خمس حماسة
05.
Aunque Taehyung sabía que sus cachorros eran suyos como le había prometido el alfa, se sentía bastante intimidado cuando la emperatriz sin ningún permiso los tomaba para darles paseos por los jardines del reino. El omega sentía mucha ansiedad cuando ocurría aquello, incluso sus cachorros sollozaban todo el camino y aunque por iniciativa propia, le pedía a la emperatriz que él podía acompañarla, ella se negaba con un semblante taciturno.
Varias veces sus cachorros al no soportar estar con la emperatriz se transformaban en su forma lobuna y se escabullían entre los matorrales del jardín, generando búsquedas por horas de parte de la guardia del faraón para encontrarlos. Sin embargo, la emperatriz seguía empecinada en lograr imponer su poder incluso sobre los cachorros. Cuando estaba claro que los cachorros no le aceptaban como madre.
La emperatriz estaba bastante enojada porque los cachorros que se supone por ley iban a ser de ella, al parecer ya no iba a ser así. El faraón había hecho un mandato flexible para que Taehyung estuviera con los cachorros todo el tiempo. Eso lo hubiera podido asimilar ella con el paso del tiempo, sin embargo, lo que no soportaba es que el faraón después de sus viajes, al llegar al reino nunca pasaba una noche a su lado. Sabía por sus propios consejeros fieles, que todas las noches las pasaba en la recámara del omega varón.
Su temperamento cambió desde que le fue dada aquella información, y el primero en recibir su ira fue el primogénito del faraón.
Una madrugada cuando el faraón se encontraba en Jordania, los cachorros comenzaron a sollozar estruendosamente en la pequeña estancia que les correspondía. Taehyung despertó despavorido, vistiéndose con una bata de seda rápidamente. Al llegar a la puerta y ver que el guardia de turno no se encontraba, su instinto le avisó que algo no estaba bien. Cuando entró y visualizó la cuna de los trillizos, al darse cuenta de que faltaba uno de los cachorros, su instinto de alerta se intensificó.
Su aullido de auxilio se escuchó a lo largo de toda el área del reino, consiguiendo que varios guardias se dirigieran en su dirección. Taehyung asustado y nervioso les dio órdenes de buscar hasta el más recóndito rincón del reino a su cachorro ausente.
Y lo encontraron. Ahogado en la fuente del jardín del reino.
Esa madrugada, Taehyung cayó en una profunda depresión. El faraón fue informado con un mensajero de la conmoción ante la desgarradora noticia de la tragedia de su primogénito.
Sook fue puesta directamente por Taehyung como única cuidadora de los dos cachorros mientras el omega se recuperaba de su lamento. Mientras era investigado cada uno de los involucrados en el peor delito cometido por un traidor.
Primero, los guardias que se suponía estaban de guardia aquella madrugada, fueron momificados en vida. Después, fue la nodriza que se encargaba de los cachorros en las horas de la madrugada. Sin embargo, el faraón sabía que el autor intelectual del delito era alguien más cercano de lo que creía.
Al principio culpó a sus enemigos, y se vengó. Moviendo multitudes de ejército para masacrar a sus contrincantes como advertencia de que nadie podría pasar sobre su poder. Después de torturar a individuos importantes en la península balcánica y al ver que ninguno cooperaba. Se dio por vencido, dejando únicamente una persona en su mira.
La emperatriz.
Allí sentada se encontraba la emperatriz a uno de sus costados mientras se encontraban en una reunión para formular estrategias y poder invadir la ciudad amurallada de Troya, para poder otorgarle un reconocimiento al faraón Jung para toda la eternidad.
Sin embargo, el soberano no estaba poniendo atención a ninguna de las palabras que le daban sus consejeros. Estaba absorto en la realidad divisando a la emperatriz, cada movimiento, cada parpadeo e incluso cada respiración, y ella al darse cuenta de que el alfa no dejaba de observarla, comenzó a inquietarse sobre su asiento.
—Doy por terminada la sesión —pronunció con firmeza el faraón, levantándose del asiento. Los demás presentes de la Corte se levantaron de inmediato y se arrodillaron frente a él a excepción de la mujer que tanto observaba el soberano con cólera—. Emperatriz, la solicito en mi sala después de esta reunión.
