Hetero pero no mucho

|CONTENIDO SEXUAL EXPLÍCITO|

Hace ya varios años se conocían, a Ran jamás le cayó bien Sanzu, el motivo era por qué la intuición de hermano mayor no le fallaba, cierta espinita de desconfianza al pelirosa.

Y tenía razón.


Rindou Haitani es un playboy de primera, ni siquiera imaginaria lo que pasaría una noche después de unos tragos.

No, no se acostaron.

(Todavía)

Rindou se le confesó al pelirosa.

.Y Sanzu ni siquiera estaba tan dopado cómo para imaginarlo o que fue producto de alguna sustancia nociva.

.¿Cómo se le confesó?

.

No, no estaba ebrio, de hecho tiene muy buen aguante con el alchol.

.

Se le confesó...





.Mientras hacían trio con una mujer en el club.


|DOS HORAS ANTES DE LA DESGRACIA|

—¡SANZU YA TE DIJE QUE NO TOQUES MIS COSAS! ¡¿ACASO QUIERES MORIR?!!— El menor de los Haitani le reclamaba al pelirosa.

Sanzu sólo le había tomado un poco de ese caro acondicionador, no era para tanto. Si era para tanto. Ran llegó a tranquilizar al hermano, sostenía una maleta, iban a cerrar trato en uno de los clubs.

—Ey tú, deja de tomar las cosas de mi hermanito— Ran le dijo serio.

El pelirosa sonrió —Es divertido hacerlo enojar.

Los Haitani iban de un costoso traje hecho por el amor del hermano mayor, Rindou se sentía menos, su hermano ya no pasaba demasiado tiempo con él, y ese sentimiento de envidia por no tener a alguien especial. Lo atormentaba.

Tal vez una de las pequeñas causas de su declaración fue por ese sentimiento de estarse quedando atrás.

Pero no lo demostraba, ese sentimiento sólo era momentáneo, siempre se le pasaba hasta esa noche...

Llegaron al club, tomaron unos tragos, y de nuevo veía a Sanzu ligar con las mujeres, él también lo hacía pero no le basta, siempre se queda más caliente.

No era de extrañarse que los demás de Bonten ligaran, pero el que más le molestaba era ver a Sanzu, tal vez por su pasado incómodo.

Si era eso, Rindou imaginaba.

Sonaba una canción de la cual todos en el club comenzaron a levantarse a bailar, muy popular había salido a principios del 2018, MIA de DRAKE & BAD BUNNY

El pelirosa se había desecho de algunas prendas de su traje, quedando con camisa y pantalones, la silueta de una mujer se acercaba con Sanzu dándole descarados arrimones y sonrisitas.

Rindou rodeó los ojos al verlos, bailan bien culero. Pensó.

Las horas pasaban de esa larga madrugada, Sanzu no dejo de bailar con esa mujer en todo el rato.
Ran ya se había ido, porque al cuñado de Rindou le molestaba que llegará demasiada tarde. Mandilon.

Rindou aún seguía en el club porque era costumbre que llevara a los demás de regreso, además de que Mochi y Takeomi eran de carrera larga se van hasta el amanecer.

Lo que le molestaba al de mullet fue que ninguna mujer le interesó aunque le sobraban insinuaciones, ese día en especial se sentía bajoneado.

Pero las cosas cambiarían cuando entro al baño, si desearía no haber visto al pelirosa metiéndole la lengua hasta la garganta a la mujer de la pista. Los ojos verdes de Sanzu lo miraron de reojo encontrándose directamente con los lilas de Rindou. Un frío le recorrió el cuerpo pero lo ignoró y camino al mingitorio. Con razón los había perdido de vista, ya estaban así.

Supongo que me iré al terminar mi trago. Rindou se abrocho el cinturón y camino al lavabo evitando que sus ojos fueran a ellos pero sus oídos seguían escuchando.

La reciente escena al entrar lo seguía atormentando, se puso nervioso, quería irse de inmediato.

Pero la voz del pelirosa le llamó.

—RINDOU EYY

No volteo, se secó las manos y camino a la salida, antes de girar la perilla el pelirosa le gritó de nuevo.

—¿TE INTERESA UN TRÍO?

Abrió los ojos y volteó a verlos, la mujer no era de mal ver, muy buen cuerpo y cara linda. Jamás se invitaban a ese tipo de cosas.

Jamás.

Pero Rindou le echó la culpa a la escena que le hizo pasar, caminó hasta ellos y sin dejar de mirar a Sanzu, tomó a la mujer para besarla. Sanzu sonrió de oreja a oreja, la cara de Rindou no sabía ocultar sus expresiones.

La besaba enojado.

Se despidieron con los otros de la mesa, la chica se subió a su auto en la parte trasera mientras Rindou se iba al copiloto, Sanzu conducía al hotel más cercano, puso algo de música.

Rindou en ocasiones volteaba la cara para seguirse besuqueando con la suertuda chica Sanzu miraba de reojo cada que lo hacía encontrando su mirada, viéndose directamente.

