II

Chapter 2:-

Dos semanas después ...

Rosé llegó a casa totalmente cansada dejándose caer en el mueble junto a los tantos curriculum que llevaba consigo. Cubrió sus ojos con su antebrazo frustrada, estaba así desde el primer día, siempre era la misma respuesta; no, eres muy joven, no tienes experiencia, nosotros nos contactamos contigo.

-Malditos.-susurro para si misma.

-Hola.-escucho por parte de su madre al salir de la cocina.-no te oí llegar, ¿qué son esas hojas? .-cuestiono intentando tomar una de las tantas, sorprendiéndose por el contenido,-¡Roseanne! te dije que yo solucionaría esto, ¿por qué me contradices?

-Mamá, me preocupas, ¿acaso no te das cuenta del daño que te haces? .-señalo las manos de la mujer, quien las escondió por la vergüenza.-mamá, lavar ajeno no es para ti, aparte de lastimarte la paga no se compara a nada.

-Chaeyoung, no estamos en condición para menospreciar el poco dinero que gano.-declaro firme.-hija, agradezco lo que estás haciendo, pero no quiero interrumpir tus estudios, tampoco quiero que termines trabajando en cualquier lugar y te hagan daño.-decía haciéndola reflexionar.

-Pero ... .-intento decir, pero la adulta la interrumpió rápido.

-Sé lo que piensas, pero es lo único que puedo hacer por ahora, la temporada no es buena para encontrar trabajo en lo que me corresponde, y como madre, me tengo que sacrificar por ti.

-No necesitas hacerlo, yo también puedo ayudar en ...

-¡Park Chaeyoung, no lo volveré a decir dos veces! .-gruño asustándola.

La rubia solo asintió completamente muda y abandono la sala perdiéndose en el segundo piso, dejando que su madre se desvaneciera en el sillón igual o peor de frustrada que la menor.

🌹

Días más tarde ...

Rosé caminaba hasta la parada de autobuses concentrada en la música mientras tecleaba la pantalla de su móvil, sin percatarse de las personas que iba de un lado a otro junto a ella.

Solo fue hasta que una mujer chocó con ella provocando que tanto sus pertenencias como las de la contraria cayeran al suelo, mezclándose en el suelo.

-Lo siento, iba distraída.-se excuso levantando sus cosas con rapidez.

La otra no dijo nada, solo la miro mal y soltó un bufido fastidioso mientras la miraba desde arriba.

-Que estúpida.-pronuncio cruzada de brazos.-oye, ¿no lo vas a levantar? .-cuestiono con aires de superioridad señalando su propio celular.

-¿Y por qué debería hacerlo? .-soltó colocando ambas manos en su cintura.-tienes manos, ¿no?, hasta luego.

-Maldita perra.-murmuro audiblemente solo para molestar.

-¿Perdón, cómo me dijiste? .-la encaro frunciendo el ceño.-vamos, repítelo, no eres muy mujercita.

La otra chica se acerco peligrosamente y le escupió en la cara, dejándola anonadada.

-Maldita perra, eso fue lo que dije, ¿ahora lo escuchaste con claridad? .-murmuro fanfarrona.

Rosé se limpio la zona de los ojos y en tan solo un segundo, ya estaba arriba de la pelinegra golpeándola a puño cerrado.

Ante el alboroto y gritos de auxilio por parte de la chica, nos pasó mucho tiempo para que la misma gente del lugar se acercara al dúo para separarlas.

-¡¿Acaso no sabes quién soy yo?! .-gruño mientras se arreglaba la cabellera alborotada.-¡¡te voy matar, mocosa asquerosa!! .-chillo intentando volver a golpearla, cosa que no logro, ya que uno de los hombres la sostuvo con fuerza impidiéndoselo.-¡¡ya suéltame viejo pervertido!! .-él hizo lo que ordenó.-si vuelvo a verte, ¡te romperé el pescuezo!

-Oye, estudiante, causaste un gran alboroto aquí. Sigue tu camino, ¿de acuerdo? .-dijo un hombre mirándola mal.

