• CAPÍTULO 5 •
Llevaba días con un fuerte dolor de cabeza y esta parecía querer estallarle. Procurando no pensar demasiado, se dedicaba a arreglar pequeñas averías que poseía la humilde casa, preparándola para los fríos días de invierno.
Más su naturaleza no le permitía ignorar lo acontecido.
Pensaba en el porqué no se sintió avergonzado aquella noche, ya que en una situación así debería de estarlo. Sin embargo, todo lo que sintió fue una inmensa ira contenida.
Es que su lobo amenazaba con enfrentarse a aquella beta, más su razón le detuvo. Debía conectarse con su parte humana y entender que se trataba de Hyejin.
La dulce anciana que le había estado cobijando durante todos esos meses.
No entendía aun el como ese día, había permitido que su lobo tomara el control de su cuerpo.
Jamas se había sentido de aquel modo.
Jamas había escuchado a su lobo con tanta claridad.
Omega.
¿Cómo antes no se había percatado de aquello?
El miedo había bajado por sus entrañas. Ya que en sus veintitres años de vida, él nunca había estado frente a uno. Y no sabía el cómo debiese actuar.
Desconocía su naturaleza, salvo por pequeñas historias en libros y una que otra relatada a escondidas por sus maestros. Pero jamas tuvo la oportunidad de preguntar sobre ello, puesto que esto se guardaba como una especie de tabú en su reino.
Y el apreciar ese día al castaño tan fragil, mientras rompía en llanto cuando era arrastrado por la anciana fuera de la habitacion. Le había dolido y desgarrado profundamente.
Hyejin le explicó que Jungkook estaba pasando por su celo, razón por la que estaba actuando de esa forma.
Y Taehyung claro que estaba al tanto del celo, él también lo tenía desde los dieciséis años.
Aun así, desconocía cuanto duraba el de un omega y que consecuencias traería consigo el pasarlo sin un alfa.
Alfa.
Por mas que intentase no pensar en la situación, era inútil no querer entender el porqué de su actitud hacia Jungkook.
Su lobo le estaba reclamando.
Él no deseaba causarle daño al chico, por supuesto que no. Pero ese día Hyejin le había dejado en claro que sus actitudes hacia él podrían hacerlo.
Y por lo que según palabras de ella, lo mejor sería que Taehyung tomase distancia de él.
No.
Su lobo estaba en negación y furioso con la anciana e incluso con el mismo Taehyung. Pero ella tenía razón.
Él no podía involucrarse con Jungkook, por mas que su lobo pataleara en su interior. No estando involucrado con alguien mas.
Se lo debía a ella.
Su pecho dolía bajo la angustia y las manos le temblaban, por el deber hacer frente a aquella cruel jugada del destino.
El pensar en la condición de Jungkook esa noche, tampoco le dejaba mas tranquilo. Ya que Hyejin lo sacó a tirones fuera de la casa, mientras éste no dejaba de llorar dolorosamente.
Ese llanto había hecho caer a Taehyung de rodillas al suelo, a la vez que intentaba controlar su respiración y sus manos buscaban aferrarse de algo mas que no fuese la fría madera.
Sentía sus colmillos asomar y su forma de lobo desear salir.
Fue una lucha consigo mismo, la que debía ganar pues las consecuencias serían graves y estas jamas sanarían en él.
Sintió el llanto de Jungkook apaciguarse, hasta que solo escuchó sollozos. Los que percibió alejándose a la distancia.
Una vez calmado, bajó buscandoles a ambos. Debía hablar con la anciana y aclarar las cosas con el chico. Pidiendo todas las disculpas necesarias, explicando que lo sucedido también le había sorprendido a él.
Sin embargo no encontró a nadie en la casa, ni fuera de ella. Durmiendo aquella noche de forma muy intranquila.
La peor noche.
Su cuerpo sudaba y una especie de fiebre le había comenzado a atacar.
