-¿estás bien? .-pregunto totalmente afectado.

-S-sí, no se preocupe.-negó incorporándose solo para detallar las heridas del mayor.-tengo banditas en mi bolso, enseguida regreso.

Park no dijo nada, simplemente se quedó en aquella posición sentada esperando a que la muchacha apareciera mientras la veía ir hasta las gradas del lugar. Una vez llego, sin siquiera decirle algo, le subió los pantalones hasta donde se había herido comenzando a sanarlo en completo silencio.

-Supongo que de igual manera debería revisarlo un médico o alguien de la salud.-pronuncio terminando su acción.-¿Jimin-ssi, me escucha?

-¿Cuántos años tienes? .-cuestiono provocando que frunciera el ceño confusa.

-¿A qué viene ... ?

-Solo respóndeme.-insistio sin quitarle la mirada de encima incomodándola.

-Di-diecisiete.

-Entonces no hay tanta diferencia de edad y no son necesarias las formalidades. Puedes decirme simplemente Jimin, odio las etiquetas de estatus.

-¿Jimin? .-pronuncio para si misma preguntándose si era correcto llamarle de esa manera tan intima.-Jimin-ah es más fácil para mí, ¿te gusta así?

-Es perfecto.-murmuro con tono ronco provocando en ella un escalofrío que no supo entender.

-¡Oigan chicos, hasta aquí se huele la tensión sexual entre ustedes! .-se escuchó desde la otra cancha.

-¡Deberian ir a un motel, aquí hay cámaras! .-grito de igual manera el que se encontraba a su costado.-¡el amor está en el aire!

-¡¡Que vivan los novios!! .-chillaron al unísono avergonzando a la pobre rubia hasta la raíz de su cabello.

-Están borrachos, no le tomes importancia.-dijo el mayor junto a un tono molesto.-muero de hambre, ¿quieres Ramyeon? .-propuso estirando su mano esperando la respuesta femenina.

-... Sí.-acepto tomándole la diestra con una tierna sonrisa.-pero no voy a pagar nada, eh.-indico, provocando risas en ambos.

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Momo