02. La nieve es romántica
—Pueden besar a la persona a la que apunte la botella. Debe ser: chico, chica, chico, chica. —comienza a decir Josie, pero yo ya me sabía este juego. Solo que yo lo jugaba de manera muy distinta, era verdad o reto.
—¿Dónde queda Cole? —pregunta Billy haciéndose el chistosito.
—¿Por qué la pregunta, Billy? ¿Quieres besarlo? —le pregunté haciendo que las personas presente se rieran. Este me miró mal.
—Jane, siéntate junto a tu tonto hermano —le ordena Josie —. Tillie, tú vas por aquí. Y Anne cambia de lugar con Charlie; ¿Quién quiere girarla primero?
—Diana. —propone Charlie.
Ella giró la botella un poco incómoda y la botella cayó en Moody. Este se sorprendió.
—Moody. —dice Josie.
—¿Yo?
—Tienen que besarse. En la boca.
Diana se levantó nerviosa y caminó hacia Moody, quién se notaba demasiado nervioso el pobre.
—Buenas tardes, Moody.
—Buenas tardes, Diana. Te voy a besar ahora. —este se acercó dándole un pico.
Las chicas comenzaron aplaudir emocionadas. Diana se volvió a sentar a mi lado.
—Tú turno, Aphrodite —giré la botella y cayó sobre Charlie. Este comenzó a reírse nervioso y sin esperar una respuesta de parte de él, le di un pico —. Ahora es el turno de Anne.
La pelirroja sonrió un poco de lado y justo cuando estaba por girar la botella, Billy dice: —Yo no juego.
—¿Por qué? —le pregunta Josie.
—De ningún modo. Huérfana fea.
—¿A qué le temes, Anne? Me parece recordar que sabes mucho sobre las relaciones íntimas —dice Josie —. Vienes de un origen poco afortunado. Anne. ¿Nunca te han besado?
—No. —niega antes de levantarse e irse corriendo, sin antes de agarrar sus cosas.
Diana y yo agarramos nuestras cosas antes de irnos corriendo detrás de la pelirroja. Pero Diana fue detenida por Moody, cosa que no le presté atención y seguí mi camino en busca de Anne.
-—¡Anne! —la llamo mientras llegábamos a su lado.
—¿Por qué te fuiste? —le pregunta Diana.
—Esa Josie Pye. Para tener tan poca imaginación, sabe inventar formas de tortura crueles e inusuales —exclama Anne furiosa —. ¿Por qué me obligan a dar una expresión de ternura a gente indiferente o en algunos casos, repulsiva?
—Billy no fue muy amable. Siento que haya herido tus sentimientos. —dice Diana.
—Todo ese juego lastima los sentimientos de todos. Es contundente. —dice Anne.
—¿Contundente? —pregunta confundida la pelinegra.
Llegamos a una granja, que supuse que era Green Gables. El lugar del que tanto Anne me habló.
—Al menos la nieve es romántica. —dice Anne volteándose para vernos.
—Justo cuando me iba, Moody me llevó aparte y me dijo que mi beso era como mantequilla fresca. No me digan que no es romántico.
¿Mantequilla? ¿No se le ocurrió más nada?
—Para ustedes es diferente. Todos quieren besarlas. —estaba por replicar, pero sus miradas se alzaron viendo a una persona.
Era un chico de nuestra edad sobre un granero tratando de sacar la paja. Era bastante lindo.
—Hola, señorita Barry y chica linda que no conozco. —Era francés el chico.
—Bonsoir. Je m'appelle Aphrodite Kim, je suis la cousine éloignée de Diana.¹ —Me presenté. El chico sonrió de lado.
—Et il parle français! Aussi parfait que son cousin.² —me respondió. Me llevaré bien con este chico.
—Leur dialecte est très différent du français classique.³ —dijo Diana.
—Je comprends qu'elle est la plus belle fille que j'ai vue. ⁴—respondió el francés para Diana. Uh, que romántico.
—¡Deja a mis amigas en paz, Jerry! —le gritó Anne.
—Está bien, Anne. Dijo que Diana es la chica más linda que ha visto. —dije
—Gracias, pero eres muy atrevido. —dijo Diana con una sonrisa en su rostro.
—¡Fue un gusto conocerte,...! —me despedí, pero no sabía su nombre.
—Jerry Baynard. —respondió.
Fui con las chicas que ya habían seguido el camino.
—¿Qué se siente ser divinamente hermosa? —pregunta Anne con aires de tristeza.
—No creo que yo...—Anne me interrumpió.
—No, lo son. Por favor, contesten. Tengo que saberlo.
—Anne, tú también lo eres. Somos hermosas a nuestra manera y eso es bueno. Eres hermosa e inteligente, tienes una imaginación que no se iguala a nadie. Un precioso cabello que se asemeja al fuego, unos ojos que parecen el cielo pintado en ellos y unas pecas que lucen como las estrellas; eres hermosa, Anne Shirley-Cuthbert, y es hora de que lo aceptes.
Anne sonrió ladeada ante lo que dije; la pelirroja me presentó a sus padres adoptivos, Marilla y Matthew Cuthbert, dos hermanos sin parejas o hijos biológicos. Son unos señores muy agradables por lo que pude ver.
❪...❫
—¿Y qué opinan? —pregunta Anne referente a sus trenzas, quienes estaban siento cubiertas por lazos de cinta, tres en cada trenza.
—Bueno...llevas la cabeza muy en alto. —trató de decir Diana.
—Oye. Si no te importa, yo haría uno o dos ajustes. Para equilibrarlos —propone Cole. Anne se mostró emocionada por la propuesta, así que se sentaron en la banca y Cole, agarró una de las trenzas y las pasó por encima de la cabeza de esta.
—Te quedará estupendo, Anne. —le digo, a lo que la chica sonríe.
—¿Aphrodite, puedes...? —asiento para después comenzar a deshacer la otra trenza.
Sentí las miradas del resto sobre nosotros, ¿O será sobre alguien en específico?
—Todos nos están mirando. —murmura Cole un poco incómodo.
Cole pasó la trenza terminada por encima de la cabeza de la chica.
—Cuando la apariencia es importantísima.
—Recitar es la forma más pura de tortura. —completó el chico.
—¿Tortura? No puedes hablar en serio.
—¿Estar parado delante del salón, con todo el mundo mirándome? —pregunta Cole. Estoy de acuerdo con él.
—Eso es lo que da satisfacción.
—Para nada. Es como estar bajo un microscopio. —digo apartando mi mirada del libro que había comenzado a leer.
—Estoy de acuerdo con Aphrodite. Me siento demasiado alto, vigilado y...raro.
—¡Quedó hermosa, Cole! —dice Diana, y era cierto. Justo cuando las estaba por unir, el profesor grita furioso:
—¡Cole Mackenzie! —Todos quedamos observando al profesor—. Ya que pareces ser tan proclive a lo femenino, vamos a complacer tus gustos. Puedes sentarte con las chicas.
Los chicos comenzaron a reírse. Anne, Diana y yo volvimos a nuestros asientos, Cole fue por sus cosas y se sentó al lado de Ruby. Eso fue tan humillante y todo por ese estúpido profesor machista.
Pobre de Cole Mackenzie.
GLOSARIO.
1. Buenas tardes. Mi nombre es Aphrodite Kim, soy la prima lejana de Diana.
2. ¡Y habla francés! Tan perfecto como su prima.
3. Su dialecto es muy diferente del francés clásico.
4. Entiendo que es la chica más hermosa que he visto.
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