-No sabia que las estudiantes de instituto se comportaran así, mucho menos una señorita.-murmuro una anciana sin poder creérselo, a lo que el resto del publico solo asintió ante sus palabras.

-Debe de ser la matona de su clase.-dijo otro señalándola entre acusaciones.

-Pero ... .-musito mordiéndose el labio con suavidad.

Trato de decir más, aunque no sirvió de mucho intentar disculparse, ya que todos le dieron la espalda y ante sus ojos y sorpresa, ayudaron a la chica del flequillo mientras murmuraban mucho más cosas de ella sin inportales que los escuchaba.

-Oh, dios, estoy sangrando.-chillo la pelinegra totalmente asustada al notar un pequeño rasmillón en su rodilla.-¡maldita loca! .-la señalo con furia.-¡te hare pagar hasta las pisadas de la clínica, mocosa desgraciada!

Ante las miradas de la multitud y amenazas de ella, no le quedo de otra que salir corriendo entre llanto siendo omisa, en cuanto se estaciono un llamativo auto frente a ella asustándola. Aunque la persona pasó por su lado sin siquiera mirarla, y auxilio a la anterior mujer, quien lloraba entre sus brazos alarmada.

Sintió aquellos ojos sobre ella, pero el miedo fue más fuerte apoderándose de su cuerpo, por lo que volvió a correr alejándose lo más rápido posible del lugar.

Una vez llegada a casa, trato de tranquilizarse y regular su respiratorio aunque no funciono del todo, sobre todo cuando su madre comenzó a hacerle un certámen de preguntas y quejas por su tardanza.

-No tengo ganas de hablar ahora.-musito bajando la cabeza desganada.

-¿Qué sucedió?

-Nada.-negó una vez más en su susurro.

-Mi niña.-suspiro abrazándola fuertemente y con calidez sintiendo las lagrimas de su primogénita sobre sus ropas.-ya saldremos de esta, ¿bien? .-la menor asintió, pese a que ese no era el tema principal de la situación.-¿sabes?, hoy una compañera me dijo que podía trabajar en otro lugar.

Rosé se distanció unos cuantos pasos para mirarla confusa, pues no se esperaba eso.

-Mamá, ¿estás segura? .-la mujer asistió contenta.

-Todo sea porque mi princesa logre sus sueños.-acepto acariciándole las abultada mejillas de la joven rubia.

Rosé volvió a sonreír ante las palabras de la adulta. Si ella lo decía, era porque era cierto, su madre nunca mentía respecto a su bienestar.

-Estarás bien, ¿verdad? .-pronuncio en un suave murmuro.

-Claro mi niña, ¿acaso piensas que soy una debilucha? .-carcajeo negando.-tu madre puede con todo y con todos.-festejo sonriente contagiándola en su momento.

🌹

Los días pasaron con naturalidad, y por suerte y en poco tiempo, Rosé pudo retomar su puesto como capitana en el club de animadoras.

Era un jueves por la tarde cuando su felicidad y suerte se esfumo, yéndose con la briza de ese día. Apenas había salido de su entrenamiento, cuando una llamada inesperada la alerto, su madre había tenido un accidente y en ese minuto se encontraba en el hospital.

Al llegar pudo darse cuenta de la gravedad, ella tenia un yeso en su pierna izquierda y por las palabras dichas del medico, tardaría cerca de dos o tres meses en recuperarse.

Según su madre se había torcido él tobillo bajado del autobús, pero la radiografía declaraba todo lo contrario, su hueso estaba roto y no se trataba de ningún accidente, no para ella.

-Al parecer tendrá que permanecer en cama por un largo tiempo.-dictaminó el hombre tras leer su ficha medica.-señora, es de suma importancia que no ejerza su peso en esa pierna. Si necesita de ayuda, tenemos al mejor personal para sus necesidades.

-No necesito ayuda, yo puedo hacerlo sola.-se negó severamente.-estoy segura que en unas cuantas semanas volveré a estar en pie.

