24. Una dolorosa despedida
Esperábamos con desespero a que la señorita Stacy entregara la lista de admisión para Queen's. Sé que no alcanzaré a ir, pero le insistí a Five para que me dejara venir para quitarme la duda de si entré o no, de todas formas nos iríamos a la noche. Tengo tiempo.
—¡Entré! —grité emocionada al ver mi nombre en el segundo lugar.
—¡Felicidades, Aphrodite! ¡Sabía que entrarías! —me felicitó Anne.
—¡Diana, entraste! —le dijo Ruby a la pelinegra, quien se mostró feliz enseguida.
—Gilbert y Anne empatados. Primer lugar. —dijo Tellie.
—Felicidades. Lástima que no podrás quedarte. —me felicitó Gilbert.
—Gracias. Y felicidades por tu compromiso con Winifred. —dije y me fui antes de que él dijera algo ante mi comentario.
Así es, Anne y Diana me dijeron que Diana escuchó a Gilbert decirle a William que le iba a pedir la mano a Winifred. Lógicamente eso me destrozó aún más por más que hubiese tenido presente que eso iba a pasar y que lo nuestro no podía pasar.
❪...❫
Llegué a casa de los Barry para dejar algunas cosas y buscar el uniforme y despedirme disimuladamente. Justo cuando estaba por subir Eliza me llamó desde la sala.
—Aphrodite —los miré—. ¿Podrías venir un momento?
Asentí para acercarme a ellos, me indicaron que me sentara y así lo hice.
—¿Sucede algo? —pregunté confundida. Ellos se miraron para después mirarme.
—En este tiempo, William y yo, hemos estado pensando unas cosas —. Ay no, me van a echar—. Te queremos adoptar.
—Y queremos saber si estás de acuerdo con eso.
¿Por qué me pasa esto justo cuando estoy por irme?
No sabía que responderles. Si les digo que sí, después de que vean que no volví a casa los lastimaré aún más y si les digo que no, creerán que me fui porque me presionaron con eso de la adopción.
—¿Me dan tiempo para pensarlo? —pregunté, ellos asintieron.
—Tomate el tiempo que necesites. Lo último que queremos es presionarte. —dijo Eliza, sonreí ante lo que dijo. Me levanté del sillón y me retiré de la sala.
Llegué a mi habitación y saqué del armario el uniforme de la academia, que posiblemente ya no debe de quedarme, que se encontraba casi al fondo del armario. Agarré también mis zapatos y metí todo en un bolso. Me dirigí al escritorio y saqué una hoja junto con una pluma.
Gracias por estos años. Los extrañaré demasiado. Los quiero mucho.
Dejé la nota sobre la cama. Antes de tirar el bolso por la ventana verifique que nadie saliera o estuviera cerca de la casa, al ser así lo tiré. Le di una última mirada a la habitación y sonreí, me senté en el borde de la ventana y, finalmente, salté. Momentos antes de llegar al suelo creé un escudo a mi alrededor que amortiguó mi caída.
Agarré el bolso y me dirigí a la casa de Gilbert, donde Five ya debe de estar esperándome. Después de unos minutos llegué, pero vi que Bash y Gilbert se encontraban cultivando en un lugar que Mary se esmeró en cuidar. Me acerqué a ellos.
—Veo que les va bien —dije llamando la atención de los chicos —. Estoy orgullosa de ustedes, me alegra saber que al fin diferencian entre el fertilizante fosforado y el potásico.
—Es que para mí todos son iguales y con los mismos nutrientes. —exclama Bash riendo.
—Gracias a tus consejos y los de Mary tendremos mucha cosechas esta temporada —Dijo Gilbert y al decirlo, Bash se levantó salió corriendo —. ¡Bash!
Miré hacia donde se dirigía Bash y vi que Elijah se dirigía hacia acá. Corrí detrás del moreno siendo seguida por Gilbert. Nos detuvimos al ver que sostenía la carta de Mary y la medalla del señor John Blythe.
—Lo compré en la casa de empeño. No tengo palabras para expresar mi vergüenza y arrepentimiento. Pido disculpas por el dolor que les causé.
—No quiero ni necesito tus disculpas. Quien la necesita ya no está. —dice enojado Bash.
—Después de que nos vimos, estuve sobrio, hice trabajos ocasionales para recuperarme.
—No eres bienvenido.
—Juro que cambié. Quiero ser parte de la vida de Delphine.
—Elijah. Gracias por devolverme la medalla de mi padre, pero debo pedirte que te vayas. —pidió amablemente Gilbert.
—Tuviste tu oportunidad. ¡Las tuviste todas! ¡No eres bienvenido! —dijo Bash.
—¿Puedo visitar a Mary antes de irme? —preguntó.
—Por compasión hacia tu madre, puedes visitarla. Pero dormirás en el granero. Desde mañana, no quiero volver a verte. —aceptó Bash antes de retirarse seguido de nosotros.
—¿Dónde está Aidan? —pregunté a referencia de Five.
—Está en la habitación de mi padre, leyendo unos libros que él tenía. —me contestó Gilbert. Asentí para dirigirme hacia donde se encontraba número cinco.
—Al fin llegas. —dijo cuándo me escuchó entrar.
