Capítulo XXI

New York
07:00 am
05 de Marzo de 1982

Ingresé al hospital con los nervios considerablemente de punta

Se siente muy extraña esta sensación

—Permítame ayudarla señorita Ryder

Un trabajador me ayudó gentilmente con algo considerablemente que llevaba

—¡Wow!, ¡señorita Ryder!

—No te sorprendas tanto, son cosas que ves todos los días

Él se quedó atrás mientras yo caminaba por el pasillo con aquel objeto pesado

Llegué minutos después al pasillo y observé a Gilda y a Judith viéndome atentamente

—Creo que es hora de encarar la situación y tratar sobre esta—Les dije mostrando lo que traía— ¿Podrían cuidar esto mientras yo paso a ver a John? Yo les hablaré para que puedan llevarlo

—Claro que si Winona, está en la habitación 777, es al fondo a la derecha

Luego de que Gilda me explicara por dónde se ubicaba la habitación comencé a caminar directo a ella

"No saben lo nerviosa que me siento en estos momentos"

Con algo de cuidado decidí entrar a la habitación, abrí la puerta y con cuidado la cerré

Y por fin que nuestros ojos se volvieron a ver luego de tres largos y dolorosos años

Lo miré con atención, su rostro y su cuerpo no se miraban nada igual como la última vez que lo había visto, sus ojos se encontraban hundidos,su cabello completamente desordenado, se encontraba con una ligera barba descuidada de varios días

"Definitivamente a John le pegó muy dura la depresión"

—Antes de que digas algo John debo decirte que gracias a que Gilda, Judith y yo actuamos, es que tú te encuentras con vida en estos momentos

—No iba a recriminarte por tal acción, al contrario, te lo agradezco

Su voz se encuentra realmente más rasposa que la última vez que hablamos

—Realmente John quiero disculparme por haberte guardado muchos secretos durante nuestra relación, créeme que después de tu rechazo y el que te hayas ido así de Chicago me dolió, me sentí tan culpable durante estos años que no podía ser dichosa en absolutamente nada—Comencé a sollozar—realmente soy una mala persona

No me quería acercar a John, me sentía como la misma niña aterrada, que cuando lo conocí hace casi más de cuatro años

Lo miré de nueva cuenta a los ojos y él me seguía observando con atención

—Yo quiero que me perdones Winona, el dolor que sentí en aquellos días tan grises y dolorosos me hizo perder la cabeza, no quise oirte, aunque fuera para que me dijeras lo que sentías—Detuvo su hablar—Y eso tampoco me dejó vivir tranquilo, debo decir que hace poco tiempo me di cuenta de mi gran error, y es por eso que me inundó una gran depresión por no saber como arreglar lo que yo desmoroné en segundos, es por eso que comencé a drogarme para perderme y no volver a la amarga soledad que me rodeaba

—Y te equivocaste John

—Me equivoqué, y hoy que me encuentro frente a ti luego de tres años lo admito

—Sabes John, luego de que me corrieras de esa noche lluviosa yo me llevé varios recuerdos—Le enseñé el anillo que adornaba uno de mis dedos

—¡Vaya, ahora veo que tuvo ese anillo durante estos años!— Yo Sonreí levemente mientras soltaba lágrimas agridulces —Aún te sigues viendo igual de hermosa que aquel día cuando te conocí Winona

Yo me sonrojé levemente

"A pesar de los años debo admitir que el amor que siento por John aún no ha muerto"

—¡John, tienes que ingresar a un centro de rehabilitación, pudiste haber muerto en esta ocasión, allá afuera, hay personas que realmente se preocupan y te quieren demasiado!

—¡No es tan fácil dejar las drogas Winona!

—¡Yo dejé de consumir tabaco desde hace años!, ¡me interné a un centro de rehabilitación!, ¡además de que tuve dos motivos poderosos para hacerlo e igualmente tú los tienes!

—Y me podrías decir, ¿¡Cuáles son esos motivos tan poderosos!?

Definitivamente la charla se había terminado y comenzaba una dura discusión

"Tengo que actuar ahora o si no me arrepentiré toda la vida"

—¡Un motivo, son las personas que más te aman y que realmente te conocen y quieren lo mejor para ti!

Rápidamente salí de la habitación y le dije a Gilda que se me pasara aquella cosa realmente pesada, yo pasé con rapidez con aquel objeto a la habitación y le terminé de decir

—¡Y el segundo motivo, son dos personas que recién conoces y que estoy segura que amarás con todas tus fuerzas y que lucharás realmente por ellas, para brindarles fuerza y darles todo el amor que merecen que les des!

John miraba con sorpresa y atención lo que yo acariciaba con mis manos

Una carreola estaba entre nosotros y en ellas se encontraban las dos personas más especiales

—¿Son... mis hijas?— Preguntaba con incredulidad

Cerré la puerta y le contesté

—Si John, son tus hijas— Me aclaré la garganta—o mejor dicho, nuestras hijas

Acerqué lentamente la carreola hacia John, con cuidado saqué a las niñas

Ellas miraban atentamente a John

—¿Cuándo nacieron?

— El 09 de Agosto de 1979, fueron sietemesinas y recuerdo que el día que nacieron era un día muy lluvioso, debo decir que a pesar de que nacieron a los siete meses, con el paso de dos meses que pasaron dentro de  una encubadora artificial, ellas lograron sobrevivir—Lo miré con alegría—John nuestras hijas nacieron siendo guerreras, así que tú también debes ser valiente para enfrentar esta dura adicción, sé que lo lograrás

Él con cuidado cargó a una de las niñas

—Hola pequeña, soy yo, tu padre

Yo miraba enternecida la escena mientras cargaba a mi otra hija

—Se llama Brittany Courteney y debo decirte que es la que se parece fisicamente más a ti—Y luego levemente moví la mano de mi otra hija—Y ella es Christina Marianne, melliza de la pequeña Brittany, definitivamente ella es realmente igual a mi

Ambos reimos mientras teniamos a nuestras hijas en aquel cuarto de hospital

—Winona

—Dime

—Gracias por darme el mejor regalo que me podrías haber dado

—No tienes que agradecer John, solo quiero que me des una respuesta a la propuesta que te dije

—Lo haré Winona, lo haré por ellas

Y ambos estábamos felices por compartir un momento tan especial después de años y que mejor que con nuestras hijas

"El rompecabezas se está comenzando a reconstruir"

Nuevo capítulo

Cada vez más cerca del final

Estoy segura que les encantará

Los quiere

zyalle

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