𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝟏𝟎

Maratón 2/3

La mañana pasó lentamente para la castaña, que no podía esperar para poder ayudar a Luke.

Cuando el timbre sonó indicando la salida de clases, Kate salió disparada hacia el estudio. Como estaba vacío, pudo buscar tranquilamente el cuaderno de Luke, cuando lo encontró arrancó la hoja con la canción que le había escrito el fantasma a su propia madre.

La chica se encontraba en la puerta de la casa de los padres de Luke. Estaba nerviosa, ¿que les iba a decir?

Cuando ya tenía una ligera idea de lo que diría dió un paso hacia el timbre, dispuesta a tocarlo, pero la aparición de alguien a su lado la hizo frenar.

"Mierda." Pensó al ver a Luke a su lado.

-¡Luke! -El fantasma giró hacia ella, con el ceño fruncido.

-¿Qué haces aquí?

-Em... Vale, a ver... -Kate intentaba escoger las palabras adecuadas.- Quería saber más sobre ti, por pura curiosidad, así que... -La castaña suspiró mientras el chico se acercaba a ella lentamente.- Vine aquí la semana pasada, en tu cumpleaños.

-¿Me has estado espiando? -La chica bajó la cabeza.- Después de todo lo que decía Julie sobre los límites, me has estado espiando.

-Lo sé. Y lo siento. Estuvo mal. -Admitió Kate.- Pero estoy preocupada por ti.

-No tienes por qué.

-Si que tengo. No mereces pasarlo mal. Y lo entiendo, sé lo duro que es querer hablarle a alguien que quieres y no poder. Yo también me siento así cada día.

-Ni siquiera sé qué le diría, aún si pudiera oírme.

-Si lo sabes, ya lo has dicho. -Luke la miró confundido.- Confía en mí.

El fantasma tocó el timbre sin apartar la vista de la chica y se puso detrás de ella.

Segundos más tarde, su padre abrió la puerta.

-Hola, ¿en qué puedo ayudarte? -Preguntó el señor.

-Hola, me llamo Kate. Creo que tenía un hijo que se llamaba Luke. -La castaña entrelazó sus manos que empezaban a sudar por los nervios.

-Si, así es. -El padre de Luke sonrió levemente.- ¿Quién dices que eres?

-Kate, Kate Molina. La banda de su hijo tocaba en el garaje de mi casa. -Kate se humedeció los labios y sacó la canción de su bolsillo.- Me he encontrado una canción que escribió, y pensé que le interesaría.

-Em, sí, claro que sí. Pasa por favor. Soy Mitch. -El señor se hizo a un lado y estrechó la mano de la castaña.

-Encantada. -La chica le hizo una señal a Luke con la cabeza para que pasara con ella antes de cerrar la puerta y eso hizo.

-¿Te apetece tomar algo? -Preguntó Mitch.

-Oh, no. Estoy bien, gracias. -Kate se había acercado a un mueble con fotos y cogió una de un niño pequeño.- ¿Es su hijo?

El padre de Luke sonrió al ver la foto que estaba en las manos de la chica.

-Si, es Luke, -Kate pudo oír la risita que soltó el fantasma al ver la foto.- cuando tenía dos años.

-¿Tiene más hijos? -Preguntó dejando la foto en su sitio.

-No. -Mitch negó con la cabeza.

-¿He oído el timbre? -La madre de Luke había aparecido en el salón.

-Hola, cariño. Esta es Kate. -La castaña le sonrió a la mujer.

-Hola Kate. Que colgante tan bonito. -Kate cogió el colgante del fantasma con las manos.

-Gracias, es el regalo de un amigo.

-Kate vive en la casa en la que ensayaban Luke y su banda. Me estaba contando que encontró una canción que él escribió. -Las palabras de su marido hicieron que la madre de Luke abriera un poco la boca.

-Es una canción sobre una chica llamada Emily. -Los padres del fantasma se miraron dudosos.

-Yo soy Emily.

-Entonces creo que su hijo escribió esto para usted. -Kate le tendió la canción a la pareja y estos comenzaron a leerla.

