❝ CHAPTER TWO ❞














───── ❝ CHAPTER TWO ❞ ─────












📍MILÁN, ITALIA
ACTUALIDAD

Había muchas descripciones sobre el paraíso; ella siempre se lo imaginó con brillantes prados verdes, que rodeaban las hermosas aguas turquesas que los residentes de Italia conocían como el lago Como, que envuelve la pequeña ciudad de Lenno. La ciudad era conocida por sus hermosas villas y montañas gigantes. Los turistas de todo el mundo siempre pasaban por el pequeño pueblo para ver todo lo que habían leído en folletos y en Internet.

Moné Lebeau había comprado una hermosa villa cuando ella e Ikaris viajaban por el mundo a finales del siglo XVII. Se había enamorado del pequeño pueblo. Era el lugar perfecto para que ella se estableciera. Tranquilo, por lo que no habría demasiada gente. Estaba junto al agua, lo que adoraba. Pero lo que más le gustó a Moné fue que estaba a menos de dos horas de Milán, la capital mundial de la moda. Sin embargo, debido a su trabajo como pintora tenía que pasarse la mayoría de las veces en la ciudad, y no en su cómodo hogar, como ahora.

El estudio de la eterna tenía las lámparas y velas encendidas que rodeaban la habitación. Desde que Moné se mudó a Italia, no había ni una sola cosa que no quisiera pintar; montañas, edificios, estatuas, flores, lagos. Pero lo que más le gustaba pintar eran las personas, lo que explicaba su pintura actual en la que estaba trabajando.

Moné había ganado muchas musas diferentes para pintar a lo largo de los años, pero sus actuales modelos eran una hermosa pareja francesa poliamorosa, Máxime, Bastian y Félix. La eterna los conocía desde hace casi dos años, y desde entonces eran sus principales fuentes de inspiración.

Bastian estaba sentado en su diván de cuero negro con solo un pantalón suave y reclinado en el brazo del mueble, mientras que Félix se hallaba semi-recostado contra Bastian, con la misma escasa vestimenta. Mientras que Máxime estaba sentada en el suelo con la cabeza colocada sobre la pierna derecha de Bastian con solo un par de bragas de encaje vino y su brazo ocultando sus pechos. Los tres poseían una gran belleza, una elegante y aristocrática. Eran las personas que voltearías a ver dos o más veces en la calle.

—Saben que no me molesta que tengan sexo en mi sofá de cuero italiano de 2000€, solo no lo hagan conmigo presente — se quejó la rubia, cuando apartó la mirada del lienzo y vio a los dos hombres besándose.

—No nos molesta tu presencia, Moné — Bastian se burló levemente, con una sonrisa seductora en sus labios.

La eterna rodó los ojos ante las acostumbradas insinuaciones del hombre; posiblemente, solo eran bromas o simplemente si no lo eran. No lo sabía con certeza y ciertamente no estaba interesada en saberlo. Regla de oro: nunca se involucraba con sus amigos o sus modelos.

Máxime alzó la cabeza una vez que notó que Moné se estaba concentrando en la pintura en lugar de en cómo estaba posicionado su cuerpo y preguntó con su dulce y melosa voz.

— ¿Qué hiciste el fin de semana?

—Nada interesante.

—Siempre dices lo mismo.

Moné se rió levemente antes de levantar la mirada de la pintura para observar a la pelirroja. —Tal vez no soy tan interesante como tú crees, Max.

—O tal vez necesitas salir con alguien.

—Estoy muy ocupada.

—Acabas de decir que no hiciste nada el fin de semana — Máxime contraatacó con el ceño fruncido.

—Nunca dije no hice nada, sólo que no fue interesante.

— ¿Cuándo fue la última vez que tuviste una cita? — la pelirroja le cuestionó.

—Hace un mes, cuando me presentaste a tu hermano — Moné la miró con reproche y una ceja alzada. Sinceramente no había sido la mejor cita de su vida.

—Lo siento por querer que tengas amor en tu vida.

—Ya lo tuve, y lo eché a la basura — un silencio se extendió en la habitación ante el tono duro de la pintora —. Ahora, si sigues hablando, no podré terminar a tiempo y no les pagaré.




































Moné tarareó dejándose llevar por la música mientras terminaba de preparar la lasaña. Ya era de noche y se encontraba en la comodidad de su apartamento en Milán.

Pronto, el ruido del timbre sonó por todo el espacio. Tomó un trapo para limpiarse las manos y luego apagar la música.

Vado! — gritó la eterna, caminando hacia la puerta. Al pasar por un espejo se dio cuenta que estaba en su forma natural y, en menos de un segundo, cambió a su forma rubia usual y abrió la puerta.

— ¡Moné! — una mata de cabellos oscuros fue lo primero que pudo procesar la rubia antes de que alguien se aferrara a su torso.

