18. En la tormenta hay un nuevo comienzo
—¡Ya llegaron! ¡Ya llegaron! —gritó Minnie May.
Le habíamos organizado a Mary un ceremonia en el jardín de los Barry, quienes lo pensaron pero a la final lo aceptaron después de que les insistiera;
Dejé de acomodar las flores para rápidamente ir a la entrada y colocarme al lado de la señorita Stacy. Bash trajo a Mary entre sus brazos quien se veía hermosa, me sentí halagada al ver que traía puesta la corona de flores que le había hecho.
—Bienvenida a tu pascua, Mary.
Bash la acomodó en un sillón que se encontraba bajo un quiosco que tenía enredaderas de flores. Marilla le pasó un hermoso ramo. Después de que cada invitado le entregara su regalo a Mary, se fueron a ver a Delphine quien se encontraba en los brazos de Jocelyn. Saqué de mi canasta un hermoso corazón hecho de rosas blancas.
—Sé que no es mucho, pero lo hice para ti. —le extendí, ella me lo aceptó sorprendida.
—Muchísimas gracias, Aphrodite. Eres la mejor amiga que he podido tener —me agradeció para después abrazarme —. Debió de tomarte mucho tiempo.
Intercambié miradas con Gilbert para después ambos reírnos.
—Valió la pena.
❪...❫
—Cuando la paz como un río
Asiste a mi camino
Cuando las penas como olas de mar ruedan
Cualquiera sea mi suerte
Me has enseñado a decir "Está bien, está bien con mi alma"
Está bien con mi alma (con mi alma)
Está bien, está bien con mi alma. —le cantamos a Mary, quien evitaba llorar.
—No sé cómo agradecerles. Leeré mi oración favorita, si me lo permiten —. Gilbert le pasó la biblia a Bash quien se la pasó a Mary —. "Señor, hazme un instrumento de tu paz. Que donde haya odio, siembre yo amor".
—Donde haya agravio, perdón, donde haya duda, fe —Bash le pasó la biblia a Marilla —. "Donde haya desaliento, esperanza. Donde haya sombras, luz. Donde hay tristeza, alegría."
Bash comenzó a repartir las biblias para continuar la palabra juntos. Gilbert y yo compartimos la última Biblia que quedó.
—"Oh, divino maestro, que no busque ser consolado, sino consolar, que no busque ser amado, sino amar. Porque dando es como recibimos —en esa parte ambos nos miramos e intercambiamos sonrisas —. Perdonando es como Tú nos perdonas y muriendo es como nacemos a la vida eterna".
❪...❫
Mary acabó de fallecer, se fue tres días después de la ceremonia. Estamos preparando su funeral mientras tratábamos de consolar a Bash y ayudarlo en lo que podamos aun cuando estábamos tan destrozados como él. Pobre de Sebastian, había perdido al amor de su vida.
Pero, finalmente llegó el día menos esperado. Frente a nosotros se encontraba un padre recitando las palabras de los funerales, todos vestidos de negros con los ojos rojos por tanto llorar. Yo me quedé sin lágrimas por tanto llorar anoche.
—El señor es mi pastor y nada me faltará. En lugares de verdes pastos me hace descansar. Junto a aguas de reposo me conduce. Él reconforta mi alma. Me guía por senderos de justicia por amor de su nombre. Aunque yo pase por el valle de sombra de muerte, no le temeré al peligro porque Tú estás conmigo. Tu vara y tu cayando me consuela.
Mientras el padre hablaba coloqué las flores sobre la la tierra donde habían enterrado a Mary.
Ella merecía morir por cosas naturales, ver a su hija crecer, casarse y tener hijos. Envejecer junto con Bash y ambos fallecer agarrados de las manos. No por esta estúpida enfermedad.
Perdóname por no haber intentado hasta lo último para poder salvarte.
❪...❫
—Brote, flor, rama y retoño son parte de un todo mayor. Todo lo que ven a su alrededor se ve envuelto en una danza simbiótica, y la singularidad de cada uno permite que el bosque crezca. Para ver el verdadero genio de la madre naturaleza, miren en lo alto de los árboles. ¿Ven los espacios entre las copas? Este misterioso fenómeno se llama "timidez entre los árboles".