Segundos después, la chica pudo oír la voz de Luke cantando la que supuso que era esa misma canción.

Era una canción preciosa, cargada de sentimientos. Lo que provocó que Kate comenzara a llorar.

-Gracias. -Dijo Emily abrazando la hoja de papel y la castaña le sonrió.

-No te imaginas... -Mitch no pudo acabar la frase cuando una lágrima resbaló por su mejilla.

-Yo escribo en la misma habitación en la que lo hacía él. Y les puedo asegurar que es un lugar alegre y mágico. -La madre de Luke rió con las palabras de Kate.

-Es bueno saberlo. -Dijo el padre del fantasma.

-Sé que solo tenía diecisiete años cuando... -La castaña escuchó cómo Luke se limpiaba las lágrimas y tragó saliva para deshacerse del nudo de su garganta.- Pero vivió haciendo la cosa para la que había nacido. No todo el mundo la encuentra, pero Luke lo hizo. Fue afortunado. -Emily asintió y Kate notó cómo Luke desaparecía.

-Ha sido un placer conocerte. -La mujer estrechó la mano de la castaña y esta sonrió.

-Lo mismo digo. Creo que debería irme ya, gracias por recibirme.

-Te acompaño a la puerta. -Se ofreció Mitch.

-No hace falta. -Kate sonrió tiernamente y se despidió por última vez antes de salir.

Mientras caminaba hacia su casa la cabeza le daba vueltas.

"Posiblemente me odie. No debería haberlo hecho." Ese era el pensamiento que inundaba la mente de la chica.

Cuando llegó al porche, se encontró con Luke apoyado en una columna mientras sostenía el llavero que llevaba en los pantalones con la mano.

Kate suspiró y se acercó a él.

-Hola.

-Hola. -El chico había levantado la vista para dirigir su atención a la castaña. Esta se acercó lentamente hacia él.

-Siento haberme metido.

-Para nada. Solo tenía que irme. -Contestó Luke incorporándose y poniéndose a varios pasos de distancia de ella.- Era...

-No tienes que darme explicaciones. -Kate metió las manos en sus bolsillos.

-Si, si que tengo. -Luke tragó saliva.- No me arrepentía de muchas cosas en mi vida salvo de haber escapado de mis padres. Sobre todo de mi madre. Gracias. -La castaña sonrió tiernamente.

-Tu me has ayudado con muchas cosas, entre ellas a sentirme más cerca de mi madre. Así que quería hacer lo mismo por ti. -Kate entrelazó sus manos tímidamente.

-Ha sido perfecto. -Luke extendió su mano hacia ella.

La castaña se lo pensó durante unos segundos, ¿era posible que pasara lo mismo que cuando se había imaginado que estaban bailando juntos? No lo sabía, así que decidió intentarlo.

Acercó su mano hacia la del fantasma, pero como era de esperar, la atravesó.

Kate frunció los labios y bufó con frustración. ¿Cómo era posible querer tanto a alguien y no poder ni agarrar su mano?

El fantasma soltó una risita ante la reacción de la castaña.

-Tu y yo tenemos una relación muy interesante. -Luke alzó las cejas mientras miraba por el rabillo del ojo cómo la chica se sonrojaba.

"¿Por qué eres tan adorable? ¿Alguién sabe cómo se respira? Porque tengo problemas" Esa eran las frases que pasaban por el cerebro de Kate, literalmente todo su interior estaba gritando.

-Oh por dios, casi se me olvida. -El fantasma giró su cuerpo hacia la chica.- Flynn dice que nuestro vídeo está en lo más alto de YouTube. -Luke la miró confundido y ella soltó una risita.- Eso es bueno, significa que a la gente le gusta nuestra música. Ahora sí que os van a llamar los mánagers.

El chico se mordió el labio dudoso, Kate y Julie merecían saber la verdad, aunque les doliera.

-Tengo que contarte algo.

-Oh, dime. -La castaña frunció el ceño al ver la expresión seria del fantasma.- ¿Está todo bien?

-Hemos descubierto cuál es nuestro asunto pendiente. Ya sabes, la razón por la que volvimos cómo fantasmas.