—Hola, cariño — dijo, abrazándola de vuelta y dándole un beso en la cabeza a la niña de 12 años. Alzó la cabeza y le sonrió al padre de la niña —. Angelo, ¿cómo estás?

—Muy bien — el hombre mostró una hermosa sonrisa, haciendo notar los hoyuelos en sus mejillas —. Gracias por aceptar cuidarla.

—Siempre es un placer hacerlo — le aseguró —. Incluso aceptaría tenerla por toda la noche, si ustedes quieren extender su cita.

Él soltó una pequeña risa. —No. Le prometimos a Nydia que le daríamos las buenas noches. A dopo, tesoro [Te veo después, cariño] — le dio un beso en la mejilla a la niña, para luego darle una a Moné —. No hagan ninguna travesura.

—No prometemos nada.

Moné sonrió levemente antes de cerrar la puerta.

—Así que... ¿qué tienes planeado para esta noche, bambina? — le preguntó a la niña que conocía desde hace ya siete años.

Nydia dio un pequeño saltito emocionada mientras se quitaba su mochila y sacaba de ellas un par de bufandas.

— ¡Harry Potter y pizza! — la niña exclamó en voz alta, mientras le pasaba la bufanda una bufanda amarilla con rayas negras y el escudo de un tejón en una de las puntas.

—Me parece bien, pero en vez de pizza será lasagna.

— ¡Lasagna!

Media hora después, ambas féminas se encontraban con sus pijamas puestas en la cocina. La mujer sacaba del horno el recipiente con comida, mientras que la menor se encontraba buscando las películas en su compañera portátil.

Moné frunció el ceño cuando el timbre sonó. No estaba esperando a nadie. Sin embargo antes de que pudiera hacer algo, Nydia bajó del taburete y corrió hacia la puerta.

Escuchó murmullos de voces, antes de poder escuchar la voz infantil con claridad, llamándola. —Mamma, hai visitatori! [¡Mamá, tienes visitas!]

La rubia sonrío inconscientemente, como cada vez que lo hacía cuando la menor la llamaba "mamá". Probablemente no estaba emparentada biológicamente con la menor, pero la conocía desde que era muy pequeña y la amaba muchísimo.

Sin embargo, su sonrisa titubeó un poco al ver a sus "visitas". Tres integrantes de la que alguna vez consideró su familia.

— ¡Moné! — Sprite exclamó feliz de verla, en medio de Sersi e Ikaris, antes de acercarse rápidamente a ella y abrazarla.

Ikaris...

—Hey, Sprite — le sonrío de vuelta a la eterna con apariencia de niña, mientras acariciaba su espalda. Se separó y miró hacia abajo cuando sintió a Nydia jalar de su manga —. Denme un mintuto.

Moné puso una mano en la espalda de Nydia y la alejó un poco de la puerta. Se agachó a su altura y acomodó la cálida bufanda azul y plateada alrededor del pequeño cuello antes de hablar. —Inizia a guardare i film senza di me, Nydia. [Empieza a ver las películas sin mí, Nydia]

Nydia frunció el ceño mientras miraba entre los extraños y la rubia. —Che succede, mamma? [¿Qué ocurre, mamá?] — la pequeña castaña cuestionó.

Moné le dedicó a la niña una suave sonrisa, entendiendo su preocupación. Después de todo se encontraba nerviosa por un grupo de desconocidos en su puerta, del cual uno de ellos era grande, serio y con apariencia amenazante. Y ciertamente no quería que la niña llamara a la policía por un malentendido.

— ¿Recuerdas cuando te hablé de mi familia? — Moné susurró, a lo que la menor asintió —. Bueno, ellos son mi familia.

Nydia continuó moviendo sus ojos marrones entre su amante y el hombre. Pero la sonrisa fácil en los labios rosados ​​de Moné la convenció al instante. Asintió con la cabeza antes de hablar en voz baja, con más confianza.

Lui è molto carino [Él es muy lindo]

Lo so.

La niña volvió a mirar a los otros tres antes de darse la vuelta con las mejillas pintadas de rojo.

— ¡No veas el Prisionero de Azkaban sin mí, o te desheredo! — Moné vio a la Nydia correr a su habitación con diversión antes de darse la vuelta para mirar a su familia con una mirada seria —. ¿Qué quieren?

Sersi, Ikaris y Sprite se miraron entre sí, preguntándose cómo le decían.

Moné alzó una ceja, interrogante. Ikaris dio un paso al frente. —Los Desviantes regresaron.















¡SEGUNDO CAPÍTULO!

¿QUE LES PARECIÓ? ¿LES GUSTÓ?

¿COMO CREEN QUE SERÁ LA INTERACCIÓN ENTRE IKARIS Y MONÉ?

NO OLVIDEN DE VOTAR Y COMENTAR

ELLOS SON BASTIAN, FELIX Y MÁXIME.

ESTOS SON NYDIA, ANGELO Y GAEL

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