• CAPÍTULO 13 •

-Explícame que significa todo esto Taehyung- la voz de Insung sonó firme, juzgándole a la vez duramente con la mirada.

Aun así él de modo complicado se lograba concentrar, su mente repasando cada momento que le había llevado a aquella conversación con su tío.

Y es que su respiración se había tornado agitada al observar a Jungkook tan vulnerable, ingresando de forma dura hacia sus pulmones. El aroma a confrontación oliéndose disperso por todo el lugar.

Sus colmillos habían tirado fuerte de sus encías, ansiosos por salir y ser enterrados sobre la carne de algún alfa. Su lobo se estaba conteniendo mas de lo soportable y ya no sabía si podría impedir que tomase el control.

Se había percibido furioso, seguro de que mataría sin piedad a quien se atreviese dañar al castaño. Pero lo que más dolía en él, era la horrible sensación de decepción.

Le habían traicionado.

Aquello difícilmente lo perdonaría, no cuando su omega había estado en peligro.




















-¡Maldito seas Hoseok!- había empujado con ira el pecho del alfa.

Es que apenas tomó a uno de los soldados desde el cuello, Jung le había retirado con fuerza, impidiéndole que destrozara la garganta de aquel alfa.

¿Qué pretendía? ¿acaso él había organizado todo aquello?

¿Autorizó él que lastimaran a su omega?

Jungkook lo miró con asombro, mientras abrazaba con mayor afán sus piernas, a la vez que su expresión se llenaba del temor que estaba sintiendo. No comprendiendo mucho de lo que estaba sucediendo.

-¡Los mataré a todos! -sus ojos miel resplandecían de cólera reprimida, ahora siendo bastante evidente que los instintos de su lobo le estaban dominando.

Observó a los soldados quienes atónitos no reaccionaban ante la imagen del ex monarca.

Jamás le habían visto así y de cierta forma eso les acobardaba.

-¡Salgan de aquí ahora!-les habló a ambos Jung.

-Pero general es peligroso él...

-¡Dije que ahora!-su voz de mando salió grave y tempestuosa. Mirando fijamente al alfa que tenía enfrente. Aquel que prácticamente había educado desde que era un niño.

Los dos soldados salieron cautos del lugar, percibiendo como los intensos aromas de ambos alfas encrespados, se impregnaban en las paredes de aquellas celdas.

Jungkook temblaba, percibiendo como su vientre comenzaba a doler, por lo que colocó una de sus manos sobre el con intención de calmar su molestia.

Necesitaba a su alfa.

Necesitaba a Taehyung.

Sin embargo el rubio solo tenía la intención de destrozar al alfa frente él, con su cabeza nublada por la rabia.

-¡Te mataré!- Taehyung se impulsó contra él con deseos claros de atacarlo. Siendo de forma rápida tomado desde sus brazos y lanzado contra la pared.

Un pequeño sollozo se escapó desde los labios del omega.

-¡No intentes luchar contra mí! -le dijo Jung acercándose a él de forma dominante- ¡Aun eres un cachorro ante mis ojos!

Aquello solo logró ponerlo más furioso, lanzándose con mayor ímpetu sobre él. Intentando causar algún daño al alfa -¡Le has dejado solo imbécil!

Y es que le había hecho prometerle que le informaría apenas tuviese noticias del castaño. Él sabía su situación, le había contado todo.

Había confiado en él.

Por eso que con sus ojos mezclados entre furia y congoja, había alcanzado a impactar una de sus mejillas. Acción que duró momentáneamente al sentir como Jung le devolvía el golpe, rompiéndole este y haciéndole caer al suelo -¡Cálmate Taehyung!

El rubio tocó su labio, distinguiendo el sabor metálico característico de la sangre. Con su vista cerrándose sobre la silueta del alfa mayor, apoyó una de sus palmas sobre el suelo con intenciones de levantarse.

Sin embargo, aquellas pretensiones sucumbieron ahí al sentir como unas temblorosas manos le tomaban el rostro. Aquel dulce aroma anhelando tranquilizarle.

Los azules ojos de Jungkook le examinaban inquisidores, como si quisiesen verificar que se encontraba del todo bien. Mientras sus labios que se encontraban entreabiertos, evidenciaban su aflicción en aceleradas inhalaciones.

Su corazón vibró y sin poder evitarlo le atrajo hacia él, olisqueando sobre su cuello sintiendo el aroma de su omega. Sin dejar de bajar la atención del alfa que le observaba aun desafiante.

-Las cosas no son como las imaginas Taehyung- Jung le dijo de manera más mesurada -Hay mucho de lo que ni siquiera entiendes.

