ثالث حماسة
[Capítulo dedicado a: Mariana_Garcia1301 disparitopiumpium Conejo-Come-Cats Xseoktae_]
03.
El omega chilló cuando el faraón comenzó a masajear con perseverancia sus glúteos, sentía que iba a caer sobre suelo en algún momento por no poder mantener el equilibrio. Se sentía tan embelesado por sentir la lengua del alfa pasar por su piel, al igual que los colmillos. Las nuevas sensaciones en su cuerpo lo estaban llevando al borde del delirio. Por lo tanto, sin importar que el faraón se ofendiera, llevó sus manos hacia la túnica del soberano para poder aferrarse a los amplios hombros.
—Su majestad... —balbuceó el omega, recobrando un poco la consciencia de su lívido. Debía detener al faraón si no quería que luego este se arrepintiera y decidiese deshacerse de él cómo un error colateral—. Y-yo... debo ir con las demás concubinas.
El alfa en respuesta gruñó en forma de advertencia, ahora apoderándose de las caderas del omega para presionarlo contra el mural. Inhaló profundamente y su lobo se regocijó por tan dulce aroma perteneciente al joven omega que lo observaba con lágrimas en los ojos por la necesidad de ser saciado.
—No. Esta noche será mío, usted es mi concubino. Debo atender sus necesidades —respondió el faraón, comenzando a abrir levemente su túnica para dejarla caer sobre el suelo. El omega maravillado por la piel canela producto del sol, músculos definidos por el esfuerzo y varias cicatrices de guerra, llevó con nerviosismo sus dígitos hacia la piel que le imploraba ser tocada.
Sin importar la consecuencia de sus acciones, acarició con pleitesía aquellos fuertes pectorales, y se acercó levemente para sacar la punta de su lengua y pasarla a lo largo de la piel ajena. Probando el sabor del alfa, quién le observaba embelesado por aquella actitud tan vivaz de parte del omega, quién al tener un físico demasiado desgarbado y pequeño, le sorprendía que por dentro existiera un lobo atrevido.
—¿Le es ameno lo que observa, concubino? —le preguntó, llevando su mano hacia la cabellera alborotada del omega, para acariciar cada hebra de forma tan suave que Taehyung cómo respuesta, comenzó a ronronear levemente. Confirmándole al soberano lo que ya se percibía de forma explícita—. Levante el rostro —le ordenó, llevando su dedo índice hacia la barbilla del omega y hacerlo por sí mismo.
Aunque su rostro siempre estuviese serio la mayoría del tiempo por la educación y mandato que tuvo desde que era un cachorro, el mantener una expresión taciturna cómo heredero al imperio era obligatorio. Por tal motivo, no pudo expresar algo más que brillo en sus orbes obscuros al ver los más claros con lágrimas por la expectación.
Simplemente se encargó de incorporar el menudo cuerpo del asfalto para volverlo a presionar contra el mural y sin meditar sus acciones, buscó los belfos ajenos para presionar los propios. Segundos después abrió su boca y sin esperar que el omega estuviese asimilando la situación, adentró su lengua para recorrer cada rincón de la ajena. Taehyung por aquella acción, trató de no caer, aferrándose a los hombros del alfa.
Taehyung poco a poco iba perdiendo la razón en sí. Sentía cada toque y beso a flor de piel, cómo si cada toque le quemara en los lugares precisos para hacerlo delirar por completo. Estaba dentro de una ilusión que lo estaba llevando a perder la percepción del tiempo, y cuando menos esperó, se encontraba sobre el mueble tallado de hilos de oro. Sus labios se abrieron, tratando de recobrar la respiración que era obstruida por los labios y lengua del faraón que trataba de consumirlo por completo.
No eran necesarias las palabras. El omega sentía claramente las caricias proporcionadas por las grandes manos del alfa, que recorrían la piel de sus piernas hasta depositarlas a cada lado de su cadera, presionando levemente para mantener los movimientos pélvicos que hacía Taehyung para poder recibir contacto. El alfa le gruñó, tratando de calmarlo, sin embargo, fue insuficiente cuando las piernas largas del omega se enredaron alrededor de su cadera para poder sentir la presión que necesitaba. Allí, sintiendo la dureza del alfa que podría calmar las acciones que había provocado la luna en su cuerpo.
—Alfa... —murmuró el omega consumido por su lobo. El faraón, por tal insolencia hubiese dejado desamparado al omega, y le daría un castigo por no haberlo respetado. No obstante, su lobo reaccionó de una forma tan vigorosa, que se sorprendió a darse cuenta de que por el adjetivo implementado por Taehyung, se encontraba bastante entusiasmado—. A-alfa.
En ese momento el alfa más importante de Egipto y la península balcánica, perdió las riendas de su autocontrol por un delgado y joven omega en celo, esperando a ser saciado.
