𝐏𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐮́𝐧𝐢𝐜𝐚
En el momento en que perdió a Yuki, todo en su vida comenzó a derrumbarse. El dolor y la culpa lo consumían, llegando a ocultar las mínimas emociones que antes expresaba.
Así es, su corazón comenzó a congelarse rápidamente y el frío clima de invierno logró consumirlo por completo, o al menos eso era antes de conocer a cierto chico de cabellos oscuros como la noche, Uenoyama Ritsuka.
«Las lágrimas congeladas vuelven a caer, gentilmente resbalándose por mis mejillas»
Cuando canto aquella canción, dejó salir todos esos sentimientos que fueron reprimidos en los últimos años, toda su tristeza y dolor por no poder detenerlo, por no poder decirle un ultimo adiós a la primera persona que amó.
Y con ese mismo canto, deseó fervientemente que pudiera llegar a él, para liberarse de cierta forma, de sus ataduras y seguir avanzando con su vida. Mafuyu por supuesto nunca olvidaría a su primer amor, pero sí quería seguir adelante por sí mismo debía dejar de atarse con su pasado —con su anterior amante— y observar el maravilloso futuro que se le podía presentar.
Así lo había decidido, y aunque muy egoísta se escuche de su parte, Sato Mafuyu deseaba ser feliz.
«Quiero ser feliz al lado de Uenoyama»
Al pensar en él, esos días del presente reconfortantes abundaban su mente, no se había fijado completamente en como su vida podía ser más llevadera y de vibrantes colores acompañado de ese chico que le sacaba suspiros inconscientes y lograba llenar su pecho de un suave calor.
Fue en ese preciso instante que con ese vago pensamiento se dio cuenta, que aquel helado y eterno invierno que se había formado en su interior había sido derretido por el brillante y cálido verano de nada más que Ritsuka.
Mentiría si dijera que no existieron momentos en los que quería reprimirse, que no podría amarlo de la misma forma en que el oji-azul a él, ya que su corazón pertenecía a su antiguo amor o eso creía, pero estaba enamorado profundamente de Uenoyama, tanto que le dolía pensar en perderlo. Quería estar a su lado y apoyarlo, quería demostrarle y profesarle su más sincero amor.
Se dio cuenta que si corazón no podía estar encadenado, ya que inconscientemente Ue se había colado de forma profunda en él.
—Hey, Uenoyama —susurró de forma casi inaudible acercándose levemente al rostro del concentrado chico frente a él.
—¿Mmh? —Ritsuka soltó un monosílabo sin dirigirle completamente la mirada, pues estaba pendiente en arreglar una cuerda de su guitarra.
—Sólo... muchas gracias.
Seguido de esto, un sonriente Mafuyu saltó hacia el contrario estrechándolo en un cariñosos abrazo, desconcertándolo y dejando caer el objeto que se encontraba en sus piernas para recibirlo entre sus brazos.
Uenoyama trató de decir algo mientras un leve sonrojo se extendió por su rostro, pero en un instante fue callado por un sutil beso de parte de su pareja.
—Te amo, Ritsuka.
No sabía que logró sorprenderlo más, si aquella declaración o escuchar su nombre salir de sus labios, pero sin duda hizo que el corazón del oji-azul se acelerará y un nudo se formará en su garganta.
Hubo pequeños momentos en donde Uenoyama se cuestionaba del amor que le profesaba el menor, que sólo era un reemplazo, pero esas dudas que se habían formado en su interior de a poco se iban borrando.
Porque él no era un reemplazo, y los ojos de Mafuyu llenos de determinación y coraje lo demostraban perfectamente, el brillo cariñoso en sus orbes era único.
Sin saber que hacer a continuación, sólo correspondió su amoroso abrazo no sin antes darle un pequeño beso en su frente —ya que si volvía a tocar sus labios se desmayaría de la emoción del momento—.
—Yo también te amo, Mafuyu.
Contestó Uenoyama con total decisión en su voz, sin tartamudeos aunque manteniendo el rubor en su rostro.
Manteniéndose juntos en los brazos del otro se sentían cómodos, tranquilos y en casa. El amor que se profesaban en ese instante ocultos entre esas cuatro paredes era inefable.
«El verano es capaz de derretir la nieve en el invierno»
La herida que dejó su ex-novio tal vez nunca se borraría, pero el oji-azul que lo acompañaba podía cicatrizar esa llaga que se había formado en su pecho y envolverlo de aquel caluroso verano abrasador.
NOTAS DE LA AUTORA:
Hace mucho he estado un poco exaltada con Given y no pensé que me elevaría de tal manera para escribir un corto fanfic de estos dos.
En esta ocasión, el tema de este one-shot es la superación de Mafu y como desea seguir adelante en compañía de Ue.
El título del fanfic posee un juego de palabras. Mafuyu significa Invierno mientras que Ritsuka se escribe como Comienzo del Verano, lo que explica la metáfora de como este derrite esta estación de su corazón.
Bueno, es la primera vez que escribo Mafuyama, y disculpen si fue muy OOC o me salí un poco del personaje.
¡Muchas gracias por leer! ♥️
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