𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐂𝐔𝐀𝐓𝐑𝐎. otra vez él
✶ CHAPTER SEVEN ✶
𝐀𝐆𝐀𝐈𝐍 𝐇𝐄
AURORA ÁLVAREZ
📍Madrid, España.
LE EMPIEZO A SONREÍR A LOS PRODUCTORES AL TERMINAR TODAS mis escenas. Como ahora tenía demasiadas escenas por grabar, ya que se me ocurrió irme a Qatar dejando esto a medias, ahora me tenían presionada, terminando las escenas que tenía pendientes.
A veces me pongo a pensar si sería mejor que hubiera estudiado como productora, pero al ver a mis productores sin dormir y con un estrés, me elimino ese pensamiento.
— Aurora, ven mañana, que hay nuevas escenas para ti, te van a encantar — uno de mis productores me dice con una gran sonrisa —. Temprano, por cierto, excelentes escenas las de hoy.
— Claro, yo siempre soy puntal — escuche su risa, literalmente se está burlando de mí, por decir eso —. Bueno, ¿entonces ya puedo irme a descansar?
Él solo me asintió para irse de mi lado a seguir con lo suyo, yo solo sonreí, para seguir con lo mío y empezar a saludar a todas las personas que me encontraba.
Hoy sentía que era e iba a hacer un grandioso día, después de muchas semanas había podido terminar todas mis escenas pendientes.
Algo que realmente era demasiado cansado, odiaba hacer escenas de noche, ya que dormida muy poco.
Y yo lo que amaba más que mi vida, aparte de los capuchinos, era dormir, dormir es lo mejor que existe en esta vida.
Al salir, me intento dirigir hacia mi casa, para ya poder descansar, me detengo al escuchar mi celular sonar.
— Ey, ¿ya saliste? — escucho la voz de mi hermano en la otra línea, tarde un poco en contestar —. Si o no, te hablo.
— Espera Mateo, que estoy cruzando una calle — no dijo nada —. Ya, un hola, como estas, estaría perfecto.
— Supongo que ya saliste — ¿este que se cree?, ni un hola me dice —. Ve a una cafetería, te pasaré la dirección, ahí te veo.
Cuelga sin decirme nada más, miro confundida mi celular y veo como me llega un mensaje de él, mandándome la dirección. A veces me pregunto por qué le tengo que hacer caso a todo lo que me dice, no porque sea mi hermano mayor, le hare caso siempre.
Me ubico bien en donde estoy para ir a la cafeteria en donde Mateo me dijo, solo le hago caso ya que tengo ganas de un capuchino, espero ahí los vendan ricos.
Vuelvo a ver mi celular, pensando que es un mensaje de mi hermano, pero mi rostro cambia repentinamente, al ver un mensaje de João, rápidamente lo elimino de mis notificaciones, como si nunca me hubiera llegado.
Supongo que no es el momento para hablar con él.
Eso llevas diciendo desde que volaste de Qatar.
Cierto. Desde lo sucedido esa noche, prefiero mantener como si fuera una simple noche, aunque sentí conexión con él desde un principio, prefiero no mezclar nada las cosas. Fue una noche y nada más.
Verifico la cafeteria que está enfrente mío, para darme cuenta de que, si es la que me dijo Mateo, le mando mensaje y este solo me responde que llega en unos 10 minutos, que me pida algo.
Solo niego, mientras me adentro a la cafeteria, desde que uno entra se siente el ambiente comodo, vuele de maravilla al entrar, veo a dos chicas que para mí se me hacen lindas, ateniendo a las personas.
Me acerco a ellas con una sonrisa, claramente sabía que iba a pedir, pero quise ver el menú de lo que vendían.
— Hola, buen dia. — me dice una de ellas.
La volteo a ver con una sonrisa, mantengo mi sonrisa, pero mi cabeza está en otro lado, esta chica yo la conozco de algún lado.
Volteo a ver su nombre, Julieta. Veo su rostro, sabía quién era, es la chica que sale en demasiadas fotos con João, en su Instagram.
Y no es como que lo stalkeo siempre, solo me da curiosidad, sabía que ella era algo de João. Y es muy linda, espero no sea su novia o su exnovia, que es aún peor.
— Buen día, ¿va a pedir algo? — su voz me regreso a la realidad.
— Si, disculpa, me das un capuchino con extra de crema, por favor.
— Claro que sí, ¿sera para llevar o para comer aquí?
— Para comer aquí.
— Bien, puedes sentarte en cualquier de estos lugares y ahorita te lo llevamos.
Yo solo asiento para darle otra mirada rápida, e irme a sentar en donde le doy la espalda a ellas, estoy muy segura de que si me pongo enfrente la estaré viendo por mucho tiempo y no quiero incomodarla.
Empiezo a ver mis mensajes, y claramente entro al chat con João, tenía mínimo 6 mensajes de él que no había contestado, pero antes de eso, yo le había puesto que estaba ocupada.
Borro el mensaje que tenía planeado mandárselo, simplemente me quedo viendo el mensaje un y otra vez, preguntándome si sería buena idea salir de nuevo con él.