Su lobo estaba expresando su molestia.
Le despertaron unos sonidos provenientes de la cocina, a lo que bajó hasta el primer piso encontrándose con Hyejin quien preparaba unas infusiones.
Ella le miró de reojo, tampoco sabiendo como enfrentarlo luego de lo sucedido.
- Estas hierbas deberán servir para bajar esa fiebre y estabilizar tus emociones. Si, tengo claro que tu cuerpo debe estar resentido por lo que he hecho - la anciana habló sin dejar de lado lo que estaba haciendo. Y Taehyung se sorprendió por ser la primera vez que ella le tuteaba.
Estaba molesta.
Lo podía sentir. Y el también lo estaba con ella.
-¿Donde está él?- dijo sin pensar.
Hyejin le miró por unos segundos - Él está bien. Siempre le envío lejos unos días cuando se pone así.
Taehyung abrió los ojos sorprendido- Es su celo.
-Si. Pero el debe aprender a controlarlo.
¿Qué?
-El es un niño Taehyung- la anciana se giró hacia él, sin embargo no le miraba- Jamas se había comportado así y debe ser por él hecho de haberse acercado demasiado a ti, que eres un alfa.
Él apretó sus puños. No le estaba agradando esta conversación.
-Es un omega- su voz salió apretada y raposa.-Es natural que tenga su celo.
La anciana rió y le miró - ¿Y pretendes que te deje pasarlo con él?
-No he dicho eso.
Ella tomó un tazón y puso infusión en este, sirviendolo a Taehyung- ¿Te das cuenta del lugar donde vive Jungkook? ¿Tu sugieres que le permita pasar su celo contigo? ¿Para qué? - ella le miraba desafiante y se tambaleó lijeramente. A lo que Taehyung se levantó rapidamente para sostenerla - ¿Para que luego te marches y le dejes con un corazón lastimado que nunca curará?
El pelirrubio sintió la rabia de la anciana, por el tono de disgusto con el que lanzaba sus palabras.
- Por favor sientate - Taehyung sugirió- ¿Te sientes bien?- ella asintió restando importancia a su repentino mareo- Jamas haría algo así - Y con eso se refería a ambas cosas. A tomarlo y además abandonarle.
Hyejin quien se había sentado volvió a reir- Eso es lo que dicen todos. Pero al final terminan haciéndolo igual.
El pelirrubio sintió resentimiento en sus palabras, por lo que ese día decidió no responder y solo se dedicó a beber el tazón con infusión sobre la mesa.
El sabor de ese día había comenzado del modo mas amargo.
❀
Su figura estoica se apreciaba luminosa en aquel gran salón. Luciendo una dorada corona que se había instalado momentos atrás, se preparaba a decir sus palabras.
Y si bien, sus largos años de experiencia le entregaban la calma para ese momento. Debía meditar muy bien su discurso y mostrarse digno de aquel cargo tan importante.
-¡Respetados habitantes!- un hombre anunciaba su entrada- ¡Con ustedes el Rey de Yeoreum...Kim Insung!
Los aplausos y vítores de los asistentes se escucharon en todo el lugar.
- Querido reino de Yeoreum, les habla Kim Insung- miró a todos quienes le rodeaban, mientras apoyaba ambas manos en el podium- Aprecio cada una de las muestras de afecto que han entregado hacia mi, en este día de coronación. ¿Deberíamos de estar celebrando no es así? Sin embargo, no puedo sentir felicidad plena sabiendo que hoy me encuentro en este trono, a causa de la ausencia de Kim Taehyung-observó de reojo a su cuñada Jiwon, quien se encontraba sentada a su costado derecho- Mi amado y admirado sobrino, el que fue cobardemente asesinado desde ya tres meses atrás.
Algunos de los asistentes comenzaron a murmurar, mientras otros hacían sonidos de compasión.