-Mamá, no seas terca.-pronunció la rubia cruzada de brazos.-te quedaras en casa quieras o no, entendido.

-¡Rosé, necesito volver a trabajar! ¿Quién pagara los medicamentos y tratamiento? .-soltó alterada.

-Yo.-aseguro firme.-yo lo haré.

-Park Chaeyoung, ya tuvimos esa conversación. No dejare que ...

-!!Y yo no dejare que acabes con tu vida por darme lo mejor!! .-grito asustándola y de paso al medico y enfermera que se encontraban en la habitación.-seguiré yendo a clases y podre trabajar por las tardes en tu lugar.

-P-pero, ... El club de animadoras.-musito intranquila.-tu sueño, ¿lo echaras todo a la basura?

-No te preocupes por pequeñeces.-aclaro tomándole las manos con fuerza.-la familia es primero.

-Ro ...

Ante la firmes palabras de su hija no le quedo de otra que aceptar, ya que la conocía a la perfección, y para que andaba con rodeos, las dos eran igualmente de tercas.

Durante las horas restantes, tanto las amigas de su madre como algunos conocidos para ellas hicieron acto se presencia, dándole palabras de aliento y uno que otras cosas que necesitaría al estar hospitalizada.

Mientras Rosé se dedicaba a ordenar la habitación de su madre, ambas escucharon claramente como tocaban la puerta y deslizaban esta misma sorprendiéndolas, sobre todo a la estudiante, pues ella conocía a esa persona.

-Perdón si la incomodo, señora Park.-pronuncio el chico acercándose poco a poco a la mujer.-soy Jung Jaehyun, el novio de Rosé y he venido aquí para ayudarla.

-¿Q-qué? .-soltó la adulta anonadada.-¿ustedes están, saliendo? Roseanne, ¿desde cuándo ... ? .-dejo caer la mirada en la rubia quien solo pudo bajar la cabeza avergonzada.

-Tenemos que hablar, acompáñame.-lo tomo del brazo y lo saco a rastras de la habitación cerrando con fuerza, asustándolo.-cómo se te puede ocurrir ...

-¿Por qué no sabe de lo nuestro? creí que ya habíamos pasado a ser algo más formal, Chaeyoung.-se quejo frunciendo el ceño.-¿qué es lo que sucede?

-No es el momento para esto.-regaño molesta.-Jae, sabes que mi mamá y yo estamos en una situación difícil, no quiero darle más problemas, ¿bien?

-No, no está bien, nada bien.-negó frustrado.-Rosé, solucionemos esto después de que cambien a tu madre a una habitación privada.

-No quiero molestar, ella está bien ahí, no hay necesidad de ...

-Sí, si lo hay.-la acortó dándole la espalda para ir hacia un grupo de enfermeros, los cuales ante sus ordenes aceptaron sin chistar, pues conocían a la familia del chico y también su fama.

Al estar ya su madre bien cuidada en la zona VIP del hospital, ambos jóvenes se encontraban fuera del edificio conversando, o más bien dicho, Rosé le comentaba su descontento ante su absurda acción.

-¡¿Por qué te quejas, Chae?! Lo hice por la salud de tu madre, no le veo lo malo.-mascullo molesto.

-No es eso, simplemente, me preocupa lo que digan después de esto.-el chico frunció el ceño al no entender.-, todos dicen que estoy contigo solo por tu estatus.

-Yo sé que no es verdad, así que no te preocupes por eso.-le resto importancia al mismo tiempo que desviaba la mirada.-ahora, vamos a casa, deberías descansar un poco.

-No, no puedo.-negó desganada.-quería quedarme aquí para cuidar de mamá.

-¿Estás segura? Nena, hay demasiadas personas que pueden velar por ella, mejor ahora que está al cuidado del mejor personal de este hospital.

-Aun así ... . -musito intranquila.-me gustaría estar a su lado por unos cuantos días.

-Realmente eres testaruda, ¿no? .-carcajeó mientras negaba.-bien, lo permitiré solo porque amo verte así de emocionada.