-¿Y que es eso que no entiendo general Jung?-le respondió el rubio mientras sentía que Jungkook se acurrucaba sobre él, escondiéndose bajo su barbilla- Ha dejado a mi omega solo con dos alfas. Eso lo entiendo claramente.

Y había sido un error. Jung lo sabía. Pero la sensación que provocó en él aquel castaño, le había descolocado. Aturdiendole y haciéndole actuar impulsivamente.

-Creo que es mejor que hablemos cuando estés mas tranquilo- no pudo decir mas que eso. No cuando el apenas comprendía lo que le sucedió-Te aconsejo que abrigues al chico, está haciendo demasiado frío. Y en su estado... deberías de cuidarlo como corresponde - le dijo para finalmente para luego retirarse de aquel lugar, recibiendo un gruñido del rubio en respuesta.

Y era verdad, aquella noche excepcionalmente había demasiada humedad, por lo que al apreciar que las piernas del castaño estaban desnudas, las tocó. Notándolas entumecidas.

Aun recostado intentó liberarse de la liviana bata que traía puesta, quitandosela para cubrir el cuerpo del omega.

Jungkook se alejó un poco de él, observándole de forma tímida -"¿Jungkook está bien?"- le dijo con sus manos el rubio, para luego tocar su cabello castaño que había crecido notoriamente durante esos tres meses.

El chico bajo su mirada, negando con su cabeza para luego responder sin siquiera mirarle -"Taehyung mentiroso. Jungkook solo. Taehyung no volver nunca".

Aquello dolió mucho más que su labio herido. Sabía que lo había lastimado, pues el mismo se había causado daño. Percibiendo su miedo y soledad, día tras día por medio de su lazo.

El alfa le tomó delicadamente del mentón, moviendo su rostro para que le mirara, apreciando como pequeñas lágrimas habían asomado por entre sus ojos.

-"Taehyung tonto"- le señaló el rubio con sus manos- "Taehyung no quiso lastimar Jungkook. Perdona tonto Taehyung"- se sintió desesperar al ver como el castaño sobre él hipaba un poco, como si el aire le fuese poco frente al tumulto de sentimientos.

El castaño asintió débil, como si su testaruda parte humana luchara contra su dócil omega. Para luego abrazar a Taehyung, quien no dudó en atraerlo hacia él, haciéndole pasar sus piernas para que le rodearan cintura.

Ambos liberaron sus aromas de forma tenue, con la única voluntad de calmar a sus lobos. Hacerles saber que estaban ahí, que todo estaría bien.

Que debía de estarlo.

El rubio ubicó su nariz sobre el cuello del omega, mientras las yemas de sus dedos se deslizaban sobre la espalda de éste. Aplacandoles a ambos.

Fue durante aquella acción que observó la marca de su mordida, de un tono amarillento y mal cuidada, luciendo demasiado enferma. Por lo que comenzó a dejar pequeños besos sobre ella, deslizando su lengua de vez en cuando para que su saliva le ayudase a sanar.

Un leve jadeo salió de la boca de Jungkook que hizo sonreír al alfa. Para después con decisión hundiera sus colmillos en la piel del chico.

Besó con suavidad, saboreando y quitando el pequeño brote de sangre que salía de la zona.

Hasta que recordó algo que le sacó de su ensueño, alejándose un poco del castaño para luego mirarle a los ojos. Como esperando que él respondiese a su duda a través de ese simple gesto.

Jungkook con sus ojos más luminosos que nunca, entendió su pregunta. Por lo que un poco temeroso comenzó a subir el borde de la delgada camisa que traía puesta. Subiéndola hasta la altura de sus costillas.

Taehyung sabía que aun era pequeño, pero aun así lograba asomar en forma de una bonita curva sobre el estómago del castaño.

Su cachorro.

Por su cabeza ni siquiera había pasado la posibilidad de haberlo dejado en cinta. A pesar de todo lo que habían compartido. Y es que él jamás había visto a uno, salvo en libros que explicaban la biología de los lobos omegas. Y debido a la extraña enfermedad que afectaba a su reino, a estos se les había hecho imposible llevar su embarazo a término. Imposibilitándolos finalmente incluso de gestar.

Y temió. Pues desconocía la naturaleza de aquella enfermedad y no sabía si su omega estaría a salvo de aquello.

Jungkook lo miró claramente inseguro de toda la situación, soltando su camisa y decirle -"Jungkook tiene miedo"- y como podría juzgarlo, si él mismo también estaba muy asustado.

Aquello provocó una sonrisa cautelosa y comprensiva  en la boca de Taehyung, que le hizo desear besar los labios del omega.