Escucho la puerta de la cafeteria, miré de reojo, pero no era Mateo así que volví a mi celular, salí del chat de João, para a los segundos volver a entrar, escribiendo y eliminando cada cosa que quería decirle, no quiero dejarlo en visto.
— Es mi descanso así que vine a verte — escucho la voz de tras mío, pero simplemente lo ignoro, ya me ando imaginando que es la voz de João —. Bueno si, lo acepto, me escape del entrenamiento, quería descansar.
— João te van a sacar del equipo si sigues así.
— Ojalá, ya no quiero estar en ese equipo.
Mi mundo se para repentinamente al escuchar ese nombre, bueno hay muchos João en el mundo, no creo que sea ese João.
Joder donde está mi hermano.
No quiero voltear prefiero estar dando la espalda, espero y la tierra me coma y me mande super lejos de aquí.
Veo la mano de alguien dejándome el capuchino, pero sabía perfectamente que no era de una mujer, cerré los ojos pensando lo peor.
— Un capuchino para una bella dama — mire al chico, João, me miraba con una sonrisa mientras se sentaba a lado mío —. Con que digas que hoy estás disponible a mi mensaje, me basta.
Me dice sonriendo, veo mi celular y aún seguía en el chat de él, había visto el mensaje, en seguida me salgo y guardo el celular.
— Si lo miro de una forma mal, creo que me has estado evitando. — vuelve a hablar, ya que yo no respondí.
Me atragantó un poco con el capuchino, ya que realmente es lo que estaba haciendo todos estos días.
— No, como crees — digo con una sonrisa, para disimular —. No he tenido mucho tiempo, apenas iba a aceptar a salir contigo.
Se me sale lo último, a veces mi boca dice algo que yo no quería decir. Lo de salir con él, no está en mis planes para ser sincera.
— Entonces, podemos salir ahorita.
— No creo, estoy esperando a mi hermano, que por cierto ya se tardó.
— ¿Hablas de Mateo? — yo solo asentí —. Lo vi, en unas cuadras atrás, solo me saludo y se regresó.
Yo solo lo miré confundida, en ese mismo instante sentí que me llegó un mensaje, era de mi hermano.
Este hijo de... respiro un poco, esto era un plan, lo sabía, Mateo no es mucho de venir a cafeterías, él hizo que viniera hasta aquí, para encontrarme a João.
— Pues, supongo que estoy disponible para salir hoy contigo.
Lo digo rápidamente, antes de que quiera retractarme.
— Bien, entonces vamos.
— Espera, deja termino mi capuchino — él solo asintió, sonriéndome —. ¿Como conoces esta cafeteria?
Pregunto, para mantener una conversación, no quisiera solo estar sentada esperando a que me acabe mi capuchino para platicar. Él me sonríe, volteando a ver a una chica, yo hago lo mismo.
— ¿Ves a la chica de allá? — yo solo asiento, se refiere a Julieta, por favor que no sea su novia, que no diga que tiene algo con ella —. Bueno, es mi mejor amiga, por ella conocí esta cafeteria.
Siento un alivio dentro de mí al simplemente escuchar eso, sonrió por mis adentros, mientras me muestro confundida.
— ¿En serio? — me sorprende mi voz al escuchar es muy aliviada —. Sé ve que es una chica muy linda.
— Lo es.
En ese mismo momento que la estaba mirando, volteo a vernos, y vi como al principio hizo una pequeña mueca, no muy notoria, para después sonreírnos amablemente.
No le quise dar mucha importancia a lo de la mueca, pues lo más seguro vi mal. Al instante de voltear a ver a João, éste estaba distraído contestando unos mensajes.
Y yo me dispongo a verlo mejor, a mirar cada detalle de su rostro, sus ojos color café, que son oscuros, pero no tanto para decir que los tiene negros, su nariz que es recta y se le ve tan bien de perfil.
Lo que más me llamó la atención era ese lunar en su mejilla, que era notoria, pero a la vez se podía confundir con un granito.
En ese instante sonrió, vi su sonrisa tan perfecta y como sus ojos se hacían como chinos.
Y hasta ahora me he dado cuenta de que João es literalmente mi tipo.
En seguida volteo a ver mi capuchino al ver que volteo a verme, sentí mi corazón palpitar rápidamente, me ponía de nerviosos saber que él se dio cuenta que lo estaba mirando por mucho tiempo.
A los segundos, volteo a mirarlo y él a lo contrario de mí, sonríe en vez de esquivar mi mirada. De igual manera le sonrió.
— ¿Te he dicho lo hermosa que eres?
Mi corazón me da un revoltijo enorme y me es inevitable no sonrojarme y de eso se da cuenta, ya que sonríe.
Intento calmar mi pulso, ya que sentía que iba demasiado rápido. Ni siquiera me había sentido así cuando tuvimos relaciones.
— No, pero gracias, supongo.
— Entonces te lo diré más seguido.
Sonrió, intentando no volverme a sonrojar, ya que con tan solo que me vea, siento todo mi cuerpo como gelatina.
— ¿Nos vamos, he terminado?