La omega asintió inclinándose levemente en una venia de respeto hacia su esposo antes de que el faraón saliera de la estancia acompañado de los guardias reales y de varios consejeros. El alfa sentía su sangre hervir a cada paso que daba, su lobo estaba rasgando su interior para saltar hacia el cuello de la emperatriz y no precisamente para renovar la marca temporal de emparejamiento sobre la piel de ella, sino para destrozar aquella parte. En ese momento sus enemigos de guerra no le habían hecho tanto daño como lo había hecho aquella omega de actitud predominante.
Había asesinado a su primogénito, a su pobre cachorro que apenas podía pararse sobre sus pequeñas piernas. Apretó su mandíbula, tratando de controlar a su lobo interior enojado, sentía demasiada ira cómo para lanzarse sobre sus acompañantes sin importar la imagen que crearía en el reino. Sin embargo, manejó sus impulsos y esperó llegar a su salón para sentarse sobre el trono.
Dejó salir una larga exhalación cuando la llegada de la emperatriz fue anunciada. Dio el aviso de que no quería ninguna compañía dentro de aquella sala para tener la suficiente privacidad de confirmar sus tan arduas sospechas.
—Mi faraón, ¿para qué solicita mi presencia? —mencionó la emperatriz luego de arrodillarse frente al soberano, quien le observaba con la mandíbula apretada por las ganas intensas de saltar y desgarrarle el cuello.
El faraón Jung se levantó de su trono y bajó los escalones con la elegancia que le caracterizaba por ser el soberano del reino. Su mirada reflejaba la severidad de sus pensamientos y los instintos de venganza calaban en lo más profundo de su ser.
—Usted me arrebató lo que tanto he anhelado por años. Ha asesinado a mi cachorro en las fuentes del jardín —bramó el alfa a una distancia prudente. La emperatriz parpadeó de forma disimulada sin demostrar reacción alguna, aunque se podía percibir su aroma de nerviosismo cuando escuchó las palabras acusadoras del faraón.
—Su alteza... aquello tan nefasto no ha ocurrido por culpa mía —respondió, tratando de mantener la compostura, sin bajar la mirada. Demostrando que no había participado en tal acto de traición—. Perdone el atrevimiento, su alteza. Sin embargo, sus acusaciones son erróneas.
Eso fue suficiente para que el cólera se apoderara del alfa, quien por respeto ante los dioses directamente no se lanzó sobre la emperatriz, no obstante, sí hizo un llamado a sus guardias para que custodiaran a la omega que alguna vez había estimado y apreciado aun cuando sus sentimientos nunca fueron amorosos.
Esa noche en presencia de varios testigos con importantes cargos en la Corte, se condenó a la emperatriz a la peor de las sentencias escritas en los papiros; el ritual de Hyundae. La cual consistía en ser momificada en vida mientras era consumida por escarabajos.
Los gritos de súplica fueron acallados por las vendas que fueron rodeando cada rincón del cuerpo de la emperatriz antes de ser puesta dentro de un sarcófago y vaciar el contenido de un jarrón de barro lleno de escarabajos dentro de este. Aunque para muchos fue más que justo el castigo que fue impuesto sobre la traidora de la nación, para el emperador Jung no era suficiente. Aquella omega le había arrebatado de forma infame a su primogénito, ni siquiera el saber que ella sufriría hasta el punto de morir, podía compensar el dolor que sentía en su pecho por la pérdida de su cachorro, sin mencionar que Taehyung estaba retorciéndose por la tristeza e impotencia.
Esa noche, cuando la luz de la luna y las estrellas era lo único que le acompañaba, visitó al omega, quién le había otorgado a sus cachorros. Demandó que la seguridad le esperara fuera de la recámara y después se sentó sobre las sábanas de seda en donde dormía Taehyung.
Se acercó al rostro delicado del omega, delineando con sus dedos cada rasgo ajeno y se percató de las lágrimas secas sobre sus mejillas. Su lobo aulló en aquel momento porque se sentía un alfa débil, alguien que ni siquiera al ser la persona más respetada y con mayor seguridad de toda la península balcánica, había podido proteger a sus propios cachorros.