-"Es un cachorro"- le dijo Jungkook con sus manos, sintiendo como el alfa acariciaba una de sus mejillas.

Y el rubio agradeció de que Hyejin algo había revelado al omega, de las posibles consecuencias de compartir un celo con un alfa. Consciente de que para ambos aquello, resultaba tan natural como del mismo modo desconocido

Taehyung se acercó a él, a la vez que una de sus manos ya se había deslizado bajo la camisa del chico, curioso por tocar aquel lugar donde seguramente dormía acurrucado su aún pequeño cachorro.

-"Es nuestro. El bebé de Jungkook y Taehyung"- le dijo el rubio deseando disipar la creciente angustia del omega - "Taehyung estará con Jungkook. No lo dejará solo" - A ninguno, pensó. Para después tomarle del rostro y besarle más profundamente.

Había añorado sus labios y su sabor. Aquellos dulces sonidos que salían de su boca cada vez que lo besaba.

Y el castaño le respondió enérgico, como si aquel beso fuese el cúmulo de los besos que guardó para él durante todo este tiempo.

El alfa le soltó solo para susurrar sobre sus labios - Te amo amor mío...lo hago tanto- sintiendo como Jungkook rozaba su nariz con la suya, a la vez que comenzaba un suave ronroneo.

Tan perdido se encontraba el rubio en el omega, que no escuchó las pisadas que se acercaban hasta ellos - ¿Se puede saber que sucede aquí?

Insung le entregó una mirada indescifrable, mientras que él lo único que atinó a hacer fue a cubrir a Jungkook con su cuerpo. Su lobo protegiendo a su omega ante la presencia de otro alfa. Que por el aroma que destilaba no parecía para nada amistoso.

Fue así que ignorando a su tío, llevó al castaño a un lugar seguro para que este pasase la noche. Ya que si iba a mantener aquella conversación con él, sería sin la presencia del omega.

Debía mantenerlos seguros.

Sabía que su tío Insung no intentaría hacerle daño al chico, pues él era su familia y prácticamente su padre. Quien le había recibido con lágrimas en sus ojos cuando se enteró de su regreso.

Que él aun continuaba con vida.

Pero su instinto alfa le hacía no desear fiarse de nadie, pues era Jungkook. Su omega. Su cachorro.

-Explícame que significa todo esto Taehyung - Insung le había hablado claro en aquel despacho, al que había llegado luego de resguardar al castaño.

-Lo que has visto tío, creo que es evidente- la verdad es que no había deseado sonar tan desafiante, pero su lobo no pretendía entrar en razón.

Insung lo observó, sentado en aquel escritorio- Evidente ¿qué es lo evidente Taehyung?.

-Jungkook es mi omega- le respondió de forma clara.

El alfa frente a él bajó la mirada, hacia donde sus manos se encontraban entrelazadas - Omega...Jungkook.

-Si. Le he conocido durante los meses que he estado...-soltó un suspiro- ...perdido.

-¿Le has marcado?- Taehyung asintió -¿Qué ha pasado con Seulgi? Tenías un compromiso con ella.

-Lo sé- le respondió el rubio de forma casi silenciosa.

-¿Lo amas?- le cuestionó Insung intentando comprender a su sobrino.

-Más que a nada y...-se quedó callado- él espera a mi cachorro- el rubio le dijo.

Insung mantuvo un breve silencio y tocó su frente para nuevamente mirar a Taehyung-Ven acá- le llamó levantándose de su silla- No puedo creer que vayas a ser padre- le dijo tirando de él y abrazarlo- Es decir mírate, pareciese que ayer aun eras un niño.

Taehyung cerró sus ojos descansando de aquella presión sobre su pecho. Necesitaba de ese abrazo. Necesitaba de el cariño de un padre.

- Pero debes cuidarle Taehyung- le mencionó alejándose de él para mirarlo a la cara- Tu sabes de lo complicado que es que el chico se encuentre en cinta, sobre todo acá en Yeoreum. Mas aun si le sumamos que estamos a portas de una guerra y han intentado asesinarte. Tu omega puede ser blanco de algún ataque. No se si sea prudente que esto salga a la luz en un momento como este. Debes cuidarle.

El rubio asintió- Lo se tío, he pensado en eso también. Muchas gracias, necesitaba de esto.

Insung le sonrió- Tu sabes que te apoyaré en lo que sea Taehyung, confío en tus principios. Sin embargo... es necesario que hables con Seulgi.

Taehyung asintió. Sabía que era el momento de hacerlo.











El lugar era cálido, lo suficiente para temperar su cuerpo que había estado frío durante todos los días de viaje.