-Oye, ni que fueras mi padre.-se jacto entre burlas contagiándolo de paso.

-Eres mi chica y quiero estar ahí para ti, sobre todo, para lo que necesites.

Rosé sonrió agradecida y sin dudarlo mucho, lo abrazo regalándole un dulce beso en la mejilla sonrojándolo levemente.

-Te quiero.-confeso completamente avergonzada al mismo tiempo que ocultaba su rostro contra el pecho del estudiante.

-Yo también, preciosa, y más de lo que piensas.

🌹

Al cabo de unos cuantos días, la rubia ya se encontraba frente a la residencia donde sus madre había estado trabajando antes.

Miro a sus alrededores notando a simple vista que la familia era adinerada e importante, y no se había equivocado, pues en ese preciso momento salía del garaje una camioneta de cuatro puertas blanca muy bien cuidada.

-¿Quien eres? .-escucho por parte del conductor con suma curiosidad.

-Necesito hablar con loa dueños de casa.-dijo sin miedo alguno, no se iba a dejar pisotear solo porque tenían más dinero y mejor estatus que ella.

-Dudo que te dejen pasar.-declaro socaron mirándola de pies a cabeza.-niña, regresa por donde viniste solo perderte tu tiempo.

-No me iré, ellos ... .-se defendió alzando levemente la voz llamando la atención del contrario.

-Mocosa, si que eres terca.-bufo bajándose solo para encararla e intimidarla con su presencia.-si no te vas ahora, tendré que sacarte a patadas de aquí o echarte a los perros, ¿qué quieres? Elige.

-Haz lo que quieras, no me asustas en lo más mínimo.-lo enfrento frunciendo el ceño al igual que el contrario.

Tras sopesarlo un poco, suspiro cansado y dándole la espalda no le quedo de otra que volver a guardar su auto y arrastrarla al interior del lugar.

Entre quejas y golpecitos, al fin llegaron al recibidor donde un par de chicas del servicio le dieron la bienvenida inclinándose en noventa grados inquietándola por unos cuantos momentos.

-Madre, hay alguien que quiere hablar contigo.-señalo a quien se encontraba a su lado.

La mujer sencillamente era hermosa y desprendía un aura dulce, relajado y carismático, lo cual le hizo sentir bien en cuanto se fijo en ella.

-Oh~, pero que linda niña.-pronunció acariciándole sin pudor alguno el rostro de la menor.-soy Park Min Young, ¿con quien tengo el agrado de hablar?

-Mi nombre es Park Chaeyoung, pero puede decirme Rosé.-dijo un tanto avergonzada.-y estoy aquí porque mi madre trabajó para ustedes hace poco tiempo, y ...

-Ah, eres hija de Jiyeon.-acertó sonriente.-dime, ¿cómo está? Hace días que no viene a trabajar, de hecho, mi hijo iba a ir hasta su dirección.

-Esta en el hospital, señora.-dijo totalmente seria.-tiene la pierna enyesada porque se la rompieron. Dígame, ¿acaso mi madre les hizo algo como para llegar a ese grado y lastimarla?

-¿Perdón? Acaso nos estas acusando de ...

-Sí, este fue el ultimo lugar que ella estuvo, así que

-¡Oye, mocosa! .-mascullo frunciendo el ceño molesto.

-Jimin-ah.-sostuvo negando.-mira, Chaeyoung, tu madre es una buena persona y le tomamos mucho cariño, asique no pienses cosas que no son. ¿Qué te dijo ella?

-Que se había caído del autobús, pero tenia un hueso roto, por eso ... .-murmuro lo ultimo sintiéndose avergonzada.-lo siento, pido disculpas sinceras por pensar todo mal. Mejor me retiro.-ajusto su correa del bolso y muerta de la vergüenza corrió hasta la salida perdiéndose de la vista confundida del dúo familiar.

-¿Jimin, qué te sucede? .-pregunto divertida ante la mirada fija de su hijo.-¿quedaste flechado por su hermosura?