-Oh, ¿y cuál es? -Kate se preguntaba mentalmente por qué le decía eso, ¿querían irse?

-Tenemos que dar el concierto que no llegamos a dar.

-¿El del Orfeón? Tiene sentido. ¿Pero porque...

Antes de que la castaña pudiera continuar un destello de color púrpura hizo que Luke saliera disparado hacia la columna que había detrás suya.

-¡Luke!

-No tenemos mucho tiempo.

-¿Qué era eso? ¿Estás bien? -Preguntó acercándose a él con preocupación.

-Nos metimos dónde no debíamos. -El fantasma se estaba sujetando la zona donde había sufrido esa descarga con la mano.- La noche que os dejamos tiradas en el baile conocimos a un fantasma que nos puso una maldición. Y si no hacemos lo que dice nos destruirá.

La palabra destruirá retumbaba en los oídos de Kate. No podía perderlos a ellos también.

-¡Pues tenéis que hacerlo! ¿Qué es lo que quiere? -Preguntó la chica alterada.

-Que toquemos en su local toda la eternidad. -Luke se incorporó.- Pero si conseguimos tocar en el Orfeón antes de que los calambres nos destruyan, podremos cruzar.

-¿Cruzar? ¿Y eso que es? ¿Cómo ir al cielo? -Se notaba en la voz de Kate el miedo que tenía en la respuesta que el chico le iba a dar.

-Eso esperamos. -La castaña suspiró mirando al suelo intentando controlar las lágrimas que se empezaban a acumular en sus ojos.

-O sea, ¿las opciones son cruzar, o tocar en su local para toda la eternidad o ser destruidos por esas descargas?

-Si. -Luke levantó la vista desde un punto en el suelo hacia Kate.

-Eso es genial. -La castaña se dirigió hacia la puerta de su casa.

-Kate... -No pudo escuchar más pues cerró la puerta de un golpe.

No estaba enfadada, estaba dolida. ¿Qué tenía el universo en su contra? ¿Por qué tenían que quitarle todo lo que le importaba?

Subió las escaleras casi corriendo para dirigirse a su habitación. Allí cerró la puerta y se apoyó en esta mientras dejaba caer las lágrimas que había retenido en la entrada.

-¿Kate? ¿Estás bien? -Julie estaba dibujando en su cama y se acercó a su hermana para darle un abrazo. Ella le correspondió y ahogó un sollozo en su hombro.- Tranquila, todo estará bien.

-No Julie, no lo estará. -La morena le miró con el ceño fruncido y Kate suspiró para luego contarle todo.

-He recibido tu mensaje. -Anunció Flynn entrando a la habitación.

Julie estaba sentada en la cama, dibujando y metiendo cosas en la saja de sueños. Sin embargo, la castaña estaba sentada en el puff, al lado de la ventana, con la mirada perdida entre las hojas de los árboles. Solo hacía falta mirarla para darse cuenta de que había estado llorando.

-No te acerques. Al parecer, todos los que me importan desaparecen. -Dijo Julie tapando el rotulador que estaba usando.

-No podéis libraros de mí. Soy una de esas amigas locas que se pegan como lapas. -Kate apoyó la cabeza en la ventana, esta vez mirando hacia el estudio.

-No lo entiendo, justo cuando todo empezaba a ir bien. Amigos geniales, una banda genial...

-Un chico genial. -Añadió la castaña a la enumeración de su hermana pero sin apartar la vista de la ventana.

-Y ¡pum! -Julie le mostró el dibujo de la explosión que había hecho a Flynn.

-No sé por qué os está pasando todo esto, pero esa será una buena portada de un álbum algún día. -La chica de trenzas se agachó junto al baúl que contenía las cosas de la madre de las chicas.

-No tienes porqué hacer eso. -Le informó Julie al ver que su amiga se disponía a ordenar la ropa.

-Lo sé, pero así puedo ver todas las cosas tan chulas que tenía tu madre. -Flynn empezó a coger ropa y se sorprendió cuando se encontró con una camiseta especial.- Wow, ¿vosotras sabíais que esto estaba aquí? -Kate frunció el ceño al ver una camiseta de sunset curve por el reflejo de la ventana y se levantó hacia su amiga.