Aquel día había bajado corriendo las escaleras suponiendo que se trataba de Taehyung, ya que los hombres llevaban las mismas vestimentas que quienes se habían marchado junto a él. Pero se había llevado una gran decepción al no encontrar su rostro entre quienes incrédulos le miraron.

Su corazón estaba herido y su cuerpo se volvía débil, exigiendo ver al pelirubio. Tocarlo y sentirlo. Sintiendo la tristeza posarse sobre su vientre en forma de dolor, cada vez que pensaba en el alfa.

Su vientre.

Lo cierto es que había estado temeroso e intranquilo al no saber lo que le sucedía. Su barriga solo crecía y su ánimo solo decaía, vomitando cada vez que ingería algún alimento.

Creyó que estaba enfermando. Pensó que estaba muriendo.

Cuando solo se trataba de su pequeño bebé, intentando hacerse espacio bajo su ombligo. Recordando de pronto como Hyejin había revelado, de que manera un cachorro llegaba a la vida.

Desde las estrellas.

Cachorro. Uno suyo.

Suyo y de Taehyung.

De forma inconsciente acarició su vientre con una de sus manos, sentado sobre aquella acogedora cama y aun sintiéndose intrigado por como crecería su cachorro allí dentro. Esperando que no creciera demasiado.

Percibió como algo tocaba su hombro, observando como una gentil mujer de edad avanzada le miraba sonriente -"¿Puedo?"- Y él comprendiendo su ademán asintió.

Taehyung le había dicho que ella era de confianza, que le cuidaría mientras estuviese en aquel lugar. Que le conocía desde que era un bebé y lo mas importante, sabría como comunicarse con él.

La anciana tocó su estómago con ambas manos, llevando un aparato metálico que Jungkook desconocía, para ubicarlo sobre el y apoyar su oído ahí. El castaño se sintió un poco incomodo, sin entender absolutamente nada de lo que hacía.

-Ahí está- habló la anciana para ella misma, a la vez que sonreía y se retiraba del chico- "Pequeño, pero corazón late fuerte"- le dijo con sus manos, a lo que Jungkook le miraba curioso y atento -"Bebé hermoso, tú ojos muy bonitos."

El castaño parpadeó y cubrió su panza con la bata de Taehyung, la que le calmaba al tener el aroma del alfa. Y suspiró mirando su vientre, pensando en como sería su bebé.

¿Se parecería a Taehyung? Aquel pensamiento le hizo sonreír, ignorante de lo que sucedía a su alrededor.

Unos zapatos resonaron a lo lejos, acercándose a la habitación-¡¿Donde está?!

La mujer se asomó por la puerta, aprovechando que esta se encontraba entreabierta y miró al chico sentado sobre la cama.

-Él es señora Jiwon- le señaló la anciana para sacar luego algunas mantas más para la cama.

Jiwon se aproximó hacia él, observando que este llevaba la bata de su hijo y apreciando la belleza del omega.

-Hola Jungkook, soy Jiwon. La madre de Taehyung- le dijo la mujer regalandole una sonrisa.

Sin embargo la mujer no obtuvo respuesta, recibiendo solo la mirada curiosa del castaño, quien pasaba sus ojos de una a otra mujer.















La mañana era inusualmente fría para ser un día de verano, lo que se reflejaba en la perilla de aquella puerta que estaba por abrir.

Sabía que necesitaba hacer eso antes de ir con él. Ya que aunque había deseado haber pasado la noche abrazado a su omega, de algún modo aquello se sentía incorrecto. No cuando antes debía hablar con ella.

Ingresando a la habitación la observó siendo acomodada sobre la silla por una de las enfermeras. Su cuerpo cubierto por un elegante vestido, preparada para iniciar aquel día.

-Taehyung- le dijo ella mientras le entregaba una sonrisa-Has llegado temprano.

El pelirubio avanzó hacia ella y tomó una de sus manos para besarla- Luces muy bonita el día de hoy Seulgi- y no le mentía, parecía a que la chica había despertado de mejor ánimo y eso se manifestaba en su rostro.

-¿Acaso no soy linda para ti todos los días?- Ambos rieron y la enfermera se retiró de aquel lugar para brindarles intimidad.

-He venido antes porque necesito hablar contigo Seulgi- su pecho palpitó con fuerza. El temor acribillando y recriminando sus acciones.

La chica lo miró con una mueca burlesca y sugerente-¿Y qué es tan importante para que llegues aquí cuando apenas me he vestido?

Sin embargo y a pesar del tono bromista de la chica, el rubio apenas pudo sonreír. Agachándose a su altura y tomando sus manos entre las suyas-Perdóname.

