❝𝙔𝙤𝙪 𝙠𝙣𝙤𝙬 𝙝𝙤𝙬 𝙨𝙘𝙖𝙧𝙚𝙙 𝙄 𝙖𝙢 𝙤𝙛 𝙚𝙡𝙚𝙫𝙖𝙩𝙤𝙧𝙨
𝙉𝙚𝙫𝙚𝙧 𝙩𝙧𝙪𝙨𝙩 𝙞𝙩 𝙞𝙛 𝙞𝙩 𝙧𝙞𝙨𝙚𝙨 𝙛𝙖𝙨𝙩
𝙄𝙩 𝙘𝙖𝙣'𝙩 𝙡𝙖𝙨𝙩❞

Una nave Jedi emerge del espacio y se desliza suavemente hacia el sistema Kowak. La nave, pilotada por Qui-Gon Jinn y Obi-Wan Kenobi, se ve diminuta en comparación con la vastedad del espacio que la rodea.

—¿A dónde nos dirigimos, maestro?— habló Obi-Wan mientras pilotaba la nave

—La Fuerza me guía hacia un planeta en este sistema. Hay algo que necesitamos encontrar.— dijo Qui-gon observando una holopantalla

La nave se adentra en la atmósfera del planeta, revelando la vasta extensión de tierra y mar debajo de ellos. A lo lejos, el mercado de esclavos de Kowak se extiende como una mancha oscura en el horizonte.

El mercado de esclavos de Kowak bulle con la actividad frenética de compradores y vendedores. Entre las cadenas y la desesperación, se destaca una figura diminuta: Dexen, una niña de ojos grandes y llenos de miedo, pero también de determinación.

—¿A dónde vamos ahora?— habló con voz temblorosa la niña

—¡Cállate y sigue caminando, mocosa!— el vendedor la jalaba con fuerza

De repente, la multitud se parte cuando dos figuras majestuosas se abren camino entre la muchedumbre: Qui-Gon Jinn y Obi-Wan Kenobi, Jedi de la República Galáctica.

—Esta niña... hay algo en ella que me llama la atención.— Qui-gon caminaba entre la multitud mientras observaba a la pequeña con curiosidad

—¿Qué hacemos aquí, maestro?— habló Obi-Wan, estaba cansado de caminar.

—La Fuerza me ha llevado hasta ella. Hay algo especial en esta niña.

Los ojos de Dexen se agrandan al sentir la mirada penetrante del Jedi. Aunque no comprende completamente lo que está pasando, una chispa de esperanza brilla en su interior.

—¿Quiénes son ustedes?— la pequeña niña los interrogó.
—¿Vienen a comprar algo?

—Somos Jedi, estamos aquí para ayudarte.— Obi-Wan se agachó en cuclillas hasta quedar frente a frente con ella

Qui-gon se acerca al vendedor y entabla una conversación. Tras un intercambio de créditos, el vendedor asiente, liberando las cadenas invisibles de Dexen con un gruñido de resignación.

—Tómala, entonces. Pero te advierto, es más astuta de lo que parece.— habló el vendedor con desdén

Los Jedi acompañan a Dexen fuera del mercado, dejando atrás el caos y la opresión. Por primera vez en su vida, Dexen siente la brisa fresca en su rostro y la esperanza de un futuro desconocido.

Dexen los sigue de cerca, todavía asimilando la idea de su liberación.

—¿Ustedes... ustedes realmente son Jedi?— La niña miraba a los Jedi con asombro

—Así es, pequeña. Somos Jedi, guardianes de la paz y la justicia en la galaxia.— Qui-Gon caminaba a la par de su padawan, en dirección a la nave.

—Y tú, Dexen, eres libre ahora. No tienes que volver a ese lugar nunca más.— Obi-Wan le sonrió cálidamente

Los ojos de Dexen se llenan de lágrimas mientras mira a los Jedi con gratitud y admiración.

—No sé cómo agradecerles. Pensé que nunca podría escapar de allí... que nunca podría ser libre.— con emoción la niña abrazo a Obi-Wan.

—Ahora tienes una nueva oportunidad, Dexen. Tu futuro está lleno de posibilidades.— habló Qui-gon poniendo una mano reconfortante sobre su hombro

—Haré cualquier cosa para demostrar que soy digna de esta libertad. Haré cualquier cosa para convertirme en una Jedi como ustedes.— la pequeña Dex habló decidida.