Jiwon quien se había mantenido con un semblante inexpresivo durante toda la ceremonia, acercaba una de sus manos hacia su boca para silenciar sus sollozos. A la vez que su otra mano era sostenida firmemente por su sobrino Jimin, quien había precenciado toda la ceremonia de embestidura de su padre.
-Deben saber que mi primer objetivo como rey, será encontrar a los culpables de tan macabro acto. Es por eso que ya he realizado la orden para investigar a los reinos vecinos. Ya que estoy seguro que esto ha sido un motín para hacer caer a nuestro reino, ya que hemos sido blanco de envidia debido a nuestro gran ejercito ¡Queriendo hacernos caer tomando la joven vida de nuestro monarca!
Todos aplaudían y gritaban exaltados desde sus asientos.
-¡Los haremos caer a ellos uno por uno! ¡Obtendremos venganza por la muerte de nuestro rey!- agregó cerrando su discurso, retirándose hacia atrás mientras recibía el saludo de algunos nobles.
-Ha sido un gran discurso padre- Jimin le abrazaba calidamente, mientras le sonreía orgulloso.
❀
-Iré a la ciudad para traer algunos medicamentos para Jungkook- habló la anciana mientras ponía sobre su hombro una pequeña bolsa de tela- Volveré por la tarde.
Taehyung asintió con la cabeza - Ten cuidado- Hyejin alzó su mano y salió por la puerta.
Aun no amanecía, pero la mujer debía salir antes del alba para alcanzar a regresar al atardecer.
Se dispuso a hervir agua, se había despertado apenas escuchó a Hyejin prepararse para salir, ya no tenia sentido volver a dormir.
Además que había algo que le preocupaba y prefería mantenerse despierto.
Jungkook había regresado días atrás. Con su piel mas pálida de lo normal, su nariz rosada y su cuerpo preocupantemente frío.
Hyejin le había arropado enseguida, ordenándole a Taehyung preparase un baño con agua caliente para el chico.
Su corazón latía angustiado, era claro que su lobo estaba preocupado por la situación del omega.
Mas tarde Hyejin salía del cuarto de baño, pidiéndole a Taehyung que le ayudara a subir al chico a la habitación.
La anciana le había puesto el pijama, diciéndole que el castaño se había dormido apenas se acostó en la tina.
Ella le arropó y Taehyung lo tomó entre sus brazos.
Tan pequeño y tan débil.
Sentía su suave aroma casi apagado. Preocupándole aun mas el gran calor que sintió al rozar su mejilla con la de él.
Fiebre.
Le dejó sobre el colchón, luchando contra la voluntad de ir a abrazarle.
Quería tomar su forma de lobo y cubrirle con su cuerpo. Abrigarle y lamerle hasta que sane.
Sin embargo Hyejin le había dicho que se retirase, agradeciéndole su ayuda e indicandole que ella se encargaría del chico.
Y así lo había hecho durante aquellos días. Preparando muchas infusiones para que el chico mejorará. Aun así la fiebre no bajaba.
El sonido de una tos proveniente desde el segundo piso le hizo desperezar sus ojos.
Jungkook.
Llevaba días tosiendo y practicamente no dormía durante las noches.
Nadie lo hacía.
Hyejin se levantaba cada vez que le escuchaba y subía a verle. Abrigandole y calmandole hasta que volvía a dormirse.
E incluso Taehyung una vez y sin lograr contenerse, había ingresado a su habitación preocupado por la forma en la cual tosía.
Jungkook estaba sentado, apoyando su espalda en el respaldo de la cama y golpeando su pecho mientras tosía. Tenía sus mejillas carmín y sus mechones de pelo se pegaban a su piel por el sudor de la fiebre.
Sus ojos se habían dirigido hacia Taehyung, pero su rostro no hizo ninguna expresión. Al parecer su fiebre no le dió facultades para reaccionar ante el pelirrubio.
Taehyung quien no notó rechazo en el chico, se había acercado tomando su forma de lobo y subiendo sobre la cama.