Decidió recostarse a un costado del cuerpo del omega, sin dejar de acariciar el suave rostro ajeno. Sentía una gran opresión en su pecho al darse cuenta de que no pudo proteger ni a sus cachorros ni al omega al que le prometió lo imposible. Cuando los ojos claros del omega le observaron después de abrirse paulatinamente, el faraón se inclinó para dejar un suave beso sobre la comisura de la boca de este.
—Pido su perdón. El no haber podido proteger a mis propios cachorros y a usted... es la mayor vergüenza y aflicción que he sentido en mi vida —murmuró el faraón. Manteniendo las caricias sutiles sobre el rostro del omega.
Taehyung volvió a cerrar sus ojos hinchados por el lamento de haber perdido a uno de sus cachorros, y se dejó mimar por el alfa, el cual solo trataba de ayudarlo a soportar su tristeza. Tiempo después, el soberano se recostó a un lado del omega y, Taehyung de inmediato se aferró a la anatomía del alfa. Dejando que sus lágrimas siguieran cayendo, sin embargo, esta vez en compañía de alguien que le comprendía en su sufrimiento.
—Todavía tenemos dos cachorros, su alteza —respondió Taehyung, tratando de alivianar la agonía que debía estar también sintiendo el alfa por no haber podido protegerlos—. Debemos concentrarnos en ellos ahora.
La aflicción que sentía Taehyung en ese momento no era comparable con nada de lo que hubiese sentido antes, a veces sentía que no podía siquiera respirar y cuando trataba de comer, su estómago lo rechazaba. No obstante, debía aceptar la realidad de lo que ocurría y cuidar de los cachorros que ahora le necesitaban más que nunca. Así que, decidió recostar su rostro contra el pecho del alfa, sintiendo los latidos ajenos contra su tímpano.
—La emperatriz ha sido sentenciada a la práctica Hyundae, Taehyung —le informó el faraón—. La seguridad para los cachorros y para usted aumentarán, les mantendré seguros. Cómo su faraón y su soberano, le prometo que nada le sucederá y tampoco a los cachorros.
Taehyung asintió, comenzando a acicalar su propio rostro contra la vestimenta de seda del alfa, y el faraón en respuesta le acogió entre sus brazos, antes de girarlo y posicionarse sobre él. Aquella noche el faraón no solo volvió a tener relaciones con el concubino, sino lo reclamó cómo su omega frente a los dioses egipcios al morder el cuello de este, creando la marca de enlace hasta que la muerte les separase.
(...)
Tiempo después cuando el faraón Jung había logrado conquistar muchas más naciones y era reconocido como el gobernante más poderoso de África y Europa, fue cuando Taehyung, su omega ante los dioses y el reino, le otorgó un nuevo cachorro.
Los primeros hijos de la realeza ya habían cumplido dos veranos desde su nacimiento. La credibilidad del faraón se había mantenido de forma robusta durante el tiempo y aún más, al demostrar su capacidad como alfa. Y aquella reputación aumentó con un tercer heredero.
El pueblo del antiguo Egipto no podía estar más vivaz y contento por el nuevo nacimiento del reino. Cada integrante de la vasta nación reconocía al omega real como el acompañante del faraón más importante del tiempo. La humildad, compresión y administración por su parte, había ayudado intensamente a la población en general. Por tal motivo, no había egipcio quién no apreciara al omega.
Asimismo, el faraón también le respetaba y lo apreciaba. Épocas anteriores muchos no podían creer que un simple concubino varón hubiese sido desposado cómo el omega real, sin embargo, ahora era incluso igual de respetado en la nación que el faraón Jung. Porque un buen soberano no podría gobernar de forma correcta sin una buena compañía a su mano derecha.
Y el único omega que había podido otorgarle al faraón y al pueblo lo que anhelaban había sido Kim Taehyung.
FIN
**
No puedo creer que haya demorado meses en terminar una historia tan corta. Perdón )):
¿Qué tal les pareció "Faraón Jung"?
En fin, espero que les haya gustado. Muchas gracias por haber leído y apoyado la historia aun cuando las actualizaciones fueron demasiado lentas.
Si es la primera historia HopeV que leen de mi autoría, les invito a pasarse por mis otras historias uwu.
Besos.
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