Los Jedi intercambian una mirada significativa, reconociendo la determinación en los ojos de Dexen.

—Será un largo viaje, Dexen, pero estaremos aquí para guiarte en cada paso del camino.— Obi-Wan le dió una pequeña sonrisa.

—No puedo esperar para empezar.

Los tres se encaminan hacia la nave Jedi, dejando atrás el pasado. Dexen observa la nave con asombro, nunca antes había visto algo tan impresionante.

—¿Esta es... una nave espacial?— preguntó Dexen con incredulidad

—Sí, Dexen. Es nuestra nave, y te llevará a lugares que ni siquiera puedes imaginar.— la niña miro a Obi-Wan con ojos fulgurantes.

Dexen sube a la nave con cuidado, mirando a su alrededor con ojos curiosos mientras los Jedi la siguen. Una vez dentro, se sientan en la cabina y se preparan para el viaje.

—Dexen, permítenos presentarnos adecuadamente. Soy Qui-Gon Jinn y este es mi Padawan, Obi-Wan Kenobi.

—Es un honor conocerlos, maestros Jedi.

Los Jedi asienten con aprobación, reconociendo la cortesía de Dexen.

—Te liberamos del mercado de esclavos porque la Orden Jedi nos envió a este planeta en busca de algo importante. Fue tu conexión con la Fuerza lo que nos atrajo hacia ti.

—Entiendo, maestro.— asintió con algo de duda, no sabía de que fuerza hablaba.

La escena cambia, y nos encontramos en el imponente Templo Jedi en Coruscant. Dexen está frente al Consejo Jedi, enfrentando una prueba que determinará su destino como aprendiz Jedi.

Dexen se encuentra frente al Consejo Jedi, rodeada por los sabios maestros que la observan con seriedad y escrutinio. Aunque está nerviosa, se mantiene firme, lista para enfrentar la prueba que determinará su destino como aprendiz Jedi.

—Dexen, has sido traída ante el Consejo Jedi para ser evaluada. ¿Estás preparada para enfrentar las pruebas que te aguardan?— habló con serenidad

—Sí, Maestro Yoda. Estoy lista.

Uno a uno, los miembros del Consejo hacen preguntas a Dexen, poniendo a prueba su conocimiento, su voluntad y su conexión con la Fuerza. Dexen responde con confianza, demostrando su valía como potencial Jedi.

—Tu dominio de la Fuerza es impresionante, Dexen. Pero ser Jedi no se trata solo de habilidades. Se trata también de sabiduría, compasión y dedicación. ¿Crees tener lo necesario para ser un verdadero Jedi?— preguntó el maestro Windu mientras la miraba fijamente.

—Sé que aún tengo mucho que aprender, Maestro Windu. Pero estoy dispuesta a esforzarme y a seguir el camino Jedi con todo mi corazón.

Los miembros del Consejo intercambian miradas significativas, deliberando en silencio sobre el destino de Dexen. Finalmente, Maestro Yoda se levanta de su asiento y se dirige a Dexen con solemnidad.

—Dexen, has demostrado coraje, determinación y un fuerte lazo con la Fuerza. Aceptamos tu solicitud de entrenamiento Jedi. Que la Fuerza te guíe en tu camino.

Una sonrisa de alivio y gratitud ilumina el rostro de Dexen mientras se inclina en señal de respeto ante el Consejo Jedi. Su viaje como aprendiz Jedi está a punto de comenzar.

(...)

El Consejo Jedi ha tomado su decisión, y Dexen espera con expectación mientras el Maestro Yoda se dirige hacia ella con paso tranquilo pero firme.

—Ante el Consejo Jedi, traída has sido, joven Dexen. Preparada, estás, para las pruebas que te aguardan enfrentar.

Los miembros del Consejo Jedi discuten en silencio, evaluando cuidadosamente las habilidades y la personalidad de Dexen, así como la compatibilidad con los diferentes maestros Jedi. Después de un momento de deliberación, el Maestro Yoda se dirige a Dexen con solemnidad.

—A Maestro Windu, como guía en tu camino Jedi, he elegido para ti, joven Dexen. Su experiencia y sabiduría te acompañarán en tu entrenamiento.— habló con serenidad el maestro Yoda

Dexen asiente respetuosamente, aceptando la decisión del Consejo con humildad y gratitud.