-¿Qué narices? -Preguntó cogiéndola.

-¿Cómo creeis que la obtuvo?

-No lo sé, los chicos dijeron que no conocían a mamá. -Respondió una confusa Julie.

-Exacto, ¿porque iban a mentir? -Flynn se quedó pensativa y luego contestó.

-A lo mejor no mintieron, pero ella sí los conocía a ellos. ¡A lo mejor era fan suya!

-Hombre, Sunset Curve estaba tocando por los clubes en esa época. -Kate se sentó al lado de su hermana en la cama mientras le tendía la camiseta a Flynn.

-Dios mío. ¡Y si tuvierais razón! ¿Y si los chicos sí que están conectados con vuestra madre? ¡A través de la música o algo!

-¿Porque les compró una camiseta? -Preguntó la morena.

-Pensarlo. Ellos son los que os ayudaron a tocar de nuevo. Quizá ella sabía que os ayudarían.

-¿Insinúas que mamá está en algún sitio planeando todo esto? -Preguntó la castaña alzando las cejas.- Si su objetivo era que tocáramos de nuevo, ¿porque no nos lo dijo ella misma?

-A lo mejor no puede. Y tiene que buscar otra forma, ya sabes, con señales. -La chica de trenzas zarandeó la camiseta.

-¿Señales? -Preguntaron las hermanas a la vez.

-Estáis en una banda de fantasmas. Es un mundo loco. -Kate bajó la mirada, la banda desaparecería en breve junto con los chicos.- Mirad, los vais a perder sí o sí. Y es una mierda. Pero os han ayudado a vivir de nuevo, ahora os toca ayudarlos a ellos. Tienen que cruzar. Dejarlos marchar.

Ambas suspiraron y minutos después se dirigieron hacia el estudio.

Allí se encontraron con Reggie tocando la misma cuerda de su bajo cada dos segundos, con Luke tirado en el suelo y mirando hacia el techo y con Alex intentando poner la baqueta en equilibrio sobre su nariz.

Julie suspiró antes de gritar.

-¡Espabilad! -El grito sobresaltó tanto a Alex que este se cayó del sofá y su baqueta salió disparada.

-Dios, creo que has roto a Alex. -Comentó Reggie mirando a su alrededor.

-¿Queréis cruzar o no? -Luke ayudó al rubio a subir de nuevo al sofá mientras la morena seguía hablando.- ¡Poneos las pilas!

-No nos van a dejar tocar en el Orfeón. -Habló el castaño mirando a los ojos rojos de Kate, que estaba apoyada en la pared detrás de su hermana.

-No somos nadie. -Añadió Alex.

-Somos menos que nadie. No tenemos ni cuerpo. -Luke y el rubio chasquearon sus dedos apoyando las palabras de su amigo.

-Alguien me dijo una vez que no se pide permiso, los conciertos se consiguen actuando. -El castaño sonrió mirando hacia el suelo.

-Fui yo. -Dijo Reggie orgulloso.

-No es verdad. -Julie negó con la cabeza.

-No es verdad.- Luke copió la acción de la morena.

-Si lo es. -Murmuró el pelinegro abrazando a su bajo.

-No se ha acabado, estamos juntos por una razón, para ayudarnos entre nosotros. -La castaña simplemente observaba la escena desde el fondo de la habitación. Su corazón se encogía solo de pensar en que no los iba a volver más.

-Pero, como dijo Luke, a la gente no le dejan tocar en el Orfeón solo por que quieran. -Dijo Alex echando su cabeza hacia atrás.

-A la gente no. -Todos miraron a Kate, que había hablado por primera vez desde que había entrado. Esta se acercó a su hermana.- Pero a los fantasmas si. -Julie la miró sonriendo y los chicos se miraron entre ellos.







♫♪.ılılıll|̲̅̅●̲̅̅|̲̅̅=̲̅̅|̲̅̅●̲̅̅|llılılı.♫♪

En media hora nuevo capítulo :)

𝑷

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