01

Cuando Sunoo escuchó el motor de una moto fuera del local, no pudo evitar mirar por los cristales a quien sea que fuera que se estacionara frente al tranquilo local de comida vegana en donde Sunoo había conseguido un trabajo.

Bajó el libro que estaba hojeando, curioso, al ver a un hombre enfundado en un skinny jean de mezclilla, una camisa blanca y una chaqueta de cuero que le quedaba como un guante.

Sunoo se extendió sobre el mesón por encima de la caja registradora y se relamió los labios al verlo sujetar el casco y comezar a quitarselo de la cabeza.

──Santa mierda...── susurrando, se quitó los lentes y observó al adonis que se acercaba a la puerta del local.

Piel blanca y completamente limpia, cabello oscuro cayendo por sobre su frente y cubriendo sus cejas, ojos grandes, castaños y tan profundos y penetrantes que Sunoo se sintió intimidado aún así si el chico no le estaba mirando, y unos labios tan rellenos y rosados que parecian cerezas tan dulces que Sunoo quería probar.

Escuchó la campanilla que indicaba que aquel guapo ser había entrado al local. Sunoo rápidamente volvió a su sitio en la silla y se acomodó unos cabellos desordenados que tenía y aclaraba sutilmente su voz. Vió al chico caminar como modelo hacia la caja registradora, inspeccionando el lugar con el casco entre su brazo y costilla, pero sin mirarlo a él.

Cuando llegó a la barra, bajó la mirada hasta su lugar, sonriendo sutilmente y logrando que Sunoo tragara saliva tan nervioso, que se tuvo que obligar y esforzar para no tartamudear.

──H-hola, bienvenido a Greentea, ¿Qué desea?── sintió el impulso de llevarse uno de sus dedos a la boca, un mal hábito que tenía, por lo que para evitarlo se mordió el labio para bajar su nerviosismo al sentir al caliente chico que estaba frente a él inspeccionándolo como un pedazo de carne.

──Lo siento, no vengo a comprar── Sunoo se confundió un poco, ¿A qué venía, si no era por eso?, el chico le vió confundido y arqueó una ceja, sin dejar esa sonrisa altanera, ──Vengo en busca de Giselle, trabaja aquí, ¿No?

Enseguida, Sunoo sintió como le tiraban un balde de agua fria a la cabeza, sus labios apretándose y atinando solamente a asentir. Porque tal vez ese chico era algo de su compañera Giselle, tal vez era su novio, y la leve esperanza de poder conocerlo estaría arruinada.

──E-eh, si... voy a ir a buscarla── sonrió torpemente, pareciendo más una mueca y apuntando con su pulgar hacia la cocina, donde la castaña seguramente estaría esperando un pedido.

──Dile que Jongseong la busca── Sunoo asintió, sin dejar de mirar al chico mientras se bajaba torpemente de la silla y finalmente girando para ir en busca de su compañera.

Se pasó una mano por el rostro, suspirando y bajando la vista para entrar por la puerta que separaba la cocina del local y ver a Giselle con una sonrisa en el rostro hablando amistosamente con uno de los cocineros al cual Sunoo no recordaba ni su nombre.

──Giselle noona── llamó, la chica viró su atención inmediatamente hacia su dirección, enarcando una perfilada ceja ──Un tal Jongseong la busca afuera.

El rostro de la chica se iluminó como un lucero resplandeciente, y Sunoo sintió nuevamente aquella amarga sensación de no poder conocer al grandioso hombre que seguramente tendría una relación más que amistosa con la bonita figura de Giselle.

──Oh, Sunoo, ¿Puedes decirle que me espere un poquitín? Entrego este pedido y termina mi turno── sonrió, aquellos pequeños ojos desapareciendo ante el asentimiento crudo de Sunoo.

El rubio se dió la vuelta, pasando sus manos por el bonito mandil blanco decorado con flores y hojas bordadas color verde. Salió de la cocina con un pequeño suspiro, mirando al tal Jongseong apoyado en un codo sobre la barra individual y mirando los distintos tipos de café e infusiones que él mismo se encargaba de preparar.

──Ella dice que espere un poco, su turno termina en un par de minutos── habló quedito al llegar a la caja registradora, y recibiendo la potente mirada de Jongseong sobre él nuevamente.

El castaño suspiró pesado y rodó los ojos ante lo dicho, sacando su teléfono para ver la hora ──Está bien.

Luego de eso, apartó la mirada de Sunoo un poco molesto. Y el pequeño rubio se sintió un poco intimidado ante las acciones del castaño, no se había enojado con él, ¿Cierto?, no tendría sentido.

Intentó apartar la mirada del joven a un metro suyo cuando llegó un cliente pidiendo un bubble tea de leche de soya con vainilla. Pero mientras se levantaba y hacía el pedido en el espacio que tenía, no podía evitar rodar los ojos y mirar de reojo al recogedor de Giselle, sintiéndose sonrojar cuando una de esas veces, el chico le estaba mirando.

──¡Jay!── pegó un salto con un pequeño chillido al escuchar a Giselle salir por la puerta con un plato en mano y dejarlo frente a una señora con una sonrisa. No se había dado cuenta de lo tenso que estaba ni tampoco de la pelea de miradas que Jongseong y él estaban disputando.

Tapó el bubble tea y se giró para entregárselo al cliente deseándole una buena tarde, cuando vió a una efusiva Giselle apretar al tal Jay con un amor y cariño especial, y este, rígido como una piedra, sobándole los hombros casi imperceptiblemente.

Ignoró exitosamente la conversación revisando su calculadora en su teléfono para pasar desapercibido. Tambien cuando Giselle fue a buscar sus cosas y dejó a Jay nuevamente, frente a él. Pero su curiosidad fue tanta, que cuando se estaban marchando, volvió a mirarles, llevándose la sorpresa de que el chico iba un paso más atrás que la rubia y había girado la cabeza en su dirección.

Por su torpeza extrema, accidentalmente pasó a presionar un botón de la caja registradora, abriendo el contenedor del dinero y golpeándose directamente en el estómago.

Dios, Sunoo era un payaso.

ola, traigo una nueva historia :p

jaynoo pq casi no encuentro historias de ellos y pq son un lindo duo la vdd.

todos los créditos y agradecimientos a hwalight quién me dejó adaptar su historia <3

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