-No digas tonterías mamá.-bufo rodando sus marrones ojos mientras negaba.-solo intentaba recordar ... no, nada, olvídalo.-le resto importancia e imitando a la chica anterior, se retiro de la sala dejando a la mujer con muchas dudas.

-Mmmh, creo entender a la perfección esa mirada.-sonrió satisfecha sin despegar la mirada del menor que subía las escaleras hacia la planta alta.-soy tu madre y te conozco como la palma de mi mano, Park Jimin.

🌹

Una semana después ...

Como la vez anterior, el grupo de amigos nuevamente se habían reunido en el mismo bar el cual era el favorito de Jimin. Mientras bebían y conversaban del día, algo o más bien alguien llamo la atención del pelinegro, el cual casi se cae de la silla al reconocer esa rubia cabellera entre tanto publico masculino a su alrededor.

-Oye, qué bicho te picó.-se burló Jin mirándolo divertido.

-Nada, voy a salir un momento, quiero fumar.-dicho lo ultimo, se incorporo tomando de paso su campera de mezclilla para salir por completo del local no sin antes darle una rápida inspección a la de cabellos dorados.-¿qué hace esa chiquilla aquí? .-murmuro dándole una calada al cigarrillo entre sus dedos.-espera, ... no me digas que... .-sin dudarlo regreso al escuchar un característico grito femenino, el cual no pasó desapercibido por nadie.

Al percatarse de la escena corrió, empujo y golpeo al imbécil que tenia a la menor sujeta del brazo, sorprendiendo a más de uno por su acción.

-¡Taehyung, haz algo, lo va a terminar matando! .-exclamo Jungkook muerto de la risa.

El nombrado se alzo de hombros y sin decir mucho, abrazo con fuerza al contrario desde las axilas y lo alejo del tipo tirado en el piso. A decir verdad, era la primera vez en años que veía a Jimin de esa manera, pues desde lo sucedido en secundaria, nunca más lo había visto golpear otro cegado por la rabia.

-¡Hey, reacciona! .-chasqueo sus largos dedos llamándolo desesperado.-¡Park Jimin!

-Donde está ella.-musito respirando totalmente agitado y eufórico.

-Se fue por allá.-señalo el azabache menor, dirigiéndose hacia la salida de emergencia del bar.

Una vez siguió sus pasos, y ellos también, se encontraron con la muchacha quien lloraba desconsolada sentada en el frio suelo.

-¿Quieres denunciarlo? .-cuestionario sentándose a su lado sorprendiéndola.

-Al parecer, de alguna manera se conocen.-murmuro Jin, a lo que sus menores asintieron en silencio viendo con suma atención la escena entre ambos jóvenes.

-Digo, quiso propasarse contigo y te dejo una marca en el brazo.-señalo el moretón rojo en su antebrazo derecho.

-No quiero ocasionar problemas, es mi segundo día aquí y necesito el dinero.-susurro bajando la cabeza culpable.-gracias por, ... No creí encontrarme con usted en este lugar.

-¿Por qué? ¿soy muy aburrido? .-se río mirándola con interés.-sabes, eres muy tonta.

-¡Oiga!

-Solo vas a perder el tiempo y tendrás muchos problemas si sigues trabajando aca, ¿por qué no buscas en un lugar más decente? Por ejemplo, cajera en una tienda, eso seria más digno que te acosen viejos verdes como ese de allá dentro.

-No entiendo, ¿trata de ayudarme o ... ?

-Piensa lo que quieras, pero aquí, te explotaran como quieran y no podrás dormir bien.-termino por decirle como consejo, aunque ante su desesperación, dudaba mucho que lo tomara.

-Espere un segundo.-lo detuvo antes de que cruzara el umbral en compañía de sus amigos.-¿podría tener una cita con su madre primero?

-¿Cómo?

Ella solo sonrió ampliamente, provocando que el mayor tragara con dificultad y un tanto incomodo por su actitud tan infantil.

Esta chica es rara

🍃🌺🍃

Momo

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