—Aceptaré con honor la tutela del Maestro Windu. Haré todo lo posible para convertirme en una Jedi digna de su enseñanza.

El Maestro Windu se acerca a Dexen con una expresión seria y penetrante, transmitiendo un aura de autoridad y determinación.

—Dexen, seré tu maestro. Pero ten en cuenta que el camino Jedi no es fácil. Requerirá disciplina, determinación y sacrificio.— habló con voz firme

Dexen asiente solemnemente, comprendiendo la gravedad del compromiso que está por asumir.

—Estoy lista, Maestro Windu. Haré todo lo posible para seguir tus enseñanzas y honrar la tradición Jedi.

El Maestro Windu le ofrece una mirada de aprobación antes de dirigirse al Consejo.

—Agradezco la confianza que han depositado en mí para guiar a Dexen en su viaje como Jedi. Prometo que la entrenaré con todo mi conocimiento y habilidad.— Windu se dirigió con respeto a sus compañeros

El Consejo asiente con aprobación, reconociendo la seriedad y el compromiso del Maestro Windu. Dexen se prepara para embarcarse en su entrenamiento Jedi, lista para enfrentar los desafíos que le esperan bajo la tutela de su nuevo maestro.

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2 años después

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Dexen se encuentra en el amplio patio de entrenamiento del Templo Jedi, bajo el brillante sol de Coruscant. Su sable de luz de entrenamiento zumba en el aire mientras realiza una serie de movimientos elegantes y precisos. Cada paso que da es una danza de gracia y poder, una muestra de su conexión íntima con la Fuerza.

El sable de luz de Dexen deja estelas de luz mientras corta el aire con movimientos rápidos y fluidos. Se mueve con agilidad, anticipando cada movimiento antes de que ocurra, como si estuviera en perfecta armonía con el universo que la rodea.

A lo lejos, Obi-Wan Kenobi se acerca al patio de entrenamiento, seguido de cerca por un joven. Dexen no se distrae de su entrenamiento, pero su percepción de la Fuerza le permite sentir la presencia de los recién llegados.

—Dexen, te presento a mi nuevo aprendiz, Anakin Skywalker.

Dexen detiene su entrenamiento y se vuelve hacia ellos, su expresión seria y reservada mientras evalúa al joven Jedi que tiene delante.

—Un placer conocerte, Anakin.— habló con una voz firme

Anakin devuelve el saludo con entusiasmo, pero nota la cautela en los ojos de Dexen.

—¡Hola, Dexen! Estoy emocionado de empezar mi entrenamiento aquí.— habló con emoción

Dexen no responde de inmediato, su actitud sigue siendo distante mientras observa a Anakin con atención. Sin embargo, poco a poco, comienza a relajarse, reconociendo la amabilidad y la sinceridad en las palabras del joven aprendiz.

—Supongo que no hay razón para ser tan reservada. Bienvenido al Templo Jedi, Anakin. Espero que podamos trabajar bien juntos.— dijo con una leve sonrisa

La tensión se disipa lentamente mientras Dexen y Anakin intercambian una mirada de entendimiento. Antes de que Anakin se vaya, Dexen extiende su mano para saludarlo. En el momento en que sus manos se tocan, Dexen es envuelta por una visión del futuro.

Ve destellos de caos y conflicto: figuras sombrías manipulando los eventos desde las sombras, batallas épicas que sacuden la galaxia y una sensación abrumadora de peligro y desesperación.

La visión es desconcertante y perturbadora, mostrando un futuro lleno de incertidumbre y peligro. Dexen siente un escalofrío recorrer su espalda mientras presencia la devastación que se avecina, pero también una chispa de esperanza, una creencia inquebrantable en que la luz prevalecerá sobre la oscuridad.

Cuando la visión termina, Dexen se encuentra sin aliento y temblando. Anakin la mira con preocupación, sin entender lo que acaba de experimentar su compañera Jedi.

—Anakin, el futuro es incierto y lleno de desafíos. Pero debemos mantenernos firmes en nuestra determinación y en nuestra fe en la Fuerza.— habló con Obi-Wan sintiendo el miedo de la pequeña

Anakin asiente solemnemente, reconociendo la sabiduría en las palabras de su maestro. Con un último adiós, se aleja hacia su próximo destino, dejando a Dexen sola con sus pensamientos y la visión del futuro que la aguarda.

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