Él asiente, antes de poder pararme a pagar, João me gana y iba rápidamente con la chica y paga, para después despedirse de ella.
João me da una media sonrisa, indicándome que lo espere afuera de la cafetería, yo lo hago.
Él no tarda nada, a los segundos sale no tan contento a como estaba y por curiosidad, volteo a ver a la chica, y ella de igualmamera ya no tenía la sonrisa.
— ¿Todo bien? — pregunto —. ¿João?
— Ah si, no te preocupes, solo tuve una pequeña pelea con Julieta — lo miro confundida —. Pero no pasa nada, ¿nos vamos?
Asiento, aun confundida, ¿por qué razón se pelearian? Hace unos momentos estaban bien.
João me indica en donde esta su carro y me abre la puerta con una sonrisa, que sé que es fingida. No es por ser chismosa ni nada, pero realmente quisiera saber que fue lo que hablo con Julieta, para que saliera medio enojado.
❪•••❫
La tarde había pasado rápidamente y lastimosamente ni João, ni yo podemos estar en público, ya que ambos somos figuras públicas.
Así que era muy difícil ir a cualquier lugar y poder estar tranquilos. Por lo que habíamos pasado la tarde en su casa.
Y no me malinterpreten lo único que habíamos estado haciendo estos últimos minutos era platicar.
Ahora conocía a su perro, el mismo que había visto miles de veces en la pantalla, ahora lo tenía en mi brazos.
Ah decir verdad era muy lindo y cariñoso.
— Parece que le caíste bien — dice João con una sonrisa —. Siéntete privilegiada, a Floki no siempre le cae bien cualquiera.
— Es que le encantó mi vibra, los animales siempre me aman.
— No creo que solo los animales.
Sonrío, no sé si fue una indirecta o yo solo estoy captando mal lo que dijo.
Cuando estoy apunto de decirle algo, una llamada me interrumpe, veo mi celular pero no es el mío sino el de João.
João hace una pequeña mueca disculpándose para poder contestar, se aleja de mí para que no pueda escuchar.
Y no es como si fuera chismosa pero vi claramente quien llamaba. Magui. Y mucho menos es por ser chismosa saber quién es.
Pues no es mi culpa que Natalia me hubiera dicho quién es esa chica. La ex novia de João.
Realmente no me molesta, pues igualmente João y yo no éramos nada y podía hablar con quien quiera.
Así que mejor no le tomaré importancia y seguiré acariciando a Floki que él si me estaba prestando mucha atención.
Intento no escucharlo, pero João cada vez hablaba más fuerte y ya lo estaba escuchando perfectamente.
— Magui eres tú la indecisa — le sonrió a Floki —. Un día que sí y al otro no. Ya no quiero que pase esto, volver no creo que sea lo mejor, entiéndelo.
Volteo a ver a João y él me sonríe o más bien, hace una mueca.
— Ya no me llames, terminamos por un motivo y espero que lo tengas muy claro. No vamos a volver.
Al colgar, veo como suspira estresado, para después acercarse a mí con una gran sonrisa, como si no hubiera peleado hace unos segundos.
— Lo siento, mi ex novia no deja de llamarme.
— Oh no tienes porque explicarme, no te preocupes.
— Quería hacerlo, supuse que habías escuchado — solo asentí —. Llevo años teniendo el mismo problema con ella, un día quiere volver conmigo y al otro anda con alguien más.
— Parece que solo quiere tu atención.
— Exacto, es un estrés. Hace unos días me decía que jamás me volvería a hablar, pero desde que paso lo de Qatar — lo veo confundida —, desde que te dedique el gol, ella está desesperada con que vuelva y yo...
Se calla tan abrumamente, mientras yo solo lo veo con una media sonrisa, que siento que es más una mueca.
— Y yo debería dejar de hablar de ella.
— Esta bien João. Supongo que aún no la superas — me ve confundido —. Por la forma en que sigues hablando de ella, se ve que también quieres volver con ella.
— No, ya no — solo le hice una seña, haciendo que ya no le tomará tanta importancia —. No, desde que te conocí.
Yo que estaba acariciando aún a Floki, voltee a verlo y él me sonrió. Ahora sabía perfectamente que esto era más que una indirecta.
No sabía que decir, así que solo le sonreí, no era muy buena coqueteando, ya que con mi ex novio jamás tuve que hacerlo.
— Debería irme.
Él no dice nada, solo asiente. Si tuviera el valor de decirle que me interesa sería mucho más fácil.
Pero decir mis sentimientos es algo que siempre me dará vergüenza hablar en público.
— ¿Quieres que te lleve?
— No, no te preocupes, puedo pedir un taxi.
— Tu hermano no me lo perdonaría, así que mejor te llevo.
Dude un poco, pues lo único que quería en estos momentos era alejarme de él, antes que me dieran ganas de besarlo.
— Bien, esta bien.
Me sonrió, para después guiarme a la salida, me despedi de Floki, que por alguna extraña razón siento que volveré a verlo.
Aunque una parte de mí lo que quiere es alejarse demasiado de João y otra parte no quiere separarse nunca de él.
Mi vida y mis sentimientos es un desastre.
✶✶✶✶
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top