Pasó su lengua por el rostro, brazos, pezones, vientre y sedosas piernas ajenas. Deleitándose del placentero sabor que percibían sus papilas gustativas. Y el omega, sin poder controlar lo que sentía por primera vez en su cuerpo, llevó su mano hacia su miembro en búsqueda de la liberación que le exigía la diosa del amor y placer sexual; Qades. No obstante, el alfa se encargó de acariciarlo suavemente, mientras Taehyung se removía sobre la fina tela, llevando sus manos hacia su cabello para jalar las hebras, buscando un punto de contención a sus nuevas emociones.
—Cuando lo vi por primera vez en el salón para aceptarlo como concubina, no pensé que fuera tan exquisito. Su aroma acaparó al instante a mi lobo —dijo el faraón en un tono bajo y ronco, manteniendo los movimientos constantes en su miembro. El soberano buscó de nuevo los ojos entrecerrados y llorosos del omega, para luego inclinarse y morder el labio inferior de su acompañante, el cual se encontraba ya bastante hinchado por los propios besos fogosos que él le había dado.
El alfa no pudo mantenerse al margen de los suaves gemidos que emitía, ni el cómo se removía el omega en búsqueda del consuelo qué tanto necesitaba. Por lo tanto, siguió acariciando al concubino que instintivamente abrió sus piernas, posándolas a cada costado del sillón tallado, en modo de invitación para que se apropiara de su cuerpo.
Taehyung mordió su labio, y sus mejillas se tornaron sonrojadas por su propio comportamiento descarado, el cual era impulsado por su lobo, quién por fin había salido a la luz después de tantos años. El alfa, bajó su mirada para recorrer con ella toda la zona privada que le estaba mostrando el omega, relamió sus labios y llevó sus dedos hacia la inmaculada abertura que le llamaba para ser apropiada por su virilidad. Acarició levemente al omega, y este gimió sonoramente de forma receptiva a cualquier contacto.
Su cuerpo estaba tan expectante a cualquier toque, que al momento de sentir aquellas ásperas manos recorrer aquella zona que le había recalcado su madre proteger a toda costa para poder contraer matrimonio con alguien. Dejando de lado cualquier recuerdo, se impulsó contra los dígitos del faraón, en búsqueda de contacto, y cuando menos esperó su interior fue asaltado, no pudo mantener sus emociones lo suficiente y sintió desfallecer cuando sintió una sensación fuerte en su vientre bajo.
Su visión se nubló durante un tiempo, y sus uñas se hincaron sobre los omoplatos de alfa, quién seguía manteniendo sus dedos adentro de él, moviéndolos suavemente, sin embargo, hizo un pequeño movimiento que lo hizo gemir demasiado fuerte. Se sentía tan bien, pero necesitaba más. Mucho más.
No esperó mucho tiempo después cuando sintió los dedos del alfa salir de su interior, y verlo acomodándose entre sus piernas. Cuando pensaba que era todo, sintió cómo algo demasiado grande se adentró en su interior de tope y dejó salir un fuerte grito de dolor. Hincó aún más sus uñas en la piel del faraón, para tratar de apaciguar el ardor en su interior al momento en que la virilidad del alfa llegó a lo más profundo de su cuerpo.
El faraón gruñó de satisfacción al sentirse bienvenido en aquel cálido y estrecho interior. Sin meditarlo, se detuvo para que el omega pudiese acostumbrarse y adaptarse a su longitud, antes de comenzar un vaivén lento pero demasiado profundo, logrando que ambos lobos gimieran al compás de las profundas embestidas. El cuerpo delgado y pequeño, bajo la anatomía grande estaba temblando por el placer que sentía. Sentirse de esa manera, conectándose con un alfa, le estaba haciendo ver los mismos dioses de Egipto, y sin poder canalizar las fuertes emociones, se aferró al hombro del soberano y le mordió cómo un felino, sintiendo el sabor metálico en sus papilas gustativas.
El alfa gruñó en respuesta, y comenzó a apoderarse de su cuerpo con mayor fuerza, haciendo que el omega dejase de morderlo, y en vez ocupara su boca para comenzar a gritar sonoramente por el brusco cambio de ritmo. Cerró los ojos, manteniendo sus manos sobre los hombros del alfa, dejando que las lágrimas cayeran sobre sus mejillas; se sentía demasiado bien para ser real.
—Sí... —masculló el alfa, manteniendo el ritmo de las profundas embestidas. El sillón entallado resonaba gracias a los fuertes movimientos de su cuerpo contra el más pequeño. Dejando de presionar su peso sobre el del omega, se reincorporó para poder aumentar sus embestidas, y sus manos se posaron sobre la estrecha cintura de Taehyung. Sintiéndose más que extasiado al ver la figura delgada y pequeña bajo su cuerpo—. He escogido a un precioso omega cómo concubino.
Taehyung en ese momento volvió a alcanzar el éxtasis de manera más vigorosa que la anterior. Y eso fue suficiente para que el alfa, unos vaivenes después también culminara en su máximo punto de placer.
En ese preciso momento, el faraón Jung consideró que si llegase a ser el caso en que aquel precioso omega llegara a concebir su cachorro, agradecería por siempre a la diosa Qades por ser responsable de que aquel concubino entrase en celo, en el preciso momento que él había llegado al reino.