—Me entretuve con unas cosas —le dije mientras dejaba el bolso a un lado y me sentaba en la cama —. Los señores Barry me quieren adoptar.
Rápidamente Five despegó la mirada del libro para ponerla en mi.
—¿Y qué les dijiste?
—Que lo pensaría.
—¿Por qué no simplemente dijiste que no? —frunció el ceño.
—No es tan fácil como suena, Five. Si les decía que no al ver que desaparecí creerían que me fui por causa de eso de la adopción. —este hizo un gesto afirmando que tenía razón.
—Por cierto, noté que te gusta mucho Gilbert. —dijo volviendo a centrar su atención en el libro.
—¿Soy muy evidente? —pregunté cruzándome de brazos, este me miró y se encogió de hombros.
—Puede ser. ¿Y ya se lo dijiste? —negué.
—¿Qué te puede decir, mi querido Five? ¿Cuándo haz visto al 2019 y 1899 relacionarse?
—Sí, es muy imposible su romance —hizo una mueca al notar mi tristeza—. Mira, hermana, no soy experto en cosas del amor, pero te conozco lo suficiente como para saber que después de que volvamos te arrepentirás por no habérselo dicho.
—Pero... ¿y si me rechaza? —Five rodó los ojos.
—Por primera vez en toda mi vida te puedo decir que dejes tu pesimismo a un lado y mueve tu trasero hasta donde se encuentra Gilbert. —dijo ya cansado de esto. Pero me sorprendí ya que normalmente yo soy la optimista entre los dos.
Me levanté rápidamente de la cama y comencé a buscarlo pero no lo encontré. Así que me dirigí donde Bash que sostenía a Delphine, quienes miraban por la ventana.
—Bash —lo llamé, se volteó y me miró —. ¿Sabes dónde está Gilbert?
—Acabó de irse hacia donde la señorita Stacy. ¿Por qué? ¿Al fin le declararás tu amor hacia él? —me mostré sorprendida a lo que él rio—. Sí, ya lo sabía.
Me reí para después retirarme e irme donde Five.
—Gilbert no está.
—¡Entonces escríbele una carta o espéralo, yo qué sé! —exclamó enojado.
Que enojón.
Caminé hasta la habitación de Gilbert donde todo se encontraba perfectamente ordenado, me acerqué a su escritorio y saqué un papel y una pluma, y comencé a escribir:
"Querido Gilbert:
Desde hace tiempo he querido decirte mis sentimientos pero no sabía si hacerlo, hasta que descubrí que una hermosa chica estaba dispuesta a casarse contigo y a darte un buen futuro. He intentado decirte lo mucho que me gustas pero siempre había algo que lo arruinaba.
Y ahora, a base de consejos de Five y de la tía Josephine, te pude escribir entre letras que te amo.
Te amo desde que estuviste para mí cuando me enteré que Ben había fallecido, desde que tuvimos ese roce de labios y desde que me hiciste aceptarme y dejará de pensar que soy un monstruo.
Gilbert, eres un chico genial con lindos sentimientos. Mereces a una mujer hermosa, inteligente, alguien como Winifred.
Lastimosamente al anochecer tendré que volver a mi época y no podré volver a verte, pero al menos sabrás que te amo.
Te extrañaré y te deseo lo mejor del mundo.
~Aphrodite Kim."
Dejé la carta sobre el escritorio y me retiré de la habitación para irme nuevamente a la habitación del castaño.
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—¡Esta falda ya no me queda! —chillé al ver que la falda ya no me subía.
—Ay, deja de quejarte. Ten, ponte estos pantalones. —exclama fastidioso, Five. Me pasó un pantalón que le había prestado Gilbert a Five en estos días que se había quedado.
—¡Me quedan muy grandes! —volví a chillar.
—Que complicada eres, Eight.
Rodeé los ojos y agarré mi lazo e hice un nudo al extremo del pantalón para que me sostuviera el pantalón mientras tanto.
—Listo. Ya podemos irnos. —dije. Agarré su mano y nos teletransportó hacia el bosque, específicamente al lugar donde nos encontramos.
—¿Estás lista para volver a casa? —asentí, agarró mi otra mano quedando frente a frente. La anomalía azulada se hizo presente por arriba de nosotros, justo cuando creí que nos iba a succionar un grito nos detuvo.
—¡Aphrodite! —miramos hacia dónde provenía el grito y era Gilbert, sostenía la carta que le había dejado.
—¿Gilbert?
Y en ese momento, la anomalía nos succionó.
THE END.
NOTA DE AUTORA:. IMPORTANTE.
Y lastimosamente hemos llegado al final de For You. Quiero agradecerles mucho por el apoyo que le han dado a esta historia, no creí que lo fuese a tener por el cruce de historias totalmente distintas (Anne with an e/The umbrella academy).
Fue muy dolorosa para mí escribir este último capítulo y darle este final a Aphrodite y Gilbert. Pero estuve pensando si querían que sacara la tercera y cuarta parte pero ya no estaría presente los personajes de Anne with an e, si no The umbrella Academy, viendo cómo nuestra querida Aphrodite enfrentar un apocalipsis junto a sus hermanos y, probablemente, haya una sorpresa al final.
No tengo más por decir, así que les deseo un lindo año y que sus crush les preste atención.
Se despide, Selene.
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