Un hermoso lobo blanco, que ya no podía más ante la necesidad de cuidar del castaño. Y debido al dolor que el mismo Taehyung percibía en su pecho, había accedido a dejarle salir.
Jungkook quien respiraba por su boca a raíz de su nariz congestionada, le miró con sus azules ojos sin muestras de temor y se aproximó hacia él, apretando sus manos sobre su pelaje. A lo que Taehyung se acomodó mejor, rodeándole con su cuerpo para darle calor, mientras lamía su rostro.
Aquella noche habían dormido juntos y curiosamente el castaño no despertó en todo lo que quedaba de ella.
❀
-¿Has averiguado algo?- Seulgi le dijo sentada sobre una silla mecedora, cubriendo sus piernas con una ligera manta.
Su imagen que si bien había mejorado durante los últimos días, aun lucía enfermiza. La escasa comida que estaba aceptando no le hacía recuperar su peso, mientras que sus oscurecidas ojeras delataban lo poco que dormía.
-He hablado con él y me ha dicho que el cuerpo de Taehyung regresó completamente quemado ese día.
Ella sintió un nudo en su garganta, haciendo puño sus manos -Eso ya lo se Jimin.
Jimin le miró con lastima. Le preocupaba mucho la situacion de la chica. Y si bien, el estaba al tanto de la naturaleza de Seulgi. Jamas le había visto en ese estado.
La lejanía de Taehyung le tenía así, ya que durante toda su vida habían estado unidos bajo un lazo inquebrantable.
Su madre siendo una omega en etapa de gestación durante el surgimiento de la extraña enfermedad, había logrado llevar a termino su embarazo. Sin embargo, ella había nacido con claras consecuencias de haber sobrevivido a aquello. Siendo una bebé enfermiza y sin una madre que la alimentase para volverla fuerte.
Su madre habiendo fallecido durante el parto, no pudo hacerlo.
Siendo su padre, un alfa de alto rango militar, quien le había entregado un carácter firme para valerse por si misma.
La única persona que le valoraba sin mirarle con pena.
La única persona que le adoraba tal cual era.
La única persona hasta que conoció a Taehyung.
-Sin embargo hay algo- ella le miró con una mirada curiosa- Hoseok me dijo que ese día Taehyung había viajado con veinte soldados. Él está seguro de eso.
-No entiendo...
-Seulgi ese día llegaron tres cuerpos calcinados, uno de ellos traía el anillo de Taehyung...por lo que suponemos era él- ella sólo asintió dejándole su prosiguiese- Pero también regresaron solo veinte personas, incluyendo a Taehyung.
Ella entrecerró sus ojos- ¿Qué quieres decir?
Jimin tomó un breve silencio y suspiró -Mira, no es nada seguro. Pero a Hoseok no se le informó la perdida de ningún otro soldado aparte de los dos que fallecieron quemados.
-Entonces...
- Falta una persona. O han tenido la perdida de otro militar...cosa extraña porque no hay registro de aquello - Jimin tomó aire y concluyó- O podemos tener la esperanza de que la persona que falta es Taehyung.
❀
Preparaba una sopa en una pequeña cacerola, esperando haber cortado de forma correcta las hortalizas.
Se había cortado sus dedos ya en dos ocasiones, mientras picaba la cebolla.
Vergonzoso.
Sorbió del cucharón y pensó que no sabía tan mal, después de haber utilizado todas las especias que encontró en la despensa de Hyejin.
Afuera llovía y el solo esperaba que la anciana no se empapara tanto. Agarrando un resfriado y que las cosas terminasen aun pero que antes.
Sintió un sutil ruido en la zona de la escalera y vió un pequeño pie asomarse desde arriba.
Creyó que lo mejor sería dejar la sopa sobre la mesa y esconderse en algún lugar para evitar al castaño. Por lo que decidido sirvió el plato y lo ubico para que Jungkook lo viese al momento de bajar.