Heteros, si.

Un extraño ambiente se estaba horneando, y Rindou se sentía emocionado. Había hecho tríos si, pero con mujeres solamente.

Llegaron a la habitación, pidieron otra botella y condones.
Sanzu se besaba con la mujer, mientras Rindou observaba el lugar y se quitaba el saco.

—¿Beso de tres? — la chica le extendió la mano a Rindou.

Él camino a ellos, los únicos que estaban a la altura eran ellos dos, se agacharon un poco, la chica los tomó por el cuello y unieron sus labios.

En los besos de tres alguien sobra.

Y esa fue la que lo propuso.

Se separaron, Rindou se sorprendió la suavidad de los labios de Sanzu. A el pelirosa no le importó chocar en más ocasiones con la boca de Rindou. Sabía que más adelante usaría eso para burlarse de él.

Rindou se separó, sentándose en el sillón delante de la cama, y miraba como la chica se bajaba a la altura de la cintura de Sanzu.

Los ojos verdes de Sanzu lo miraban, las comisuras de sus labios sonreían le hizo una coleta a la chica mientras hacia su trabajo moviendo su cabeza arriba a abajo, pero no miraba a la chica. Sus ojos están en Rindou.

Loco idiota. Pensó desviando la mirada.

—¿Has cogido? No te veo actuando ¿Será que no se te para? —Sanzu reía.

Rindou lo volteó a ver enojado.
Camino a ellos, le tocó el trasero a la mujer y restregó su miembro sobre sus nalgas. Alzó la mano y de una nalgada los dientes de la mujer rozaron con el tronco del pelirosa.

Acto seguido de un gemido de Sanzu.Se quedaron mirando, los ojos del pelilila se iluminaron al ver la cara sonrojada de Sanzu.

Se le levantó, trago saliva y comenzó a hacer su trabajo allá atrás.

Después de dos horas cambiando de posición y echándose miraditas cuando alguno de ellos gemia, la chica daba lo último que tenía.

Rindou sentado recibiendo un trabajo oral de ella mientras Sanzu la embestia por detrás. Inclinaba la cara hacia atrás, y de un momento a otro el placer doblegó a su mente.

Se imaginó la misma situación pero sin un tercero, los movimientos de Sanzu le daban más profundidad a el oral que la mujer le daba, cerró los ojos y se concentro sólo en la respiración pesada de Sanzu y los gemidos que salían de él.

Regreso la vista y se quedó mirando con Sanzu, este lo veía, la imagen desde la perspectiva de Sanzu era a Rindou abierto de piernas, el cuello mordisqueado, su cara de placer sonrojada y la manzana de Adán más pronunciada cuando inclinó su cabeza con la sombra de la chica subiendo y bajando de su miembro.

Sanzu sonrió dándole más placer a la mujer que estaba apunto de correrse por cuarta ocasión.

Ninguno de ellos habían acabado.

Un gemido agudo fuerte de la mujer la hacia retorcerse de placer dejándola tumbada en la cama.

Ambos se quedaron mirando, sus respiraciones se agitaban y el calor no se les bajaba, Sanzu salió de la chica sacándose el condón.

Rindou se alejo de ella, y los ojos de ambos no dejaban de mirarse, Sanzu deslizaba su mano por su tronco, lo hacía con toda la rapidez que su muñeca le permitía.

Rindou imitó su movimiento su mano bajaba de arriba a abajo, lo que le seguía excitando era ver al pelirosa con el torso desnudo su piel pálida manchada de labial y marcas de mordidas.
Tragó saliva y de su boca salían más gemidos.
Las manos de Sanzu se deslizan por su piel delgada cubriendo hasta la punta rosada. Rindou presionó más su miembro y aumento el movimiento.
Se masturbaba viendo a Sanzu masturbarse, si siempre le había gustado su cara "normal" su cara excitada sería su nueva obsesión.

Sanzu veía desde abajo a Rindou, no sabía si así eran los tríos, tampoco había estada en ninguno que no fueran mujeres. Pero de cierta manera, ver a su compañero masturbarse le ponía duro.

El cabello de Rindou le cubría la frente y algunos cabellos estaban húmedos por el calor del lugar y el sudor del esfuerzo que hicieron.

Entonces algo detuvo el ambiente.

—Me gustas Haruchiyo — la voz agitada de Rindou dijo junto con un gemido.

Sanzu se acercaba al orgasmo y eso último lo hizo venir involuntariamente.

Rindou lo miró sorprendió, había pensado lo que dijo.
Su mano se llenó de el néctar del pecado y sus ojos se abrieron de par en par.

Ambos se quedaron mirando agitados, sorprendidos y recién cumeados.

Si, si lo escucho pensaba Rin. Pero, incluso la mujer que se había quedado dormida.

De todas las posibilidades está fue la menos probable de pasar.


Pero pasó.

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