Evidentemente nos encontrábamos en una excursión en el bosque, admirando la naturaleza. Esto es tan genial como cuando hay un 2×1 en los centros comerciales.
—Las abejas recolectan polen y néctar para llevar a la colmena y hacer miel. Las flores reciben el polen para producir el fruto. Les aseguro que la lección igual será esclarecedora. Y luego están las aves, como el trepador de pecho rojo. Su principal fuente de alimento es el gusano del abeto, que es plaga de las coníferas, así que mientras que el trepador...—la señorita Stacy soltó un suspiro agotador al escuchar unas risas de parte de unos estudiantes —. El pájaro obtiene su comida, el árbol recibe un alivio necesario, eso me lleva al propósito de la excursión.
La profesora fue interrumpida al escucharse un golpe seguido de un grito desgarrador. Era de parte de Moody, quien se había cortado la pierna con una roca al intentar saltar sobre ella y resbalarse. Rápidamente Gilbert y yo fuimos a ver qué tenía Moody, al rasgar parte de su pantalón para ver la herida, Ruby gritó al verlo seguido de un grito de un niño que se escondía detrás de unos arbustos y fue ahí cuando todos gritaron. Les juro que casi me dejan sorda.
Ruby se desmayó y los demás fueron a intentar despertarla. La señorita Stacy se acercó para ver cómo estaba.
— ¿Cómo está?
—Es muy profundo. Aquí no puedo hacer nada. Necesita puntos.
—La aldea de los micmac está muy cerca. Podrían ayudarnos —miré a Anne —. ¿Podrías ir a buscar ayuda?
Ella asintió y le entregó su canasto a Paul para que se los sostuviera e irse corriendo a la aldea.
— ¿Está bien? —preguntó Diana a referencia de Ruby.
—Está en shock —contestó Gilbert mientras me ayudaba a terminar de colocarle la venda a Moody para evitar que siga botando sangre —. Dale un poco de miel. Le dará energía.
La señorita Stacy le dio un poco de miel pero se volvió a desmayar al ver llegar a Anne con el papá de Ka'kwet y una anciana.
—Ella es la curandera micmac. Vino ayudar.
— ¿Quién murió? —preguntó el señor —. Mi hijo dijo que alguien murió.
—Nadie murió. Una de las chicas se desmayó. Y un chico se lastimó. —corrigió la señorita Stacy.
La curandera dijo algo en su idioma para después la señorita Stacy pedir que hagamos espacio. Gilbert y yo nos apartamos.
—Agradecemos su ayuda. —dije a lo que la curandera sonrió.
—Ella está bien. Pero él necesita ayuda. —Gilbert señaló a Moody.
La curandera le extendió algo a Moody para que se lo comiera pero él negó.
—Tranquilo, es el extracto del árbol llorón. Te ayudará aliviar el dolor y bajar la inflamación —ellos me miraron sorprendidos —. ¿Qué? Sé mucho acerca de la naturaleza.
Moody lo dudó unos momentos para después comérselo. Le quitaron la venda y la curandera dijo algo a lo que el señor lo tradujo.
—Dice que necesita la miel. La miel limpia la herida —Gilbert le entregó el frasco —. No entrarán enfermedades.
La curandera comenzó a desenrollar una aguja con hilo a lo que Moody se comenzó a desesperar y a negar con la cabeza.
—Tranquilo. Solo respira. Todo está bien. —trató de tranquilizarlo Gilbert.
Moody gritó del dolor en el momento que la curandera atravesó la piel con la aguja. Tiempo después terminó de cerrar la herida y colocó otra venda.
Entre Gilbert y el señor ayudaron a levantar a la curandera quien comenzó a decir algo.
—Dice que debes de descansar y tener más cuidado. Todo estará bien.
La curandera intentó devolverle el frasco con miel a Gilbert pero él negó y dejó que la conservarán.
Siento que los dos últimos capítulos están mal, que no están coordinados y bien narrados. Probablemente más adelante los elimine.
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