Iba caminando hacia la habitación de la anciana cuando sintió un golpe sobre el suelo.
Se giró sobre si mismo buscando el origen de aquel golpe y encontró a Jungkook de espalda sobre la madera. Éste al parecer había resbalado de la escalera y caído.
Taehyung asustado corrió hasta donde él, a la vez que el castaño se quejaba tomando su cabeza.
El pelirrubio acercándose a su altura, le tomó y sentó, viendo como salía sangre desde uno de los orificios de su nariz.
Jungkook quien se sorprendió de la cercanía de Taehyung, avergonzado había mirado hacia otro lugar. Sin embargo Taehyung lo tomó entre sus brazos, a lo que el chico por inercia se aferró de su cuello.
Su lluvia y su tierra mojada.
Caminó con él hacia el cuarto de baño y le dejó frente al lavamanos. Abrió la llave del agua, indicándole a Jungkook que acercará su rostro a esta.
El castaño quien lo hizo, sintió la mano de Taehyung humedecida por el agua sobre su nariz. Mientras veía que el agua que chorreaba cristalina, se volvía rojo escarlata.
Sangre.
Su cuerpo encendió las alarmas y se retiró bruscamente hacia atras, gritando un poco mientras hacía aquella acción.
Taehyung sintiendo el olor a miedo de el chico, le señaló con las manos - "Tranquilo".
Jungkook que goteaba sangre manchando su pijama, respiraba agitado y le miraba escéptico.
-"Jungkook estará bien"- Taehyung movió una vez mas sus manos para tranquilizar al chico.
Aun con miedo y unos tintes de verguenza, Jungkook se acercó hacia él y dejó que terminara de limpiar su nariz.
Una vez terminado, le entregó una toalla para que secase su rostro. Mientras el limpiaba los restos de sangre que habían quedado en el lavamanos.
Al darse vuelta se encontró con Jungkook sentando en el borde de la tina, observando las tablas del suelo.
Taehyung pensó que aquel era el mejor momento. Hyejin no se encontraba en casa y debía aprovechar su momento a solas.
Se sentó a su lado, mientras se dedicaba a mirar sus propias manos.
Estaba nervioso.
No sabía que palabras que entendiese Jungkook, serian las mas indicadas para explicar la situación que ambos habían vivido. No quería que el chico terminase mas confundido en un principio. Y tampoco deseaba lastimarlo.
Suspiró y levantó su cabeza dirigiendo su vista hacia el chico, apreciando dos pequeñas polcas azulinas que le observaban temerosas.
Jungkook continuaba respirando por su boca y su pecho hacía un pequeño sonido, resultado del resfriado.
El castaño movió sus manos -"Jungkook siente vergüenza"
Taehyung abrió sus ojos, sorprendido por el coraje del castaño para iniciar aquella conversación.
No viendo respuesta alguna en el pelirrubio, Jungkook continuó -"Jungkook siente miedo"
Taehyung comprendió que las sensaciones que estaba experimentando Jungkook, eran similares a las de él -"Taehyung también tiene miedo" -Agregó con sus manos mientras le miraba -"Perdón por asustar a Jungkook"
El castaño asintió -"Perdón por asustar a Taehyung"
Y Taehyung le miró regalándole una sonrisa, que Jungkook respondió tímidamente.
-"Todo estará bien"- señaló el pelirrubio, mientras se acercaba y entregaba un gentil beso sobre la mejilla del chico. Quién le miraba con sus ojos muy abiertos y sentía su rostro enrojecer, al percatarse de que Taehyung llevaba la bonita cadena dorada sobre su cuello.
Fue este último quien se levantó y señaló -"Ven, vamos a comer"- dejando al aire una de sus manos, invitación que Jungkook no dudó en aceptar. Entrelazando su mano con la suya y siguiendo al pelirrubio hacia la cocina, donde un delicioso aroma a comida le esperaba.
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