Su nudo comenzó a formarse, ampliando el interior del omega, quién aún por su culminación no se quejaba hasta que la dilatación fue tan grande, que comenzó a soltar agotadas exclamaciones. Buscando a tientas de nuevo los brazos del alfa, quien rindiéndose a la petición del omega, volvió a acercar su torso con el ajeno para envolverlo en sus brazos y, comenzar a lamerle las mejillas y cabello para que pudiese soportar la longitud de su nudo.
—Si llega usted a albergar mi cachorro, prometo que voy a cuidarlo y protegerlo. Usted es mío, nadie podrá mirarlo o tocarlo —murmuró el alfa contra el oído de Taehyung. El omega sonrió levemente aun cuando sentía dolor por la unión. Su lobo saltaba eufórico por aquellas palabras, y minutos después que el nudo se deshizo, volvió a rodear sus piernas alrededor de la cadera del alfa para no dejarle ir.
—Sus cachorros deben estar en mí, su alteza —dijo Taehyung, dejando que su lobo tomara hasta el último rincón de su cordura—. Haga su nudo cuántas veces quiera, seré lo suficiente bueno para tener a su cría —concluyó, pasando su rasposa lengua sobre la comisura de la boca del faraón. Después, parpadeó, moviendo sus largas y espesas pestañas de forma seductora.
El ego del alfa aumentó su nivel de tal forma que solo lo lograría una victoria en el campo de combate. Aquel omega le suplicaba que dejase su nudo dentro de él para quedar en gestación. Así que, comenzando de nuevo a penetrar al omega, lo besó fogosamente.
—Voy a dejar mi nudo en usted, hasta que me dé al heredero que tanto anhelo —sentenció.
(...)
Cuando los días de celo pasaron, Taehyung finalmente pudo recobrar por completo el sentido de todo lo que había ocurrido. Se sonrojó ante los recuerdos que transcurrieron cómo una tormenta de arena en su memoria. Y tapándose con la fina tela sobre la cama del cuarto en dónde había pasado su celo con el faraón, se levantó dispuesto a buscar algo para vestir y salir de inmediato al cuarto de descanso de las concubinas.
Al solo inclinarse para tomar una túnica que yacía cerca a la cama, jadeó por el dolor bajo de espalda, aun así, no estaba dispuesto a perder tiempo. Sin embargo, tampoco sabría cómo reaccionarían las demás al llegar a percibir el aroma intenso de alfa sobre su cuerpo.
Caminó sigilosamente a través de los pasillos, dándose cuenta de que era de día y que probablemente más de un guardia se daría cuenta de su presencia. Y al toparse con algunos, simplemente se inclinaron respetuosamente y no le observaron a los ojos. Por tal motivo, Taehyung pudo llegar sin ningún contratiempo al salón de las concubinas, y al hacerlo, se quedó paralizado al ver todas las concubinas comiendo la merienda junto con la emperatriz, quiénes al verlo llegar todas se quedaron observándolo intrigadas.
En especial Suni, quién le observaba con claro enojo sobre su rostro, mientras le analizaba descaradamente hasta el último rincón de piel expuesta. Taehyung simplemente hizo una reverencia frente a la emperatriz cómo señal de respeto, la mujer asintió en forma de saludo y extendió su mano para hacer una leve seña hacia Suni, quién se encontraba sentada a su costado derecho en la mesa.
—El omega Taehyung se sentará aquí, este será su lugar ahora —ordenó. Todas las concubinas asintieron levemente. Por otra parte, Suni mordiendo sus labios claramente colérica por aquello, simplemente se sentó hasta el final de la banca para dejarle el asiento libre al omega varón.
Taehyung, caminó levemente ante la señal que le impartía la emperatriz y antes de dar otra reverencia hacia ella, se sentó bastante incómodo. No quería que las omegas comenzaran a olfatearlo, percibiendo el aroma del alfa más importante del reino, sin embargo, al ver de forma disimulada las expresiones de las concubinas, se dio cuenta que al parecer ya tenían conocimiento de lo que había ocurrido.
—Desde ahora todas ustedes respetarán a Taehyung. Quién llegue a desobedecerme, pagará con el peor de los castigos de los dioses —dijo la emperatriz con voz autoritaria. Las concubinas asintieron observando la comida sobre sus platos—. Desde hoy Taehyung, podría convertirse en el omega que se encargue de darle a Egipto su próximo faraón. Espero que lo tengan presente todas ustedes.
Taehyung no sabía si sentirse bien por el hecho de que ahora era protegido, o bastante agobiado al pensar que si llegaba a concebir, ese cachorro no sería suyo sino de la emperatriz.
**
Pobre Taehyung )):
¿Creen que Taehyung quedará en gestación? Si es así, ¿le quitarán a su hijo o sucederá milagro de wattpad? Todo esto y más en los dos últimos capítulos, je.
Besos.
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