Hubo un pequeño silencio y la chica le miró sin comprender-No entiendo Taehyung ¿Por qué debería perdonarte?

Por todo.

Por ser un cobarde.

El rubio suspiró suavemente -Yo te he fallado Seulgi- le dijo casi silenciosamente, estaba doliendo demasiado.

Sin embargo la chica rió, apretando sus manos con las de ella- Por dios Taehyung ¿por qué dices eso? ¿Lo dices por los meses en que no estuviste para mi?- ella rió nuevamente- Te aseguro que los recuperaremos. Tu nunca me has fallado, tu menos que...

-He estado con alguien más- Taehyung pasó saliva por su garganta, percibiendo como la chica se tensaba frente a él. Se sentía horrible estar haciéndole eso.

Ella no lo merecía.

-Alguien más...- el rubio no le respondió nada, solo se mantuvo atento a que ella le golpeará y le gritara todo lo que desease-...N-no importa, y-yo...yo entiendo que hayas buscado a alguien más, es decir...- sintió que la voz de la chica se rompía- Mírame, estoy enferma. Comprendo que n-necesitaras eso. Eres un alfa y bueno...y-yo podré aceptarlo y seguiremos bien Taehyung...

-Tendré un cachorro Seulgi- el alfa mantenía su mirada gacha, no era capaz de enfrentarle. Una mezcla de miedo y vergüenza. Demasiada vergüenza.

-¿Un c-cachorro? ¿Es o-omega?- la respiración de la chica se escuchó acelerada y se mantuvo callada, recibiendo la respuesta tácita que nunca salió de los labios de Taehyung - Entonces s-será nuestro Taehyung... yo ...yo l-lo amaré como si fuese m-mío.

Aquello hizo que Taehyung levantase su mirada, encontrándose con los ojos húmedos de la chica. Aquella persona que había llenado cada espacio faltante desde que él aun era un niño. Y le estaba destruyendo, sabía que lo hacía- Yo no puedo hacer eso Seulgi... No puedo hacerle algo así.

Jamás podría.

Una carcajada que sonaba más como un lamento salió de la boca de la chica, liberando sus manos de las del chico- ¿Y a mi si puedes hacérmelo? ¡¿A la estúpida enferma si puedes lastimarla?!

Y ahí estaba toda la decepción y dolor, siendo lanzados como agujas sobre su piel.

Todas esas promesas que nunca cumpliría.

-¿Te gustó no es así? - le preguntó una vez más al ver que el rubio no le respondía- ¡Ohh si ! Claro que te gustó ¿A qué alfa no le agradaría que se le regalaran con las piernas abiertas?- el intentó acercarse a ella para tranquilizarle -¡Demonios no me toques Taehyung!

Él pelirubio se levantó llevándose una mano sobre la boca, con sus ojos humedeciéndose, lastimandole a él mismo lo que le estaba haciendo a la chica. A quién había jurado cuidar, proteger y amar.

El siempre había cumplido. El nunca había fallado.

-¿Por qué yo no? ¿Por qué no me has tocado todas las veces que te lo pedí?- Seulgi lloraba apretando en puños su vestido, en su cuerpo formándose temblores debido a este-¿A-acaso tanto asco te p-produzco?

Taehyung la miró y se acercó una vez mas a la altura de ella. Claro que aquello no era certero, su amor había sido sincero. Todo había sido real. Y si le había rechazado todas esas veces, era solo por el miedo de hacerle daño.

E irónicamente ahora estaba hiriéndole de igual forma-Eso no es así, eso nunca ha sido así Seulgi.

-Ent-tonces ¿por qué?- le dijo tomando la tela de su ropa entre sus manos- Yo t-te amo Tae....te amo t-tanto que duele - y le atrajo con fuerza hacia él, como si con eso intentase unir parte de las piezas que estaba rompiendo de ella-¿T-tú le amas?- él no quiso responder aquello, pero ella liberando un sollozo comprendió lo que le decía con su silencio - Q-quédate conmigo p-por favor...n-no pido que me ames p-pero t-tengo miedo...N-no quiero morir sola...s-solo te pido eso por f-favor Tae...

El rubio respiró rápido, su cuerpo dolía y su cabeza se perdía en diferentes imágenes que desfilaban pidiéndole hacer lo correcto.

Jungkook, Jungkook, Jungkook.

No quería equivocarse. No quería causar daño.

La chica se estremecía bajo su abrazo y él estaba muy seguro de que tal vez estaba sufriendo una nueva crisis-N-no le veas hasta q-que me vaya por favor... S-solo espera a que me vaya - le dijo finalmente.

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